domingo, 31 de octubre de 2021

Alza de combustibles afecta más a los sectores populares

Al igual que en la época colonial, a los líderes indígenas que enfrentaron el aniquilamiento de sus pueblos; hoy, los luchadores populares que no aceptan se siga vendiendo la patria, son tachados de vándalos y terroristas. Ellos, parafraseando los afanes de Benjamín Carrión, también anhelan una patria llena de valor y altivez, fortalecida por la unidad y lucha para combatir no solamente la tristeza de nuestro pueblo, sino ante todo, la pobreza y la injusticia social productos de la corrupción y la evasión de impuestos.

En estos tiempos el robo al erario nacional es a plena luz del día, en medio del paro nacional, el Presidente Lasso, junto a la precarización del trabajo, dispone la privatización de las empresas eléctricas y decreta el alza de los precios de los combustibles. Consecuencia de esto, subirán los precios de los pasajes del transporte público (del pasaje urbano, ya se anunciado un pacto con los caciques del trasporte para imponer un valor inicial de 45 centavos y en diciembre de 50 centavos), subirán además los precios de los productos de la canasta familiar.

Lejos de buscar soluciones al conflicto social, el Presidente Lasso Pandora, perdón Lasso Mendoza, primero evade la fiscalización a sus inversiones en los paraísos fiscales, luego se va de vacaciones, el mensaje es claro, a él no le interesan los justos reclamos sociales de un pueblo que lucha por una vida digna. Lasso dice que “la paralización representa pérdidas a los pequeños negocios”, y tiene razón, a los grandes empresaurios no les afecta porque tienen amasadas fortunas acosta del trabajo y sufrimiento de los sectores populares, lo que no dice, es que la paralización la causa las políticas equivocadas de su gobierno.

Carlos Jijón vocero presidencial, expresa que se ha invitado a Leónidas Iza por la CONAIE y al Parlamento de los Pueblos a dialogar, pero después de las vacaciones del presidente. El problema del dialogo en Carondelet, es la falta de voluntad política precisamente para dialogar, eso se explica con la prioridad de salir del país, con seguridad a rendir cuentas sobre la entrega de los recursos naturales, las privatizaciones y el avance de las recetas neoliberales que impone el FMI y el BM.

El paro del pasado 26 de octubre, fue exitoso a nivel nacional, lamentablemente la represión costó medio centenar de detenidos y otro tanto de heridos. Esta movilización constituye la antesala de una mayor oposición al paquetazo del gobierno que con su grosera medida antipopular de congelamiento de los combustibles afecta a más de diez millones de ecuatorianos de a pie, que condenamos y rechazamos el estado de excepción que reprime al pueblo.

Finalmente dos pos datas:

Primero. El Presidente Lasso, manifiesta que “con el radar en Montecristi se terminó con la historia de entregarle a los narcotraficantes el territorio nacional.” El pueblo se pregunta servirá ese radar para controlar a los evasores de impuestos?;

Segundo. Mientras participaba de la marcha en la ciudad de Quito, alguien dijo: “ustedes no me representan”, le dije, tienes razón, “no eres ni chicha ni limonada”.

sábado, 23 de octubre de 2021

De los paraísos fiscales al infierno de la pobreza y la violencia

 
Mi profesor de filosofía decía que “el único paraíso… es el paraíso perdido”. Sí y no. Para la burguesía, para los banqueros y grandes empresarios existen los paraísos fiscales, hoy referidos por los Pandora Papers” del cual el presidente Lasso se jacta haber saneado en el 2017 sus inversiones. Lo que no aclara, es si pagó los impuestos correspondientes. Ahora se ha negado a ser fiscalizado por la Asamblea Nacional. Mientras que, para las masas de trabajadores y de los sectores populares, no existe el paraíso que en campaña se les dijo estaba a la vuelta de la esquina. Por el contrario, el gobierno condena a la mayoría a vivir en el “infierno”, en medio de la pobreza y la violencia, que son “el pan nuestro de cada día”.

