lunes, 14 de diciembre de 2015

VASIJA DE BARRO

Historia de la cancion ecuatoriana Vasija de Barro
Tomado de: https://www.cancioneros.com/co/7895/2/la-historia-de-la-cancion-vasija-de-barro


Este mes se han cumplido 65 años de la composición de la que es, seguramente, la canción ecuatoriana más conocida, la Vasija de Barro. Este popular danzante se gestó de una forma coral en una noche de borrachera en casa del pintor Oswaldo Guayasamín. Gonzalo Benítez cuenta esta historia en su libro Gonzalo Benítez: tras una cortina de años del que publicamos un fragmento
Me encontré en la calle Guayaquil con el Oswaldo Guayasamín y nos invitó, pues, a una reunión en su casa para el viernes siete de noviembre de 1950 a las siete de la noche; pero recién podíamos ir después de la Radio a las nueve y media. "A la hora que quieras", me dice, "y por favor invítale al (Luis Alberto) Valencia".
Así que fuimos a donde el Oswaldo, pero no tenía la casa de ahora sino que vivía donde el papá, al frente de la Basílica. Llegamos como a las diez y media y les encontramos ya medios avanzados. Fuimos con una guitarrita mía que después rompió el Valencia en una reyerta. No ve que le prestaba mi guitarra para sus serenatas; así, que él se había defendido con la guitarra y me entregó el mango no más...
En la fiesta había unos 80 invitados entre poetas, pintores y alumnos de la Escuela de Bellas Artes de La Alameda. Ahí nos pidieron que cantemos y después del canto ya se hicieron grupos, así es que me fui a donde tomaban menos y el Valencia se fue a donde estaban dándole duro.
Ahí le veo al Jorge Carrera Andrade que estaba ilusionado con un cuadro del Oswaldo llamado El Origen. El cuadro estaba todavía fresco y hasta me manché los dedos. En la pintura había una vasija de barro y, dentro de esta, unos esqueletos pequeños, de niños. El Oswaldo explicó que los Incas enterraban a sus familiares dentro de la vasija junto con alimentos. Se impresiona el Jorge Carrera y le vemos que se va a la biblioteca, coge un libro y en la contratapa escribe una estrofa: 
Yo quiero que a mí me entierren
como a mis antepasados
en el vientre oscuro y fresco
de una vasija de barro. 
Nos impresionó a nosotros también... Cuando en eso coge el libro el poeta Hugo Alemán y debajo escribe otra estrofa: 
Cuando la vida se pierda
tras una cortina de años
vivirán a flor de tiempo
amores y desengaños. 
Y para susto de todos coge el libro el pintor Jaime Valencia que escribe un cuarteto muy lindo: 
Arcilla cocida y dura
alma de verdes collados
barro y sangre de mis hombres
Sol de mis antepasados. 
Entonces cogí el libro porque dije a mí me toca poner alguna cosita, cuando en eso me arrancha el Jorge Enrique Adoum y me dice: "Ve vos después cantarás". Cogió el libro, corrigió cosas y puso la cuarta estrofa: 
De ti nací y a ti vuelvo
arcilla, vaso de barro
con mi muerte yazgo en ti
de tu polvo apasionado.
 Terminado eso, se dieron las vueltas, nadie sabía quién iba a poner música, qué se iba a hacer con la letra. Serían las doce y media. Cuando le veo al Jorge Carrera Andrade que se acerca donde mí con el libro. Entonces me dice: "Vea Gonzalo, esto con música tiene que ser una belleza". Pensé y le dije: "Bueno", así es que cogí la guitarra.
