viernes, 1 de octubre de 2021

El cine en las aulas, una nueva experiencia de aprendizaje

En la ex Unión Soviética, durante la segunda guerra mundial, el régimen utilizó el cine para capacitar de forma acelerada al ejército popular. Esta técnica, al estimular la memoria visual ayudó a mostrar procedimientos y desarrollar habilidades a quienes se encargarían de la defensa de aldeas, ciudades de la “Gran Patria”. Una vez finalizada la guerra, con la victoria del Ejército Rojo sobre los nazis, las experiencias de ese proceso fueron traspasadas al sistema educativo soviético.

Algunos pedagogos y educadores rechazaron la utilización del cine y otros recursos audiovisuales en el aula; pero también hubo pedagogos y profesores revolucionarios seguidores de Antón Makarenko y León Tolstoi que se fascinaron con la introducción del cine a las aulas. La teoría marxista-leninista considera de gran importancia a “la actividad viva del niño en el proceso de su formación”, es decir en la convivencia misma con los demás en la escuela y fuera de ella.

Según el Ministerio de Educación, en marzo del 2020 la totalidad de estudiantes fueron afectados por la suspensión de las clases en el contexto de la pandemia. El paso forzoso de las clases presenciales a la enseñanza virtual desnudó las desigualdades sociales, económicas y digitales, particularmente en conectividad y aparatos tecnológicos. Además los docentes tuvieron que adaptarse a las nuevas relaciones pedagogías-educativas y acoplar el método de enseñanza-aprendizaje a fin de poder llegar a los más amplios sectores.

En el Ecuador el empleo de la tecnología digital en las aulas no debe ser tema de discusión. Hay que resaltar la posibilidad de que como sociedad encontremos mecanismos para ser parte del sistema globalizado de la información y la comunicación, para adaptarnos a la realidad actual y para que nuestros estudiantes y los ciudadanos mejoremos las destrezas digitales, aprovechando los avances tecnológicos que nos permite acceder a más espacios desde la “comodidad” del hogar. Sin embargo, también nos trae dificultades que pueden obstruir el ejercicio pleno de derechos, especialmente a la educación.

Una de las amenazas percibidas en los espacios de aprendizaje, es que no todos cuentan con las mismas posibilidades de acceso a la virtualidad, en unos casos el acceso es limitado y en otros ni siquiera se puede por la falta de equipos y de conectividad, lo que representa una gran dificultad no solo para el estudiante, sino para toda la familia. Este aspecto se ha visto agravado por el empobrecimiento de las relaciones personales, aislamiento familiar, lo que profundiza la lógica individualista que finalmente es uno de los objetivos del sistema capitalista.

Por último, la teoría de educación para la liberación, considera que la tarea más importante del docente, es la de organizar la actividad educativa de forma tal, que conduzca a la formación integral del estudiantado y de la sociedad. Ante la desatención del gobierno bien puede utilizarse la televisión como cine en casa y en las aulas para que los estudiantes accedan a nuevas experiencias de aprendizaje y desarrollen sus capacidades cognitivas e intelectuales.