sábado, 27 de agosto de 2022

El papel político de la solidaridad

 El papel político y unificador de la solidaridad

Hoy, cuando el grueso de los trabajadores vuelve a congregarse alrededor de las organizaciones sindicales, el magisterio nacional hace lo mismo junto a su gremio, la Unión Nacional de Educadores, porque ven en ellas la única posibilidad de lograr el cumplimiento de los derechos constitucionales que les son postergados por los gobiernos de turno. Hoy se trata de enfrentar la realidad y esa realidad es adversa a los derechos de los sectores populares.

Solo el pueblo salva al pueblo o el pueblo unido jamás será vencido, son consignas que históricamente han servido para levantar la voz popular durante huelgas y movilizaciones; y que, por estar llenas de una significación revolucionaria, la derecha oligárquica y los sectores retardatarios de la sociedad las han asociado a la violencia, sin comprender que la verdadera causa de la violencia se debe encontrar en la situación oprobiosa, de hambre, miseria, explotación y opresión generada por el sistema y el gobierno contra los cambios sociales que exige el pueblo.

Para los educadores en particular, la experiencia de lucha actual, es ampliar la convocatoria a la unidad y solidaridad con aquellos docentes que por diversas razones están dispersos o temerosos de la acción. El triunfo de la equiparación salarial arrebatada al gobierno de Lasso, debe servirnos para centrar nuestro esfuerzo y atención en reuniones y debates en cada institución educativa, donde además debemos plantearnos como una tarea real, la afiliación a la gloriosa UNE. Por si esto no bastara, conviene recordar que, durante el correato, por medio del cacicazgo, del autoritarismo, de la persecución, del encarcelamiento, de la cancelación, de la judicialización de la protesta, se logró dividir a la mayoría de organizaciones sociales y populares, entre ellas a la UNE; y hoy tenemos la oportunidad de reagruparnos.

Sin embargo, la realidad es que solo la unidad y lucha han sido un poderoso estímulo para reclamar derechos. Nuestra dirigencia junto a los maestros y maestras de vanguardia que han dirigido las huelgas, plantones, marchas y manifestaciones en todo el país, lo han hecho conscientes de que por ese camino están promoviendo la solidaridad, para combatir a un régimen como el del presidente Guillermo Lasso, que no muestra un mínimo de voluntad política para cumplir con las leyes y menos con las ofertas de campaña.

Verdad que hay docentes –no entre los unionistas de vanguardia– que se sienten decepcionados porque aún no se cumple la equiparación salarial; docentes que, de “buena fe” entre comillas, se hacen eco de las presiones del gobierno y de ciertos grupillos que pretenden desacreditar o hacer suyas las reformas a la LOEI.

De allí, que llamamos a fortalecer la unidad y organización de los y las docentes para enfrentar al gobierno neoliberal de Lasso que pretende darnos “gato por liebre”. Hoy esa unidad debe expresar el carácter solidario y político de nuestra lucha. Sabemos que tenemos la razón y también tenemos la fuerza.

miércoles, 24 de agosto de 2022

La canción laborista / José Alejo Capelo Cabello,

 

Guayaquil Ecuador, abril de 1934

¡A luchar laboristas! Ya llega la hora
de estrechar filas sobre los caminos
y emprender la heroica marcha redentora
hacia la conquista de nuestros destinos.

Arriba los brazos y los corazones,
el músculo fuerte de la juventud
y unidos gritemos en nuestras canciones
¡salud proletarios del mundo, salud!

De pie los que llevan como una bandera
izada en el mástil de la rebelión
los fervores de una lucha justiciera
cual ánfora roja de renovación.

Los pueblos que llevan la huella profunda
de una intensa lucha por la libertad
regaron su sangre pródiga y fecunda
por romper el yugo de la iniquidad.

De esos pueblos surgen voces libertarias
gritos generosos de fraternidad
y van encendiendo grandes luminarias
sobre el panorama de la humanidad.

Abramos los brazos y los corazones
y en el gran desfile de la multitud
gritemos unidos en nuestras canciones
¡salud proletarios del mundo, salud!

 Tomado de: https://www.anarkismo.net/article/12698

viernes, 19 de agosto de 2022

Una salida política por la paz en Ucrania

El conflicto entre el pueblo ucraniano comenzó a finales de 2013 cuando el gobierno de Yanukovich dijo no a las posibilidades de pertenecer a la Unión Europea y prefirió tomar posiciones cercanas a Rusia, lo cual terminó con su destitución y en la formación de un nuevo gobierno “proeuropeo”. 

No se puede entender la importancia geopolítica de la región para la Unión Europea y Estados Unidos sin antes entender las relaciones políticas y comerciales de Ucrania con Rusia, esta relación es uno de los pilares para entender la historia desde que Ucrania formaba parte del Imperio Ruso, luego de la URSS, la independencia en 1991 tras la disolución de la Unión Soviética, y finalmente la “Revolución Naranja”, fenómeno político impulsado por Washington en diciembre de 2004 que la postre colocaron un presidente títere que facilite una reestructuración económica a instancias de las corporaciones transnacionales.

