sábado, 12 de febrero de 2022

Aplicación efectiva de la LOEI, no como un reclamo ni una limosna, sino un derecho

 
Lamentablemente los ecuatorianos de a pie, nos hemos acostumbrado a olvidar los casos de corrupción tan pronto como salta otro. A esto contribuyen los grandes medios de comunicación, que haciendo referencia a la vieja frase de “pan y circo para el pueblo”, nos entretienen con farándula mediocre, la clasificación al mundial, la pelea del “Chinto” Vera, etc., etc., que, si bien pueden ser emocionante, dejan de lado el tratamiento de problemas mucho más importantes que afectan a los ciudadanos, como la seguridad y la violencia; la atención a los jubilados que desde el 2008 reclaman el pago del estímulo de jubilación; el incremento constitucional del presupuesto para salud y educación, o la puesta en vigencia de las Reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural.

Ante la desatención del Ministerio de Educación y del propio Presidente Guillermo Lasso, los maestros y maestras junto a su gremio, la UNE, el día de hoy, marchan en todo el país defendiendo la educación y exigiendo el cumplimiento de sus derechos; y en contra de los avances neoliberales direccionados desde los organismos del poder económico y político como el FMI y el BM. De allí que, las protestas y movilizaciones hacia la Asamblea Nacional, La Corte Constitucional y hasta la Presidencia de la República, sean la expresión de la desatención que vive y siente el pueblo y el magisterio nacional.

Los maestros y maestras son consciente de que las calles son de las mayorías dispuestas a profundizar y acerar la lucha popular, para terminar o al menos disminuir con las desigualdades sociales existentes, esa es su tarea. Históricamente, el magisterio se ha opuesto a la privatización y mercantilización de la educación. El viernes 11 de febrero, en todo el país levantaron sus voces por el reintegro de docentes, el retorno bioseguro a clases, la equiparación salarial y la aplicación efectiva de la LOEI, no como un reclamo ni una limosna, sino un derecho.

Los maestros y maestras junto a los trabajadores y sectores populares, deben entender que es el momento de emprender la lucha popular, organizarse y demostrar su fuerza. El Presidente Lasso no puede seguir ocultando la crisis que vive el sistema educativo. Es inconcebible que para pagar la deuda internacional se reduzca el presupuesto a la educación; que para combatir la protesta popular se compren más armamentos y se incrementan los sueldos de los oficiales de la Policía Nacional.

Los maestros y maestras del Ecuador, no pueden permitirle a este gobierno que irrespete la Constitución y las Leyes, que burle sus derechos tratándolos como “la última rueda del coche”.

sábado, 5 de febrero de 2022

Violeta Parra

 

Violeta Parra artista del folclore chileno y activista política comunista, un día como hoy, arrinconó su guitarra, silenció su voz y decidió despedirse de la vida. Le cantó a la sociedad desde una perspectiva popular, fue una mujer de pueblo.

No es mera coincidencia, que haya nacido en 1917, año de la Revolución Rusa y fallecido trágicamente en 1967, año del asesinato del Che Guevara.

El legado artístico de Violeta Parra continúa hoy vigente. Sus canciones se constituyen hoy en una brillante poesía de denuncia social.

He aquí, algunas frases extraídas de sus canciones:

“Es muy antigua costumbre andar pidiendo perdón después que hacen de las suyas”. La sentencia.

“Los hambrientos piden pan, plomo les da la milicia”.  La carta

“Discreto, fino y sencillo son joyas resplandecientes con las que el hombre que es hombre se luce decentemente”. El Albertío.

“Qué amargas son las horas de la existencia mía sin olvidar tus ojos, sin escuchar tu voz”. Que pena siente el alma.

“El sol me mezquina las horas del día la noche me puebla todas mis orillas así voy rodando como el ave herida, me levanto, caigo, me paro enseguida”. Solitario solo.

“Yo canto a la diferencia que hay de lo cierto a lo falso, de lo contrario no canto”. Canto a la diferencia.

