El referendo y la consulta popular del pasado domingo 21 de abril, es la única oferta de campaña cumplida por el presidente Noboa. Sin embargo, el hecho de consultar al pueblo, fue un evento retórico y engañoso presentado como válido para mejorar la crisis que vive el país, aunque en realidad fue un sofisma para manipular y confundir la voluntad de los ciudadanos.
El presidente Noboa dice que el triunfo en nueve de las once preguntas, “es una goleada y el que diga lo contrario nunca vio un partido”. Esta goleada tiene un sabor agridulce; primero, porque el tema de seguridad es responsabilidad del Estado, cuyo placer por la ganancia en esas preguntas es menor que la tristeza producida por el triunfo del NO en las preguntas de D y E; y segundo, porque las conjeturas del Gobierno, era golear once a cero.
Goleada contra el pueblo es el hecho de subir el IVA al 15% en complicidad con la ineptitud de la Asamblea Nacional; goleada son los APAGONES que van para largo y culpar a los gobiernos anteriores con los cuales al inicio del gobierno nos goleó con el pactó de la impunidad; goleada es el crecimiento de la violencia pese a la presencia de las fuerzas armadas; goleada es no cumplir con las ofertas de campaña; goleada también fue disminuir el presupuesto en educación y salud.
Desde Carondelet con el apoyo de la derecha política y económica, bajo la certeza de ganar completamente en la consulta, se planteó esta como plataforma para la anunciada reelección del presidente Noboa. El pueblo votó por seguridad ciudadana en las calles, por tanto, tras los resultados, el Presidente y la Asamblea Nacional no tienen excusas para tramitar las propuestas aprobadas en la consulta popular y en el referéndum; y consecuentemente, combatir de manera efectiva la corrupción y el crimen organizado.
Las expectativas de los últimos días advirtieron un revés inesperado, posiblemente debido al agravamiento de la crisis energética y la nula previsibilidad que obligó al gobierno a cortar la energía eléctrica hasta en ocho horas diarias en todo el país. Se dijo también, que el arbitraje internacional y el trabajo por horas atraerían inversiones para dinamizar la economía y generar empleo; pero precisamente a estas políticas neoliberales, el pueblo las identificó como un peligro.
Si bien el correísmo y la CONAIE desarrollaron la campaña por “Todo NO”, hay que reconocer que el Movimiento Unidad Popular, junto a otras organizaciones populares como la UNE, fueron las únicas que realizaron una campaña frontal en la pregunta D-arbitraje internacional que pretendía favorecer a las empresas transnacionales a riesgo de nuestra soberanía; y en la (E) del trabajo por horas, la cual lejos de crear fuentes de trabajo, conllevaba regresión de derechos, explotación y precarización laboral.