jueves, 22 de septiembre de 2016

De la calidad y calidez a la desigualdad de un derecho.



La Organización de Estados Iberoamericanos OEI, reciente- mente ha publicado el informe denominado “Miradas sobre la educación iberoamericana 2016”, en el que, en efecto hace una mirada al avance de las metas de la educación 2021.
Se puede evidenciar que desde el informe del 2014 no ha habido cambios sustanciales. Se destacan dos aspectos que merecen ser analizados. Primero, hace referencia a que en los países sudamericanos se ha “logrado un enorme progreso en las políticas públicas para mejorar la calidad y el acceso a la educación”. Segundo, y lo más preocupante, porque casi es contradictorio, “hace alusión a la existencia de notables diferencias y desigualdades entre los países y al interior de cada país en la calidad y el acceso a la educación”.
Es preocupante el hecho cierto de que la OEI ya no habla de la educación como un derecho que está garantizado en la Constitución de los estados, ahora por el contrario, pone énfasis en que hay que mejorar la calidad y el acceso a la educación.
Cuando hablamos de calidad de la educación, hay que diferenciar de manera crítica que si ésta es planteada con una concepción neoliberal, lo resultados serán defendibles por un sector minoritario de la población y rechazado por las mayorías. Puesto que los sectores populares defienden una propuesta emancipadora que conjugue la educación con el trabajo y el aprovechamiento soberano de los recursos naturales. En cambio, la “propuesta neoliberal vigente en todos los países sudamericanos”, propone reformas que terminan fortaleciendo la privatización de la educación.
Diga lo que se diga, en el sistema educativo neoliberal, la oligarquía que incluso no tiene necesidad de estar encaramada en el poder, impone su política de libre mercado a los gobiernos de turno, y siendo los financistas de las campañas electorales, propician a través del BM, FMI o la OCDE una educación pública denostada y sin recursos, con el único fin de garantizar la competitividad económica, es decir, en un negocio que genere el máximo de rentabilidad dentro del modelo globalizador capitalista muchas veces enmascarado de progresista.
Mientras impere el sistema capitalista, las esperanzas de una educación liberadora no pasarán, porque para la burguesía no hay necesidad de garantizar el derecho a una educación digna para las clases populares, sino solamente garantizarle una educación que forme la mano obra barata. En palabras de Paulo Freire, “una educación de calidad para ahondar las desigualdades sociales”

viernes, 16 de septiembre de 2016

LA POBREZA, una lacra vivencial del día a día

Al acercarnos a un nuevo proceso electoral los ecuatorianos de allá y los de pie tienen una doble y distinta lectura de la pobreza. Para quienes creen en la década ganada, la pobreza casi no existe, es apenas observada en las estadísticas; mientras que para los que la padecen es una lacra vivencial del día a día, que pospone sus sueños y el de sus hijos sin que nadie atine a atacar la naturaleza estructural del problema.
Al menos a mí, no me ha sorprendido escuchar al director de una de las tiendas políticas cuyo candidato ya se cree ganador, manifestar que harán “una gestión sin políticos”. Acaso cree que los ecuatorianos somos torpes, si la gestión del país por su propia naturaleza es política. Más grave aún, expresa que “desempeñaran la tarea de gobernar con profundo amor a la patria”, que está convencido que “la pobreza, es la causa de los problemas de gobernabilidad en el país”. Es decir, para él, o para ellos, los pobres no aman a la patria, es más, se les acusa por ser pobres… ridiculezas de los apolíticos, del oportunismo politiquero. 
Cuando parecía que el discurso político de los neo revolucionarios iba a politizar a los ciudadanos, resultó precisamente lo contrario, se combatió a las organizaciones políticas de raigambre popular, confundiéndolas indiscriminadamente con la partidocracia oligárquica y a la par desprestigiando al sindicalismo que no se somete al pensamiento oficial. Su estrategia, la del gobierno verde agüita, ha sido la construcción de un país apolítico con una burocracia fanática e incapaz de interpretar y atender las necesidades e intereses nacionales.
La pasión política se quedó anclada al siglo pasado. Hoy incluso vía decretos al estilo imperial se impide la participación política de los ciudadanos. Con el Decreto 016 y sus reformas, más allá de disponer la criminalización y persecución al sindicalismo libre, se institucionaliza la despolitización de la clase trabajadora. Ante esta barbarie, corresponde a los movimientos y organizaciones sociales emprender una tarea inmediata de repolitización de la sociedad.
Es urgente también, en esta dura coyuntura política por la que atraviesa el Ecuador, que los colectivos políticos y sociales junto a su dirigencia se desentrampen de sus propios errores y conjuguen ideas que puedan plasmar un nuevo liderazgo que reconstruya la patria y no solo para captar el poder, “porque esta vez no se trata de cambiar un presidente, será el pueblo quien construya un país bien diferente”.

viernes, 9 de septiembre de 2016

“SE ABRIRÁN LAS GRANDES ALAMEDAS POR DONDE PASE EL HOMBRE LIBRE…” Salvador Allende

Se cumplen 43 años del asesinato de Salvador Allende, el primer Presidente socialista chileno, el hombre nacido de las entrañas populares, el auténticamente revolucionario al que los ciudadanos más pobres de Chile confiaron sus sueños de una vida digna, aquella que les había sido postergada por cientos de años.
El latido revolucionario de Salvador Allende sigue resonando no solamente en Chile sino también en nuestro alrededor, su honor, su lealtad y su fidelidad al pueblo lo hacen inmortal ante los sectores marginados, explotados, ante los hombres y mujeres sin futuro, mientras que a la derecha de ayer y de hoy les sigue generando ese rencor y odio enfermizo porque para ellos toda obligación social tiene un precio.
La criminal injerencia de la CÍA norteamericana que culminó con el asesinato del hombre noble que trascendió a la historia por su compromiso con los más desposeídos. Allende sigue siendo una vergüenza para la cobardía de militares traidores y rastreros que con el apoyo de políticos que hoy lucen vestimentas democráticas se sometieron a la tiranía imperial, al dinero de la oligarquía y al resentimiento social con las clases populares.
La memoria histórica y social de los pueblos tiene que recordarnos que el verdadero pueblo jamás abandonó a Salvador Allende como jamás abandona a los héroes que luchan por ellos. En cambio sí lo hacen los que ven afectados sus intereses de grupo. El ejemplo de Salvador Allende se transformó en la piedra en el zapato para quienes lo traicionaron e intentaron olvidarlo, para quienes es recuerdo incómodo, una luz que les molesta. Hay que decir también que para algunos es solo una estatua. Pero no para el pueblo. Para los sectores populares y progresistas es un hombre que estimula a la construcción de la patria nueva.
Los pueblos obviamente tienen modos distintos de escribir su historia, esa historia que la forjan los hombres y mujeres que luchan por la vida, por la dignidad y por la libertad, no puede quedar indiferente a nadie, porque un pueblo sin historia es un pueblo sin memoria e igualmente un pueblo sin memoria es un pueblo sin historia.
Para no olvidarnos del pasado, hay seguir mirando hacia el futuro con un compromiso con el pueblo y con la patria como un homenaje a quienes nos han legado su lucha y pagaron con su vida la lealtad al pueblo.

viernes, 2 de septiembre de 2016

Patente de corso privilegio del reino revolucionario

“La UNE simplemente tiene que ser disuelta... Si por mí fuera la UNE…, habría desaparecido el día en que yo me posesioné”, fueron las declaraciones del Ministro de Educación, frente a los atropellos a la organización magisterial, "... Nada embriaga tanto al hombre como sentirse invencible.
Inicialmente se pensaría que nos encontramos ante una dictadura, pero no es así, porque las dictaduras suelen reconocer que todo tiene su límite e incluso se cuidan de no extralimitarse. Hoy presuntamente nos encontramos ante una tiranía, porque estas responden al fanatismo, a la idolatría y su norma es el irrespeto a la Constitución, a las leyes, a las organizaciones y a los ciudadanos, ni siquiera respetan la vida.
La Constitución dice que “se garantizará el derecho y la libertad de organización de las personas trabajadoras, sin autorización previa. Este derecho comprende el de formar sindicatos, gremios, asociaciones y otras formas de organización, afiliarse a las de su elección y desafiliarse libremente”. Sin embargo en este “reino revolucionario”, no se trata igual a todos, a quienes no piensan del color oficial, se les niegan los derechos más elementales.
La intención de destruir a las organizaciones sociales y populares, al parecer fue objetivo estratégico de la revolución ciudadana, de otra manera no se explican los permanentes atropellos a los derechos laborales y de sindicalización, el despido de miles de trabajadores públicos y privados, incrementando así la pobreza y otros males, las fracasadas reformas al sistema educativo han dejado a miles de jóvenes fuera de la universidad. 
A no dudarlo el allanamiento a las instalaciones de la UNE es la demostración del odio visceral a la oposición política, pretexto burdo, es que se la disuelva “porque no ha inscrito su directiva”. Esta acción ha permitido al pueblo ecuatoriano y a la opinión pública local e internacional comprobar que a la incapacidad y corrupción se han añadido ingredientes peligrosos como, la prepotencia, el abuso, la persecución, el allanamiento y la idea absurda que como gobernante es él y su camarilla quienes están y estarán por encima de la Constitución, creyéndose con patente de corso para subyugar los derechos, la libertad y la dignidad de los ciudadanos.
Finalmente, el Apóstol cubano nos recuerda que "viene bien que él que ejerza el poder sepa que lo tiene por merced y por encargo de su pueblo, como una honra que se le tributa y no como un derecho del que goza".

viernes, 26 de agosto de 2016

Unidad social y política, para dejar atrás el correísmo

Los politólogos opinan que el ciclo de los llamados gobiernos progresistas en la región llega a su fin, debido a que la crisis económica los ha obligado a adoptar medidas neoliberales. Es decir que el progresismo disfrazado de izquierda hoy se desnuda y se muestra en el escenario político y social conforme al ropaje ideológico de sus actores.
En el caso ecuatoriano, la crisis viene de mucho antes de la caída del precio del petróleo, crisis que se evidencia en la adopción de un modelo tecno-burocrático capitalista fortalecido hasta hace unos dos años por los altos ingresos fiscales y del petróleo, lo cual permitió al gobierno fomentar el paternalismo y clientelismo social, a la par que alentaba el caudillismo del primer mandatario.
Para opacar la crisis se recurre a argumentos ambiguos como que esta es mundial. Otras iniciativas como las leyes de herencia y plusvalía, el dinero electrónico, la venta de gasolineras estatales, las reformas a la jubilación patronal, las salvaguardas, etc., no le han dado resultado. Por el contrario, la ciudadanía evidencia como día a día se eleva el costo de la vida, crece el desempleo y la inestabilidad laboral, líderes populares y organizaciones gremiales demandan de seguridad jurídica y despenalización de la protesta social y una serie de etcéteras que se agravan con la prepotencia y el autoritarismo.
Aunque no parezca, la revolución ciudadana ha hecho el camino fácil a la banca y a los grandes grupos empresariales para que puedan obtener mayores ganancias que posibiliten la pronta recuperación de sus capitales afectados por la crisis y la recesión económica; haciendo como siempre que el costo de la crisis la paguen los sectores populares.
Lo cierto es que, más allá del optimismo oficial al manejar sus propias estadísticas, para la oposición, pero especialmente para las clases populares y medias de la población, el gobierno está en permanente deterioro y poco a poco va acrecentado el descontento popular que se expresa en tertulias que se improvisan en los medios de transporte, en los centros comerciales y otros espacios donde en resumen se exige del gobierno el pleno respeto a los derechos y garantías constitucionales.
En tales circunstancias es obligatoria y urgente la unidad social y política, para dejar atrás la idea de perpetuación del correísmo, ya sea con el humanitario Moreno o con el tecnócrata Glass, e incluso con el mismo Correa.

viernes, 19 de agosto de 2016

Unidad programática para un gobierno que garantice el pleno ejercicio de derechos

Nadie puede negar que transitamos confusos en una crisis política e ideológica que no se asume. Es una crisis pendular que reaparece cada cierto tiempo, más bien, cuando el liderazgo del gobierno de turno se desvanece y en su desesperación pasa a la persecución de la oposición social y política.
En esta crisis, el oportunismo y el caudillismo han abandonado los espacios del debate de ideas que son el sostén de la democracia, pregonan que al pueblo no le interesan las ideologías culpando de la crisis a la partidocracia. Para justificarse, han sustituido a los partidos políticos y a la militancia por colectivos de apoyo electoral y adherentes en favor de sus campañas, renunciando a la formación ideológica.
Coincidencia o no, desde el “gobierno nacionalista y revolucionado” ungido por la dictadura militar hasta la caída de Abdala Bucarán han pasado 18 años y desde éste, hasta el “gobierno de la revolución ciudadana” otros 18 años, en que ya nos es importante constatar la estabilidad del sistema político, sino de tener dudas sobre la propia gobernabilidad que generan quienes llegan al poder expresando que se sacan la camiseta del partido para servir al pueblo, en buen romance, renuncian a la disciplina partidaria, lo cual no necesariamente les da más prestigio, pero si la posibilidad de hacer lo que les da la gana.
Los partidos políticos y los líderes que se turnaron en el poder a partir de 1979 sin duda que han contribuido a la estabilidad democrática al estilo neoliberal. Pero esos mismos partidos y líderes que consiguieron que los ecuatorianos nos habituemos a la democracia burguesa no logran comprender que no se trata de cambiar un presidente sino la estructura del Estado tradicional.
Lo cierto es que esta crisis conduce a que la mayoría de los ciudadanos no sólo no crea ni confía en el Asamblea Nacional, ni en el Poder Judicial, ni en la Administración Pública, sino también a rechazar los cantos de sirena autoritarios de quienes quieren opacar la crisis.
Ahora se trata de elegir un nuevo liderazgo que asuma el reto de sacarnos de esta crisis, para ello los partidos políticos y los líderes tienen que forjar y acordar una unidad programática que redefina el sistema político y las estructuras del Estado y a la vez asegure el pleno ejercicio de derechos individuales y colectivos.

martes, 16 de agosto de 2016

La “Revolución Educativa”, también, fracasó

Salvador Aguirre 
@SrAguirreS 
Tomado de: www.opcionsocialista.ec / Publicación mensual - Julio 2016 Número 75, pág. 6

Uno de los ejes del Gobierno de la Revolución Ciudadana es la llamada “Revolución Educativa”. Tras 10 años, a más del errado contenido de las políticas públicas, el área de la educación, ya sea a nivel secundario o universitario, es un ejemplo palpable de la mala administración de los recursos públicos por parte de Rafael Correa Delgado y sus lugartenientes: Augusto Espinoza Andrade y René Ramírez Gallegos. Los casos sobran. El terremoto del pasado 16 de abril provocó 663 fallecidos, 9 desaparecidos, 6274 heridos, 28775 albergados y millonarias pérdidas económicas que pudieron ser prevenidas. En efecto, la Contraloría General del Estado reguló en la normativa de administración, utilización y control de los bienes y existencias del sector público: “la protección de los bienes incluye la contratación de pólizas de seguro necesarias para salvaguardarlos contra diferentes riesgos que pudieran ocurrir”. Sin embargo, el Ministro de Educación Augusto Espinoza Andrade exhibió su mediocridad no asegurando las instalaciones educativas del país y, ahora, por decir, USD 4.511.211 de la Unidad Educativa del Milenio de Pedernales tendremos que reponer todos los ecuatorianos. Pese a la obligación normativa, Rafael Correa Delgado ya sentenció que era “imposible e indeseable asegurar los bienes públicos”. Por su parte, el Secretario de Educación Superior, Ciencia y Tecnología e Innovación René Ramírez Gallegos no está atrás. Ha preferido no cancelar USD 15.4 millones a la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales (FLACSO) y USD 16.1 millones a la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), las mejores universidades de postgrado del país, mientras que, a la par, financiará, hasta 2017, USD 1043 millones para Yachay en que un profesor gana USD 195.780 por año y sus autoridades ganan USD 16.300 mensuales sin vivir en el país. Sin contar con su pareja Analía Minteguiaga que cobra USD 5.566 como Vicerrectora del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) y USD 3.168 como profesora en la misma institución de educación superior.

sábado, 13 de agosto de 2016

EL PARTO DE LAS IDEAS

por Graziella Pogolotti 

Comenzaban los 80 del pasado siglo cuando el compañero Fidel concedió una entrevista a un académico junto a un congresista, norteamericanos ambos. Fue publicada entonces en un folleto por la Editora Política. De aquella lectura, recuerdo dos puntos que me han parecido siempre reveladores de aspectos esenciales de su pensamiento y conducta.
A la pregunta sobre el empleo frecuente de la improvisación en los discursos, respondió que lo hacía por falta de tiempo, pero también porque a la gente le gusta ver el parto de las ideas. Creo que la observación trasluce un profundo conocimiento de la sicología social. Provoca un diálogo implícito con el oyente, convocado de esa manera a la participación activa, tal y como lo describe el Che en El socialismo y el hombre en Cuba.
Más adelante, casi al término de la conversación, evocando al filósofo griego Heráclito, afirmaba que el hombre no puede bañarse dos veces en las mismas aguas, no solo porque las aguas no son las mismas, sino porque el hombre tampoco es el mismo. En síntesis, con empleo de la dialéctica, demostraba la necesidad del cambio en función del yo y sus circunstancias.
A pesar de las numerosas obras publicadas sobre el Che y Fidel, subsiste un enorme vacío en cuanto a la evaluación del pensamiento de la Revolución Cubana y el debate de ideas desarrollado en el mundo en los últimos 150 años. Nada sale de la nada. Por ello, nuestras fuentes son diversas. Proceden de los libros y de la experiencia vivida. Se nutren de la historia nacional en sus vínculos con la América Latina y con el resto del mundo, esa articulación entre lo local y lo universal tan anhelada por Carpentier.
La raíz martiana, nunca reducida a citas descontextualizadas, sigue recorriendo nuestro ideario. El Maestro comprendió la singularidad de nuestra América y para ella diseñó sus propuestas educacionales y analizó críticamente la Conferencia Monetaria celebrada en Washington. Sin ser economista de profesión, diagnosticó los peligros que nos amenazaban en un terreno altamente técnico y de gran complejidad.
En lo que se refiere a la guerra de Cuba, Martí estudió los problemas que contribuyeron a la derrota de la lucha iniciada por Céspedes. Hubo las fracturas internas en razón del localismo, de confrontaciones entre algunos protagonistas y diferencias nacidas de la variedad de posiciones ideológicas. Dificultades similares surgieron a la hora de recabar fondos en el exterior para armar expediciones. Los potentados cubanos que disfrutaban largas temporadas en Europa y en Estados Unidos fueron remisos a la hora de entregar la ayuda demandada. Martí edificó el consenso entre los veteranos y los pinos nuevos, fue haciendo el Partido Revolucionario desde abajo, siguiendo la línea de masas, como se diría más tarde, y recaudó fondos centavo a centavo con el respaldo de la emigración trabajadora.
Marx, Engels y Lenin han sido también para nosotros herramientas para el análisis de la realidad. A esa fuente se incorporó el pensamiento socialista latinoamericano con figuras tan imprescindibles como Mella y Mariátegui.
Con la fragua de esos ingredientes de vida y estudio, hemos tenido plena conciencia de que ningún modelo era trasplantable a nuestro contexto por motivos económicos, históricos y culturales.
En La historia me absolverá, Fidel establece una definición inclusiva de pueblo. Descarta tan solo a las capas que mantienen vínculos de intereses económicos con el imperialismo. Más adelante, en vísperas de Girón, se referirá a nuestra Revolución socialista «de los humildes, por los humildes y para los humildes». El empleo preciso de las preposiciones evidencia la intencionalidad orientada a un proyecto participativo, hecho con las manos y la inteligencia de todos. Y que a todos pertenece.
El aprendizaje de infancia y juventud en Birán, unido a la experiencia de la Sierra, le revelaron la extrema precarización del campesinado y su potencial revolucionario.La proyección internacionalista se plantea en el Manifiesto Comunista. Por otras vías surge el propósito integrador de América Latina. «Patria es humanidad» y Las Antillas se constituyen en muro de contención ante las ambiciones del imperio, según José Martí. En ambos casos, la acción generosa se fundamenta en la necesidad de unir fuerzas en una plataforma común, hecha de puntos de convergencia de las voluntades emancipadoras.
Ante las desviaciones sectarias, Fidel encontró el respaldo popular. Con la verdad en la mano, ha contado siempre con la confianza de las masas. En medio de la euforia del triunfo, advirtió que tendríamos que vencer obstáculos mayores. Predijo el derrumbe de la URSS antes de que se produjeran los acontecimientos definitivos. Coincidió con el Che en conceder importancia al desarrollo de la conciencia y en rechazar esquemas y dogmas. En nombre de la Revolución no nos pidió que creyéramos. Nos invitó a leer y a pensar. El pensamiento renovador de la Revolución se inscribe en el debate contemporáneo. Se inscribe en la corriente tricontinental orientada al desmontaje de todas las expresiones de colonialismo atrincheradas hoy en el poder financiero y en la ideología neoliberal.
En enero de 1959, mi padre publicó un artículo titulado Soldado y maestro. Destacaba entonces la intención pedagógica en los discursos de Fidel. Esta voluntad de hacer conciencia responde también a la tradición martiana.

