jueves, 30 de junio de 2016

La Asamblea ha convertido al gobierno en un aparato de poder neoliberal

A casi diez años de la revolución ciudadana y en medio de una adelantada campaña electoral, en la mayoría de partidos y movimientos políticos, pero más en el movimiento de las mentes lúcidas, los dirigentes no pueden esconder su estado anímico, aunque sigan alimentándose de glorias pasadas o de consignas populistas.
La dirigencia verde agüita tiene muy claro que sus posibilidades de mantenerse como la primera fuerza política del país ha dado un giro irreversible. El miedo se olfatea en los cargos públicos que ocupan mientras en las débiles bases la desconfianza aumenta en razón de que sus aspiraciones personales de trabajo no se cumplen.
A pesar de que las encuestas oficiales reflejan que siguen siendo la primera fuerza, en la práctica se evidencia lo contrario, ya no es sólo la prepotencia del régimen, la persecución a la oposición, la criminalización de la protesta social o el aumento de impuestos; hoy se aprecia como la corrupción en las altas esferas del poder se oculta no tanto porque puede causar daño al gobierno sino por el temor a los poderes financieros, a los que en la práctica mandan sin presentarse a elecciones.
El escenario político y electoral que enfrentan los de las manos limpias es entendido en toda su amplitud, ellos saben que su debilitado aparato mediático que desde las sabatinas intenta más que informar su actividad administrativa, desprestigiar a la oposición calificándola de "enemigos de la revolución". Nos hemos acostumbrado a las escenas cantinflescas y proselitistas al estilo populista que caracteriza al Presidente Correa.

Resulta fácil hablar acerca del carácter “revolucionario” del movimiento oficial, sus líderes nos ha demostrado un desconocimiento acerca de la historia del movimiento obrero y de las luchas sociales, por lo que no se requiere de mayor esfuerzo para responderles, basta una mirada a la forma neocapitalista de cogobernar con la partidocracia a la que dicen combatir, así como a su endeble pensamiento ideológico puesto de manifiesto en los últimos tiempos.
La mayoría absoluta en la Asamblea, pero aún más, las decisiones que allí se toman a pulso de botón han convertido al gobierno en un aparato de poder neoliberal, la tarea legislativa y de fiscalización se orienta desde Carondelet o desde instancias ajenas a los asambleístas, es decir desde afuera se adoptan las reformas sociales, económicas y laborales más dañinas para las clases populares judicializando para ello el nivel de contestación en las calles.

domingo, 26 de junio de 2016

Crisis tiende a agudizarse al mismo ritmo que unidad ciudadana se fortalece

Como se sabe, el éxito de un sistema político y de un gobierno, depende en gran medida de la calidad de vida que disfrutan los ciudadanos. Gobierno y pueblo deben tener claro que la infraestructura de vialidad, de educación, de salud y más servicios públicos obviamente es importante, pero más lo es, el pleno disfrute de los derechos y garantías constitucionales.
Los trabajadores y sectores sociales de base, no pueden olvidar que las conquistas populares que aún quedan, se lograron a fuerza de grandes luchas en medio de la represión de los gobiernos capitalistas dependientes y apéndices del sistema imperialista, que ahora más que nunca pretende seguir ahogando o al menos restringiendo esas conquistas. 
Lamentablemente en Latinoamérica y más aún en el Ecuador la educación ciudadana y política es muy débil. Surge entonces la necesidad imperiosa de concienciarse y organizarse para conformar organizaciones con una visión y contenido ideológico, político y cultural capaz de liderar y coordinar el conjunto de sus reclamos y de sus luchas, hoy acalladas por la prepotencia y la persecución del régimen sumiso al capitalismo internacional.
Por todo el Ecuador escuchamos cada día, aunque aisladamente y quizá de manera parcial, los cuestionamientos al gobierno por la disminución de sus derechos y de su calidad de vida, en contraste con el entreguismo o silencio hacia los causantes y sostenedores del sistema imperante. Vemos también cómo sectores del pueblo ganan en conciencia y organización. La lucha de los maestros jubilados demuestra el inicio de un nuevo período de combates sociales. Sin embargo hay que entender que ellos, los jubilados solos no podrán llevar adelante de manera significativa su lucha anticapitalista y de recuperación de la dignidad popular.
Las organizaciones gremiales que pese al esfuerzo del gobierno de la revolución ciudadana, no han dejado de existir, aunque hay que reconocer que han perdido incidencia y sus características actuales son distintas a las de los gobiernos anteriores, aun así, junto a los estudiantes universitarios son un sector importante y decisivo en la lucha popular, para emplazar y exigir a los gobernantes respecto del estado de crisis imperante.
Lo cierto es que, la situación actual tenderá a agudizarse al mismo ritmo que el germen de la unidad se fortalece, porque sin ellas y sin la unidad no es posible la coordinación de estrategias populares para cambiar radicalmente las bases para construir la patria nueva.

sábado, 18 de junio de 2016

De mejor amigo del hombre a una molestia social

Los perros vagabundos son un inconveniente en todo el mundo, en especial en las medianas y grandes ciudades. Todos, de una u otra forma hemos dejado que los perros vagabundos aumenten sin ningún control. Por lo que los municipios y las autoridades de salud, lamentablemente llegan a métodos muy crueles para el control de perros abandonados.

En nuestra ciudad, la gran cantidad de perros vagabundos o abandonados causan daños a la higiene y la propia estética de la urbe, puesto que en su afán de alimentarse destruyen los depósitos de basura, que para variar, en no pocos casos se sacan con mucha anterioridad e incluso se dejan en cualquier lugar; además estos animales depositan gran cantidad de excrementos en la vía pública¸ convirtiendo estos espacios en fuentes de transmisión de diversas enfermedades e infecciones.
Esto se agrava porque los perros de la calle han adoptado un estilo de vida agresivo por la poca tolerancia que mostramos hacia ellos, lo cual crea la posibilidad real de que los ciudadanos, especialmente los niños sean atacados por estos perros, los cuales al no tener un adiestramiento correcto actúan de manera salvaje en su afán de defender su alimento y su territorio.
Por otro lado, los ciudadanos hemos desarrollado cierta maldad hacia estos y otros animales abandonados. Es común enterarnos y encontrarlos golpeados, atropellados y matados de manera cruel e intencional, erróneamente se considera que son un estorbo; incluso nos hemos enterado de abusos de tipo sexual que no se justifican bajo ningún punto de vista.
La comodidad de la gente, ha hecho que el problema de los animales vagabundos sea cada vez mayor. Si pudiésemos ponernos en su lugar quizás haríamos algo por ellos. Imagínenos tener que pasar hambre y frío y al mismo tiempo ser echados de todos lados por considéranos una molestia.
Es por tanto ineludible que desde la familia, la escuela y los medios de comunicación, todos sumemos esfuerzos para educarnos acerca de la tenencia responsable y afectiva de perros y otras mascotas. Con seguridad lograremos la disminución basura y heces fecales de perros en las calles, consecuentemente evitaremos así el ataque de aquellos perros que parecen potencialmente agresivos, lo cual además mermaría el sufrimiento animal, referente al maltrato físico y alimentación deficiente.
En fin, nuestra actitud bien puede contribuir a dar soluciones más factibles que el potencial peligro de sacrificar al mejor amigo del hombre.

sábado, 11 de junio de 2016

Un proyecto diferente “porque esta vez no se trata de cambiar un presidente...”