No sólo en Guayaquil y Quito sino en todas las ciudades del país, la ciudadanía observa que la delincuencia y la criminalidad han rebasado a las fuerzas del orden. La sensación de inseguridad social se ha apoderado de los habitantes. Giramos la cabeza constantemente para comprobar si hay alguien detrás ya sea que nos movilicemos a pie o en vehículo. Vivimos en alerta y temor permanente. La demagogia, los conflictos de poder y el narcotráfico, parecen ser políticas de estado para mantenernos preocupados de nuestra propia seguridad personal y alejados de la lucha popular mientras desde la esfera pública se rifan la Patria.

Presionado por el pueblo y ante los crecientes niveles de criminalidad, el presidente Lasso decretó por 60 días “estado de excepción” en todo el territorio nacional. Durante este tiempo las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional se encargarán del “control de armas, inspecciones, patrullajes requisiciones de droga”, entre otras acciones. La pregunta es: ¿Y después qué? Acaso la violencia solamente es de “gente de mal corazón” que por deporte se dedica al hampa! No Señor Presidente, el problema es estructural, es un problema político, que en términos de salud, estaríamos frente a un cuadro de inseguridad social “epidémica”. El tratamiento de este mal, tiene que tener por objetivo, el mejoramiento de las condiciones de vida de los ecuatorianos.

En definitiva, los trabajadores junto a los sectores populares, el próximo 26 de octubre, por el bienestar de su familia y de la sociedad, saldrán a forjar la unidad y exigir el cumplimiento de las ofertas de campaña, el combate a la corrupción, el congelamiento de los precios de los combustibles, la creación de fuentes de trabajo, la elaboración de un nuevo código orgánico laboral; así evitaremos que dos de cada diez jóvenes estén fuera del sistema educativo y del mercado de trabajo convirtiéndose en presa fácil de las redes de la delincuencia.

No se trata solamente de que el pueblo “arrime el hombro”. Desde Carondelet y la Asamblea debe acordarse un cambio en la estructura política, económica y social que seguramente no nos conducirá al paraíso, pero al menos nos alejará del infierno de la pobreza y la violencia.

viernes, 15 de octubre de 2021

La actual caja de Pandora

Muchas veces nos hemos preguntado, ¿qué es y qué hay dentro de la caja de Pandora? La mitología griega cuenta que ésta contenía belleza, sensualidad, elocuencia, sabiduría, música y todos los encantos inimaginables, la misma que bajo ningún concepto debía ser abierta. Zeus el “Rey de los dioses y los hombres” responsabilizó a Pandora de abrirla y convertir los encantos en males que se expandieron por todo el mundo.

Hoy en día, las versiones modernas muestran a la caja de Pandora como la figura perversa llena no solo de curiosidad morbosa sino de enriquecimiento insaciable. La Pandora actual no es más que el sistema global neoliberal cuya “victoria” entre comillas reside, en que ha logrado despolitizar en gran medida a la sociedad y a su propio discurso, generando resignación social e impotencia de esos sectores indiferentes a sus propios problemas, a la vez reduciendo la acción de protesta frente a la explotación sin medida ni control de los recursos naturales de los pueblos menos desarrollados, hasta ahogarlos en mayor pobreza.

Parece que la caja de Pandora entre Carondelet y la Asamblea Nacional, se destapó. Ante la inicial negativa a apoyar la profundización del neoliberalismo y privatización de la economía nacional, en particular, la devolución de la Proforma Presupuestaria y el Proyecto de Ley Orgánica de Creación de Oportunidades, desde el Ejecutivo suenan voces de “muerte cruzada”, aunque el propio Presidente Lasso parece no interesarse, porque para recuperar la baja de popularidad intenta al igual que durante el correato, dividir a las organizaciones sociales y populares. Lo que sí ha llenado de coraje al banquero, es la predisposición de la Asamblea Nacional para investigarlo por el caso “Pandora Papers”, que de hallarlo responsable podría ser destituido.

Pese a que en campaña ofreció derogar el desatinado acuerdo del ex presidente Moreno que aumenta mensualmente el precio de los combustibles, ahora Guillermo Lasso enfatiza que no dará marcha atrás. El publicitado éxito del gobierno y la empresa privada en la vacunación se va apagando, mientras se encienden los reclamos ciudadanos por la falta de fuentes de trabajo, la inseguridad social y económica, disminución del presupuesto para salud y educación, por el engaño a los trabajadores de la salud que estuvieron en primera fila sin nombramiento durante las horas más crueles de la pandemia, por eso y mucho más, recorre el descontento popular como síntoma de un fracaso mucho más amplio que el de las recetas económicas que impone el Fondo Monetario Internacional.

El Presidente Lasso, enfrenta un proceso de investigación por sus inversiones en paraísos fiscales. Al respecto la ministra de Gobierno, Alexandra Vela asegura que es una patraña política cuyo fin es la conspiración para destituirlo. En esta atmósfera política, para librarse de una posible destitución por la evasión de impuestos en el caso papeles de pandora, al mandatario le quedan dos escenarios: aliarse al estilo de la “regalada gana” o, adelantarse a la muerte cruzada para disolver la Asamblea Nacional. En ambos casos, alista la represión a los sectores populares.

viernes, 8 de octubre de 2021

Radio Luz y Vida 54 años al “servicio de Dios, la Patria y Cultura”

   Radio Luz y Vida se apresta a cumplir 54 años sirviendo a la comunidad, una emisora que desde sus inicios se identificó con la defensa de los intereses de la comunidad lojana. Tal como lo dice su lema está al “servicio de Dios, la Patria y Cultura”. El Padre Julián Lorente con la firme idea de que “Jesucristo necesita una Emisora” fundó la radio, la misma que inicialmente funcionó en la casa conventual de la Iglesia de San Sebastián, para luego trasladarse al sitio actual, a la casa de las Madres Misioneras Sociales de la Iglesia, quienes la administran con ese espíritu cristiano propio de ellas.
   Las Hermanas Sociales de la Iglesia junto al excelente equipo de periodistas y colaboradores saben que la radio al igual que nuestro país, experimenta una transformación profunda, por lo que conocedores del contexto socio económico e imbuidos de su naturaleza de servicio a la sociedad, han puesto por delante la objetividad, ellos saben que la nostalgia y la parcialidad no es parte de su oficio, por la sencilla razón de que no hay tiempo que perder, que entre el ayer y el presente no hay pausas, menos cuando se trata de defender la libertad de expresión, los derechos y libertades ciudadanas.
   Aquello que nació como un sueño cargado de ilusiones y de proyectos hace 54 años, es una realidad que goza de la confianza de la colectividad. El 11 de octubre de 1967, iniciaba no sé si con el pie derecho o el izquierdo, lo que si es cierto, es que los sectores religiosos, populares, sociales, comerciales y políticos encontraron un eco para que sus pensamientos, sus palabras y sus justas aspiraciones no queden en el olvido, y así por este medio lleguen y sean escuchadas por la administración pública local y nacional.
   En aquellos días como hoy, cuando la libertad de expresión trata de ser conculcada, radio Luz y Vida sigue su marcha, se ha convertido en una antena abierta y en una especie de escuela que nos enseña día a día por medio de toda su programación a fortalecer la fe cristiana y a defender la democracia y la libertad, pero también a apoyar el desarrollo socio económico, cultural y político del “último rincón del mundo”.
   Confieso que al escribir estas líneas por el 54 aniversario de Radio Luz y Vida, se mezclan en mi ánimo un cúmulo de sentimientos diversos, esto por el hecho de ser un permanente oyente y ocasional colaborador en la línea de opinión, espacio desde donde se me permite reflexionar en voz alta por la defensa de la educación, las libertades y los valores democráticos.
   Tengo la certeza que Radio Luz y Vida, pese a las circunstancias actuales nada fáciles, se mantendrá con éxito en el reto de contribuir a que Loja y la región sur de la patria, se lancen con optimismo en su convicción de vencer sus desafíos históricos.

viernes, 1 de octubre de 2021

El cine en las aulas, una nueva experiencia de aprendizaje

En la ex Unión Soviética, durante la segunda guerra mundial, el régimen utilizó el cine para capacitar de forma acelerada al ejército popular. Esta técnica, al estimular la memoria visual ayudó a mostrar procedimientos y desarrollar habilidades a quienes se encargarían de la defensa de aldeas, ciudades de la “Gran Patria”. Una vez finalizada la guerra, con la victoria del Ejército Rojo sobre los nazis, las experiencias de ese proceso fueron traspasadas al sistema educativo soviético.

Algunos pedagogos y educadores rechazaron la utilización del cine y otros recursos audiovisuales en el aula; pero también hubo pedagogos y profesores revolucionarios seguidores de Antón Makarenko y León Tolstoi que se fascinaron con la introducción del cine a las aulas. La teoría marxista-leninista considera de gran importancia a “la actividad viva del niño en el proceso de su formación”, es decir en la convivencia misma con los demás en la escuela y fuera de ella.

Según el Ministerio de Educación, en marzo del 2020 la totalidad de estudiantes fueron afectados por la suspensión de las clases en el contexto de la pandemia. El paso forzoso de las clases presenciales a la enseñanza virtual desnudó las desigualdades sociales, económicas y digitales, particularmente en conectividad y aparatos tecnológicos. Además los docentes tuvieron que adaptarse a las nuevas relaciones pedagogías-educativas y acoplar el método de enseñanza-aprendizaje a fin de poder llegar a los más amplios sectores.

En el Ecuador el empleo de la tecnología digital en las aulas no debe ser tema de discusión. Hay que resaltar la posibilidad de que como sociedad encontremos mecanismos para ser parte del sistema globalizado de la información y la comunicación, para adaptarnos a la realidad actual y para que nuestros estudiantes y los ciudadanos mejoremos las destrezas digitales, aprovechando los avances tecnológicos que nos permite acceder a más espacios desde la “comodidad” del hogar. Sin embargo, también nos trae dificultades que pueden obstruir el ejercicio pleno de derechos, especialmente a la educación.

Una de las amenazas percibidas en los espacios de aprendizaje, es que no todos cuentan con las mismas posibilidades de acceso a la virtualidad, en unos casos el acceso es limitado y en otros ni siquiera se puede por la falta de equipos y de conectividad, lo que representa una gran dificultad no solo para el estudiante, sino para toda la familia. Este aspecto se ha visto agravado por el empobrecimiento de las relaciones personales, aislamiento familiar, lo que profundiza la lógica individualista que finalmente es uno de los objetivos del sistema capitalista.

Por último, la teoría de educación para la liberación, considera que la tarea más importante del docente, es la de organizar la actividad educativa de forma tal, que conduzca a la formación integral del estudiantado y de la sociedad. Ante la desatención del gobierno bien puede utilizarse la televisión como cine en casa y en las aulas para que los estudiantes accedan a nuevas experiencias de aprendizaje y desarrollen sus capacidades cognitivas e intelectuales.

viernes, 24 de septiembre de 2021

Un hombre emprendedor que se ajuste a las reglas neoliberales

Buena parte del pueblo ecuatoriano reconoce al gobierno el éxito entre comillas en el programa de vacunación contra el COVID-19. El presidente Lasso, dice que más del 50% de la población ha sido vacunada, hechos que los medios de comunicación recalcan a diario como algo extraordinario, aunque no señalan los desaciertos en temas de infraestructura sanitaria, educación y oferta laboral, al punto que la Asamblea Nacional ha observado la Proforma Presupuestaria del 2021 precisamente porque de manera inconstitucional se han realizado recortes económicos en varios rubros.

Ese aire de triunfalismo que ha conducido a la administración pública a creer que están por buen camino, ahora luce enrarecido por el reclamo popular. El gobierno ha anunciado un encuentro con la CONAIE pero imponiendo condiciones, para ello, han adelantado que el decreto que eleva el precio de los combustibles no será derogado. Que se están tomando las medidas para focalizar los subsidios a fin de contener los niveles de inflación y el crecimiento de la pobreza, cuyo tratamiento, incluso para los más optimistas, es mirado con pánico y desconfianza.

No todo el pueblo ecuatoriano vive la misma realidad. Enfrentar el día a día sin el pan para los hijos, es aún más riesgoso que la contaminación y la muerte. Como una especie de celebración de los cuatro meses del gobierno, los responsables del gabinete ministerial se esfuerzan por hacernos creer que hay indicios de crecimiento económico y a la par, lanzan una agresiva propaganda a favor de un nuevo código laboral denominado “Ley de oportunidades”, propuesta que contiene una serie de reformas para la eliminación de los derechos laborales de los trabajadores, derechos que fueron conquistados en duras jornadas de lucha, enfrentado persecuciones, cancelaciones, la cárcel y la muerte.

Detrás de la iniciativa de un código laboral paralelo, está la burguesía desesperada por recomponer las leyes para asegurar sus capitales y sus ganancias. Los términos de la “Ley de Oportunidades” son en realidad normas para referirse a la humillación de las condiciones de trabajo. Es decir, un ataque a las conquistas de la clase obrera como vía para aumentar la explotación. Lasso y la derecha exponen que en la nueva ley se incluirían a 7 de cada diez ecuatorianos sin trabajo, tácitamente reconocen un 70% de pobreza. Es decir nos proponen un nuevo instrumento neoliberal con el que configuran un nuevo trabajador, un hombre emprendedor para con ello encubrir las duras reglas de la ruleta neoliberal; así, plantean ajustar la crisis a favor de los ricos, consecuentemente, endosan mayores penurias a los sectores populares.

Finalmente, es necesario una movilización unitaria sin vacilaciones para salir a las calles a rechazar las recetas neoliberales que impone el FMI y el Banco Mundial. Recetas que pese a la pandemia colocan demasiadas ganancias en muy pocas manos. Solamente con la movilización y la acción masiva de los trabajadores y de los sectores populares se logrará revertir la propuesta neoliberal; y así, solo así, construir un país más equitativo y solidario.

viernes, 17 de septiembre de 2021

Ineptitud e incapacidad obstaculizan lucha colectiva de los trabajadores

La crisis que vivimos los ecuatorianos es resultado de las políticas neoliberales de los gobiernos de turno, crisis que se profundizó entre diciembre de 1999 y enero de 2000 con la dolarización y el feriado bancario decretado por el “demócrata cristiano” Jamil Mahuad. Las consecuencias inmediatas fueron la pérdida de los pequeños ahorros de los trabajadores y de la gente de los sectores populares, el crecimiento de la pobreza, etc.

El gobierno de la pseudo “revolución ciudadana” inicialmente sembró esperanzas de cambio, esperanzas que pronto se desvanecieron por la concurrencia de una serie de factores que fueron polarizando un proceso de descontento en los más amplios sectores sociales. Descontento que no explotó durante la época del correato por la acción dictatorial de persecución, encarcelamiento y criminalización de la protesta popular. Eclosión que en octubre de 2019 fue incontenible particularmente por la participación unitaria y de lucha del movimiento campesino e indígena que junto a las organizaciones sindicales rechazaron la eliminación del subsidio a los combustibles.

El hecho real es, que el Presidente Guillermo Lasso no ha podido poner en marcha el proyecto de gobierno ofrecido en campaña, por el contrario, junto a los grandes empresarios se ha empeñado en ejecutar un programa neoliberal por el que el pueblo nunca votó, cuyo eje central es una supuesta y salvadora ley de oportunidades laborales con las cuales pretende generar fuentes de trabajo y disminuir la pobreza. Lasso y su equipo no entienden que el empobrecimiento se explica por el congelamiento de salarios, la privatización de bienes y servicios, el alza mensual de combustibles, los altos intereses usureros de la banca, el estancamiento del Ecuador en el mercado económico mundial, entre otros.

