martes, 9 de febrero de 2021

Esa cadena muera de pena

 

Por Martín Almada*

 

Cuatro paredes, un techo plano

una cadena con tres candados

la doble reja de la vergüenza

aloja al pueblo y a sus soldados.

El viento pasa tras la muralla

el aire no entra, muy sofocante

local obscuro, baño por dentro

calor que agota, cuerpo que estalla. 

Por un mañana quien un sueño diera

allí resisten moral muy alta

en las tinieblas sigue el combate

de los soldados de la victoria.

Esos candados que injustamente

hoy aprisionan a los patriotas

serán guardados como trofeo

en el museo de la victoria.

Torturadores y criminales

serán juzgados por Tribunales

no más venganza, reine justicia

por los soldados de la victoria.

La doble reja, metal hiriente

una cadena con tres candados

no podrán nunca parar el cambio

que se avecina y que se siente.

Guardias infames, peor que hienas

no podrán nunca parar el cambio

ni la victoria de los de abajo

¡y esa cadena muera de pena!

 

El borrador del poema fue escrito en una celda de la Comisaria Tercera, conocida más bien como el “Sepulcro de los vivos” de la calle Chile, en Asunción, el 3 de mayo de 1976. Pasé por primera vez en limpio el poema, en la navidad de 1978, en Panamá, mi asilo político.

 

* Martín Almada / preso político (1974 - 1977) durante la dictadura militar de Alfredo Stroessner en Paraguay.  Luchador y líder sindicalista del magisterio paraguayo.

 

Tomado de: https://www.alainet.org/es/articulo/21092