viernes, 29 de marzo de 2024

La iglesia y la escuela nos ocultó que Jesús luchó contra la tiranía y la opresión

Municipio colabora con la procesión de El Valle – Blog

Para los cristianos la "Semana Santa encarna el triunfo de la vida sobre la muerte". Cada año en nuestro país y en buena parte del mundo, la gente se apresta participar de diversas procesiones que recuerdan la pasión y muerte de Jesús. Acto de fe que representa los distintos momentos por los que Jesús tuvo que pasar antes de ser martirizado.

En nuestra ciudad, tradicionalmente se realizan dos procesiones, en la tarde, desde la iglesia de San Francisco; y en la noche, desde la iglesia de San Juan del Valle. Las razones respetables de quienes participan en la escenificación del sufrimiento de Jesús, no se limitan únicamente a las reflexiones y actividades religiosas alrededor de la iglesia, sino a vivir el legado de Jesús, a vivir en todos lados su ejemplo para disminuir la tremenda brecha entre ricos y pobres.

Diferenciemos, hay dos clases cristianas. La clase cristiana hegemónica que celebra apoteósicamente la pasión, muerte y resurrección de Jesús, vacacionando en las playas y grandes centros comerciales; pero también hay otra clase cristiana, la de los pobres que vive sumida en la desgracia por la falta de trabajo y en el miedo a la muerte por la inseguridad social, que llora y sufre cargando su propia cruz, dándose golpes de pecho culpándose siempre: “por nuestra culpa, por nuestra culpa, por nuestra gran culpa.”

En internet se cita que "ese momento de dolor, tristeza y agonía del Señor padeciendo por nosotros, fue acompañado por el pueblo durante su juzgamiento y hasta la crucifixión en el Gólgota”, la cita remarca que, durante las procesiones celebradas por los españoles en la época de la colonia, “se acusaba a los aborígenes de ser los responsables de la muerte de Cristo”. Esto demuestra como la realeza europea a través de la iglesia ejercían su dominación en nuestras tierras, en nuestro país.

La iglesia y la escuela nos ocultó que Jesús, fue torturado y asesinado por la presión de la clase feudal que dominaba la vida política, económica y social en Medio Oriente y Europa. Primero se le acusó de sedición contra el Rey. Luego de blasfemia por haberse usurpado el nombre de Dios. Entonces se le conminó a renunciar sus ideales de amor, justicia social y humanismo y admitir que no era el Mesías. Pero, Jesús firme y consecuente con su misión no se retractó. Por ello fue sentenciado a muerte.

La iglesia y la escuela nos ocultó también, que Jesús luchó contra la tiranía, contra la opresión, que luchó por la dignidad humana y por la superación de los males sociales de la época. Para honrar a Jesús, no basta con visitar las iglesias y mirar las procesiones de Semana Santa, hay que recordar que el compromiso de Jesús fue con los pobres y seguir su ejemplo.

viernes, 22 de marzo de 2024

Aprehendiendo de las cartas de Paulo Freire

Día Internacional de la Educación: ¿Quién fue Paulo Freire? - Clade

   Paulo Freire, educador y filósofo brasileño es considerado uno de los pensadores más notables en la historia de la pedagogía a nivel mundial. En la Facultad de Derecho Recife, su ciudad natal, se dedica al estudio de la lengua popular y a participar activamente con el Movimiento de Cultura Popular. Por lo cual es detenido y acusado de comunista. Pasa 16 años de exilio entre Chile, Suiza y otros países.

En 1980, vuelve definitivamente al Brasil. Ejerce por completo la defensa de la educación pública y del profesorado. Sus obras más destacadas son: Pedagogía del oprimido; La educación y el cambio; Pedagogía de la esperanza; Política y educación; Pedagogía de la autonomía; Ojo de agua; Pedagogía de la indignación; Cartas a quien pretende enseñar; entre otras.

En la sexta carta del libro, Cartas a quien pretende enseñar, responde a la pregunta que muchas veces nos hemos hecho: ¿Cómo debe ser la relación entre alumnos y docentes? Paulo Freire argumenta que estas relaciones deben ser horizontales y basadas en el diálogo, en lugar de verticales y autoritarias. El educador debe tener coherencia entre lo que piensa, dice y hace. Importa más orientar el proceso educativo, en lugar de ser un mero transmisor de conocimiento. Aboga por una pedagogía liberadora que fomente la participación activa, el respeto mutuo y la transformación social.