¿Y ahora qué hacía? El Potolo estaba dándole al chupe y era muy difícil concentrarse con la bulla de la gente, pero como ya le acepté, bajé unas gradas con luz que había al fondo, agarrado la guitarra y el libro. Me demoré cerca de una hora y, cuando ya estuvo, regresé y encontré a mi compañero Valencia medio dormido en un sillón.
Total que le levanto y le digo: "Primero oíme cantar". No le gustó y me dice: "Pero vos le has puesto un ritmo cadencioso". Le digo: "No, porque la música tiene que estar de acuerdo al sentido de la letra". "No, me dice, ponéle ritmo de albazo". Le dije que no, porque el ritmo de danzante es telúrico. No acepto que le cambies.
Y como él siempre decía que es hincha del Aucas y que nunca pierden, cuando mucho empatan, le dije que yo era de la Liga y que ahora sí él iba a perder, ni siquiera a empatar. Así que le fui obligando y, como tenía buen oído, aprendió rápido.
Ensayamos para hacer el dúo y cuando cantamos la gente se emocionó tanto que se han pasado cantando hasta las seis de la mañana. Yo me salí como a las dos, porque como no chupaba... Ahí nació la Vasija de Barro, que ahora es cantada en todo el mundo. Yo mismo no creía.
Para que quede como documento, les pedí a los que escribieron que firmen y yo también dibujé un pentagrama y escribí los primeros compases. Entonces le dije a Valencia que firme también, como él estaba cantando...Y así quedó.
Incorporamos la canción al repertorio de las audiciones y seis años después, todavía nadie quería grabar esa pieza, ¿qué tal?
Así que fui donde Gustavo Müller de Discos Nacional a decirle: "Tengo una canción muy bonita", y le canté la Vasija de barro. No me dio ni la hora. No llegué ni a la segunda parte porque me dio coraje. "No, no", me dice, "eso no es comercial, eso no se va a vender". ¡Qué cosa más equivocada en que estaba! Hasta que ya no le quise ni oír y me salí. Pero me dije: "A este tengo que ganarle".
Incluso el Potolo se resistía a cantar y me decía: "Más bien cantemos estotra canción porque esa ya está en desuso". Ahí me daba iras. Me fui a mi casa —en la calle Imbabura, más arriba de la 24 de Mayo—, recorté un cartoncito y me puse a pintar una vasija de barro, le puse los pedacitos de hueso y le hice una portada de disco poniéndole Vasija de barro en letras grandes, porque hasta ese momento no tenía título la canción.
Volví para convencerle a Gustavo Müller. Fui con mi dibujito y cuando me recibe le digo: "Verá, le he traído este dibujo", y me dice: "Bonito está. A ver, ¿cómo es la canción? Cántele porque no le oí bien".
Le canté otra vez y pregunta: "¿Con qué instrumentos podemos grabar esto?". Le digo: "Con los mismos que tenemos". "Entonces cite a ensayo a los músicos". Así que reuní una orquesta de diez músicos. Al piano estaba Lucila Molestina de Pólit; en la flauta, Eduardo Di Donato; y dirigió la orquesta Manuel Espín (padre de Enrique Espín Yepez) y él mismo hizo los arreglos. Entonces hizo la grabación Gustavo Müller que sabía grabar muy bien y era profesor de sonido. Salió un disco con ocho temas y luego en un "estandar play". Esto sucedió en 1956.
Cuando salió a la venta el disco, fui al almacén y oigo una bulla grande y cuando pregunto, me dicen que abrieron a las ocho de la mañana y a las once ya no había ni un disco. Se agotó el tiraje y estaban apuraditos en hacer una edición mayor. Así fue.
Esta canción se volvió representativa de la música ecuatoriana.
 

