jueves, 17 de noviembre de 2022

Qatar 2022. El Mundial Maldito


Por:  Jon Kokura

Tomado de: https://otramirada.pe/qatar-2022-el-mundial-maldito

"Lo que mal comienza, mal termina" decía mi abuelita, que era sabia y muy bonita.

Hace 12 años, en diciembre del 2010. Joseph Blatter, presidente de la FIFA en aquellos años anunciaba que el mundial 2022 se iba a jugar en Qatar.

Los únicos que saltaron de sus asientos felices como lombrices fueron los integrantes de la familia Al Thani. Son los amos y señores de Qatar.

Este pequeño territorio metido en el Golfo Pérsico, con una sola frontera terrestre, con Arabía Saudita, con la que se llevan bastante mal. Qatar está sentado sobre la tercera reserva de gas y petróleo del mundo. Su población es de 250.000 cataríes. Y 2.750.000 trabajadores inmigrantes… Sí, el 80% de la población son extranjeros.

En Qatar la palabra democracia es un chiste de mal gusto. Allí, la que corta el queso es la familia real Al Thani. Y el jeque Tamim Bin Hamad Al Thani de 42 pirulos y tres bellas esposas… por el momento.

Como son los dueños de Qatar, su patrimonio ronda los 350.000 millones de dólares. Y como ya no saben qué hacer con tantos petro dólares, aparte de construir fastuosos edificios, al cuete en el desierto. Y comprar clubes de fútbol, el PSG entre otros.

Alguien les sugirió que financiaran las ONG que trabajan alimentando a los niños hambrientos del mundo… pero no le dieron pelota. Un día los hombres de la familia Al Thani (las mujeres no pueden decir ni pío) dijeron: "¿Y si compramos el mundial de fútbol 2022?" "¡Dale!" contestaron todos… Y compraron un mundial de fútbol.

Les salió barato. Le pagaron un millón de dólares a ciertos delegados de la Concacaf (Centroamérica) Un millón y medio a otros de la Conmebol (Sudamérica) Un par de millones por aquí y otro más allá… Dicen que el crack del fútbol francés Michel Platini, que se las daba de virgen, casto y puro, cobró 7,5 millones de dólares. Y el capo di tutti capo, el argentino Julio Grondona (fallecido el 2014) se embolsó 10 palos verdes por dar el sí a Qatar 2022.

De inmediato la realeza catarí se puso manos a la obra. Tenían que construir estadios de fútbol, en un "país" donde nadie jugaba al fútbol. El proyecto original era de 12 estadios. Quedaron en 8 uno de ellos desmontable, que van a "donar" a algún país donde sí se juegue al fútbol. Si usted, tiene en su barrio, una canchita rasca y piñinienta, escríbale al Emir de Qatar ¿Quién sabe? por ahí, le regalan el estadio desmontable.

El asunto fue que, para construir los 8 estadios, hoteles, aeropuerto, autopista, centros comerciales, necesitaron mano de obra barata, muy barata… y eso que están podridos en dólares. Y llevaron trabajadores inmigrantes al por mayor. En un sistema de esclavitud llamado "Kafala" y que consiste en darle todo el poder a un administrador (negrero) para que contrate inmigrantes, los explote reteniéndole los pasaportes. Haciéndolos vivir hacinados y con horarios de trabajo de hasta 18 horas por día. Sin derecho al pataleo, y mucho menos a cambiar de empleo.

Sin este sistema perverso, construir lo que se construyó en Qatar, con temperaturas que varían de 30° a 50° a la sombra era imposible. Desde el 2010 murió en las faenas un promedio de 12 obreros por semana. Un total de 6.751 trabajadores inmigrantes murieron para que usted; "¡Viva el fútbol!"

Esto, sin contar los obreros de Kenia y Filipinas, donde no se llevan registros migratorios. Las cifras de muertos aportadas por informes de The Guardian, la BBC (Inglaterra) y Amnistía Internacional son las siguientes: India 2711… Nepal 1641… Bangladesh 1018… Pakistán 824… Sri Lanka 557.

Se construyeron 8 estadios espectaculares, pero manchados de sangre. Están tan cerquita el uno del otro, que si usted es bueno pa’ andar en bicicleta los recorre todos, en poco más de un medio día.

Hace poco, en Irán, una mujer de 22 años, Mahsa Amini murió en manos de la policía por usar "mal el velo". Esto causó una ola de protesta en Irán y el mundo entero.

Como si en Qatar las mujeres se pudieran vestir como se les canta los ovarios. Como si tuvieran derecho a decidir por sí mismas. Como si pudieran jugar al fútbol. El lado femenino de la FIFA crece día a día. Las ligas de fútbol femenino son cada vez más populares. Pero el mundial 2022 se va hacer en un territorio, donde las mujeres tienen prohibido practicar deporte. Entre otras muchas cosas.

En Qatar, sobre la periodista mexicana Paola Schietekat, que trabajaba para el mundial, pesa una condena de siete años de prisión, más cien latigazos, con fecha 19 de febrero 2022. Por haber denunciado a un colega colombiano que la violó en territorio catarí. El violador era casado, entonces la mujer violada es la culpable. Según "la shaira" ley islámica que "controla" a las mujeres.

Un mes va durar el mundial 2022

30 días en que las usinas cataríes estarán funcionando a full para mantener el aire acondicionado en los 8 estadios, hoteles, centros turísticos y comerciales. Arrojando al aire humo contaminante, equivalente a diez mil autos tirando smog sin filtro por hora. Todo sea por la fiesta del fútbol… Porque el deporte es salud ¿vio?

Pero hay una sombra más siniestra sobre Qatar 2022. La posibilidad latente de atentados terroristas.

Los musulmanes, no olvidan, ni perdonan… aunque digan que sí. La familia real de Qatar ha financiado a oscuras facciones terroristas en Siria, Irak, Afganistán y Libia. En Libia financiaron a los terroristas que asesinaron al líder Muamar el Gadafi en octubre de 2011. ¿Por qué no van a arruinarle "la fiesta" a la realeza pro yankee catarí?

De esto nadie habla… Todos cruzan los dedos, rogando que ningún musulmán suicida se haga el mártir, volándose en medio de un montón de gente. Como ocurrió el 2021 en el Aeropuerto de Kabul.

En Europa, al mundial de Qatar le llaman: "El mundial de la vergüenza". Hay una movida en ciudades francesas para no poner pantallas gigantes en lugares públicos en París, Marsella, Burdeos, Estrasburgo, Lille, etc. Es una forma de protesta por un mundial de fútbol que se llevó la vida y sueños de miles de trabajadores inmigrantes, que no le importaron a nadie. Por 8 estadios fastuosos. Que durante 30 días estarán repletos de hinchas. Y vacíos, por toda la eternidad. Por un capricho de la familia Al Thani, que el 2010 compró un mundial de fútbol.

En un mundo en crisis. Con millones de desplazados por hambre y con hambre. En el vértice de una guerra nuclear.

¡Viva el fútbol!

sábado, 12 de noviembre de 2022

Inseguridad ciudadana pesimismo de lo inalterable

 La violencia que se genera en las cárceles del país no es novedad, por el contrario, tras las declaraciones de los funcionarios responsables de que todo está controlado, la ciudadanía y en especial los familiares de los detenidos están angustiados por una eminente nueva masacre.

A pesar de las declaraciones de los Ministros de Gobierno e Interior y los altos mandos de la Policía Nacional, que aseguran que se ha disminuido los delitos en calles y domicilios, nos encontramos con una población carcelaria que continúa creciendo aceleradamente. Actualmente, Ecuador se encuentra entre los países más peligrosos del mundo y con más presos en relación con la población.

Es muy trágico que las muertes violentas en las cárceles se dispararon a números muy dolorosos, los datos son públicos, ya no son necesarias estadísticas, en lo que va de este gobierno ya superan las quinientas y los heridos sobrepasa las dos mil personas, definitivamente, el gobierno del banquero Guillermo Lasso no ha podido frenar las matanzas ni el ingreso de armas, pese a que el Estado está obligado a brindar seguridad y evitar este tipo de hechos. 

El problema real de la violencia carcelaria, radica en la organización y el diseño del sistema penitenciario. Ecuador es el único país del mundo donde los policías desde fuera cuidan a los policías y guías que están dentro de las cárceles; mientras los reos de diversas bandas se cuidan y se matan entre ellos mismos. No hay nada más paradójico que esto.