Fuente: Cubadebat / 25 abril 2016 

jueves, 11 de agosto de 2016

A más de 200 años del Primer Grito de la Independencia, se sigue reprimiendo el descontento popular.

A más de 200 años del Primer Grito de la Independencia, se percibe que muchas de las reivindicaciones del movimiento emancipador de aquellos tiempos, 1809, todavía siguen pendientes, incluso con tonos peores, porque ayer como hoy, los sectores populares, siguen rechazando la manipulación política de sus esperanzas y luchando contra la represión del descontento popular.
El Ecuador de hoy no está bien, tampoco lo estaba la Real Audiencia de Quito allá en 1809, quizá esté peor. La revolución ciudadana no es más que un buen espectáculo que confunde a los sectores postergados e intenta distraer a la oposición. La manoseada frase del buen vivir, nos es más que una brecha entre la esperanza popular y la pobreza que se profundiza cada día, esperanza popular que es la bandera de lucha de los más pobres.
Y como parte del permanente espectáculo que nos ofrece el Presidente Correa, hace poco anunció la realización de una Consulta Popular en medio de las elecciones de febrero de 2017, en la que preguntaría a los ciudadanos si “están de acuerdo que para desempeñar una dignidad de elección popular, se prohíba tener capitales en paraísos fiscales”. Claro que estamos en contra, para eso no hacen falta consultas, menos ahora, porque todos queremos un país en el que nuestros hijos y nosotros mismos podamos realizarnos por medio del trabajo digno, lamentablemente ni el neo capitalismo, ni el neo revolucionarismo nos ofrece las oportunidades para el anhelado buen vivir.
La falta de unidad fue la causa del fracaso político de aquel 10 de Agosto, hecho que la oligarquía selló con la Masacre del 2 de Agosto. Que hoy no sea la falta de unidad del pueblo ecuatoriano, de los sectores sociales y políticos que haciéndose eco del grito y de las necesidades populares, dejen de lado las disputas partidarias para construir el Ecuador soberano que soñaron Espejo, Montalvo, Alfaro y otros héroes independentistas anónimos que “vertieron su sangre” por legarnos una patria soberana.
Es hora de potenciar la dinámica popular de los trabajadores, campesinos, estudiantes y más sectores populares y progresistas que al ver sus derechos disminuidos salen a las calles a interpelar y exigir a la clase política, la instauración de un Gobierno que supere la actual crisis y particularmente que restablezca el pleno ejercicio de los derechos y libertades constitucionales.

martes, 2 de agosto de 2016

La defensa de la UNE es tarea de todos

“Podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera” Neruda

El ataque a la dirigencia y al magisterio ecuatoriano por parte del actual Gobierno, ha tomado un curso creciente de insultos, amenazas, persecuciones, destituciones y encarcelamientos que delatan el irrespeto a la Constitución y la orientación neoliberal del régimen.
La obsesión del correísmo por disolver a la Unión Nacional de Educadores no debe sorprendernos, menos a los maestros, pues estos propósitos seguirán estando en los gobernantes con ínfulas dictatoriales, que lejos de presentar argumentos jurídicos para su intentona, demuestran su odio visceral contra el movimiento sindical y hacia las organizaciones que se resisten al pensamiento oficial.
Muchas de las veces la memoria y la conciencia social nos es frágil y dejamos que ciertos oportunistas usufructúen de las luchas populares traicionando a los verdaderos protagonistas. Por eso, es preciso recordar que la UNE nace al calor de uno de los hechos más trascendentes de la historia ecuatoriana, la “Revolución del 28 de Mayo de 1944”, en la que, como resultado de la presión de los sectores populares y líderes de izquierda como Pedro Saad, Ángel Felicísimo Rojas, Manuel Agustín Aguirre, Benjamín Carrión, entre otros, que en medio de la corrupción y de la inestabilidad oligárquica del Gobierno de Arroyo del Rio apoyaron a Velasco Ibarra, y a la par que luchaban por la recuperación de las libertades, crearon la Confederación de Trabajadores del Ecuador CTE, la Federación Ecuatoriana de Indios FEI, la Federación de Estudiantes Universitarios FEUE, la Casa de la Cultura, entre otras organizaciones gremiales y sociales.
En ese proceso de construir utopías en el día a día, se desarrolla del 1 al 4 de agosto de 1944 el Primer Congreso Nacional de Educadores, denominado “Congreso de la Unificación del Magisterio Ecuatoriano” al termino del mismo, el 4 de agosto de 1944, surge la Unión Nacional de Educadores, teniendo como objetivo primordial, “la lucha por la educación pública, laica, democrática y de calidad, que garantice los derechos de los docentes y de los niños y que contribuya al desarrollo del país”.
El 19 de abril de 1950 se reconoce su personería jurídica y a partir de entonces y hasta la presente fecha, la UNE con siete décadas de existencia se convierte en una organización gremial que junto a los trabajadores, campesinos, estudiantes y profesionales progresistas, defiende la educación fiscal, laica, gratuita y de calidad; trabaja por el progreso, soberanía y emancipación de la Patria; lucha por la transformación de las estructuras socioeconómica del país y la acción reivindicativa de las mayorías populares.
Con oportunidad del Decreto 016, hice pública la preocupación de la UNE y otras organizaciones sociales, que presentaron incluso, acciones de amparo constitucional contra el citado decreto que iniciaba violentando la Carta Magna, al desconocer de forma implícita el derecho a la organización de la sociedad “como expresión de la soberanía popular para desarrollar procesos de autodeterminación…”. Además se amenazaba “legalmente” al manifestar que “aquellas organizaciones que no hayan obtenido el registro no podrán operar en el país”. 
A buen entendedor pocas palabras reza un refrán popular. Si la UNE es la piedra en el zapato de la revolución ciudadana, hay que eliminarla, para ello el Decreto 016 es ideal, pues dispone la criminalización de las organizaciones populares de hecho y la judicialización civil y penal de la lucha popular. De forma tácita amenaza con la disolución de las organizaciones gremiales y sociales si sus integrantes realizan “actividades de política partidista”. Es obvio que al acercarse un proceso electoral, cualquier ciudadano tiene derecho a asumir posiciones políticas frente a candidatos y propuestas políticas, pero para el gobierno eso no es lícito. Se trata entonces de una persecución política a quienes se resisten a avalar un régimen autoritario que a pesar de denominarse revolucionario, encarna una forma de dominación caudillista. 
Como la receta neoliberal para desaparecer a la UNE a través de la eliminación de la cuota sindical, del desconocimiento del derecho de los maestros a la defensa, de la imposición de una política de persecución, cancelación y encarcelamiento a los dirigentes y de la conformación de un gremio paralelo y servil al Ministerio de Educación, no dio resultado, pretenden ahora eliminarla con actitudes fanáticas, sectarias y autoritarias de ciertos dirigentes que se creen propietarios del poder y no quieren comprender la realidad política actual.
Finalmente, parafraseando a Lenin, los maestros y los ciudadanos sabemos que “marchamos en pequeños grupos unidos por un camino escarpado y difícil rodeados por todas partes de enemigos,… precisamente para luchar contra ellos”.