domingo, 13 de diciembre de 2015

Educación sindical, reivindicativa e integral para luchar por la dignidad

Por reiteradas ocasiones se ha manifestado que la actual Constitución del Ecuador es garantista y de derechos progresivos. Sin embargo, a diario se restringen derechos. Cada vez son más los sectores que, en materia laboral opinan, que la enmienda aprobada por la Asamblea Nacional, es regresiva.
El oficialismo expresa que el cambio no es retroactivo, que estarán regidos por la LOSEP solo los trabajadores que ingresen al sector público, mientras que los otros, seguirán amparados por el Código del Trabajo. Lo cierto es que, con la enmienda los trabajadores del sector público perderán el derecho al contrato colectivo y, aunque se diga lo contrario, el derecho a la organización sindical.
Ahora, los trabajadores y sus organizaciones, deben reflexionar su nuevo rol, un rol que sin perder su identidad de clase, pueda confrontar la política antipopular y enfrentarse a la arremetida globalizadora que impone nuevas normativas para satisfacer el insaciable apetito de las transnacionales, afectando las conquistas del sector laboral.
Las nuevas acciones de los trabajadores, tienen que estar dirigidas a enfrentar la flexibilización laboral y la reestructuración del sector público, que a pretexto de la baja del precio del petróleo, despide cada vez a más trabajadores, provocando mayor desempleo y recortando derechos. Los recientes cambios en el ámbito laboral, exigen luchar por un trabajo decente y una vida digna, consecuentemente la urgencia de fortalecer la unidad sindical e intersindical y con las organizaciones populares.
La embestida neoliberal que reaparece con fuerza, obliga a los trabajadores a diagnosticar su accionar y las amenazas crecientes que se avecinan, esto implica mejorar su capacidad de respuesta, y para ello también, mejorar la educación sindical de la dirigencia y de las bases.
Dos factores subyacen en el relativo apoyo de una parte de los trabajadores al gobierno. El primero, la manipulación de la frágil dirigencia y, segundo, quizá el más influyente, la formación paralela de sindicatos. Esto precisa que la Gloriosa UNE junto a los sectores populares y las organizaciones gremiales, independientemente de que sean públicas o privadas, tengan por meta, la formación de una sola organización nacional, la cual acompañada de un una actitud y un plan de alternativas al abuso, prepotencia y arrogancia, se opongan a la política neoliberal y a los intereses de la gran oligarquía empresarial, a la que se somete el gobierno nacional, el cual, en los últimos días ha mostrado de frente su naturaleza reaccionaria, sin dudar en adoptar medidas que afectan a los sectores populares.
La educación sindical, sin dejar de lado las justas aspiraciones reivindicativas, debe tener en cuenta la formación integral, humanista y política, el estudio de las propuestas económicas del gobierno y la realidad nacional e internacional.
En el caso particular de los maestros y maestras, urge recrear la historia de la Gloriosa UNE, para refrescar en nuestra memoria cómo durante estos setenta años, se han forjado aquellas jornadas protagonizadas por los maestros y las clases populares en insuperables marchas de unidad, para levantar la conciencia solidaria, con la clara idea de dejar de lado la indiferencia y los temores, en fin…, para luchar por nuestra dignidad.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Enmiendas a la Constitución o socialización de una consigna

Los sectores populares, los de a pie, los que forman parte del más del veinte por ciento que está en la parte inferior de la permanente y degradante brecha social y económica denominada pobreza. Que ellos no entiendan, sí las enmiendas son reformas o sí éstas son enmiendas, es comprensible. Pero al decir del ex mandatario Noboa, “que algunos congresistas sean como los ignoritos”; sí es preocupante. 
Se ha señalado que las “enmiendas” han sido socializadas durante un año por todo el territorio. Que se han realizado varios cambios. Que ya no son diecisiete ni dieciséis, que ahora son quince. En el supuesto de tal socialización, de que sirvió, si a última hora, al Presidente, se le ocurre agregar dos transitorias, que no constaban en el paquete que la Corte Constitucional aprobó. 
Una de las transitorias dispone que quienes hayan sido electos por dos ocasiones consecutivas, incluido el Presidente, no podrán postularse en los comicios de 2017. Sin embargo, hay un as bajo la manga. Que la astucia revolucionaria con la mayoría legislativa, pueda interpretar las “enmiendas”, para permitirle una tercera postulación presidencial al líder oficialista.
La historia nos da cuenta, que las consecuencias políticas de dejarse llevar por los delirios del poder, siempre son adversas, cuando no trágicas. Un ejemplo cercano, es el ex Presidente Fujimori.
Vale recalcar, que para los gobiernos populistas, es más provechoso socializar la demagogia convirtiendo sus responsabilidades en consignas; y no, academizar el debate de ideas, menos una consulta popular, como debió haber sucedido con los cambios a la Constitución, que de momento son parte de la polémica entre ecuatorianos, polémica que seguirá más allá del Palacio Legislativo, seguirá en las calles y plazas.
Un día después de la aprobación de las “enmiendas”, la prepotencia sigue allí. Corresponde a las organizaciones gremiales, a los sectores populares y progresistas, generar el debate y la propuesta de reales alternativas para revertir esa situación de autoritarismo amparada en la propaganda y socialización de consignas populistas. 
Juan Montalvo dice que “solo el debate de ideas nos hará libres, fuertes y sin temor a las cadenas y mordazas”, que limitan la vida institucional y democrática. Al fin y al cabo, el sueño del buen vivir es una tarea inconclusa; y, a los ecuatorianos nos corresponde empezar a responder por ella.

viernes, 27 de noviembre de 2015

El desarrollo de los pueblos, es al mejoramiento de las condiciones de vida de la mujer