En la coyuntura actual el descontento popular crece pero no llega a ser capitalizado por las fuerzas de centro izquierda, posiblemente lo intentan. Pero todo se queda en la cacareada frase de que hay que recuperar la democracia y las libertades, y se queda allí, porque las mayorías populares no se benefician en nada, quizá de los sueños…
Con mucha claridad lo afirma el alcalde de Guayaquil, "la libertad hay que rescatarla, la democracia hay que rescatarla, y luego rescatar el modelo", rescatar un modelo de democracia y libertad para quién, para las elites, para la burguesía y a lo mejor para las clases medias, pero no para el pueblo de pie.
Es urgente entonces que las organizaciones populares junto a las fuerzas progresistas y de centro izquierda que participan de las manifestaciones contra alianza país, que pregonan el “fuera Correa fuera”, tengan un proyecto político más avanzado de transformación social y nacional, un proyecto diferente al anunciado y sobre todo, diferente al que apoyaron y el que hoy es ampliamente rechazado por el pueblo.
Porque parafraseando a los Inti Illimani, “esta vez no se trata de cambiar un presidente, será el pueblo quien construya un Ecuador bien diferente”. Está claro que no basta derribar o prohibir políticos marcados por la corrupción o por la falta de compromiso con el pueblo. Tampoco es válido enfocar las críticas no solo al Presidente Correa y a su movimiento, o a la derecha tradicional y remozada, porque en términos generales, ambos sectores siguen reproduciendo los mismos vicios, porque sólo están interesados en mantener sus prerrogativas y sus esquemas de poder. 
Es preciso que las organizaciones populares y quienes están interesados en un cambio profundo que dinamice y consolide la verdadera unidad para derrotar la crisis, para contar con la fuerza del pueblo que capitalice el descontento popular, para que de la clase trabajadora se junte de abajo hacia arriba, con objetivos innegociables, para que se haga efectiva la reducción de las desigualdades, para que se vivan los derechos fundamentales, para que se concrete la mejoría de todos los servicios públicos, para que se profundice la lucha contra todas las formas de explotación de los sectores marginados.
En fin el compromiso mayor de las organizaciones populares debe ser el de dejar de ser utilizados y exigir la construcción de una sociedad justa, igualitaria, equitativa, libre, democrática y soberana.

domingo, 5 de junio de 2016

Avanzar junto al pueblo hacia la recuperación de las libertades

En América Latina el movimiento pendular político ha sido corto e inclinado más a la derecha burguesa que a la centro izquierda. A raíz de la sospechosa y trágica muerte del Presidente Roldós, el Palacio de Carondelet ha tenido inquilinos de todos los colores, varios de ellos incluso desalojados sin previo aviso no tanto por el incumplimiento de promesas cuanto por, los intereses de los grupos de poder político y económico.
El actual Presidente, forzado más por su petulancia que por su capacidad, se jacta de vivir en el Palacio solamente en las ocasiones que por trabajo con su gabinete debe trasnochar. Al parecer trasnocharse por trabajo tanto a él como a sus colaboradores los ha hecho creer, que el contexto político social y económico del 2006 sigue igual. A una década de las arengas antimperialistas, buena parte de los ecuatorianos y ecuatorianas que anhelaban un cambio y una patria más equitativa en oportunidades de trabajo y dignidad, está desencantada.
El discurso izquierdoso, la facilidad de palabra y las obras que sirvieron inicialmente para unificar a los más diversos sectores progresistas y de izquierda al rededor del proyecto de revolución ciudadana ya no es el mismo. Ahora las actitudes y acciones equivocas son la razón para que el respaldo a su gestión vaya en decadencia, en especial por la prepotencia y persecución precisamente a los sectores que lo apoyaron. 
La pérdida de credibilidad se debe a la falta de combate a la corrupción y la derechización del proyecto inicial. El pueblo ecuatoriano ya no se sorprende de que la dirigencia y tecnocracia de AP impida de diferentes formas incluso a su propia militancia la efectiva participación democrática y protagónica en la construcción de la “patria altiva y soberana”. 
Ante estas circunstancias, las organizaciones sociales y políticas de raigambre popular, tomando conciencia del actual escenario político e ideológico, agrupadas en el denominado centro izquierda, se han planteado la tarea de construir un referente orgánico, un plan de Gobierno capaz de dar respuestas a la crítica situación que se vive en el país.
Es tarea ineludible de quienes conforman y apoyan al frente de la centro izquierda, tener la precaución de no caer en la tentación de juntarse sólo para cambiar de presidente sino para lograr la unificación de los más amplios sectores en función de cambiar la estructura política y avanzar junto al pueblo hacia la recuperación de las libertades.