viernes, 29 de julio de 2016

UNIDAD NACIONAL PARA ENFRENTAR LAS INJUSTICIAS

En la actualidad la élite gobiernista ha apelado a la frase “prohibido olvidar” requiriendo en especial de la juventud un falso patriotismo que en la práctica resulta peligroso, porque se invoca el individualismo, el pluriculturalismo e incluso la globalización, pretendiendo hacer creer que las desigualdades escandalosas, la discriminación social, la disminución de los derechos humanos y las injusticias desaparecerán con el amor a la patria.
El amor a la patria por sí mismo no es malo, debe promovérselo desde la familia y la escuela, sin embargo, se quiere utilizar la vieja frase latina "el amor a mi patria me dirige", para frenar el espíritu de rebeldía de la juventud y someterlos al pensamiento oficial, diciéndoles explícitamente que la existencia de clases es natural y que los privilegios de las élites también son naturales sobre la mayoría de ciudadanos que nacieron sin derechos reales.
Se me puede cuestionar que antipatriota o de que el patriotismo no es un pensamiento ideológico, pero en la práctica lo es, porque produce significativos efectos políticos que conllevan a favorecer la dominación de los más poderosos. Por eso, el exigir la lealtad a la patria o a un proyecto político sin que medie un análisis crítico, es una forma sutil de dominación. Resultando más peligroso aún, que ese patriotismo sea utilizado para acallar o eliminar a la oposición.
La reciente historia de la “década ganada” nos demuestra que desde el inicio la intención de la revolución ciudadana fue neutralizar a la oposición política y social, logrando un relativo éxito. Hoy cuando el temor a la prepotencia y a la persecución va cediendo a la unidad y al verdadero patriotismo para defender la dignidad y al país, las organizaciones sociales y gremiales saben que no se pueden hacer de los oídos sordos para forjar un nuevo gobierno que trabaje para acabar o al menos disminuir las injusticias sociales.
El proceso de unidad política y social que diferentes frentes vienen trabajando, si bien cada uno con sus propios intereses, todos expresan la necesidad de que los ciudadanos se organicen con toda su energía “para salvar del desastre y la corrupción al pueblo”, dicen incluso que en este momento las ideologías no sirven, que no hay ninguna diferencia entre derecha, centro, populismo o izquierda, que ahora todos son ecuatorianos que luchan por un gobierno de amplia unidad nacional y democrática, lo cual es tarea de todos y no de un solo partido.

viernes, 22 de julio de 2016

Una unidad que renazca desde las bases de las organizaciones

Los que nos manifestamos en su momento para forjar la unidad contra la dictadura militar de la década del setenta, no podemos reivindicar nada, quizá solo nostalgia, porque a cuarenta años no hemos conseguido evitar que la corrupción y el oportunismo nos devuelva ese sueño de una patria libre y soberana.
Un legado de esos héroes anónimos que entregaron su vida por una vida digna, debería ser animarnos a perder el miedo a la represión y persecución, ser más decididos en la defensa de nuestros derechos, ser más efectivos en el reclamo de la libertad y en contra la agenda de amedrentamiento del oficialismo. 
Hoy que nos obligan a ser parte del Estado de propaganda, los sectores populares no pueden confundirse con aquellos que pregonan la unidad para cambiar al Presidente de turno, con los que hoy se declaran defensores de la democracia diciendo que "hay que aprender las lecciones". No les dejemos salirse con las suyas. Las lecciones fueron obvias para el pueblo, ellos para poder rifarse la patria, mucho antes al igual que en estos tiempos, intentaron destruir las organizaciones populares.
La lucha por el poder sigue siendo igual, entre los grupos económicos y el pueblo de a pie. La tarea de forjar la unidad debe desbordar los límites que tratan de imponernos con propaganda al estilo del facista Goebbells y proyectarse con fuerza hacia la unidad de todo el pueblo, a través de la acción práctica de las organizaciones y movimientos sociales de ayer y de hoy reviviendo la vieja consigna popular “obreros, maestros y estudiantes, ¡unidos y adelante!”, sin dejar de lado los gremios de profesionales y otras de entidades populares de la ciudad y del campo. 
Desde luego que no se podría entender hoy un sistema democrático sin partidos políticos, estos son un mal necesario y aunque buena parte de la ciudadanía los valora negativamente. También es cierto que los ciudadanos se han alejado de ellos por considerarlos que su acción partidaria se ha centrado en el tradicional reparto de la torta burocrática desde Carondelet o la Asamblea Nacional.
Lo fundamental tiene que ser entonces, la presentación de un programa de alternativas de soluciones elaborado colectivamente para enfrentar tanto al proyecto neo revolucionario como al de las clases dominantes. A esto solo se podría responder con la convocatoria a una gran unidad, a una unidad que renazca desde las bases de las organizaciones y movimientos sociales.

viernes, 15 de julio de 2016

Las encuestas y carrera a Carondelet

El Ecuador ya vive un proceso de campaña electoral hacia Carondelet y la Asamblea Nacional. Proceso que en estos tiempos se alimenta de encuestas incluso supuestas, las mismas que informan del grado de aceptación o de favoritismo según quien las pague, algunos empezaron muy pronto y otros aunque suenan como presidenciables dicen que esperan a las primarias, las que en la práctica no existen.
Hay al menos una decena de precandidaturas, las cuales según las encuestas que manejan como parte interesada, los ubica como la alternativa u opción que a la vez les servirá de argumento para forjar la “unidad”. Unidad dicen, para salvar al país y salvar la democracia; esto, porque unos y otros han puesto de manifiesto que las ideologías han pasado a segundo plano. Tamaña barbaridad.
En ese intento de formar unidades políticas, aparece en primer plano y con fuerza las organizaciones y movimientos sociales, a las cuales los partidos políticos de ayer y de hoy, pretenden arrancarles su apoyo. Es que la presencia de los movimientos y organizaciones sociales ha cobrado un fuerte protagonismo político en el país por su capacidad para reconocer, reivindicar y responder a las aspiraciones de los sectores populares, y al mismo tiempo ejercer la disputa política para lograr transformaciones sociales.
Algunas encuestas dan al oficialismo la posibilidad de continuar un periodo más. Mientras que otras ubican a Guillermo Laso y Jaime Nebot como la opción de recambio. En esto se debe destacar que unas y otras encuestadoras ofrecen resultados relativamente estrechos entre los dos sectores, dejando un poco más distante al centro izquierdo y casi sin posibilidades a los demás nombres que han hecho su aparición en el panorama electoral que se avecina.
Ahora bien, si se considera que las muestras de encuestados son muy pequeñas en relación con los registros electorales, la brecha entre el oficialismo y la diversidad de la oposición es incierta. A esto hay que agregar, que al parecer habrá más de cuatro candidaturas firmes, y siendo mucho más amplio el grupo que finalmente vota, la carrera a Carondelet se vislumbra a dos vueltas.
Finalmente, cabe tener claro que las candidaturas de Rafael Correa y Jaime Nebot aún son dudosas, por lo que es seguro pensar que el papel de las organizaciones y movimientos sociales sea muy distinta a lo reflejado en dichas encuestas, y nadie debe cometer el error de anticipar resultados o tendencias definitivas.

jueves, 30 de junio de 2016

La Asamblea ha convertido al gobierno en un aparato de poder neoliberal

A casi diez años de la revolución ciudadana y en medio de una adelantada campaña electoral, en la mayoría de partidos y movimientos políticos, pero más en el movimiento de las mentes lúcidas, los dirigentes no pueden esconder su estado anímico, aunque sigan alimentándose de glorias pasadas o de consignas populistas.
La dirigencia verde agüita tiene muy claro que sus posibilidades de mantenerse como la primera fuerza política del país ha dado un giro irreversible. El miedo se olfatea en los cargos públicos que ocupan mientras en las débiles bases la desconfianza aumenta en razón de que sus aspiraciones personales de trabajo no se cumplen.
A pesar de que las encuestas oficiales reflejan que siguen siendo la primera fuerza, en la práctica se evidencia lo contrario, ya no es sólo la prepotencia del régimen, la persecución a la oposición, la criminalización de la protesta social o el aumento de impuestos; hoy se aprecia como la corrupción en las altas esferas del poder se oculta no tanto porque puede causar daño al gobierno sino por el temor a los poderes financieros, a los que en la práctica mandan sin presentarse a elecciones.
El escenario político y electoral que enfrentan los de las manos limpias es entendido en toda su amplitud, ellos saben que su debilitado aparato mediático que desde las sabatinas intenta más que informar su actividad administrativa, desprestigiar a la oposición calificándola de "enemigos de la revolución". Nos hemos acostumbrado a las escenas cantinflescas y proselitistas al estilo populista que caracteriza al Presidente Correa.