“Que vivan los estudiantes, jardín de nuestra alegría. Son aves que no se asustan de animal ni policía. Y no le asustan las balas ni el ladrar de la jauría”. Me gustan los estudiantes 

“Con el público cerquita de mí; al cual yo pueda sentir, tocar, hablar e incorporar a mi alma”. Si yo levanto mi grito.

“Los pajarillos no cantan, no tienen donde anidar, ya les cortaron las ramas donde solían cantar, después cortarán el tronco y pondrán en su lugar una letrina y un bar”. Santiago, penando estás.

“Miren cómo sonríen los presidentes, cuando le hacen promesas al inocente”. Miren cómo sonríen

“Gracias a la vida que me ha dado tanto, me ha dado el sonido y el abecedario. Con él las palabras que pienso y declaro. Madre, amigo, hermano, y luz alumbrando”. Gracias a la vida.

Pablo Neruda, su amigo, compañero literario y camarada político le dedicó en su memoria una sentida “Elegía para cantar: que comienza: ¡Ay, qué manera de caer hacia arriba y de ser sempiterna, esta mujer! y finaliza: Bueno, Violeta Parra, me despido, me voy a mis deberes. ¿Y qué hora es? Es la hora de cantar. Cantas. Canto. Cantemos”.

viernes, 4 de febrero de 2022

Las heridas generosas del sudor popular

Estudios realizados por la CEPAL con respecto a las inequidades sociales en el Ecuador, concluyen que estás son muy elevadas: “en la brecha entre las desigualdades, la riqueza es mayor, el 10% más rico de la población ecuatoriana posee el 75% de la riqueza nacional; mientras que la mitad más pobre tiene solamente el 3% del total de la misma”. Otro aspecto que cabe mencionar es que la desigualdad y el nivel de ingreso medio no están correlacionados en todas las ciudades del país, porque en los sectores suburbanos y rurales la pobreza es mucho mayor.

Mientras el gobierno nacional se empeña en hacer creer que la recuperación económica del país es una realidad, sin embargo, ninguna de las políticas públicas tiene ese propósito y menos aún el de reducir la pobreza. Los pobladores de a pie cuyas estadísticas no proceden de encuestadoras pagadas por la oligarquía, sino que las obtienen en el día a día, mediante información confiable proveniente de la desesperación cotidiana por llevar un mendrugo de pan a sus hogares, eso delata las mentiras gubernamentales, que de un lado informa de un incremento de 500 mil nuevas plazas de trabajo, pero el seguro social aclara que solamente hay un aumento de 80 mil nuevas afiliaciones. Lo cierto es que, crecen las desigualdades sociales en sus distintas dimensiones, particularmente en salud, salubridad, educación, vivienda y trabajo; a lo que se suman las deficiencias en la dotación de servicios básicos en los sectores rurales y los graves problemas que tienen los pequeños productores del campo para producir y vender sus productos.

Los grandes capitalistas y banqueros invierten solo si hay la seguridad de expansión económica, ni siquiera la cantaleta del libre mercado les interesa, menos aún eso de la oferta y la demanda, como todos sabemos, el capital privado invierte solo en aquellos sectores de la economía que le brinde apetecibles y abundantes ganancias, por eso, precisamente en los momentos de crisis en los que las dificultades comienzan a acosar al país, prefieren llevarse los dineros del pueblo a los paraísos fiscales, con lo cual, por partida doble, evaden la fiscalización y el pago de impuestos al fisco. En suma, se aseguran de acaparar de forma desproporcionada los beneficios “de sus ganancias económicas” a costa de las heridas generosas del sudor de los trabajadores, subempleados y desempleados, a quienes cada día se sepulta en la miseria.

Debido a las influencias ejercidas por los grandes empresarios, “el gobierno del encuentro” no constituye más que una prédica demagógica, que durante la campaña y ahora glorifican las bondades de la inversión extranjera, asumen que las empresas estatales no están alcanzando un nivel de productividad ni rindiendo beneficios económicos al Estado, para sentar las bases previas a la privatización de las empresas estatales y de los recursos naturales, así cumplen las recetas del FMI y del BM que disponen el incremento de aranceles que imposibilitan una vida digna a la mayor parte de nosotros.