La verdadera base del problema radica, en acumulación del capital, la distribución de la riqueza y el ingreso, dado por las desiguales relaciones sociales y la estratificación social derivada de ellas, expresadas en explotación, dominación, subordinación y antagonismos entre clases sociales. Entonces la violencia criminal no es más que un catalizador de las disputas protagonizadas por las organizaciones criminales y de narcotráfico que ante la ineficacia de las autoridades y en no pocas con la complicidad de éstas, se reparten espacios para ampliar el control de los mecanismos de chantaje y sicariato, que se afianzan por el individualismo y la indiferencia de la sociedad.

Pero el fondo de la inseguridad ciudadana, no es solo el pesimismo de la gente, sino que la tendencia es cada vez más evidente a que el gobierno del encuentro se ha postrado y carcomido en sus funciones esenciales de administrar el país, lo cual se derrumba –aún más– por el crecimiento irreversible de la corrupción pública. 

Cualquier solución a la inseguridad ciudadana y a la violencia en las cárceles, para que sea efectiva y con efectos a largo plazo, atraviesa por el tratamiento de los grandes males sociales que sufren las mayorías de la población; el desmonte de las políticas neoliberales y por la capacidad política para revertir la crisis que se vive, caso contrario, toda posibilidad de amortiguar los impactos del crimen organizado, quedaran en nada.

viernes, 4 de noviembre de 2022

Halloween, una acción imperial para el engaño

El pasado 31 de octubre, con motivo de “Halloween” dos jóvenes salieron con disfraces del Ku Klux Klan. Mi rostro lleno de indignación, provocó diversas reacciones en los parientes y amigos. Lo sucedido, me lleva a que es urgente tanto en la familia como en la escuela debatir sobre la descolonización cultural y reflexionar sobre formas de discriminación, aculturación y el papel del mercado en la construcción de modelos hegemónicos de consumo cultural, el rol de la educación en la asimilación del gusto cultural, y en la urgencia de un pensamiento descolonizador y emancipador.

José Martí decía que “la ignorancia mata a los pueblos y –por tanto– es preciso matar a la ignorancia”, frase que aún mantiene su fuerza. Solo que el ignorante de hoy no es el que no sabe leer y escribir, sino el que lee ­o ve en las pantallas digitales y acepta como ciertas las falsedades del monstruo mediático que, con el poder arrollador de las redes sociales, inventa y difunde una realidad a conveniencia de sus intereses de clase.

El sistema se rige por las “mentiras emotivas, que distorsionan la realidad frente a las emociones y a los datos justos”. El periodismo objetivo fracasa ante la anarquía de las redes sociales, que no descansan en su invasión incontenible de chismes y rumores, para oponerse a quienes luchan en defensa de la vida, la naturaleza y la soberanía.

Vivimos la época donde al estilo hitleriano, al estilo Halloween pretenden acallarnos con odio a quienes seguimos apegados a la ética de la verdad. Estos charlatanes reinventan historias a su capricho, y de esa forma nos dicen que el socialismo es “el infierno”, que nuestros pueblos eran pueblos ignorantes y atrasados; y que gracias a ellos vivimos en un paraíso donde reina la “libertad de expresión”, “la democracia”, “la justicia social”, “el derecho a la pobreza”, mentiras que con los últimos hechos de violencia se desvanecen.

Los dolorosos crímenes y asesinatos a policías; los amotinamientos y asesinatos en las cárceles; las detonaciones con explosivos en las ciudades de Santo Domingo, Guayaquil y Esmeraldas; solo confirman que el crimen organizado y el narcotráfico le ganó la batalla no solamente al Gobierno del Presidente Lasso, sino al Estado neoliberal en sí.

Sin embargo, disfrazar la violencia de ingenuo Halloween no es una acción inocente. El Gobierno tiene la certeza de que, para cubrir la inoperancia administrativa en todos los aspectos, pero en especial la seguridad ciudadana, tiene que seguir culpando al pasado, negándose a entender que no necesita declaraciones de excepción ni toques de queda, sino más apoyo a la cultura, a la educación y más fuentes de trabajo.

Entonces, “es preciso matar a la ignorancia” y saber que la utopía, unidad y lucha siguen siendo, con la verdad como bandera, las metas más eficaces para combatir la delincuencia organizada y la corrupción estatal, que solo así, podremos seguir existiendo y coexistiendo como país.