Resulta fácil hablar acerca del carácter “revolucionario” del movimiento oficial, sus líderes nos ha demostrado un desconocimiento acerca de la historia del movimiento obrero y de las luchas sociales, por lo que no se requiere de mayor esfuerzo para responderles, basta una mirada a la forma neocapitalista de cogobernar con la partidocracia a la que dicen combatir, así como a su endeble pensamiento ideológico puesto de manifiesto en los últimos tiempos.
La mayoría absoluta en la Asamblea, pero aún más, las decisiones que allí se toman a pulso de botón han convertido al gobierno en un aparato de poder neoliberal, la tarea legislativa y de fiscalización se orienta desde Carondelet o desde instancias ajenas a los asambleístas, es decir desde afuera se adoptan las reformas sociales, económicas y laborales más dañinas para las clases populares judicializando para ello el nivel de contestación en las calles.

domingo, 26 de junio de 2016

Crisis tiende a agudizarse al mismo ritmo que unidad ciudadana se fortalece

Como se sabe, el éxito de un sistema político y de un gobierno, depende en gran medida de la calidad de vida que disfrutan los ciudadanos. Gobierno y pueblo deben tener claro que la infraestructura de vialidad, de educación, de salud y más servicios públicos obviamente es importante, pero más lo es, el pleno disfrute de los derechos y garantías constitucionales.
Los trabajadores y sectores sociales de base, no pueden olvidar que las conquistas populares que aún quedan, se lograron a fuerza de grandes luchas en medio de la represión de los gobiernos capitalistas dependientes y apéndices del sistema imperialista, que ahora más que nunca pretende seguir ahogando o al menos restringiendo esas conquistas. 
Lamentablemente en Latinoamérica y más aún en el Ecuador la educación ciudadana y política es muy débil. Surge entonces la necesidad imperiosa de concienciarse y organizarse para conformar organizaciones con una visión y contenido ideológico, político y cultural capaz de liderar y coordinar el conjunto de sus reclamos y de sus luchas, hoy acalladas por la prepotencia y la persecución del régimen sumiso al capitalismo internacional.
Por todo el Ecuador escuchamos cada día, aunque aisladamente y quizá de manera parcial, los cuestionamientos al gobierno por la disminución de sus derechos y de su calidad de vida, en contraste con el entreguismo o silencio hacia los causantes y sostenedores del sistema imperante. Vemos también cómo sectores del pueblo ganan en conciencia y organización. La lucha de los maestros jubilados demuestra el inicio de un nuevo período de combates sociales. Sin embargo hay que entender que ellos, los jubilados solos no podrán llevar adelante de manera significativa su lucha anticapitalista y de recuperación de la dignidad popular.
Las organizaciones gremiales que pese al esfuerzo del gobierno de la revolución ciudadana, no han dejado de existir, aunque hay que reconocer que han perdido incidencia y sus características actuales son distintas a las de los gobiernos anteriores, aun así, junto a los estudiantes universitarios son un sector importante y decisivo en la lucha popular, para emplazar y exigir a los gobernantes respecto del estado de crisis imperante.
Lo cierto es que, la situación actual tenderá a agudizarse al mismo ritmo que el germen de la unidad se fortalece, porque sin ellas y sin la unidad no es posible la coordinación de estrategias populares para cambiar radicalmente las bases para construir la patria nueva.

sábado, 18 de junio de 2016

De mejor amigo del hombre a una molestia social

Los perros vagabundos son un inconveniente en todo el mundo, en especial en las medianas y grandes ciudades. Todos, de una u otra forma hemos dejado que los perros vagabundos aumenten sin ningún control. Por lo que los municipios y las autoridades de salud, lamentablemente llegan a métodos muy crueles para el control de perros abandonados.

En nuestra ciudad, la gran cantidad de perros vagabundos o abandonados causan daños a la higiene y la propia estética de la urbe, puesto que en su afán de alimentarse destruyen los depósitos de basura, que para variar, en no pocos casos se sacan con mucha anterioridad e incluso se dejan en cualquier lugar; además estos animales depositan gran cantidad de excrementos en la vía pública¸ convirtiendo estos espacios en fuentes de transmisión de diversas enfermedades e infecciones.
Esto se agrava porque los perros de la calle han adoptado un estilo de vida agresivo por la poca tolerancia que mostramos hacia ellos, lo cual crea la posibilidad real de que los ciudadanos, especialmente los niños sean atacados por estos perros, los cuales al no tener un adiestramiento correcto actúan de manera salvaje en su afán de defender su alimento y su territorio.
Por otro lado, los ciudadanos hemos desarrollado cierta maldad hacia estos y otros animales abandonados. Es común enterarnos y encontrarlos golpeados, atropellados y matados de manera cruel e intencional, erróneamente se considera que son un estorbo; incluso nos hemos enterado de abusos de tipo sexual que no se justifican bajo ningún punto de vista.
La comodidad de la gente, ha hecho que el problema de los animales vagabundos sea cada vez mayor. Si pudiésemos ponernos en su lugar quizás haríamos algo por ellos. Imagínenos tener que pasar hambre y frío y al mismo tiempo ser echados de todos lados por considéranos una molestia.
Es por tanto ineludible que desde la familia, la escuela y los medios de comunicación, todos sumemos esfuerzos para educarnos acerca de la tenencia responsable y afectiva de perros y otras mascotas. Con seguridad lograremos la disminución basura y heces fecales de perros en las calles, consecuentemente evitaremos así el ataque de aquellos perros que parecen potencialmente agresivos, lo cual además mermaría el sufrimiento animal, referente al maltrato físico y alimentación deficiente.
En fin, nuestra actitud bien puede contribuir a dar soluciones más factibles que el potencial peligro de sacrificar al mejor amigo del hombre.

sábado, 11 de junio de 2016

Un proyecto diferente “porque esta vez no se trata de cambiar un presidente...”



En la coyuntura actual el descontento popular crece pero no llega a ser capitalizado por las fuerzas de centro izquierda, posiblemente lo intentan. Pero todo se queda en la cacareada frase de que hay que recuperar la democracia y las libertades, y se queda allí, porque las mayorías populares no se benefician en nada, quizá de los sueños…
Con mucha claridad lo afirma el alcalde de Guayaquil, "la libertad hay que rescatarla, la democracia hay que rescatarla, y luego rescatar el modelo", rescatar un modelo de democracia y libertad para quién, para las elites, para la burguesía y a lo mejor para las clases medias, pero no para el pueblo de pie.
Es urgente entonces que las organizaciones populares junto a las fuerzas progresistas y de centro izquierda que participan de las manifestaciones contra alianza país, que pregonan el “fuera Correa fuera”, tengan un proyecto político más avanzado de transformación social y nacional, un proyecto diferente al anunciado y sobre todo, diferente al que apoyaron y el que hoy es ampliamente rechazado por el pueblo.
Porque parafraseando a los Inti Illimani, “esta vez no se trata de cambiar un presidente, será el pueblo quien construya un Ecuador bien diferente”. Está claro que no basta derribar o prohibir políticos marcados por la corrupción o por la falta de compromiso con el pueblo. Tampoco es válido enfocar las críticas no solo al Presidente Correa y a su movimiento, o a la derecha tradicional y remozada, porque en términos generales, ambos sectores siguen reproduciendo los mismos vicios, porque sólo están interesados en mantener sus prerrogativas y sus esquemas de poder. 
Es preciso que las organizaciones populares y quienes están interesados en un cambio profundo que dinamice y consolide la verdadera unidad para derrotar la crisis, para contar con la fuerza del pueblo que capitalice el descontento popular, para que de la clase trabajadora se junte de abajo hacia arriba, con objetivos innegociables, para que se haga efectiva la reducción de las desigualdades, para que se vivan los derechos fundamentales, para que se concrete la mejoría de todos los servicios públicos, para que se profundice la lucha contra todas las formas de explotación de los sectores marginados.
En fin el compromiso mayor de las organizaciones populares debe ser el de dejar de ser utilizados y exigir la construcción de una sociedad justa, igualitaria, equitativa, libre, democrática y soberana.

domingo, 5 de junio de 2016

Avanzar junto al pueblo hacia la recuperación de las libertades

En América Latina el movimiento pendular político ha sido corto e inclinado más a la derecha burguesa que a la centro izquierda. A raíz de la sospechosa y trágica muerte del Presidente Roldós, el Palacio de Carondelet ha tenido inquilinos de todos los colores, varios de ellos incluso desalojados sin previo aviso no tanto por el incumplimiento de promesas cuanto por, los intereses de los grupos de poder político y económico.
El actual Presidente, forzado más por su petulancia que por su capacidad, se jacta de vivir en el Palacio solamente en las ocasiones que por trabajo con su gabinete debe trasnochar. Al parecer trasnocharse por trabajo tanto a él como a sus colaboradores los ha hecho creer, que el contexto político social y económico del 2006 sigue igual. A una década de las arengas antimperialistas, buena parte de los ecuatorianos y ecuatorianas que anhelaban un cambio y una patria más equitativa en oportunidades de trabajo y dignidad, está desencantada.
El discurso izquierdoso, la facilidad de palabra y las obras que sirvieron inicialmente para unificar a los más diversos sectores progresistas y de izquierda al rededor del proyecto de revolución ciudadana ya no es el mismo. Ahora las actitudes y acciones equivocas son la razón para que el respaldo a su gestión vaya en decadencia, en especial por la prepotencia y persecución precisamente a los sectores que lo apoyaron. 
La pérdida de credibilidad se debe a la falta de combate a la corrupción y la derechización del proyecto inicial. El pueblo ecuatoriano ya no se sorprende de que la dirigencia y tecnocracia de AP impida de diferentes formas incluso a su propia militancia la efectiva participación democrática y protagónica en la construcción de la “patria altiva y soberana”. 
Ante estas circunstancias, las organizaciones sociales y políticas de raigambre popular, tomando conciencia del actual escenario político e ideológico, agrupadas en el denominado centro izquierda, se han planteado la tarea de construir un referente orgánico, un plan de Gobierno capaz de dar respuestas a la crítica situación que se vive en el país.
Es tarea ineludible de quienes conforman y apoyan al frente de la centro izquierda, tener la precaución de no caer en la tentación de juntarse sólo para cambiar de presidente sino para lograr la unificación de los más amplios sectores en función de cambiar la estructura política y avanzar junto al pueblo hacia la recuperación de las libertades.