domingo, 29 de mayo de 2016

28 de Mayo: La Gloriosa que a la final no lo fue

Para la historia de los pueblos, la mayoría de las veces la memoria y la conciencia social ha sido escrita y usufructuada por quienes han ostentado el poder político y económico y no por quienes la protagonizaron. Uno de los hechos más trascendentes para los sectores populares y de los trabajadores, es la Revolución del 28 de Mayo de 1944, a la que se la denominó la “Gloriosa”, porque para los trabajadores fue el resultado de un proceso de unidad del movimiento obrero y de recuperación de las libertades.
Para 1944 se heredaba una crisis caracterizada por la corrupción y la inestabilidad de las minorías oligárquicas que se rifaban el poder ya sea por elecciones fraudulentas o por la imposición de dictaduras. En este contexto, surge una amplia pero frágil alianza política en la que "se dieron la mano frailes y comunistas", una alianza entre conservadores, liberales, socialistas y comunistas que al triunfo de la “gloriosa”, al decir de Benjamín Carrión, deciden entregar el poder a Velasco Ibarra, de quien se esperaba devuelva al pueblo los sueños de “volver a tener patria”. 
Cabe destacar que la creación de la Confederación de Trabajadores del Ecuador CTE, la FEUE y la Casa de la Cultura fueron el resultado de la presión de los sectores de izquierda como Pedro Saad, Gustavo Becerra, Ángel Felicísimo Rojas, Manuel Agustín Aguirre, Benjamín Carrión, entre otros, para quienes estos acontecimientos eran la posibilidad y “el imperativo formidable… de hacer una patria, de construir una patria".
Sin embargo, esta diversidad de fuerzas e intereses que concurrieron en la revolución del 28 de Mayo, a los pocos meses desvaneció la posibilidad de hacer realidad el proyecto de cambio por el cual se reveló el pueblo. Fueron los grupos de poder político y económico quienes traicionaron los principios y acuerdos iniciales para la recuperación de las libertades públicas, para erradicar la corrupción y superar la crisis económica y otros males que -como en la actualidad-, agobiaban a la patria y más a los sectores populares que luchan por una sociedad más justa y equitativa.
De la Revolución del 28 de Mayo, de la “Gloriosa”, nos queda como enseñanza que los acuerdos coyunturales se vuelven pronto en desacuerdos políticos e ideológicos que se evidencian en la lucha de clases y en el ahondamiento de la crisis política que finalmente privilegia al Estado neoliberal.

jueves, 19 de mayo de 2016

En política, solo vencen los que tienen el empuje y la pasión necesaria para la victoria.

