sábado, 18 de junio de 2016

De mejor amigo del hombre a una molestia social

Los perros vagabundos son un inconveniente en todo el mundo, en especial en las medianas y grandes ciudades. Todos, de una u otra forma hemos dejado que los perros vagabundos aumenten sin ningún control. Por lo que los municipios y las autoridades de salud, lamentablemente llegan a métodos muy crueles para el control de perros abandonados.

En nuestra ciudad, la gran cantidad de perros vagabundos o abandonados causan daños a la higiene y la propia estética de la urbe, puesto que en su afán de alimentarse destruyen los depósitos de basura, que para variar, en no pocos casos se sacan con mucha anterioridad e incluso se dejan en cualquier lugar; además estos animales depositan gran cantidad de excrementos en la vía pública¸ convirtiendo estos espacios en fuentes de transmisión de diversas enfermedades e infecciones.
Esto se agrava porque los perros de la calle han adoptado un estilo de vida agresivo por la poca tolerancia que mostramos hacia ellos, lo cual crea la posibilidad real de que los ciudadanos, especialmente los niños sean atacados por estos perros, los cuales al no tener un adiestramiento correcto actúan de manera salvaje en su afán de defender su alimento y su territorio.
Por otro lado, los ciudadanos hemos desarrollado cierta maldad hacia estos y otros animales abandonados. Es común enterarnos y encontrarlos golpeados, atropellados y matados de manera cruel e intencional, erróneamente se considera que son un estorbo; incluso nos hemos enterado de abusos de tipo sexual que no se justifican bajo ningún punto de vista.
La comodidad de la gente, ha hecho que el problema de los animales vagabundos sea cada vez mayor. Si pudiésemos ponernos en su lugar quizás haríamos algo por ellos. Imagínenos tener que pasar hambre y frío y al mismo tiempo ser echados de todos lados por considéranos una molestia.
Es por tanto ineludible que desde la familia, la escuela y los medios de comunicación, todos sumemos esfuerzos para educarnos acerca de la tenencia responsable y afectiva de perros y otras mascotas. Con seguridad lograremos la disminución basura y heces fecales de perros en las calles, consecuentemente evitaremos así el ataque de aquellos perros que parecen potencialmente agresivos, lo cual además mermaría el sufrimiento animal, referente al maltrato físico y alimentación deficiente.
En fin, nuestra actitud bien puede contribuir a dar soluciones más factibles que el potencial peligro de sacrificar al mejor amigo del hombre.