domingo, 29 de mayo de 2016

28 de Mayo: La Gloriosa que a la final no lo fue

Para la historia de los pueblos, la mayoría de las veces la memoria y la conciencia social ha sido escrita y usufructuada por quienes han ostentado el poder político y económico y no por quienes la protagonizaron. Uno de los hechos más trascendentes para los sectores populares y de los trabajadores, es la Revolución del 28 de Mayo de 1944, a la que se la denominó la “Gloriosa”, porque para los trabajadores fue el resultado de un proceso de unidad del movimiento obrero y de recuperación de las libertades.
Para 1944 se heredaba una crisis caracterizada por la corrupción y la inestabilidad de las minorías oligárquicas que se rifaban el poder ya sea por elecciones fraudulentas o por la imposición de dictaduras. En este contexto, surge una amplia pero frágil alianza política en la que "se dieron la mano frailes y comunistas", una alianza entre conservadores, liberales, socialistas y comunistas que al triunfo de la “gloriosa”, al decir de Benjamín Carrión, deciden entregar el poder a Velasco Ibarra, de quien se esperaba devuelva al pueblo los sueños de “volver a tener patria”. 
Cabe destacar que la creación de la Confederación de Trabajadores del Ecuador CTE, la FEUE y la Casa de la Cultura fueron el resultado de la presión de los sectores de izquierda como Pedro Saad, Gustavo Becerra, Ángel Felicísimo Rojas, Manuel Agustín Aguirre, Benjamín Carrión, entre otros, para quienes estos acontecimientos eran la posibilidad y “el imperativo formidable… de hacer una patria, de construir una patria".
Sin embargo, esta diversidad de fuerzas e intereses que concurrieron en la revolución del 28 de Mayo, a los pocos meses desvaneció la posibilidad de hacer realidad el proyecto de cambio por el cual se reveló el pueblo. Fueron los grupos de poder político y económico quienes traicionaron los principios y acuerdos iniciales para la recuperación de las libertades públicas, para erradicar la corrupción y superar la crisis económica y otros males que -como en la actualidad-, agobiaban a la patria y más a los sectores populares que luchan por una sociedad más justa y equitativa.
De la Revolución del 28 de Mayo, de la “Gloriosa”, nos queda como enseñanza que los acuerdos coyunturales se vuelven pronto en desacuerdos políticos e ideológicos que se evidencian en la lucha de clases y en el ahondamiento de la crisis política que finalmente privilegia al Estado neoliberal.

jueves, 19 de mayo de 2016

En política, solo vencen los que tienen el empuje y la pasión necesaria para la victoria.

Resulta casi cotidiano y sorprendente escuchar a ciudadanos cuya firmeza ideológica era evidente, expresarse de manera despectiva de los líderes populares y de izquierda porque apoyaron al Presidente Correa en sus inicios, culpándoles de la actual situación económica y política que vive el país. Y no es sorprendente, tan solo porque se les culpe, sino por las tantas simplezas y ligerezas que se manifiestan. 
No se puede negar que la izquierda revolucionaria en su afán de acceder al poder ha cometido errores de cálculo estratégico políticamente hablando, pero, qué personas, que siguen disfrutando de la derechización del actual gobierno y que ahora se dicen independientes, no quieran reconocer, que los sectores populares apoyaron a Rafael Correa por que creyeron que el denominado proyecto de la revolución ciudadana, planteaba una solución rápida y efectiva a tantos años de postergación y abandono.
Calificar de oportunistas e incluso de traidores a los líderes populares y dirigentes políticos de izquierda, porque se separaron a tiempo del gobierno por la evidente derechización, que con favores paternalistas confunde a los sectores populares y en la práctica camina hacia la reestructuración o reconversión del sistema neoliberal, no es tan grave como callar que alrededor del gobierno se instaló un grupo de embusteros y aduladores que poco a poco creció y que aprovechándose de los cargos políticos y burocráticos amasó fortunas cubriéndose del silencio y la corrupción.
Hacer dirigencia social, gremial y política no es tarea fácil, porque ante cualquier acción de solidaridad a favor del pueblo o de exigir justicia, tarde o temprano asoma el vivo criollo” que todo lo corrompe. Cabe preguntarse y responderse. ¿Por qué la solidaridad no emana dentro de la organización barrial, del sindicato o de los sectores pobres y necesitados? ¿Por qué cualquier esfuerzo por acortar la brecha de la pobreza se diluye por la corrupción? ¿Será que la culpa la tendrá solo los corruptos o el gobierno? ¿Será que hay quienes solo les interesa tener un pueblo acostumbrados a pedir y a no dar ni hacer nada por elevar su conciencia social?.
En fin ante, para entender la actual crisis agravada por los sismos naturales, políticos y económicos y para acortar esa brecha de la pobreza, son oportunas las sabias palabras de José Martí: “en política, solo vencen los que tienen el empuje y la pasión necesaria para la victoria".

viernes, 13 de mayo de 2016

Vender las empresas estatales no es otra cosa que entregar el dinero público a la empresa privada

La catástrofe en la costa ecuatoriana ahondó la crisis económica que hace rato atraviesa el país, esta tragedia casi como anillo al dedo y bajo el pretexto de buscar recursos para la reconstrucción de las zonas afectadas, ha permitido al régimen anunciar la venta de empresas públicas como la Hidroeléctrica Sopladora y el Banco del Pacífico.
Los recortes presupuestarios a los municipios y el desmantelamiento y la privatización de las empresas públicas en nuestro país, son maniobras neoliberales perfectamente diseñadas por los organismos financieros multilaterales, a las que el gobierno se somete bajo el pretexto de “transformar esa riqueza en liquidez… (y) obtener miles de millones de dólares” para afrontar las consecuencias del terremoto.
El FMI, el Banco Mundial y ahora el Gobierno Chino condicionan al gobierno ecuatoriano, el aumento de impuestos, congelación de salarios, supresión de puestos de trabajo, la explotación de recursos naturales y la venta de las empresas estatales previo a otorgarle créditos. Cabe entonces preguntar y contestar: ¿es conveniente para el interés social vender por adelantado recursos como el petróleo? ¿Será correcto que sectores estratégicos para el desarrollo nacional estén bajo el control del capital privado? Obviamente que no, ni lo uno ni lo otro. Las experiencias recientes, nuestras y de los países vecinos, nos han dejado tristes enseñanzas.
El gobierno autodenominado revolucionario, debería optar por una reforma estructural que le permita replantear sus relaciones con los sectores de la empresa privada, asumiendo el rol de regulador y controlador de la economía nacional y así evitar el empobrecimiento al que nos conduciría la venta de las empresas públicas y otros “activos”, que en la práctica terminarían sirviendo para pagar la deuda contraída. Temor nos asalta saber que expresas chinas son las que comprarían la Hidroeléctrica Sopladora y el Banco del Pacífico en la misma forma que compraron el Hotel Quito, con una dudosa licitación.
Lo cierto es que gracias a la venta de las empresas públicas, el FMI y las operadoras chinas controlarán la capacidad del gobierno para decidir en temas claves para la sostenibilidad de la economía nacional. Por lo que, queda a los sectores populares y progresistas que luchan por la soberanía nacional, rechazar las estrategias neoliberales que anteponen los grandes beneficios empresariales a los derechos básicos del pueblo, como el derecho a la salud, educación y trabajo.

sábado, 7 de mayo de 2016

Una Universidad autónoma y solidaria

Desde la epopeya federalista de 1859 encabezada por don Manuel Carrión Pinzano que dispone que en el “Colegio San Bernardo se impartan estudios de jurisprudencia, filosofía y letras, teología y medicina”, data la historia de nuestra Universidad Nacional de Loja, que con altibajos, especialmente de carácter político, ha ido adaptando su orientación y organización para el servicio del pueblo y el desarrollo de la región sur y del país.
Sin duda, podría decirse que la historia de nuestra Alma Mater es también la historia de las luchas sociales lojanas. Puesto que hasta hace poco, si hasta hace poco, podíamos ver reflejada en la conciencia de sus docentes, trabajadores y estudiantes, la defensa concreta de los legítimos intereses de los pueblos del sur, poniendo en sus actos un ejemplo para lograr un mundo más humano. 
En la otrora FEUE los estudiantes forjaron su conciencia solidaria y de compromiso con los sectores populares convirtiéndose en los protagonistas de la historia, aquel organismo estudiantil era quien junto a los estudiantes y al pueblo, rechazaban las estructuras económicas y políticas de los gobiernos de turno que permitían la alienanación y sometimiento del país a intereses oscuros. Desde la FEUE nacía el rechazo a las metodologías del poder encaminadas a convertir al hombre en el lobo del hombre. Hoy con nostalgia y a pesar que los sueños populares por una patria emancipada siguen firmes, vemos una universidad intervenida políticamente y a la vez callada ante una lucha que sigue siendo justa y necesaria.
Los lojanos reclamamos entonces el rescate de la Universidad para los estudiantes y el pueblo. No partimos de cero, sabemos que en la herencia del movimiento universitario lojano muchos fueron los aportes para hacer de la educación un camino hacia la libertad y por el verdadero de cambio, los lojanos reconocemos y honramos esa historia. 
Por eso, saludamos la creación de una veeduría que no solamente se encargue de transparentar el apurado concurso para docentes sino toda la administración, incluida la comisión interventora, en esa tarea será prioritario rescatar la conciencia crítica y unidad de todos los estamentos universitarios y de los lojanos para edificar ahora lo que necesitamos y no lamentarnos mañana por no haber tenido el coraje de exigir el respeto a la autonomía universitaria. 
La tarea nos espera para que la acción se concrete en propuestas alrededor de la academia y la solidaridad con el pueblo.

