sábado, 26 de febrero de 2011

CUBA ¿POR QUÉ LA DEFIENDO?


por Pedro Fernández de las Heras
Quiero comenzar mi artículo con una serie de consideraciones acerca del por qué defiendo a Cuba. La primera es que me duele Cuba. Creo que todos los que la apoyamos y aquellos que desaprueban su política, desearían que los cubanos vivieran mucho mejor.

La segunda es que me duele que la información sobre Cuba esté falseada, omitida y se limite a transmitir slogans que vilipendean y condenan a la isla. Siempre encontramos las mismas frases sin fundamento sobre la isla o que son frases tópicas.

La tercera es el reconocimiento de que la vida en España es mejor económicamente.

La cuarta consideración es acerca de la comparación del nivel educativo entre España y Cuba. Es decir, tengo mis dudas acerca de que los españoles seamos más cultos que los cubanos.

Considero que las comparaciones habría que hacerlas entre países comparables. Cuba debería ser comparada con otros países de Latinoamérica y el Caribe teniendo en cuenta su historia.

Ahora quisiera hacer la siguiente reflexión : ¿Por qué es pobre Cuba?

Yo considero al bloqueo del imperio el principal factor . Algunos dicen que la pobreza de Cuba es por la ineficiencia del sistema o que los cubanos son perezosos y malos trabajadores. Esto último pienso que es una estupidez porque se ejerce una tipificación generalizada de las personas que no nos sirve.

Por ejemplo, los andaluces en España, el norte contra el sur , los árabes o los cristianos, etc. Como muchas catalogaciones que a veces tratan de justificar lo injustificable.

En cuanto la ineficiencia del sistema económico no me atrevo a opinar ya que no soy ningún experto en economía pero si puedo ofrecer datos concretos acerca del bloqueo infame que Estados Unidos y otros estados han mantenido desde 1960 contra Cuba.

Casi nadie sabe lo que ha significado el bloqueo comercial contra la isla. Muchos mencionan sólo una descripción parcial y generalizada diciendo no pueden comerciar con Estados Unidos y eso es todo. Pero primero hagámonos la siguiente pregunta.

¿Cuántas horas tardaría en hundirse la economía y la sociedad española si el imperio norteaméricano impusiera contra España un férreo bloqueo comercial como lo ha hecho con Cuba y otros países?, ¿Qué le pasaría a cualquier país con un bloqueo sostenido por más de cincuenta años?

Qué pasaría si.......?

Toda transferencia bancaria de España con el resto del mundo, se acabara. Si el banco que negociara con España fuese vetado por E.U.A  y sus lacayos.

Todos los sistemas informáticos IBM, y todas las empresas informáticas made in USA dejaran de funcionar. Bancos, administración, empresas, etc.

Todo el armamento español made in USA.. para chatarra.

Si ningún barco o avión español pudiera llegar a E.U.A.

Todo barco o avión de cualquier país que toque España, fuese penalizado por E.U.A. durante 6 meses.

Toda empresa, en el mundo, que comerciara con España quedara inhabilitada para comerciar con E.U.A.

Las visas para los españoles que quisiesen ir a Estados Unidos fuesen restringidas a la mínima expresión. En cambio, todo español que lograra entrar a ese país, ilegalmente, se le daría carta de refugiado político inmediatamente.

Si todo ciudadano norteamericano que comprara en cualquier otro país un producto español (una botellita de aceite español, por ejemplo) fuese multado con 300 dólares por colaboración con el enemigo (norma de estado de guerra).

Si todo el petróleo procedente de empresas petroleras de Estados Unidos se retiraran del país.Y cerraran su comercio. No más petróleo para España.

Si todo equipo o producto industrial, como repuestos de absolutamente, todas las máquinas y equipos que viniesen de Estados Unidos fuesen denegados.

Si todas las empresas norteamericanas que fabricaran en España cerraran.

Si ninguna patente industrial de E.U.A se pudiera utilizar.

¿Cuantas horas le daría usted a España después de aplicarle estas medidas que expongo arriba?

Ahora quiero mencionar, cronológicamente, desde 1959 hasta 2003, algunos hechos ejemplificadores y significativos del bloqueo contra Cuba.