Resulta casi cotidiano y sorprendente escuchar a ciudadanos cuya firmeza ideológica era evidente, expresarse de manera despectiva de los líderes populares y de izquierda porque apoyaron al Presidente Correa en sus inicios, culpándoles de la actual situación económica y política que vive el país. Y no es sorprendente, tan solo porque se les culpe, sino por las tantas simplezas y ligerezas que se manifiestan. 
No se puede negar que la izquierda revolucionaria en su afán de acceder al poder ha cometido errores de cálculo estratégico políticamente hablando, pero, qué personas, que siguen disfrutando de la derechización del actual gobierno y que ahora se dicen independientes, no quieran reconocer, que los sectores populares apoyaron a Rafael Correa por que creyeron que el denominado proyecto de la revolución ciudadana, planteaba una solución rápida y efectiva a tantos años de postergación y abandono.
Calificar de oportunistas e incluso de traidores a los líderes populares y dirigentes políticos de izquierda, porque se separaron a tiempo del gobierno por la evidente derechización, que con favores paternalistas confunde a los sectores populares y en la práctica camina hacia la reestructuración o reconversión del sistema neoliberal, no es tan grave como callar que alrededor del gobierno se instaló un grupo de embusteros y aduladores que poco a poco creció y que aprovechándose de los cargos políticos y burocráticos amasó fortunas cubriéndose del silencio y la corrupción.
Hacer dirigencia social, gremial y política no es tarea fácil, porque ante cualquier acción de solidaridad a favor del pueblo o de exigir justicia, tarde o temprano asoma el vivo criollo” que todo lo corrompe. Cabe preguntarse y responderse. ¿Por qué la solidaridad no emana dentro de la organización barrial, del sindicato o de los sectores pobres y necesitados? ¿Por qué cualquier esfuerzo por acortar la brecha de la pobreza se diluye por la corrupción? ¿Será que la culpa la tendrá solo los corruptos o el gobierno? ¿Será que hay quienes solo les interesa tener un pueblo acostumbrados a pedir y a no dar ni hacer nada por elevar su conciencia social?.
En fin ante, para entender la actual crisis agravada por los sismos naturales, políticos y económicos y para acortar esa brecha de la pobreza, son oportunas las sabias palabras de José Martí: “en política, solo vencen los que tienen el empuje y la pasión necesaria para la victoria".

viernes, 13 de mayo de 2016

Vender las empresas estatales no es otra cosa que entregar el dinero público a la empresa privada

La catástrofe en la costa ecuatoriana ahondó la crisis económica que hace rato atraviesa el país, esta tragedia casi como anillo al dedo y bajo el pretexto de buscar recursos para la reconstrucción de las zonas afectadas, ha permitido al régimen anunciar la venta de empresas públicas como la Hidroeléctrica Sopladora y el Banco del Pacífico.
Los recortes presupuestarios a los municipios y el desmantelamiento y la privatización de las empresas públicas en nuestro país, son maniobras neoliberales perfectamente diseñadas por los organismos financieros multilaterales, a las que el gobierno se somete bajo el pretexto de “transformar esa riqueza en liquidez… (y) obtener miles de millones de dólares” para afrontar las consecuencias del terremoto.
El FMI, el Banco Mundial y ahora el Gobierno Chino condicionan al gobierno ecuatoriano, el aumento de impuestos, congelación de salarios, supresión de puestos de trabajo, la explotación de recursos naturales y la venta de las empresas estatales previo a otorgarle créditos. Cabe entonces preguntar y contestar: ¿es conveniente para el interés social vender por adelantado recursos como el petróleo? ¿Será correcto que sectores estratégicos para el desarrollo nacional estén bajo el control del capital privado? Obviamente que no, ni lo uno ni lo otro. Las experiencias recientes, nuestras y de los países vecinos, nos han dejado tristes enseñanzas.
El gobierno autodenominado revolucionario, debería optar por una reforma estructural que le permita replantear sus relaciones con los sectores de la empresa privada, asumiendo el rol de regulador y controlador de la economía nacional y así evitar el empobrecimiento al que nos conduciría la venta de las empresas públicas y otros “activos”, que en la práctica terminarían sirviendo para pagar la deuda contraída. Temor nos asalta saber que expresas chinas son las que comprarían la Hidroeléctrica Sopladora y el Banco del Pacífico en la misma forma que compraron el Hotel Quito, con una dudosa licitación.
Lo cierto es que gracias a la venta de las empresas públicas, el FMI y las operadoras chinas controlarán la capacidad del gobierno para decidir en temas claves para la sostenibilidad de la economía nacional. Por lo que, queda a los sectores populares y progresistas que luchan por la soberanía nacional, rechazar las estrategias neoliberales que anteponen los grandes beneficios empresariales a los derechos básicos del pueblo, como el derecho a la salud, educación y trabajo.