viernes, 29 de abril de 2016

LA VERDADERA TRAGEDIA QUE SUFREN LOS PUEBLOS ES LA DEPENDENCIA Y EL OLVIDO

Como siempre las consecuencias de las catástrofes castigan más a los sectores modestos de la población; sea por la estrechez, tipo y ubicación de sus viviendas en sitios muy expuestos a las calamidades naturales, o por la falta de recursos, más aún cuando las tragedias llegan en medio de crisis económicas y falta de fuentes de trabajo.
El terremoto en la costa ecuatoriana o el desborde del río Damas que arrasó la parroquia Alluriquín, no es solamente un problema telúrico o climatológico como se plantea; la verdadera tragedia que sufren los pueblos, es la dependencia y el olvido de cada uno de los gobiernos de turno. 
El gobierno junto a los grupos empresariales y la derecha política dicen que la solidaridad debe ser “sin banderías políticas”; mientras por otro lado atacan a los sectores populares que han comenzado a organizarse para decir basta a cada una de las medidas neoliberales que imponen los organismos de “desarrollo” internacional con el pretexto de obtener recursos. 
En estos días se evidencia que el hambre y la necesidad de la gente tienen carácter de clase. La repetida y reciente actitud de prepotencia del Mandatario que manda a callar y amenaza con meterlos a la cárcel por pedir agua. También tiene carácter de clase la desesperación popular, pues la desorganización en la entrega de la ayuda contrasta con la gran cantidad de efectivos policiales y militares para “cuidar la propiedad privada”. 
El oficialismo se enoja porque se exige la conformación de veedurías ciudadanas para controlar que los recursos destinados a la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto, efectivamente sean destinados para lo que se dice y no para tapar otros huecos fiscales generados por la crisis y no por la catástrofe. 
Finalmente hay que recordar que la prensa de Haití, luego del siniestro telúrico informaba que “la ayuda internacional no es sino una empresa lucrativa disfrazada de obra de caridad”. Lo cual es cierto. Durante la Conferencia Mundial de los Pueblos celebrada en Brasil: se afirmaba que “aproximadamente el 70% de los fondos de la ayuda internacional destinada a los países en desarrollo acaba en las arcas de las empresas y ONG de los países donantes”. Es decir, lejos de ayudar, esta dinámica crea una relación de dependencia que obstaculiza el desarrollo e impide la organización popular para la defensa de la democracia y las libertades sociales. 

viernes, 22 de abril de 2016

Una tragedia más que afecta a todos

Sorprendidos por el terremoto del sábado anterior, volvimos a recordar nuestra historia y nuestras tragedias. Si en una cosa tienen razón los sectores populares que apoyaron al gobierno es cuando dicen que de la burguesía política no hay que confiarse, porque en las campañas electorales dicen una cosa y después en la realidad hacen otras, como por ejemplo aprovecharse de la tragedia actual, para cargar de nuevos impuestos que en la práctica afectan más a los mismos perjudicados.
Esta pericia desde luego no es reciente, es una herencia de vieja data. Los gobiernos siempre han tenido reticencias a tratar con las fuerzas políticas prefiriendo someterse a los organismos internacionales que son quienes imponen las políticas pragmáticas de buena relación con los poderes económicos, incluso haciéndoles renunciar a sus principios ideológicos y enfrentándolos con las organizaciones de base que en algún momento les apoyaron.
A las permanentes tragedias del pueblo, el 16 de abril último llegó una nueva a los ecuatorianos; un terremoto de más de 8 grados en la escala de Richter con epicentro en la costa esmeraldeña. Los sismógrafos han registrado decenas de réplicas. El terremoto ha afectado a seis provincias dejando casi en escombros a la población turística de Pedernales. Cifras oficiales indican que las víctimas mortales superan las 600, alrededor de 10.000 heridos, unas 400.000 personas sin hogar y más de 3.000 edificaciones destruidas. A estas calamidades se suma la evidente tragedia económica que ya vivía el país, esto sin contar que la capacidad del gobierno para atender los servicios básicos antes del terremoto era bastante limitada; ahora, a los sectores y municipios dónde la tragedia sísmica no afectó directamente, la atención y dotación de recursos económicos es casi inexistente.
La asistencia internacional especialmente de los países vecinos incluidos Cuba, es evidente. La población está ubicada en campos de refugiados, el gobierno trata de reorganizarse, claro que la dañada infraestructura tardará largo tiempo en recuperarse. Sin embargo, inmediatamente después del terremoto y en medio de la desolación, las banderas ecuatorianas empezaron a ondear a media asta por todo el país en señal de solidaridad y esperanza. 
Tarea de los ecuatorianos y del gobierno, es que sin banderías políticas, ayudemos a los afectados a ponerse de pie. No con sentimentalismos, sino con la contribución efectiva, misma que debe convertirse en una especie de homenaje a las víctimas del terremoto.

viernes, 15 de abril de 2016

A propósito del Día del Maestro: Educación principal instrumento de movilidad social

“Usted formó mi corazón para la Libertad, para la Justicia, para lo grande, para lo hermoso”. Profundas palabras con las que Simón Bolívar, refiriéndose a Simón Rodríguez, sintetizó la labor del maestro y maestra que día acompañan, orientan y median el aprendizaje de la niñez y la sociedad hacia la construcción de la Patria nueva, emancipada y soberana.
A propósito del 13 de Abril Día del Maestro, fecha mayúscula en la cual recordamos a Eugenio Espejo, Juan Montalvo, Pio Jaramillo, Dolores Cacuango, Rosita Paredes, Consuelo Benavides, Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Eloy Alfaro, Miguel Riofrío, Benjamín Carrión, cuyos ideales permanecen vigentes. 
También conmemoramos este día a cientos y cientos de maestros y maestras anónimos que brindaron su aporte e incluso sus vidas para que la educación sea realmente el pilar fundamental del desarrollo de los pueblos y de la consecución de una vida digna. A los Maestros y Maestras nadie nos quitará el sueño de seguir trabajando con la mirada puesta en el futuro de nuestros niños y jóvenes y pensando en la educación como el principal instrumento de movilidad social que tienen las comunidades y para contribuir a la promoción individual, social y a una autentica emancipación de la sociedad.
La Constitución determina que la educación es una tarea ineludible e inexcusable y de prioridad para la inversión estatal a fin de garantizar la igualdad e inclusión social. Por ello, el pueblo ecuatoriano apostó sus esperanzas en una educación para la transformación social y nacional que esté orientada a la consolidación de una sociedad humanista, democrática, soberana, independiente, unitaria, intercultural, plurinacional y laica.
Sin embargo en el gobierno actual, la educación dejó de ser una política de estado que impulse el desarrollo, convirtiéndose en una “política de compensación social” al margen de lo que establece la Constitución. Con ello se desvalorizó socialmente la tarea educativa y el rol de los maestros.
A propósito del 13 de Abril, expreso un saludo cordial al Magisterio ecuatoriano, a los Maestros y Maestras de la Provincia de Loja y en particular de la Escuela Miguel Riofrío, quienes saben que su mejor estímulo lo encuentran en los ojos felices de la niñez y juventud, con la que comparten alegrías y tristezas en su permanente lucha por eliminar la pobreza y las injusticias sociales.

viernes, 8 de abril de 2016

El uniforme escolar y la diversidad personal

Hace rato me insiste mi colega. Dice que la disculpe por la insistencia pero que le preocupa el asunto de la moda escolar. No sabe si será importante para mí, para ella lo es claro, y para la sociedad, pero no tiene idea de si su preocupación pueda interesarle a alguien más.

Lo cierto es que el fenómeno de la moda escolar siempre ha sido motivo de dolores de cabeza para padres de familia, docentes y directivos. Casi es una norma que los adolescentes trasladen la manera de vestir y lucir a la escuela, ya sea por las preferencias individuales o por la alienación incorporada desde la televisión y las redes sociales.
El uso inadecuado del uniforme escolar es considerado como una falta leve sujeta a sanción, por tanto, no puede estar sujeta a las modas y debe ser respetado en su uso diario por parte de los estudiantes. Tampoco puede permitirse y en eso los profesores deber ser cuidadosos, es en el uso gorras y otras prendas que alteren el conjunto. Manifiesta mi colega que ni cuando era estudiante ni ahora que es madre de dos adolescentes, no ha estado de acuerdo en que se cuestione la forma de llevar el cabello, porque en eso siempre van a existir diferencias. Y es que efectivamente no todos somos iguales, lo cual con cierta simpatía se puede apreciar en los niños y niñas de los grados inferiores que todavía no viven detrás de la moda, no se maquillan ni se tiñen el cabello y verán cuanta diversidad de personitas son. 
Claro está y es tarea que nos corresponde a los adultos, es entender que los y las estudiantes desde antes de los doce años ya se sienten jóvenes y como tales desean lucir a la moda. Hay que llegar a consensos que no alteren la diversidad y tampoco fomenten la exclusión. Porque al igual que no se puede uniformar el pensamiento de los jóvenes como parece entenderse, tampoco se puede pretender reglamentar en los códigos de convivencia que todos deban ir iguales.
Si bien la moda no se hizo para las escuelas y creo que en algún momento ese principio comenzó a deteriorarse, no se puede creer que el uso del uniforme sirva para calificar los valores humanos o las virtudes. Sin embargo, las diferencias deben estar marcadas por el interés que ponga cada quien en superarse académicamente y demostrar un adecuado comportamiento.

