viernes, 23 de junio de 2017
El cuento la flexiseguridad.
Mientras los trabajadores ecuatorianos durante los últimos diez años, han manifestado su malestar por la violación y disminución de sus derechos laborales; el Ministro de Trabajo, lejos de orientar su política para proteger a la clase trabajadora y garantizar sus derechos, maquilla el término flexibilidad con “flexiseguridad”.
No es reciente que los empresarios y los gobiernos de turno, en su afán de justificar la supresión de plazas y los despidos masivos, reiteren el discurso de que la reducción de los derechos de los asalariados es el único medio para superar este mal y la crisis económica; ya que según ellos, los derechos laborales, serían la causa del desempleo y un obstáculo para las “exigencias de flexibilidad de las empresas”.
La embellecida frasecita “flexiseguridad”, exige que el trabajador se convierta en una mercancía adaptable a los requerimientos del imperante mercado capitalista, que en la práctica descarga sobre el obrero todos los riesgos económicos que deben asumir los empresarios, puesto que para ellos, disminuir la fuerza del trabajo es casi como desprenderse de sus trajes usados.
Se manifiesta que ya se han reunido con los trabajadores, -con cuáles-, para “socializar” con la misma práctica correísta, que la flexibilización del mercado de trabajo y precarización de las condiciones de trabajo, es decir, reducción de salarios, transiciones entre distintos empleos y no estabilidad en el puesto de trabajo, modificación de horarios, trabajo por horas y no en horario completo, contratos laborales temporales, periodos de prueba, pasantías de uno a tres meses; despidos con indemnizaciones mínimas y sin visto bueno, etc.
La “flexiseguridad” no es más que una expresión adornada de flexibilidad, de precarización, de transformación de la fuerza de trabajo en una mercancía, de reducción de los derechos de los trabajadores y de las organizaciones sindicales, incluso eliminando la personería jurídica de estos, con la intención de desbaratar la estructura de la negociación colectiva e impedir el derecho a la resistencia que se expresa en la Constitución. Para ello, con anterioridad, se han emitido una serie de leyes, decretos y acuerdos que garantizan el Estado de Bienestar Capitalista.
Así se quiere imponer una herramienta que garantice las ganancias de los empresarios y no la seguridad de los trabajadores que con el cuento de la flexiseguridad desaparece, y en la práctica se flexibiliza la vida y se disminuyen las posibilidades de alcanzar un trabajo digno y el anhelado buen vivir.
viernes, 9 de junio de 2017
Movilización popular para sancionar la corrupción
Mientras la gran mayoría de los ecuatorianos, exigen al Gobierno
acciones concretas para combatir la corrupción, éste, al estilo romano
de “al pueblo, pan y circo”.
Conforma una Comisión Anticorrupción que luego denomina Frente de
Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, un show para mantenernos
distraídos del tema Odebrecht.
Un show, porque hasta el lunes pasado se obstruía toda propuesta tendiente a enfrentar y sancionar la corrupción. Se llegó incluso a sentenciar a los integrantes de la Comisión Anticorrupción formada por personajes de elevada solvencia ética y política, como el Doctor Julio César Trujillo, quienes se negaron a ser parte del show ya que, en su momento, realizaron una serie de investigaciones en diferentes esferas y no solamente en el caso Odebrecht, entre las que encontraron presuntas responsabilidades del ahora prófugo Contralor General del Estado.
Los medios informativos han dado a conocer la existencia de una larga lista de involucrados con fuero de Corte. Desde el oficialismo se canturrea que se investigará hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga. Sin embargo, el inesperado interés de la mayoría legislativa, por las averiguaciones del caso Odebrecht, sumado a la cercanía del fiscal Carlos Baca con el Gobierno, nos genera sospecha. Se sabe ya que el interés no es para respaldar la acción del Presidente Lenín Moreno, sino más bien, que su apuro de apoderarse de la lista de involucrados, es para manipularla y sancionar como se ha empezado, solamente a peces chicos, protegiendo el pellejo de Rafael Correa, Jorge Glass y otros altos burócratas que gozaban de impunidad oficial por afiliación o afinidad al partido verdeagüita.
El vicepresidente Jorge Glass ha mostrado su predisposición para acudir a la Asamblea Nacional a ofrecer sus opiniones como responsable de los sectores estratégicos, pero la Asambleísta María Carrión, presidenta de la comisión respectiva, ha negado esa posibilidad, pese a estar detenido su tío y otros allegados, alegando no haber evidencias suficientes que lo vinculen. A Carrión, cabe recordarle la cita maquiavélica: “el que no quiere detectar los males cuando brotan, dejando de lado lo que se debería hacer, inicia el camino de la complicidad”.