sábado, 7 de mayo de 2016

Una Universidad autónoma y solidaria

Desde la epopeya federalista de 1859 encabezada por don Manuel Carrión Pinzano que dispone que en el “Colegio San Bernardo se impartan estudios de jurisprudencia, filosofía y letras, teología y medicina”, data la historia de nuestra Universidad Nacional de Loja, que con altibajos, especialmente de carácter político, ha ido adaptando su orientación y organización para el servicio del pueblo y el desarrollo de la región sur y del país.
Sin duda, podría decirse que la historia de nuestra Alma Mater es también la historia de las luchas sociales lojanas. Puesto que hasta hace poco, si hasta hace poco, podíamos ver reflejada en la conciencia de sus docentes, trabajadores y estudiantes, la defensa concreta de los legítimos intereses de los pueblos del sur, poniendo en sus actos un ejemplo para lograr un mundo más humano. 
En la otrora FEUE los estudiantes forjaron su conciencia solidaria y de compromiso con los sectores populares convirtiéndose en los protagonistas de la historia, aquel organismo estudiantil era quien junto a los estudiantes y al pueblo, rechazaban las estructuras económicas y políticas de los gobiernos de turno que permitían la alienanación y sometimiento del país a intereses oscuros. Desde la FEUE nacía el rechazo a las metodologías del poder encaminadas a convertir al hombre en el lobo del hombre. Hoy con nostalgia y a pesar que los sueños populares por una patria emancipada siguen firmes, vemos una universidad intervenida políticamente y a la vez callada ante una lucha que sigue siendo justa y necesaria.
Los lojanos reclamamos entonces el rescate de la Universidad para los estudiantes y el pueblo. No partimos de cero, sabemos que en la herencia del movimiento universitario lojano muchos fueron los aportes para hacer de la educación un camino hacia la libertad y por el verdadero de cambio, los lojanos reconocemos y honramos esa historia. 
Por eso, saludamos la creación de una veeduría que no solamente se encargue de transparentar el apurado concurso para docentes sino toda la administración, incluida la comisión interventora, en esa tarea será prioritario rescatar la conciencia crítica y unidad de todos los estamentos universitarios y de los lojanos para edificar ahora lo que necesitamos y no lamentarnos mañana por no haber tenido el coraje de exigir el respeto a la autonomía universitaria. 
La tarea nos espera para que la acción se concrete en propuestas alrededor de la academia y la solidaridad con el pueblo.

viernes, 29 de abril de 2016

LA VERDADERA TRAGEDIA QUE SUFREN LOS PUEBLOS ES LA DEPENDENCIA Y EL OLVIDO

Como siempre las consecuencias de las catástrofes castigan más a los sectores modestos de la población; sea por la estrechez, tipo y ubicación de sus viviendas en sitios muy expuestos a las calamidades naturales, o por la falta de recursos, más aún cuando las tragedias llegan en medio de crisis económicas y falta de fuentes de trabajo.
El terremoto en la costa ecuatoriana o el desborde del río Damas que arrasó la parroquia Alluriquín, no es solamente un problema telúrico o climatológico como se plantea; la verdadera tragedia que sufren los pueblos, es la dependencia y el olvido de cada uno de los gobiernos de turno. 
El gobierno junto a los grupos empresariales y la derecha política dicen que la solidaridad debe ser “sin banderías políticas”; mientras por otro lado atacan a los sectores populares que han comenzado a organizarse para decir basta a cada una de las medidas neoliberales que imponen los organismos de “desarrollo” internacional con el pretexto de obtener recursos. 
En estos días se evidencia que el hambre y la necesidad de la gente tienen carácter de clase. La repetida y reciente actitud de prepotencia del Mandatario que manda a callar y amenaza con meterlos a la cárcel por pedir agua. También tiene carácter de clase la desesperación popular, pues la desorganización en la entrega de la ayuda contrasta con la gran cantidad de efectivos policiales y militares para “cuidar la propiedad privada”. 
El oficialismo se enoja porque se exige la conformación de veedurías ciudadanas para controlar que los recursos destinados a la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto, efectivamente sean destinados para lo que se dice y no para tapar otros huecos fiscales generados por la crisis y no por la catástrofe. 
Finalmente hay que recordar que la prensa de Haití, luego del siniestro telúrico informaba que “la ayuda internacional no es sino una empresa lucrativa disfrazada de obra de caridad”. Lo cual es cierto. Durante la Conferencia Mundial de los Pueblos celebrada en Brasil: se afirmaba que “aproximadamente el 70% de los fondos de la ayuda internacional destinada a los países en desarrollo acaba en las arcas de las empresas y ONG de los países donantes”. Es decir, lejos de ayudar, esta dinámica crea una relación de dependencia que obstaculiza el desarrollo e impide la organización popular para la defensa de la democracia y las libertades sociales. 

