La celebración del Día del Escudo Nacional se enlaza profundamente con el concepto de causas populares y educación emancipadora al subrayar la importancia de recordar y respetar los símbolos patrios en las escuelas y colegios. Los emblemas nacionales, como el Escudo, la Bandera y el Himno, no solo representan la identidad ecuatoriana, sino también las luchas históricas del pueblo por la soberanía y la libertad. La educación sobre estos símbolos permite a los estudiantes conectarse con su historia y entender el sacrificio de los próceres que construyeron la nación, lo que fortalece el compromiso hacia una ciudadanía consciente y participativa.
La educación emancipadora se enfoca en formar individuos que cuestionen, analicen y actúen en su realidad para generar cambios significativos. Al enseñar sobre el Escudo Nacional y su evolución, se fomenta una comprensión crítica de la historia y de los procesos de independencia y soberanía, destacando los valores de libertad y justicia que guiaron a figuras como Eugenio Espejo, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Juan Montalvo, Eloy Alfaro entre otros personajes patriotas. Eloy Alfaro, figura emblemática del liberalismo y la lucha contra la opresión, fue quien en su gobierno consolidó el Escudo actual en 1900.
Esta conmemoración en las escuelas y colegios suele competir con la celebración extranjerizante de Halloween, por eso es necesario hacer un análisis crítico para desequilibrar las influencias culturales externas con las tradiciones nacionales. En este sentido, la educación emancipadora y las causas populares abogan por la valoración de la cultura y las luchas propias de Ecuador, evitando que se diluyan ante costumbres ajenas. Enseñar sobre el Escudo y su simbolismo permite a los estudiantes desarrollar una identidad sólida y un sentido de pertenencia, además de promover la conciencia sobre la importancia de defender y valorar lo propio.
El acto de recordar el Escudo como símbolo de lucha y resiliencia conecta con las causas populares, que históricamente han sido movimientos del pueblo ecuatoriano en defensa de sus derechos y su identidad. Recordar estas luchas en un contexto educativo inspira a los estudiantes a comprender la importancia de sus raíces y a empoderarse para construir una sociedad solidaria y más justa . La enseñanza de estos valores, enmarcada en la educación emancipadora, no solo honra la memoria histórica, sino que también motiva a los jóvenes a contribuir al desarrollo del país desde una perspectiva crítica, solidaria y profundamente patriótica.