Hoy que el escándalo es público, la fanaticada correísta quiere aparecer como moralizadora. El juicio político al prófugo Contralor, es parte de la distracción mediática, él mismo ha dicho que no regresará. Por tanto, urge la movilización popular, para exigir se sancione a todos los responsables de la corrupción.
Un show, porque hasta el lunes pasado se obstruía toda propuesta tendiente a enfrentar y sancionar la corrupción. Se llegó incluso a sentenciar a los integrantes de la Comisión Anticorrupción formada por personajes de elevada solvencia ética y política, como el Doctor Julio César Trujillo, quienes se negaron a ser parte del show ya que, en su momento, realizaron una serie de investigaciones en diferentes esferas y no solamente en el caso Odebrecht, entre las que encontraron presuntas responsabilidades del ahora prófugo Contralor General del Estado.
Los medios informativos han dado a conocer la existencia de una larga lista de involucrados con fuero de Corte. Desde el oficialismo se canturrea que se investigará hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga. Sin embargo, el inesperado interés de la mayoría legislativa, por las averiguaciones del caso Odebrecht, sumado a la cercanía del fiscal Carlos Baca con el Gobierno, nos genera sospecha. Se sabe ya que el interés no es para respaldar la acción del Presidente Lenín Moreno, sino más bien, que su apuro de apoderarse de la lista de involucrados, es para manipularla y sancionar como se ha empezado, solamente a peces chicos, protegiendo el pellejo de Rafael Correa, Jorge Glass y otros altos burócratas que gozaban de impunidad oficial por afiliación o afinidad al partido verdeagüita.
El vicepresidente Jorge Glass ha mostrado su predisposición para acudir a la Asamblea Nacional a ofrecer sus opiniones como responsable de los sectores estratégicos, pero la Asambleísta María Carrión, presidenta de la comisión respectiva, ha negado esa posibilidad, pese a estar detenido su tío y otros allegados, alegando no haber evidencias suficientes que lo vinculen. A Carrión, cabe recordarle la cita maquiavélica: “el que no quiere detectar los males cuando brotan, dejando de lado lo que se debería hacer, inicia el camino de la complicidad”.
Hoy que el escándalo es público, la fanaticada correísta quiere aparecer como moralizadora. El juicio político al prófugo Contralor, es parte de la distracción mediática, él mismo ha dicho que no regresará. Por tanto, urge la movilización popular, para exigir se sancione a todos los responsables de la corrupción.
viernes, 2 de junio de 2017
Jubilados: De la esperanza a la nostalgia
El exministro de finanzas Patricio Rivera, argumentaba que debido a la drástica caída de los precios del petróleo, se tuvo que emitir bonos para pagar la compensación económica a los servidores públicos que accedían a la jubilación.
El pasado mes de marzo, él mismo explicó, que se ha llegado a un acuerdo con la coordinadora nacional de maestros jubilados, para hasta el mes de abril cancelarles todo lo que se les adeuda, sin embargo, esto no sucedió, ni siquiera aquellos docentes con 70 años de edad o los jubilados con enfermedades catastróficas, terminales e invalidez, fueron atendidos.
El miércoles 31 de mayo, se conoció que la Ministra del Trabajo del gobierno anterior, el 22 de mayo emitió el acuerdo ministerial “No.: MDT-2017-0094, mediante el cual se manda al traste con la aspiración de miles de jubilados y de otros tantos que esperan jubilarse.
Quizá la nefasta noticia no sorprenda al magisterio y al sector público y de trabajadores, porque durante los 10 años del gobierno correísta, han sido vulnerados sus derechos y conquistas, todo este tiempo ha sido de ofrecimientos, que mañana, que pasado, y nada.
Varios son los y las docentes que han fallecido, llevándose consigo estos amargos recuerdos y el canto esperanzador de “En vida que me pagaran, de muertos ya para qué…”.
El acuerdo en mención, que entró en vigencia el 22 de mayo de 2017, expresa que el Estado no está obligado a pagar la compensación por jubilación a los servidores públicos que quieran salir voluntariamente, es decir a los menores de 70 años, que sin embargo, si hubiera disponibilidad de fondos, podrán acogerse a los beneficios de la jubilación del IESS.
El acuerdo establece dos transitorias paradójicas, una dice que por única ocasión, para el año 2017, los servidores con nombramiento permanente menores de 70 años, para acogerse a la medida, deberán remitir la solicitud y documentos habilitantes hasta el 22 de junio de 2017 a la Unidad de Administración de Talento Humano institucional. Mientras que la segunda, manda que gozaran del beneficio solo para las desvinculaciones realizadas antes de la suscripción del presente acuerdo.