El objetivo primordial de la derecha y el empresariado es contar con una legislación laboral que garantice sus ganancias. Lo cual solamente podría lograrse con normas que precaricen el trabajo de los ecuatorianos. Por eso, cabe preguntarnos que encierra la precarización. Obviamente conlleva la vulnerabilidad social, incertidumbre, ausencia de seguridad laboral, eliminación de derechos sociales vinculados al trabajo, flexibilización de la jornada laboral, bajos salarios, inseguridad social, jubilación incierta. Conquistas que de alguna manera se contemplan en el actual código laboral, que por cierto debe reformarse, pero en acuerdo con los trabajadores, empresarios y gobierno para garantizar la igualdad de oportunidades y condiciones de vida dignas.

Sin embargo, en el discurso neoliberal del Ministro “Doloso” y del presidente Lasso, claramente se expresa la intención de desaparecer la jubilación patronal, de eliminar las indemnizaciones, de quitar las utilidades referentes a las cargas familiares. Entonces, empleo y pobreza siendo dos fases interactivas se colorean con una tonalidad de “oportunidades”. Por tanto, no es difícil detectar los peligros implícitos en el discurso y en la propuesta gubernamental, que en realidad encubre la inestabilidad del empleo, la precariedad laboral y la pobreza.

Finalmente, el fracaso neoliberal es sinónimo de ineptitud e incapacidad que obstaculizan la lucha colectiva de los trabajadores y ocultan la eliminación de la organización sindical.

viernes, 10 de septiembre de 2021

Un código laboral para los de “veinte dolaritos”

   La desigualdad es mayor cuando los beneficios y oportunidades de las personas dependen de su posición social, económica, ideológica, etc., igualmente la característica de inequidad, y no me refiero al significado marxista, sino a la situación vigente, al capitalismo voraz que rige nuestro país, lo que impide que se conceda posibilidades a cada quien según su necesidad y se le permita a las personas aportar plenamente según su capacidad, situaciones estas, que profundizan las diferencias sociales y la lucha de clases que el gobierno y la burguesía se afanan en desconocer su validez.

La pobreza no se delimita solamente por la brecha entre los que tienen más y los que tienen menos. La riqueza y pobreza se evidencian por la cantidad de acceso a agua potable, electricidad, saneamiento, educación, salud y otros servicios básicos. En Ecuador, el cálculo es sencillo, y siendo generosos, cerca de 500 mil personas entre ricos y muy ricos controlan la misma cantidad de riqueza que los 17 millones de gente de medianos ingresos, pobres y muy pobres del país; el resultado puede expresarse con una sola palabra, desigualdad. 

El candidato Guillermo Lasso con la ayuda de la empresa privada ofreció aumentar las fuentes de trabajo con el objetivo de disminuir la pobreza hasta el año 2025. Eso implica que cada año por lo menos un millón de personas deberían comenzar a tener ingresos por encima de los “veinte dolaritos” mensuales. Es decir, cada mes aproximadamente 80 mil personas tendrían que tener un trabajo seguro y estable y no solo la oportunidad de conseguirlo. Sin embargo, el mejoramiento económico por sí, no supone salir de la pobreza, la historia demuestra que la única forma es que el gobierno otorgue poder a los sectores populares para que ellos planifiquen en función de país. 

Es paradójico que el presidente Guillermo Lasso proponga existan dos códigos laborales. Uno para quienes ya tienen empleo y otro nuevo para los desempleados. La “Ley de Oportunidades” se supone es aplicable a los nuevos empleados, los cuales “mantendrían derechos como décimo tercer y cuarto sueldo, vacaciones, afiliación a la seguridad social”. Si eso fuera cierto, para qué dos códigos. El propio Ministro de Trabajo, descaradamente ha reconocido que la estabilidad laboral no es importante, es decir, no está garantizada, contradiciendo el mandato constitucional que expresa que todos los ecuatorianos debemos gozar de los mismos derechos.