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martes, 1 de febrero de 2011

DESPIERTA AMÉRICA LATINA:

Polan Lacki
Los gobiernos colapsaron y urge hacer algo radicalmente diferente
"Cuando los remedios no tienen suficiente eficacia para curar las enfermedades es necesario curar los remedios, para que curen al enfermo"   (Padre Vieira-Sermón de Santo Antonio)

Ahora no nos queda otra alternativa, tenemos que oír el consejo del Padre Vieira. Los remedios convencionales para curar los males del subdesarrollo ya no pueden ser aplicados, por la sencilla razón de que los gobiernos ya no disponen de ellos. La ilusión de que el Estado paternalista solucionaría todos nuestros problemas se acabó. En todos los países de América Latina, sin excepción, los gobiernos nacionales, provinciales y municipales están debilitados, "desfinanciados" y fuertemente endeudados. Los recursos que recaudan mal alcanzan para pagar deudas e intereses de préstamos, sueldos y jubilaciones; y lo poco que queda se destina a mantener, apenas con vida vegetativa, un aparato burocrático sobredimensionado y casi improductivo.
Es esta insuficiencia de recursos públicos – y no tanto la falta de voluntad política, la principal razón por la cual los sucesivos gobiernos no solucionan los crecientes problemas de la educación, de la salud, de la agricultura, de la infraestructura, del saneamiento básico, del transporte urbano, de la pobreza, de la asistencia a los discapacitados, del combate a la delincuencia, etc. Los gobernantes están virtualmente paralizados, asistiendo pasivamente y aceptando como si fuese aceptable, la persistencia de los siguientes hechos que ya están incorporados a la vida cotidiana de nuestros países:
- Los desempleados buscan desesperadamente pero no consiguen un empleo;
- Los enfermos esperan varios días por una consulta médica, semanas por un examen de laboratorio y meses o años por una cirugía; muchos mueren en los pasillos de los hospitales antes de llenar la odiosa "ficha de admisión";
- Crecientes cantidades de pobres "residen" y recogen cartones en las calles mientras sus hijos están siendo "educados" en el mundo del vicio y de la delincuencia;
- En los basureros públicos los más hambrientos están disputando la comida con ratones y cuervos;
- Los narcotraficantes tienen más poder y mejores armamentos que los servicios policiales;
- Desde el interior de las cárceles superpobladas muchos delincuentes siguen comandando el crimen organizado y promoviendo frecuentes rebeliones para reivindicar y conseguir que los transfieran para presidios "más democráticos".
Los gobernantes lo poco que hacen, y recién después de ser fuertemente presionados por denuncias de la prensa o por los sindicatos más agresivos, es "apagar los incendios más ruidosos"; pero después que los ruidos disminuyen cesan las acciones gubernamentales, hasta que ocurra la próxima emergencia. Ello ocurre por la elemental razón de que las crecientes necesidades y aspiraciones de los ciudadanos sobrepasan las decrecientes posibilidades de los debilitados gobiernos en satisfacerlas.
Para empeorar aún más este cuadro de parálisis, los gobiernos ya no pueden reforzar sus presupuestos a través de la vía, cómoda y simplista, de aumentar el endeudamiento público y los impuestos; porque lo primero ya es insoportable para los propios gobiernos y lo segundo ya es insoportable para los contribuyentes. En resumen, la capacidad de los gobiernos de resolver por la vía paternalista los problemas de los ciudadanos está agotada; sólo los "avestruces" aún no se han dado cuenta de esta evidente impotencia gubernamental. Esta es una realidad que no podemos seguir fingiendo que no existe o que no la conocemos, pues ella, además de evidente es creciente; para confirmarla, basta salir a la calle, ver las colas en los colapsados servicios públicos o asistir a los noticieros de la televisión.
Ahora que hemos llegado al "fondo del pozo" está demostrado, de manera clara y definitiva, que es imposible solucionar los problemas de la pobreza a través del paternalismo estatal. Los recursos gubernamentales, que parecían inagotables, están agotados. Entonces tenemos que abandonar las medidas populistas/demagógicas y hacer algo radicalmente diferente. Entre otras cosas: reducir drásticamente la frondosa e improductiva burocracia estatal, eliminar los organismos públicos inoperantes y prescindibles, abolir privilegios ilegítimos disfrazados de "derechos adquiridos", endurecer en el combate a la corrupción, reducir la cantidad de parlamentarios, militares y burócratas improductivos. En resumen, "adelgazar" la máquina gubernamental para que los gobiernos dispongan de los recursos que necesitan para ejecutar las actividades que son realmente importantes e indelegables.
Con los ahorros obtenidos en este "adelgazamiento", la nación en su globalidad (no apenas el gobierno) deberá hacer una inversión, seria y absolutamente prioritaria, en el desarrollo de las capacidades y competencias de los habitantes de cada país. Los propios ciudadanos – quiénes están causando los problemas y quiénes están siendo afectados por ellos – tendrán que ser convocados, formados y capacitados para asumir, en forma individual o a través de grupos organizados, una creciente parcela de responsabilidad en la corrección de los errores que ellos, involuntariamente, están cometiendo y en la solución de sus propios problemas. Reconociendo que los gobiernos no pueden solucionar, año tras año, todos los problemas de todos los ciudadanos, el Estado perpetuador de dependencias deberá transformarse en un Estado educador, "empoderador" de los ciudadanos y emancipador de las dependencias que ellos actualmente tienen de sus gobiernos. En las actuales circunstancias de "parálisis" y de impotencia de los servicios públicos, compartir responsabilidades entre el Estado y los ciudadanos es una propuesta que vale la pena discutir y construir.