Lo cierto es que los jubilados y trabajadores, están forjando la unidad y vigilantes de que el compromiso del nuevo Ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, de “revisar el tema y encontrar una solución”, sea para recobrar la tranquilidad durante la última etapa de su vida.
El miércoles 31 de mayo, se conoció que la Ministra del Trabajo del gobierno anterior, el 22 de mayo emitió el acuerdo ministerial “No.: MDT-2017-0094, mediante el cual se manda al traste con la aspiración de miles de jubilados y de otros tantos que esperan jubilarse.
Quizá la nefasta noticia no sorprenda al magisterio y al sector público y de trabajadores, porque durante los 10 años del gobierno correísta, han sido vulnerados sus derechos y conquistas, todo este tiempo ha sido de ofrecimientos, que mañana, que pasado, y nada.
Varios son los y las docentes que han fallecido, llevándose consigo estos amargos recuerdos y el canto esperanzador de “En vida que me pagaran, de muertos ya para qué…”.
El acuerdo en mención, que entró en vigencia el 22 de mayo de 2017, expresa que el Estado no está obligado a pagar la compensación por jubilación a los servidores públicos que quieran salir voluntariamente, es decir a los menores de 70 años, que sin embargo, si hubiera disponibilidad de fondos, podrán acogerse a los beneficios de la jubilación del IESS.
El acuerdo establece dos transitorias paradójicas, una dice que por única ocasión, para el año 2017, los servidores con nombramiento permanente menores de 70 años, para acogerse a la medida, deberán remitir la solicitud y documentos habilitantes hasta el 22 de junio de 2017 a la Unidad de Administración de Talento Humano institucional. Mientras que la segunda, manda que gozaran del beneficio solo para las desvinculaciones realizadas antes de la suscripción del presente acuerdo.
Lo cierto es que los jubilados y trabajadores, están forjando la unidad y vigilantes de que el compromiso del nuevo Ministro de Trabajo, Raúl Ledesma, de “revisar el tema y encontrar una solución”, sea para recobrar la tranquilidad durante la última etapa de su vida.
jueves, 25 de mayo de 2017
Escuela Miguel Riofrío, símbolo de la heredad laica e intelectual
Miguel Riofrío, es uno de los hombres más destacados de Loja y del país, por su accionar en el periodismo, la diplomacia y la política, adquiere dimensiones universales. Es autor de la primera novela ecuatoriana, “la Emancipada”, letras en las que más allá de la narración romántica, es una descripción de la realidad social de la Loja de aquellos días.
La escuela Miguel Riofrío, nace pues, en un tiempo y un espacio henchido de la lucha libertaria, era la semilla que caía en suelo fertilizado con los fondos provenientes del legado benéfico del Dr. Bernardo Valdivieso; en sus aulas junto a las primeras letras y números se enseña humanidades y filosofía. Esto fue una muestra de que se trató de una escuela fundada para enseñar a pensar, a reflexionar, a amar la libertad. Esta es la piedra angular en la que se sostienen los principios institucionales, la escuela rápidamente se convirtió en el símbolo institucional de la defensa de los derechos civiles y de la excelencia educativa en el sur del país, es por eso que, en el siglo pasado se le conocía como el “Bernardo Chiquito”.
Personajes de la talla inmortal de Isidro Ayora Cueva, Salvador Bustamante Celi, Pio Jaramillo Alvarado, Benjamín Carrión, Ángel Felicísimo Rojas, Emiliano Ortega Espinoza, entre otros, quienes relumbraron con luz propia, dejando parte de su alma en los corredores, en las aulas, en las oficinas, en las canchas de nuestra institución. Todos ellos y muchos otros que se educaron o sirvieron en la “Miguel”, fueron a su debido tiempo, parte fundamental de la misma.
Su Directora actual, Rocío Salinas Poma, dice que hoy junto a la planta docente y estudiantes, no celebran el simple paso del tiempo, sino la heredad del espíritu laico, académico, intelectual y organizativo, que durante más de cien años, se ha afincado en todos quienes integran este plantel. Que que hoy tienen la responsabilidad de potenciar el prestigio institucional, pero que para ello, es necesario el apoyo gubernamental a las necesidades de infraestructura para poder ofrecer educación de calidad a cerca de dos mil estudiantes.
viernes, 5 de mayo de 2017
La educación debe ubicar las causas de la crisis social
Parecería una vez más, que el análisis del sistema educativo se diluyera con la propagandización de algunos elementos del mismo, como las unidades del milenio, los textos escolares o la colación escolar, y el endilgar la crisis a la UNE.