viernes, 22 de abril de 2016

Una tragedia más que afecta a todos

Sorprendidos por el terremoto del sábado anterior, volvimos a recordar nuestra historia y nuestras tragedias. Si en una cosa tienen razón los sectores populares que apoyaron al gobierno es cuando dicen que de la burguesía política no hay que confiarse, porque en las campañas electorales dicen una cosa y después en la realidad hacen otras, como por ejemplo aprovecharse de la tragedia actual, para cargar de nuevos impuestos que en la práctica afectan más a los mismos perjudicados.
Esta pericia desde luego no es reciente, es una herencia de vieja data. Los gobiernos siempre han tenido reticencias a tratar con las fuerzas políticas prefiriendo someterse a los organismos internacionales que son quienes imponen las políticas pragmáticas de buena relación con los poderes económicos, incluso haciéndoles renunciar a sus principios ideológicos y enfrentándolos con las organizaciones de base que en algún momento les apoyaron.
A las permanentes tragedias del pueblo, el 16 de abril último llegó una nueva a los ecuatorianos; un terremoto de más de 8 grados en la escala de Richter con epicentro en la costa esmeraldeña. Los sismógrafos han registrado decenas de réplicas. El terremoto ha afectado a seis provincias dejando casi en escombros a la población turística de Pedernales. Cifras oficiales indican que las víctimas mortales superan las 600, alrededor de 10.000 heridos, unas 400.000 personas sin hogar y más de 3.000 edificaciones destruidas. A estas calamidades se suma la evidente tragedia económica que ya vivía el país, esto sin contar que la capacidad del gobierno para atender los servicios básicos antes del terremoto era bastante limitada; ahora, a los sectores y municipios dónde la tragedia sísmica no afectó directamente, la atención y dotación de recursos económicos es casi inexistente.
La asistencia internacional especialmente de los países vecinos incluidos Cuba, es evidente. La población está ubicada en campos de refugiados, el gobierno trata de reorganizarse, claro que la dañada infraestructura tardará largo tiempo en recuperarse. Sin embargo, inmediatamente después del terremoto y en medio de la desolación, las banderas ecuatorianas empezaron a ondear a media asta por todo el país en señal de solidaridad y esperanza. 
Tarea de los ecuatorianos y del gobierno, es que sin banderías políticas, ayudemos a los afectados a ponerse de pie. No con sentimentalismos, sino con la contribución efectiva, misma que debe convertirse en una especie de homenaje a las víctimas del terremoto.

viernes, 15 de abril de 2016

A propósito del Día del Maestro: Educación principal instrumento de movilidad social

