La crítica situación del IESS parece importar poco al presidente del Consejo Directivo, Édgar Lama, y menos al presidente Daniel Noboa. La crisis se agravó desde 2012, cuando el gobierno de Correa desvió fondos de los afiliados. Desde entonces, los informes actuariales advierten sobre déficits crecientes en los fondos de salud y pensiones. Estos problemas son consecuencia de la corrupción, la mala gestión y la aplicación de políticas dictadas por el Fondo Monetario Internacional, que buscan recortar derechos en lugar de fortalecer el sistema de seguridad social.
Durante la campaña presidencial, Noboa ofreció mejorar las condiciones de vida de los jubilados y dignificar la atención en salud. Sin embargo, tras el pírrico aumento de 20 dólares al salario básico unificado, a los jubilados, que llevaban cinco años con sus pensiones congeladas, apenas se les otorgó un incremento de 5 dólares. Un gesto indignante que revela la verdadera cara del gobierno frente a más de medio millón de personas mayores que entregaron su vida al trabajo.
Édgar Lama, quien asumió la presidencia del Consejo Directivo del IESS en junio de 2025, ha adelantado que el gobierno alista una reforma “técnica” para enfrentar la crisis, que incluiría subir la edad de jubilación, incrementar la aportación individual y reducir las pensiones. Medidas que, lejos de solucionar el problema, lo profundizarían, afectando directamente a quienes ya han cumplido su ciclo laboral.
El gobierno mantiene una deuda con el IESS superior a los 24 mil millones de dólares, sin voluntad política clara para saldarla. Además, no se avanza en el cobro de cerca de 11 mil millones de dólares que deben empleadores y patronos morosos. La inacción refleja un patrón de entreguismo, complicidad y abandono institucional.
En febrero pasado, movimientos sociales y populares realizaron una jornada nacional de defensa de la seguridad social. Exigieron al presidente Noboa parar los intentos de privatización, resolver la escasez de medicinas y desmantelar las redes de corrupción al interior del IESS. Solicitaron la renuncia inmediata de Richard Gómez Lozano – vocal nombrado a dedo en representación de los trabajadores, señalado como parte del deterioro institucional.
A esto se suma la negligencia y el desprecio a los docentes jubilados, a quienes se les sigue postergando el pago del estímulo establecido por la Constitución. Ese es el verdadero e inhumano rostro del actual modelo de gobierno.