Por el año 1999 tuve la oportunidad de leer la obra "Cartas a quien pretende enseñar" de Paulo Freire, una obra que ofrece una visión profunda y reflexiva sobre la educación en la que Paulo Freire, aborda la importancia de una pedagogía liberadora, la relación entre el educador y el educando, y la necesidad de una praxis educativa que promueva la conciencia crítica y la transformación social; e insta a cuestionar las estructuras de poder y dominación presentes en la educación tradicional.
En algún momento de mi actividad docente, durante un taller de actualización profesional y en mi condición de facilitador del mismo, intercambié experiencias y tareas con mis colegas, en una de ellas propuse analizar en grupos "Cartas a quien pretende enseñar", y que al final se presente, una breve carta en agradecimiento al legado de Paulo Freire. Confieso, fue una experiencia enriquecedora, una de las respuestas que abrevio enseguida, estaba llena de sentimientos encontrados, dolor, entusiasmo y compromiso:
“Queridísimo Paulo, tu legado cala muy hondo en mi corazón docente y me hace sentir que aún sigues entre nosotros. Tu visión de educación va más allá del simple hecho de aprender desde lo intelectual, sino que también desde lo social, moral y afectivo, lo que resulta fundamental para construir sujetos libres y conscientes en una sociedad que busque la constante transformación de su historia y cultura…. Te contaré un poco de mí, para que puedas entender porque tu visión cambió el rumbo de mi vida. Nací en el seno de una familia pobre, mi madre sola dedicó sus mejores años a criar a sus seis hijos, trabajó jornadas de 12 horas día a día para que nada nos faltara. Debido a las penurias, fui creciendo sin esperanzas, sin metas, sin sueños, hasta que un día llegó a mi vida una maestra diferente e inspiradora que, con sus convicciones, me cambió la vida. Seguro no le fue fácil lidiar a una estudiante rebelde y sin sueños, pero dedicó cada día de su trabajo a confiar en mí, incluso más allá de los límites; y ¿adivina qué? Lo logró”.
He allí la importancia que tiene un profesor o una profesora vanguardista en la vida de cada uno de sus estudiantes. Es indiscutible que aquella maestra plasmó la visión emancipadora de Paulo Freire en su quehacer docente, por ello logró hacerla sentir capaz y responsable de luchar por su formación, por su futuro.
En resumen, "Cartas a quien pretende enseñar" es una obra fundamental que recomiendo leerla, porque nos invita a repensar el rol de docentes y la naturaleza misma de la educación, destaca la necesidad de situar el proceso de enseñanza y aprendizaje en el contexto sociohistórico de los estudiantes, reconociendo sus realidades y luchas, proponiendo un camino hacia una pedagogía más humanizadora, inclusiva y comprometida con la transformación social, para construir una sociedad con menos injusticias e inequidades.