Por Martín Almada*
Cuatro paredes, un techo plano
una cadena con tres candados
la doble reja de la vergüenza
aloja al pueblo y a sus soldados.
El viento pasa tras la muralla
el aire no entra, muy sofocante
calor que agota, cuerpo que estalla.
Por un mañana quien un sueño diera
allí resisten moral muy alta
en las tinieblas sigue el combate
de los soldados de la victoria.
Esos candados que injustamente
hoy aprisionan a los patriotas
serán guardados como trofeo
en el museo de la victoria.
Torturadores y criminales
serán juzgados por Tribunales
no más venganza, reine justicia
por los soldados de la victoria.
La doble reja, metal hiriente
una cadena con tres candados
no podrán nunca parar el cambio
que se avecina y que se siente.
Guardias infames, peor que hienas
no podrán nunca parar el cambio
ni la victoria de los de abajo
¡y esa cadena muera de pena!
El borrador del poema fue escrito en una celda de la Comisaria Tercera, conocida más bien como el “Sepulcro de los vivos” de la calle Chile, en Asunción, el 3 de mayo de 1976. Pasé por primera vez en limpio el poema, en la navidad de 1978, en Panamá, mi asilo político.
* Martín Almada / preso político (1974 - 1977) durante la dictadura militar de Alfredo Stroessner en Paraguay. Luchador y líder sindicalista del magisterio paraguayo.
Tomado de: https://www.alainet.org/es/articulo/21092