sábado, 2 de abril de 2016

Desaceleración o crisis

Aunque desde el gobierno no se quiera reconocer que los problemas económicos que vivimos se agravan día a día, deteriorando cada vez más la calidad de vida de los ecuatorianos, y se insista en negar una crisis evidente cuya consecuencia principal, es que se posterga el control y la solución de la misma, particularmente el incremento de los productos de la canasta básica y de las materias primas de la pequeña y mediana industria.
Recordemos que esta crisis es de carácter mundial, según especialistas en el tema, afectó a los países desarrollados desde el 2008 como consecuencia de “una inflación planetaria derivada de la crisis energética, crediticia, hipotecaria y de confianza orquestada por el banco mundial y el fondo monetario internacional”.
El Presidente Correa y su equipo de finanzas, consideran que la “denominada desaceleración” se debe a la alta dependencia de nuestra economía y del comercio exterior a los EE.UU, desaceleración que se suma a la disminución de ingresos por la baja del precio del petróleo. Independiente de que tal argumento pueda o no ser cierto, y pese a que se acaba de aprobar un paquete de reformas laborales y se pretende aprobar con el carácter de urgente, otro paquete de reformas económicas, que en la práctica representan nuevos impuestos que como siempre afectarán a los sectores populares, por otro lado provocando una mayor recesión en el sector empresarial al que se intenta gravar. 
Al inicio del año 2015 las expectativas oficiales anunciaban un crecimiento mínimo pero al fin crecimiento, sin embargo, todos sabemos que eso no sucedió y por el contrario, el mismo gobierno empezó una anunciada disminución del tamaño del estado mientras que la empresa privada experimenta más despidos de sus trabajadores.
Lo cierto es que la crisis económica que vivimos, trae como consecuencias por ejemplo, que recibamos perores servicios de salud y educación, servicios que se empeoran más por la evidente brecha entre ricos y pobres, así como por el desempleo y la pobreza.
En fin la tozuda negación de la crisis económica, demuestra ante todo, la impotencia e inoperancia política y económica del gobierno para buscar soluciones, dando oportunidad a los especuladores burgueses a que cada vez se enriquezcan más, golpeando la credibilidad del gobierno de la revolución ciudadana, y a la par, aumentando el sufrimiento de los sectores populares que ven postergadas sus esperanzas de mejorar sus condiciones de vida.

sábado, 26 de marzo de 2016

¿Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma…?

“Qué dirá el Santo Padre que vive en Roma, que le están degollando a su paloma...”, reza una hermosa canción interpretada por el conjunto chileno Quilapayun, que por la década de los setentas recibiera el rechazo de la derecha política latinoamericana, por creerla una ofensa a la iglesia católica. Sin embargo, no es así; por el contrario, es un llamado a la defensa de los derechos humanos.
Lo cierto es que en estos días de Semana Santa, toda la letra de esta canción invita a reflexionar, a los de allá y a los de acá, cuando increpa a los gobiernos de turno a escucharse “cómo nos hablan de libertad cuando de ella nos privan en realidad…” cómo pregonan paz cuando criminalizan la protesta social, judicializan el pensamiento diferente, pero coinciden plenamente con los usureros de la banca al legislar sin afectar sus intereses; si bien no queremos que perdonen nuestras deudas, porque si antes permitimos y perdonamos que saquen nuestros recursos naturales y pisoteen la soberanía nacional, ya no permitiremos que lo sigan haciendo, aunque cada día ellos con la venia oficial sigan multiplicando sus panes y sus peces… sus dólares, mientras los sectores populares sigan padeciendo hambre.
Dicen los Quilapayun, “miren cómo nos hablan del paraíso cuando nos llueven penas como granizo”, se ha vuelto cotidiano en estos días escuchar al sector oportunista de la política, que acostumbrados a tomarse en vano el nombre de Dios y del pueblo para en la práctica, matar las esperanzas de una vida digna. Sin embargo, rezan en voz alta pidiendo no volver a caer en la tentación, aunque vuelven a caer en su tentación e incluso a resucitar antes del tercer día.
Ya no sorprende que los nuevos gentiles y mercaderes de este tiempo y precisamente al acercarse la Semana Santa, sigan haciendo de la suyas, con la bendición no de Dios sino con la complicidad del Gobierno y la Asamblea Nacional, aprobar apresuradamente una reforma laboral que flexibiliza la jornada de trabajo, que otorga vacaciones impagas, que en la práctica no son más que zancadillas políticas para despedir a cientos de trabajadores, y a pesar de eso acuden puntualitos y en primera fila, a la Santa Procesión cubiertos con negros capirotes y con hipócrita devoción desmentir las siete palabras pronunciadas por Jesús, las mismas que el pueblo las padece cada vez más.

sábado, 19 de marzo de 2016

“La Patria NO es de todos”

Como una especie de consigna o slogan por diferentes medios vemos y escuchamos la patria ya es de todos, debería serlo, porque en realidad, a buena parte de los ecuatorianos el sistema los excluyó de los más elementales servicios básicos. Sin embargo no es así, la patria sigue siendo de unos pocos iluminados.
Necio sería no reconocer ciertos cambios implementados en materia social con el ánimo de mejorar las condiciones de vida de los sectores populares, aunque a decir verdad, tanto en el gobierno nacional como en los seccionales, los burócratas y tecnócratas se olvidaron de las ofertas y de los principios de honestidad, haciéndose pronto de la vista gorda para acumular riquezas personales y favorecer a grupos de poder.
La administración de los bienes públicos ha sido desviada a tal extremo que hoy cobra vigencia la frase prohibido olvidar, con la cual se trata de justificar que el pasado y la partidocracia son los culpables de todos los males. Lo cierto es, que la crítica situación económica actual va de mal en peor aunque no se la quiera aceptar, cacareando por el contrario, que se trata de una desaceleración causada por la baja del precio del petróleo.
Reiteradamente se presenta como un mérito la estabilidad política pero se oculta el precio que estamos pagando por ella. No obstante recordemos que los gobiernos tambalean y se caen solos cuando son incapaces de sortear las dificultades económicas que afectan a la población, pero que por la falta de organización social y popular, la oligarquía criolla en complicidad con la derecha internacional siempre se han aprovechado de la situación para hacerse del poder y postergar los sueños de mejorar las condiciones de vida.
La historia nos alecciona respecto de la unidad y la lucha, el propio gobierno autodenominado alfarista lo sabe, aun así, ofende la memoria de Eloy Alfaro, cuando no son auténticos analizando de manera crítica y autocrítica el legado histórico de la revolución alfarista y su sacrificio, acusando a toda la oposición por igual de apátridas, y terroristas. 
Precisamente ayer los sectores populares que inicialmente confiaron en la revolución ciudadana, salieron a las calles a protestar contra el alto costo de la vida, contra las injusticias sociales, contra las violaciones de los derechos humanos, exigiendo además estabilidad laboral y una jubilación digna, aspiraciones que se solo se lograrán forjando la más amplia unidad.

sábado, 12 de marzo de 2016

Ministerio de Educación estigmatiza la evaluación docente

Por la propia naturaleza de la labor docente, la implementación de un modelo de valoración integral del magisterio, jamás podría tener éxito, si se insiste vía decretos, disponer la aplicación de una prueba estandarizada, porque decidir si un profesor es bueno o malo requiere de un juicio mucho más difícil, que demanda principalmente de su desempeño en el aula y de la más amplia participación social.
Sin embargo, nuevamente es el Ministerio de Educación y no el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), que se supone es un organismo autónomo, el que vuelve a estigmatizar la evaluación docente, amenazando que la misma “será tomada en cuenta para efectos legales” y no para fomentar una cultura de evaluación integral a todo el sistema educativo con el fin de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La LOEI “establece la evaluación integral como un proceso permanente y participativo del Sistema Educativo Nacional”, pero cuando se decide evaluar a los docentes el proceso desaparece y la prueba estandarizada al estilo empresarial se torna en una especie de vestigio delictivo, que los tecnócratas neoliberales de la evaluación lo asocian no a una mejora del desempeño docente sino con la posibilidad punitiva e inmediata de ejercer controles de calidad como que los docentes fuesen operarios de una maquiladora o en el mejor de los casos, reduce al docente en un simple transmisor de contenidos y reproductor de un portafolio en el que se apilan resmas de papeles burocráticos que no sirve para nada.
El Ineval no puede convertirse en un órgano de estresamiento y persecución del magisterio, más aún cuando si se reconocen que la evaluación docente no va a resolver los problemas generados por el sistema y la dependencia a los organismos internacionales como la OCDE, que con controles estandarizados condicionan el ingreso, promoción y permanencia de los profesores en el sistema educativo.
La permanente acusación a la UNE del retraso en la educación va quedando sin piso, el supuesto nuevo modelo de gestión educativa no atiende a los distintos factores que originan la mala calidad. Por el contrario, a más de restringir la atención y solución a la problemática, la hace más dependiente, profundizando la discriminación y estratificación social, lo cual termina favoreciendo el negocio educativo de la empresa privada.
Es significativo el criterio de ex ministros de educación, al cuestionar las declaraciones gubernamentales y de alianza país, al presentar a la evaluación docente como el remedio a los rezagos del neoliberalismo. Por el contrario, ellos opinan que “las pruebas estandarizadas alejadas de las más elementales consideraciones pedagógicas son ineficaces”; y, que el ofrecimiento de estímulos económicos y la estigmatización de sanciones a los profesores, solamente pretende soslayar la crisis del gobierno y los múltiples problemas socioeconómicos, como la pobreza, marginación, inequidad social, la falta de presupuesto, corrupción e ineficacia en el manejo de los recursos destinados a la educación.
El profesorado unionista, no rechaza ni teme a cualquier tipo de evaluación, la preocupación es que, los resultados se utilicen para maquillar al sistema, desmantelar la escuela pública y como instrumentos de presión política o personal.