La falta de trabajo que conduce a la pobreza, en el Ecuador es un problema estructural. El gobierno del desencuentro debe establecer como elemento esencial de acción, políticas firmes para erradicar el miserable fenómeno de la pobreza en todas sus expresiones. Reitero, no es solamente el reparto económico, hay que lograr una efectiva desconcentración y descentralización del poder. Solamente así, los gobiernos autónomos podrán diseñar políticas y proyectos para combatir la pobreza ahondada por las pandemias sanitaria y de corrupción. Políticas, que en la práctica beneficien a la mayoría de ciudadanos y no solamente a los grupos de poder.

viernes, 3 de septiembre de 2021

Si se apadrina una escuela, por qué no se apadrina la pobreza

    
 
   Que el retorno “controlado, progresivo y voluntario a las aulas,” que el COE, que el Plan Institucional de Continuidad Educativa, que la empresa privada se hará cargo de las responsabilidades del gobierno para garantizar la educación, etc., etc.; en medio de esa incertidumbre se inició el año lectivo. Las clases, que presenciales, que semipresenciales, que virtuales, que como quieran. Al gobierno del encontronazo no le importa la infraestructura de las escuelas ni el distanciamiento social, no le importan los pobres.

  La Ministra de Educación se jacta de que más de 500 escuelas y más de 100 000 estudiantes del régimen Sierra y Amazonia, retornaron a clases presenciales; se jacta de inaugurar una escuela fiscal de educación a virtual en todo el país, lease bien, una escuela en todo el país; se jacta del programa “Apadrina una escuela”, en el que, supuestamente las empresas privadas invertirán 600 millones para repotenciar 10.000 escuelas. ¿Repotenciar? ¡Acaso ya están potenciadas! Tecnocracia ciega, o mejor dicho insensible. Aún buena parte de plantes no tienen acceso a agua potable, otras están semidestruidas, no hay equipos tecnológicos y peor conectividad. Pese a esta cruda realidad, el gobierno no destina el presupuesto constitucional, al contrario, se empeña en el apadrinamiento de escuelas, programa que ya fracaso durante la etapa del correato. En otras palabras, “disimuladamente” abre las puertas a la privatización de la educación.

   Si se apadrina una escuela, por qué no se apadrina la pobreza. La ONU, al declarar el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, proponía como lema: “no dejar a nadie atrás, pensar, decidir y actuar juntos contra la pobreza extrema en todo el mundo.” El gobierno del encontronazo, parece desconocer esta declaratoria, por eso, pone especial atención en la venta de empresas públicas, en la explotación petrolera y minera que genera ganancias a la burguesía, pero no hace nada por visibilizar la pobreza y a los pobres del Ecuador. En suma, no hay iniciativas que favorezcan al objetivo de generar fuentes de trabajo y una renta básica que contribuya a acabar con la creciente indigencia en el país.

   Las organizaciones sociales y de trabajadores, exigen del Presidente Lasso y su gabinete que sitúen la erradicación de la pobreza y la exclusión social en lo más alto de las prioridades Eso implica crear políticas de gobierno que replanteen el reparto de la riqueza a través de la acción de los poderes públicos. Por otro lado, está en manos de la Asamblea Nacional acabar de un plumazo con la pobreza extrema y la creciente exclusión social, es decir, elaborar las leyes respectivas que fortalezcan la institucionalidad y el desarrollo del país, y a la vez, garanticen la estabilidad de los trabajadores, la seguridad y un salario básico que dignifique la vida humana.

   Tal parece que la historia se repite cada cuatro años como una liturgia todos nos dicen que las cosas van cambiar. Nada más lejos de la realidad. Ahora mientras el presidente Lasso está entretenido en culpar al gobierno anterior y a la pandemia, los salarios se deterioran, aumenta la pobreza y crece la corrupción.