En noviembre de 2013, el gobierno de Ucrania cree necesario desarrollar y profundizar sus relaciones económicas con Rusia y la comunidad postsoviética, esto enardece a la derecha pro imperialista que organiza en Kiev grandes manifestaciones bajo la consigna “Ucrania es Europa”, con una brutal escalada de violencia. El protagonismo de la extrema derecha neonazi junto a las medidas anticomunistas del gobierno fueron indicadores de que no se trataba de una revolución democrática sino de un golpe de Estado fascista para derrotar a las milicias del Donbass que se levantaron en armas y declararon su autodeterminación como Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, lo cual fue visto por el imperialismo norteamericano como un resurgimiento del socialismo en Europa.

La extrema derecha y los sectores nacionalistas formados por organizaciones neonazis y fascistas promovieron la “rusofofia” en los ucranianos y la creación de batallones “voluntarios” disque para defender Ucrania frente al alzamiento de los separatistas de la provincia del Donbass, donde la mayoría de ciudadanos son rusos.

Lo fundamental del conflicto es el tema geopolítico, en Ucrania no está en juego solo las reservas de gas y la independencia de dos regiones, sino que forma parte de un tablero mundial donde las potencias tienen sus intereses propios. Estados Unidos quiere ampliar su influencia en un espacio históricamente ligado a Rusia y posicionarse en la zona europea. Además, si Ucrania logrará entrar a la OTAN supondría un duro golpe para Rusia, por eso Putin no dudó en entregar suministros económicos y militares a las repúblicas separatistas y luego en utilizar tropas para defender sus intereses y anexarse Crimea.

Los cierto es que la guerra ruso-ucraniana no avizora una salida sencilla, puesto que las repúblicas del este ucraniano han declarado su autodeterminación como repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Por su parte el gobierno ucraniano no está dispuesto a terminar con la guerra a base de ceder territorio o incluso soberanía ante una Rusia que no va a permitirse perder su espacio de influencia “histórico”. Tras seis meses de guerra se hace necesaria una salida política por la paz en Ucrania.

sábado, 6 de agosto de 2022

Ineptocracia, derecha y pobreza

La derecha no solo se ha turnado para habitar Carondelet, también lo ha hecho para distribuir la miseria. A nombre de la democracia burguesa y mediante la propaganda masiva se hacen elegir, pero jamás cumplen las ofertas de campaña y las aspiraciones políticas, sociales y económicas de las grandes mayorías.

El tema es si aún podemos recuperar la confianza en la “democracia” o quizá ésta sea la causante de los grandes problemas del país. Es cierto que no contamos con partidos políticos ni un sistema electoral claro, peor con una división efectiva de los poderes del Estado, ni se diga de la justicia y las fuerzas de seguridad ahora bajo el control de las narco mafias; por ello, es necesario la Unidad Popular para construir una sociedad civil que demande del presidente Lasso, el cumplimiento del mandato constitucional, transparencia, lucha contra la corrupción y rendición de cuentas.

El pueblo vive la democracia cuando los valores democráticos y la participación ciudadana son la base tanto de las relaciones de poder estatal como del acceso a los recursos que son de todos, pero precisamente este es el mal de los ecuatorianos. El aumento de la desigualdad social visibilizada en el subempleo, empleo informal y desempleo que el Estado burgués muestra inoperancia para crear condiciones y diseñar políticas sociales que distribuyan la riqueza con equidad a todos los sectores de la sociedad.

Las políticas económicas neoliberales no han servido para disminuir los niveles de pobreza. El FMI impone una disciplina presupuestaria, privatización de las empresas públicas y priorización del gasto público, recetas que a lo largo de la historia han mejorado entre comillas la macroeconomía pero no la reducción de la pobreza.

Jean D’Ormesson funcionario a sueldo de la UNESCO, dice que las desigualdades e inequidades se deben a la “ineptocracia”, definida como el “sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar, –es decir la derecha–son elegidos por los menos preparados para producir –por culpa del sistema–, descargando la culpa a “una izquierda populista y demagoga… y a unas personas que sabe que son idiotas”. El solo hecho de tratar a los sectores populares de idiotas delata que defiende a la burguesía.

¿Pero qué mismo es la ineptocracia?

En la práctica, la ineptocracia es la aristocracia encaramada en el gobierno a través del poder económico y la propaganda.

La ineptocracia representa a los grandes grupos empresariales y banqueros que financian a ineptos como el de los zapatos rojos para que desde el gobierno defiendan sus intereses.

La ineptocracia a nivel local son los movimientos políticos pertenecientes a caciques y/u oportunistas que se dicen independientes y desideologizados que buscan el poder para “gobernar” con personas incondicionales a su alrededor.

En fin, la ineptocracia es la causa de la falta de medicina, de la pobreza, del desempleo, de la exclusión social, de la violencia y otros males que impiden a las personas mejorar las condiciones de vida.