La UNE, pedagogos y otros actores, reconocen la necesidad de impulsar un proceso de verdadera reforma educativa, que tienda a la formación del hombre y mujer para la sociedad nueva; que prepare un contingente humano con capacidad crítica y autocrítica, dispuestos a erradicar las lacras del pasado, a sepultar el racismo, la discriminación y la opresión; a aportar en la defensa de la soberanía y la construcción de un Ecuador más justo.
En la campaña electoral, no solamente hay que saborear el quaker con hierva luisa que nos ofrecen los candidatos; tampoco podemos creer toda la propaganda demagógica que replica el Consejo Nacional Electoral. Nos corresponde hacer un análisis juicioso de las propuestas y si éstas contribuyen a la solución de los graves problemas que afectan al país. Es urgente el combate a la inseguridad y la corrupción. Pero no menos importante y urgente, es el tema educativo.
Los candidatos enfatizan la trillada frase de mejorar la calidad de la educación, sin debatir ni decir cuáles serán las políticas públicas a realizar en esta materia. Corresponde a la sociedad, a las universidades, a los padres de familia y a los docentes, provocar tal debate para que los aspirantes a la presidencia discutan el tema educativo durante la campaña y luego, quien gane el concurso a Carondelet, haga de la educación un escudo contra la pobreza y la inseguridad en las calles, dándole el lugar que le corresponde por su importancia para el desarrollo del país.
Veamos: Luisa González propone “garantizar universalización y gratuidad del sistema de educación pública”, lo cual ya lo establece la Constitución, además indica que “erradicará el analfabetismo digital y mejorará la infraestructura y tecnología en educación”. Seguramente cientos de miles de niños y jóvenes dejarán las aulas escolares y universitarias. Es decir, volverán a conculcar los derechos del profesorado como ya lo hicieron antes.
Verónica Abad, binomio presidencial de Daniel Noboa, avergüenza por su desconocimiento de la Carta Magna y la LOEI, pues públicamente expresó su intención de privatizar la educación. Ellos en el plan expresan que “priorizarán métodos digitales a través del uso de tecnologías pedagógicas… y una educación técnica para incrementar la inclusión directa de los jóvenes en el mercado laboral”. Es decir, lo que se trata es de crear fuerza laboral barata para los grandes empresaurios.
Ni uno ni otra, plantean soluciones, por tanto, los docentes deben convocarse para exigir a los dos candidatos, por lo menos, la derogación del nefasto Reglamento a la Ley Orgánica de Educación Intercultural, aprobado tras bastidores con el apoyo de un grupillo de oportunistas que lucran con los derechos del magisterio y del pueblo.