“Usted formó mi corazón para la Libertad, para la Justicia, para lo grande, para lo hermoso”. Profundas palabras con las que Simón Bolívar, refiriéndose a Simón Rodríguez, sintetizó la labor del maestro y maestra que día acompañan, orientan y median el aprendizaje de la niñez y la sociedad hacia la construcción de la Patria nueva, emancipada y soberana.
A propósito del 13 de Abril Día del Maestro, fecha mayúscula en la cual recordamos a Eugenio Espejo, Juan Montalvo, Pio Jaramillo, Dolores Cacuango, Rosita Paredes, Consuelo Benavides, Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Eloy Alfaro, Miguel Riofrío, Benjamín Carrión, cuyos ideales permanecen vigentes.
También conmemoramos este día a cientos y cientos de maestros y maestras anónimos que brindaron su aporte e incluso sus vidas para que la educación sea realmente el pilar fundamental del desarrollo de los pueblos y de la consecución de una vida digna. A los Maestros y Maestras nadie nos quitará el sueño de seguir trabajando con la mirada puesta en el futuro de nuestros niños y jóvenes y pensando en la educación como el principal instrumento de movilidad social que tienen las comunidades y para contribuir a la promoción individual, social y a una autentica emancipación de la sociedad.
La Constitución determina que la educación es una tarea ineludible e inexcusable y de prioridad para la inversión estatal a fin de garantizar la igualdad e inclusión social. Por ello, el pueblo ecuatoriano apostó sus esperanzas en una educación para la transformación social y nacional que esté orientada a la consolidación de una sociedad humanista, democrática, soberana, independiente, unitaria, intercultural, plurinacional y laica.
Sin embargo en el gobierno actual, la educación dejó de ser una política de estado que impulse el desarrollo, convirtiéndose en una “política de compensación social” al margen de lo que establece la Constitución. Con ello se desvalorizó socialmente la tarea educativa y el rol de los maestros.
A propósito del 13 de Abril, expreso un saludo cordial al Magisterio ecuatoriano, a los Maestros y Maestras de la Provincia de Loja y en particular de la Escuela Miguel Riofrío, quienes saben que su mejor estímulo lo encuentran en los ojos felices de la niñez y juventud, con la que comparten alegrías y tristezas en su permanente lucha por eliminar la pobreza y las injusticias sociales.