Paulo Freire, en esta carta, llama a los profesores, a reflexionar sobre el papel que cumplen en la sociedad y su responsabilidad frente a la lucha por la liberación y la transformación social. Enfatiza que los docentes deben comprometerse con las luchas populares e involucrarse activamente en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, trabajando en solidaridad con los pobres para superar las estructuras de dominación y exclusión. Reclama asumir una postura ética y comprometida y no solo limitarse a un papel de observadores distantes.

Paulo Freiré nos hace un llamado a los maestros y maestras a establecer relaciones efectivas con los estudiantes. Esta sexta carta es, más bien, una guía de cómo debe dirigirse el maestro en su quehacer diario para lograr relaciones de respeto y solidaridad con sus estudiantes. Describe aquellas cualidades que deben poseer los maestros con este fin. Establece la importancia del testimonio del maestro y de que sus acciones no contradigan sus palabras. La importancia de conocer la realidad de los estudiantes y de su entorno, de su modo de pensar y sentir, para poder llevar a cabo un proceso de enseñanza que se base en las necesidades e intereses de ellos.

Finalmente, Paulo Freire recalca que “El maestro es, necesariamente, militante político. Que su tarea no se agota en el aula. Sino que exige un compromiso y una actitud en contra de las injusticias sociales. Que es necesario caminar con una legítima rabia e indignación, en busca de las transformaciones sociales”

viernes, 15 de marzo de 2024

El “monito” y la "Lorenza", “son pobres porque quieren”

La pobreza es una condición socioeconómica relacionada con factores estructurales y la falta de políticas públicas para contrarrestar las desigualdades sociales, la exclusión y la carencia de recursos mínimos vitales como alimentación adecuada, vivienda digna, acceso a servicios de salud, educación, agua potable y saneamiento, entre otros para poder vivir el día a día. En nuestro país, en palabras del propio presidente Noboa siete de cada diez ecuatorianos subsisten en el subempleo. 

 

La burguesía neoliberal arrendataria de Carondelet, -que ha propósito desde el año 1830 no paga el arriendo-, de manera generalizada y simplista afirman erróneamente que la pobreza se debe a la falta de voluntad o esfuerzo personal. Recordemos algunas de sus manifestaciones:

Lenin Moreno, dijo que un “monito” de 5 años ya tiene su propio emprendimiento, que vende gaseosas en alguna esquina guayaquileña, subrayó que la pobreza está en la esencia misma de los ecuatorianos. No se preguntó por qué ese “monito” estaba en las calles y no en la escuela.

Guillermo Lasso, recordó que su amiga Lorenza vino del campo a Guayaquil en busca de su gran sueño, que ahora vive en una casa de caña, que cuando tiene trabajo gana 20 dólares al mes y que cualquier valor adicional ya es bastante. Eso para él, es lograr el sueño. El sueño de la miseria quizá.

Daniel Noboa, dijo que tenemos que trabajar duro como lo hace él para que podamos comer varios platos de comida y hasta postre. Lo que no explico es dónde están las fuentes de trabajo, porque precisamente ahora, cerca de siete millones de ciudadanos viven con menos de tres dólares al día. Lo cierto es que, las indebidas estructuras sociales y políticas junto a la corrupción gubernamental propias de la sociedad capitalista, son las verdaderas causas de la pobreza.

Sectores de derecha justifican la existencia de un ordenamiento jerárquico donde unos son ricos y otros son pobres, pero no dicen que los ricos son ricos porque continuamente empobrecen a los demás, que los empresarios y banqueros agrandan riquezas a costa de la explotación a los trabajadores y del chulco. Ahora mismo se pretende por medio del trabajo a plazo fijo y por horas precarizar aún más las condiciones de vida y de trabajo de los nuevos obreros. En suma, Moreno, Lasso y Noboa reafirman que los pobres son pobres porque quieren, porque no se esfuerzan lo suficiente.

Desde el sector de los trabajadores y de izquierda, convencidos de que el ser social determina la conciencia social, y que la ideología de las clases dominantes en el poder ha servido para someter a la clase social pobre, hacen un llamado a no aceptar como naturales las condiciones de pobreza y unirse a la defensa de los derechos a través del reclamo popular, la historia nos demuestra que todo lo que se ha logrado ha sido mediante la organización, movilización y unidad popular.