viernes, 2 de mayo de 2014

La unidad y lucha sindical debe transformarse en unidad y lucha política



Este Primero de Mayo, una vez más los trabajadores volvieron a encontrarse en las calles y plazas de todo el mundo, a excepción de los Estados Unidos, donde la oligarquía yanqui, gracias a su ignominia se niega a recordar a los Mártires de Chicago en esta fecha. Y no es su mala memoria, pues, por el año de 1886 los obreros salieron a exigir a sus patrones cumplieran con la jornada de ocho horas; en respuesta, recibieron una sangrienta represión y el posterior fusilamiento de sus líderes sindicales.
En todo el país el día de ayer se realizaron marchas por el Día Internacional del Trabajador, a rememorar las masacres de noviembre de 1922 y de Aztra en 1977. Como siempre, buena parte de trabajadores pequeño burgueses que ven solamente sus intereses decidieron quedarse en casa; otros han resuelto plegarse a la visión neo-populista de AP aprovechándose de la coyuntura;  finalmente, la burocracia sindical saca sus propias cuentas ahora que se ha anunciado la discusión de un nuevo Código Laboral y ya pensando en las candidaturas del 2017.
También estuvieron los obreros de base, los luchadores de todos los días, los que a pesar de la persecución no se amilanan sino que por el contrario aceran sus convicciones; los que esculpen en bronce sus ideas, los que propagan los principios y se enorgullecen de sostenerlos, salieron a reivindicar sus derechos y a exigir respeto a las justas conquistas conseguidas a costa de unidad, lucha y sangre de la clase obrera, que hoy desde el Ministerio de lo Laboral, se pretenden vulnerar.
En nuestra ciudad, durante los discursos no negaron que se haya encausado ciertas políticas en favor de los sectores populares, pero se hicieron llamados a concienciarse de que la lucha obrera tiene que transformarse en lucha política, para así poder rechazar la regularización de las movilizaciones y de la protesta social; las restricciones a la libre organización y la criminalización de la protesta social. A involucrarse en la discusión del nuevo Código de Laboral, que debe ser un espacio para que el movimiento obrero, más allá de las reivindicaciones coyunturales pueda presentar una propuesta estructural que recoja la lucha histórica por la dignidad de los ecuatorianos. Se levantaron banderas saludando al trabajador y reivindicando el verdadero valor del trabajo.