El Ecuador ya vive un proceso de campaña electoral hacia Carondelet y la Asamblea Nacional. Proceso que en estos tiempos se alimenta de encuestas incluso supuestas, las mismas que informan del grado de aceptación o de favoritismo según quien las pague, algunos empezaron muy pronto y otros aunque suenan como presidenciables dicen que esperan a las primarias, las que en la práctica no existen.
Hay al menos una decena de precandidaturas, las cuales según las encuestas que manejan como parte interesada, los ubica como la alternativa u opción que a la vez les servirá de argumento para forjar la “unidad”. Unidad dicen, para salvar al país y salvar la democracia; esto, porque unos y otros han puesto de manifiesto que las ideologías han pasado a segundo plano. Tamaña barbaridad.
En ese intento de formar unidades políticas, aparece en primer plano y con fuerza las organizaciones y movimientos sociales, a las cuales los partidos políticos de ayer y de hoy, pretenden arrancarles su apoyo. Es que la presencia de los movimientos y organizaciones sociales ha cobrado un fuerte protagonismo político en el país por su capacidad para reconocer, reivindicar y responder a las aspiraciones de los sectores populares, y al mismo tiempo ejercer la disputa política para lograr transformaciones sociales.
Algunas encuestas dan al oficialismo la posibilidad de continuar un periodo más. Mientras que otras ubican a Guillermo Laso y Jaime Nebot como la opción de recambio. En esto se debe destacar que unas y otras encuestadoras ofrecen resultados relativamente estrechos entre los dos sectores, dejando un poco más distante al centro izquierdo y casi sin posibilidades a los demás nombres que han hecho su aparición en el panorama electoral que se avecina.
Ahora bien, si se considera que las muestras de encuestados son muy pequeñas en relación con los registros electorales, la brecha entre el oficialismo y la diversidad de la oposición es incierta. A esto hay que agregar, que al parecer habrá más de cuatro candidaturas firmes, y siendo mucho más amplio el grupo que finalmente vota, la carrera a Carondelet se vislumbra a dos vueltas.
Finalmente, cabe tener claro que las candidaturas de Rafael Correa y Jaime Nebot aún son dudosas, por lo que es seguro pensar que el papel de las organizaciones y movimientos sociales sea muy distinta a lo reflejado en dichas encuestas, y nadie debe cometer el error de anticipar resultados o tendencias definitivas.