El gobierno no quiere entender que los problemas sociopolíticos también llegan a las aulas y al proceso de enseñanza aprendizaje. La tecnocracia revolucionaria considera que desde la parte posterior de un escritorio se puede disponer que la educación mejore su calidad; y no propone un verdadero dialogo entre los actores educativos, a fin de propiciar el cambio pedagógico que hoy necesita la educación ecuatoriana.
Se machaca una y otra vez con la evaluación estandarizada a docentes y estudiantes, sin que los resultados nos conduzcan a un mayor éxito educativo, que a su vez conlleve a la formación de una sociedad más habitable, más equitativa y más solidaria; como tampoco estos resultados ayudan a encontrar los medios para que la escuela y los docentes recuperen su rol y prestigio.
Los cambios curriculares y la propuesta de desarrollo de destrezas con criterios de desempeño, es puro cuento, en la práctica, se dispone una educación libresca, memorística que deja de lado la creatividad, el desarrollo del pensamiento crítico, el trabajo en equipo que no es lo mismo que trabajo grupal. Los docentes casi son obligados a transmitir contenidos, pues a pesar de la exigencia de micro planificaciones, cada docente aplica su “mejor método” y no la propuesta pedagógica y metodológica institucional.
Parafraseando frases de Fidel Castro, de las que me hago responsable: en la educación ecuatoriana se sigue enseñando los accidentes y fallas de la naturaleza, pero no se enseña los tremendos accidentes sociales ni las fallas de la sociedad humana, porque en las escuelas, y sobre todo en las escuelas pagadas, se le oculta a la niñez y adolescencia, la verdad humana y la realidad social de nuestro pueblo.
En cuanto a la organización gremial y a los propios docentes, el electo presidente junto a los nuevos funcionarios del mismo gobierno, deben parar la persecución, la inmovilización y el afán de desvincularlos de la lucha social y popular. Mantener ese odio visceral del régimen correísta, solo contribuye a que el maestro pierda la posibilidad de ubicar las causas de la crisis social, convirtiéndolo en un ente pasivo con ceguera política que no contribuye a la transformación radical del Estado.
El gobierno no quiere entender que los problemas sociopolíticos también llegan a las aulas y al proceso de enseñanza aprendizaje. La tecnocracia revolucionaria considera que desde la parte posterior de un escritorio se puede disponer que la educación mejore su calidad; y no propone un verdadero dialogo entre los actores educativos, a fin de propiciar el cambio pedagógico que hoy necesita la educación ecuatoriana.
Se machaca una y otra vez con la evaluación estandarizada a docentes y estudiantes, sin que los resultados nos conduzcan a un mayor éxito educativo, que a su vez conlleve a la formación de una sociedad más habitable, más equitativa y más solidaria; como tampoco estos resultados ayudan a encontrar los medios para que la escuela y los docentes recuperen su rol y prestigio.
Los cambios curriculares y la propuesta de desarrollo de destrezas con criterios de desempeño, es puro cuento, en la práctica, se dispone una educación libresca, memorística que deja de lado la creatividad, el desarrollo del pensamiento crítico, el trabajo en equipo que no es lo mismo que trabajo grupal. Los docentes casi son obligados a transmitir contenidos, pues a pesar de la exigencia de micro planificaciones, cada docente aplica su “mejor método” y no la propuesta pedagógica y metodológica institucional.
Parafraseando frases de Fidel Castro, de las que me hago responsable: en la educación ecuatoriana se sigue enseñando los accidentes y fallas de la naturaleza, pero no se enseña los tremendos accidentes sociales ni las fallas de la sociedad humana, porque en las escuelas, y sobre todo en las escuelas pagadas, se le oculta a la niñez y adolescencia, la verdad humana y la realidad social de nuestro pueblo.
En cuanto a la organización gremial y a los propios docentes, el electo presidente junto a los nuevos funcionarios del mismo gobierno, deben parar la persecución, la inmovilización y el afán de desvincularlos de la lucha social y popular. Mantener ese odio visceral del régimen correísta, solo contribuye a que el maestro pierda la posibilidad de ubicar las causas de la crisis social, convirtiéndolo en un ente pasivo con ceguera política que no contribuye a la transformación radical del Estado.
miércoles, 3 de mayo de 2017
“Si la educación retrocede, retrocede el país”
Entrevista
a Rosana Palacios,
Presidenta Nacional de la UNE
(Semanario En Marcha, Ecuador)
La
UNE tiene la propuesta de la pedagogía para la Emancipación, que las aulas sean
el espacio donde se discuta y debata la realidad concreta y se le dé una salida
de justicia y libertad para los pueblos.
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