El pasado miércoles en todo el mundo se recordó el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, fecha que trae a la memoria el asesinato de las Hermanas Mirabal. Tres mujeres que por combatir la tiranía trujillana en República Dominicana, fueron encarcelas, torturadas, violadas; y a pesar de ello, al salir, siguieron luchando por las libertades, aunque luego, el 25 de noviembre de 1960, fueron asesinadas.
No es justo, que transcurridos más de cincuenta años, aún se siga rememorando este aterrador crimen como símbolo de la no violencia. Esta fecha debe ser una oportunidad para que hombres y mujeres renovemos el compromiso de trabajar para prevenir y erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres, las niñas; y, contra todas las personas que de una u otra manera son vulnerables en sus derechos.
Durante esta semana, organizaciones públicas, sociales y educativas, conscientes que las declaraciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de varios Estados, lamentablemente se han quedado solo en eso, en declaratorias, han programado presentaciones artísticas, foros, encuentros, conferencias, periódicos murales, etc., etc., para recordar este doloroso y a la vez heroico acontecimiento. La idea latente y común es el de impulsar un cambio de actitud en la ciudadanía respecto de los casos de acoso sexual, sufrimiento o maltrato físico, privación de la libertad, y la más grave, el femicidio, males que aún se dan en la mayoría de las ciudades.
Debe quedarnos claro, que el desarrollo de los pueblos y las condiciones básicas para el buen vivir, se miden primordialmente por la eliminación de todas las formas de discriminación y exclusión contra la mujer; y, por el mejoramiento de las condiciones de vida de la mujer, de todas las mujeres, de todo el pueblo.

Tampoco hay que olvidar, que la violencia contra la mujer es un hecho antiguo y cotidiano, producto de las desigualdades de poder. Pero no solamente del poder machista, sino particularmente de las relaciones de poder de la clase dominante en los gobiernos de turno sobre las clases populares, que incluso, han institucionalizado la disminución de los derechos humanos de la mujer y de las niñas, que siendo parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales, dudan o ponen cortapisas para su pleno ejercicio.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Las ideas libertarias, lo más importante del proceso independentista


El próximo 18 de noviembre, burócratas de allá y de acá, al conmemorar los 195 años de independencia, resaltarán el canto patriótico y el coraje de Ramón Pinto, José María Peña, Manuel Zambrano, José Picoita, Nicolás García, que junto a hombres y mujeres progresistas, salieron a las calles a respaldar las gestas libertarias de Guayaquil y Cuenca, con la esperanza de construir una patria nueva.

Que el Jefe de Estado no vendrá debido a su agenda, o porque no le gusta inaugurar obras inconclusas; etc., etc. Empero, como cada año en esta fecha, los discursos se llenaran de pasión, sosteniendo la gestión revolucionaria y protegiendo los intereses de los de siempre; mientras el pueblo, el verdadero pueblo, seguirá luchando porque sus derechos no sean conculcados.

Hay quienes hablan de la segunda independencia o de la independencia definitiva; sin embargo, yo me sigo preguntando, cuál independencia, independencia de qué. Si desde la época republicana, para los sectores populares de la ciudad y el campo, los sueños de libertad, democracia y del ansiado buen vivir, siguen postergados.

Quizá lo más importante del proceso independentista, sean las ideas libertarias de Eugenio Espejo, Manuela Cañizares y de los patriotas del 10 de Agosto de 1809 masacrados al año siguiente, ideales que motivaron a todos los pueblos del Reino de Quito a luchar por su libertad. Cabe destacar, que el propio Mariscal Antonio José de Sucre, luego de la Batalla de Pichincha, agradeció al pueblo lojano, su aporte para la liberación de la Gran Colombia.

En esta gala novembrina, las autoridades locales, antes que preocuparse por las tradicionales caricaturas protocolarias, como el ofrecimiento del almuerzo con postre y vino revolucionario, deberían mostrar actos concretos que nos permitan salir del atraso social, económico y político, que al igual que en 1820, desde luego con la distancia histórica, aún padecemos.

No es el momento de escuchar a la burocracia cantar “Patria, tierra sagrada de honor y de hidalguía” al puro estilo de la Marsellesa, mientras el pueblo sigue lamentándose “por sus cruentos martirios y de sus dolientes horas”. Tampoco es el momento de enmendar la Constitución para venerar al caudillo. Es preciso convocar una vez más, al espíritu libertario de los ecuatorianos, para exigir las transformaciones profundas que el país necesita.