viernes, 29 de septiembre de 2017

Calidad de la educación una demagogia habitual



Hoy cobra vigencia la propuesta de Educación para la Emancipación, hace diez años se tenía la certeza del agotamiento del modelo tradicional de enseñanza, en aquel entonces se planteaba la necesidad de que la calidad y equidad de la educación sea una prioridad para humanizar la educación y mejorar las condiciones de vida.
En el momento actual la problemática educativa sigue igual y quizá peor en algunos aspectos. Por lo que diversos sectores de la sociedad ecuatoriana y el magisterio ecuatoriano a través de la Unión Nacional de Educadores UNE, haciéndose eco del llamado al dialogo propiciado por el presidente Moreno, ha reiterado su deseo de contribuir al ansiado cambio. Sin embargo hasta la presente fecha no se da respuesta ni se fija fecha para la búsqueda de alternativas de solución a la problemática educativa que atraviesa el país, especialmente cuando la niñez clama por mejores condiciones para su formación integral.
Al igual que hace diez años, el sistema educativo ecuatoriano se rige a través de oficios, circulares, acuerdos, encargos y más parches que lejos de coadyuvar a mejorar la educación, entorpecen los procesos de cambio anunciados por el gobierno. Las declaraciones del ministro de educación y del presiente Moreno, de que se “harán los cambios en la estructura administrativa y curricular para la mejora de la calidad de la educación,” ha quedado en la habitual demagogia. Para la iniciativa de consulta nacional, el oficialismo no se ha pronunciado sobre las reformas a la Ley de Educación Orgánica e Intercultural, y tampoco se recogen las propuestas realizadas por la UNE, lo que confirma que se posterga indefinidamente las esperanzas de pasar de condiciones de vida menos dignas a condiciones de vida más dignas.
Hoy los maestros demandamos del presidente Moreno y de la Asamblea Nacional cumplan de manera inmediata con su compromiso de atender a los maestros jubilados; que se incorpore la carrera docente en la LOEI y se haga una elevación salarial acorde a la realidad económica actual, en razón de que el salario docente a no ha sido revisado desde el 2010.
En cuanto se refiere a la creación de partidas para directivos institucionales, el cuento sigue igual, no hay tal, por el contrario se utiliza como botín político los encargos directivos multiplicando los problemas administrativos y de relación en las instituciones educativas, causando daños que entorpecen incluso el proceso de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes.