viernes, 2 de octubre de 2015

La Lección más Grande del Mundo



La humanidad toda puede vivenciar en estos tiempos, una serie de cambios y transformaciones sociales, que provocan de manera acelerada también una crisis compleja en las relaciones sociales de las personas. Preocupada de esta realidad, la ONU, celebró la semana pasada su Asamblea General, en la que se aprobó las “Metas de Desarrollo Sustentable 2015-2030”.
Cabe recordar que durante el Foro Mundial de Educación realizado en mayo de este año en Corea, la UNICEF y Project Everyone, lanzó la iniciativa de “La Lección más Grande del Mundo” con el propósito de que los docentes en las escuelas, socialicen a los niños de cuarto a décimo año, los “17 Objetivos de Desarrollo Sostenible”, ya que ellos en un futuro cercano serán “la generación que cambie el mundo". Nuestro país -no sin antes “asegurar” que ha cumplido el 98% de los objetivos 2000-2015-, asumió la nueva iniciativa.
La campaña propone que los niños, adolescentes y jóvenes con la ayuda de los docentes, preparen una lección y asuman como su deber, conocer y reflexionar acerca de los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable, aprobados el pasado 26 de septiembre durante la Asamblea de la ONU.
Sin embargo, el debate en relación a la erradicación de la pobreza, la lucha contra el hambre, gozar de buena salud, acceso a educación de calidad, servicios básicos, empleo digno, lucha por la paz y la justicia entre otros, no puede quedar en una “clase”. Hay que preparar una gran lección, bajo un modelo de educación que trascienda el mercado de trabajo y de consumo. Precisamos construir un modelo alternativo y emancipador que sea un verdadero derecho humano y haga frente a la crisis capitalista.
Le corresponde a toda la sociedad y en especial a los estados, trabajar para que el ser humano y el medio ambiente existan en armonía y de manera realmente sustentable. Para ello es necesario eliminar las desigualdades sociales que separa a los pueblos y a las personas, y en su lugar promover la solidaridad para colectivamente ocuparnos del anhelado buen vivir.
En fin, más allá, de “La Lección más Grande del Mundo”, la educación debe partir de un enfoque crítico e intercultural que desafíe todo tipo de discriminaciones y apostar a políticas públicas que garanticen la plena vigencia de los derechos constitucionales y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sustentable, aprobados recientemente por la Naciones Unidas.