“Usted formó mi corazón para la Libertad, para la Justicia, para lo grande, para lo hermoso”. Profundas palabras con las que Simón Bolívar, refiriéndose a Simón Rodríguez, sintetizó la labor del maestro y maestra que día acompañan, orientan y median el aprendizaje de la niñez y la sociedad hacia la construcción de la Patria nueva, emancipada y soberana.
A propósito del 13 de Abril Día del Maestro, fecha mayúscula en la cual recordamos a Eugenio Espejo, Juan Montalvo, Pio Jaramillo, Dolores Cacuango, Rosita Paredes, Consuelo Benavides, Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Eloy Alfaro, Miguel Riofrío, Benjamín Carrión, cuyos ideales permanecen vigentes. 
También conmemoramos este día a cientos y cientos de maestros y maestras anónimos que brindaron su aporte e incluso sus vidas para que la educación sea realmente el pilar fundamental del desarrollo de los pueblos y de la consecución de una vida digna. A los Maestros y Maestras nadie nos quitará el sueño de seguir trabajando con la mirada puesta en el futuro de nuestros niños y jóvenes y pensando en la educación como el principal instrumento de movilidad social que tienen las comunidades y para contribuir a la promoción individual, social y a una autentica emancipación de la sociedad.
La Constitución determina que la educación es una tarea ineludible e inexcusable y de prioridad para la inversión estatal a fin de garantizar la igualdad e inclusión social. Por ello, el pueblo ecuatoriano apostó sus esperanzas en una educación para la transformación social y nacional que esté orientada a la consolidación de una sociedad humanista, democrática, soberana, independiente, unitaria, intercultural, plurinacional y laica.
Sin embargo en el gobierno actual, la educación dejó de ser una política de estado que impulse el desarrollo, convirtiéndose en una “política de compensación social” al margen de lo que establece la Constitución. Con ello se desvalorizó socialmente la tarea educativa y el rol de los maestros.
A propósito del 13 de Abril, expreso un saludo cordial al Magisterio ecuatoriano, a los Maestros y Maestras de la Provincia de Loja y en particular de la Escuela Miguel Riofrío, quienes saben que su mejor estímulo lo encuentran en los ojos felices de la niñez y juventud, con la que comparten alegrías y tristezas en su permanente lucha por eliminar la pobreza y las injusticias sociales.

viernes, 8 de abril de 2016

El uniforme escolar y la diversidad personal

Hace rato me insiste mi colega. Dice que la disculpe por la insistencia pero que le preocupa el asunto de la moda escolar. No sabe si será importante para mí, para ella lo es claro, y para la sociedad, pero no tiene idea de si su preocupación pueda interesarle a alguien más.

Lo cierto es que el fenómeno de la moda escolar siempre ha sido motivo de dolores de cabeza para padres de familia, docentes y directivos. Casi es una norma que los adolescentes trasladen la manera de vestir y lucir a la escuela, ya sea por las preferencias individuales o por la alienación incorporada desde la televisión y las redes sociales.
El uso inadecuado del uniforme escolar es considerado como una falta leve sujeta a sanción, por tanto, no puede estar sujeta a las modas y debe ser respetado en su uso diario por parte de los estudiantes. Tampoco puede permitirse y en eso los profesores deber ser cuidadosos, es en el uso gorras y otras prendas que alteren el conjunto. Manifiesta mi colega que ni cuando era estudiante ni ahora que es madre de dos adolescentes, no ha estado de acuerdo en que se cuestione la forma de llevar el cabello, porque en eso siempre van a existir diferencias. Y es que efectivamente no todos somos iguales, lo cual con cierta simpatía se puede apreciar en los niños y niñas de los grados inferiores que todavía no viven detrás de la moda, no se maquillan ni se tiñen el cabello y verán cuanta diversidad de personitas son. 
Claro está y es tarea que nos corresponde a los adultos, es entender que los y las estudiantes desde antes de los doce años ya se sienten jóvenes y como tales desean lucir a la moda. Hay que llegar a consensos que no alteren la diversidad y tampoco fomenten la exclusión. Porque al igual que no se puede uniformar el pensamiento de los jóvenes como parece entenderse, tampoco se puede pretender reglamentar en los códigos de convivencia que todos deban ir iguales.
Si bien la moda no se hizo para las escuelas y creo que en algún momento ese principio comenzó a deteriorarse, no se puede creer que el uso del uniforme sirva para calificar los valores humanos o las virtudes. Sin embargo, las diferencias deben estar marcadas por el interés que ponga cada quien en superarse académicamente y demostrar un adecuado comportamiento.