viernes, 4 de febrero de 2022

Las heridas generosas del sudor popular

Estudios realizados por la CEPAL con respecto a las inequidades sociales en el Ecuador, concluyen que estás son muy elevadas: “en la brecha entre las desigualdades, la riqueza es mayor, el 10% más rico de la población ecuatoriana posee el 75% de la riqueza nacional; mientras que la mitad más pobre tiene solamente el 3% del total de la misma”. Otro aspecto que cabe mencionar es que la desigualdad y el nivel de ingreso medio no están correlacionados en todas las ciudades del país, porque en los sectores suburbanos y rurales la pobreza es mucho mayor.

Mientras el gobierno nacional se empeña en hacer creer que la recuperación económica del país es una realidad, sin embargo, ninguna de las políticas públicas tiene ese propósito y menos aún el de reducir la pobreza. Los pobladores de a pie cuyas estadísticas no proceden de encuestadoras pagadas por la oligarquía, sino que las obtienen en el día a día, mediante información confiable proveniente de la desesperación cotidiana por llevar un mendrugo de pan a sus hogares, eso delata las mentiras gubernamentales, que de un lado informa de un incremento de 500 mil nuevas plazas de trabajo, pero el seguro social aclara que solamente hay un aumento de 80 mil nuevas afiliaciones. Lo cierto es que, crecen las desigualdades sociales en sus distintas dimensiones, particularmente en salud, salubridad, educación, vivienda y trabajo; a lo que se suman las deficiencias en la dotación de servicios básicos en los sectores rurales y los graves problemas que tienen los pequeños productores del campo para producir y vender sus productos.

Los grandes capitalistas y banqueros invierten solo si hay la seguridad de expansión económica, ni siquiera la cantaleta del libre mercado les interesa, menos aún eso de la oferta y la demanda, como todos sabemos, el capital privado invierte solo en aquellos sectores de la economía que le brinde apetecibles y abundantes ganancias, por eso, precisamente en los momentos de crisis en los que las dificultades comienzan a acosar al país, prefieren llevarse los dineros del pueblo a los paraísos fiscales, con lo cual, por partida doble, evaden la fiscalización y el pago de impuestos al fisco. En suma, se aseguran de acaparar de forma desproporcionada los beneficios “de sus ganancias económicas” a costa de las heridas generosas del sudor de los trabajadores, subempleados y desempleados, a quienes cada día se sepulta en la miseria.

Debido a las influencias ejercidas por los grandes empresarios, “el gobierno del encuentro” no constituye más que una prédica demagógica, que durante la campaña y ahora glorifican las bondades de la inversión extranjera, asumen que las empresas estatales no están alcanzando un nivel de productividad ni rindiendo beneficios económicos al Estado, para sentar las bases previas a la privatización de las empresas estatales y de los recursos naturales, así cumplen las recetas del FMI y del BM que disponen el incremento de aranceles que imposibilitan una vida digna a la mayor parte de nosotros.

 

sábado, 29 de enero de 2022

“La ignorancia mata a los pueblos, y es preciso matar a la ignorancia”

La frase que intitulo hoy, pertenece a José Martí. El pasado viernes 28 de enero, coinciden el 167 año del nacimiento del Apóstol” con el 110 aniversario del asesinato del “Viejo Luchador”. Uno y otro desde muy temprana edad mostraron su compromiso con la liberación de América. Martí fue un revolucionario incansable en el arte y en la política, escritor, ensayista, poeta, periodista, gran pensador, orador, diplomático y político. La influencia de su pensamiento es tal que aún hoy día, su figura es respetada y entrañable. El ideario martiano es la base que da sentido a la identidad y nacionalidad del pueblo cubano. Es por ello, que los ciudadanos de la isla, le otorgaron el muy merecido título de “El Apóstol”.

Su vida y todas sus tareas tuvieron una sola meta, la unidad de todo el pueblo, la expulsión del dominio colonial español de la Isla, evitar el peligro de una expansión estadounidense y fundar una república libre, soberana e independiente, “con todos y para el bien de todos”. Centraré este artículo más a dar una mirada de su pensamiento pedagógico, ya habrá tiempo para ahondar en su trayectoria personal y sobre todo en la posición política del más universal de los cubanos y su compromiso a favor de la libertad y la educación, cuyo ejemplo emancipador, asumimos como propio los educadores ecuatorianos.

En la actualidad, la pandemia a puesto a prueba no solamente al sistema de salud pública, sino, además, al sistema educativo, cuyas autoridades “no dan pie con bola”. Subjetivamente ayer casi todo el país estaba semaforizado en rojo por el COE-Nacional, de pronto la propia pandemia se vuelve mágica y desaparece. Al punto que en el cantón Guayaquil se evidencia un tira y jala entre las rubias de la educación y la alcaldía, poniendo en entre dicho la dignidad, solvencia y el papel del profesor, así como la responsabilidad social de los padres de familia y de los ciudadanos. Mientras de manera permanente, el gobierno del desencuentro, el ministerio de educación y buena parte de los grandes medios de comunicación fomentan cuestionamientos en contra del magisterio organizado.

Afortunadamente el pueblo ecuatoriano sabe del compromiso y sagacidad de los maestros y maestras unionistas, sabe de nuestra propuesta educativa, sabe que nuestro espíritu y pensamiento han sido y seguirán siendo parte esencial del humanismo y de responsabilidad histórica con el presente y futuro de la educación, de la niñez y juventud y de la sociedad. Nuestra propuesta conlleva una propuesta de liberación, personal y colectiva, y la construcción de una globalización que recobre la esperanza y siembre el servicio y la solidaridad, por ello se constituye en un eslabón clave para lograr esa educación de calidad y humanista, que ha sido acallada por la oligarquía de turno.

Finalmente, los maestros unionistas sabemos que para superar la profunda crisis que padecemos, debemos hacer de la educación una herramienta de transformación y liberación; y, así recobrar la esencia humanizadora que forme personas capaces de vivir, de defender la vida y de dar vida para matar a la ignorancia.

viernes, 21 de enero de 2022

Simón Rodríguez, el "Maestro del Libertador"

El sistema ha sido egoísta, creer que recordarlo con el sobrenombre de Maestro del Liberador es suficiente. No. Es verdad que juntos en el Monte Sacro, en Roma, juraron independizar América, pero hemos olvidado su trabajo de pedagogo. En medio de la guerra por la independencia de nuestros países, consigue el apoyo de Bolívar para la creación de escuelas públicas, la creación de centros de formación de buenos profesores, de esta forma, se lograría la incorporación de más niños y niñas mulatas, indígenas y negros, para que como canta Silvio Rodríguez, dibujen alas de colibrí en libertad.

En su afán de crear escuelas en las que alumnos y docentes trabajen con libertad de pensamiento y de acción tuvo que exiliarse en Jamaica porque que en su Caracas natal era perseguido por los realistas por haber participado en el levantamiento contra la Corona Española por el año 1795. Luego de recorrer ciudades de EEUU y Francia regresa a América. Sin ninguna duda, es un maestro popular y de la esperanza, formador de ciudadanos. Un maestro adelantado a su época, que trabajó y luchó toda su vida por la liberación de una sociedad caracterizada por el orden colonial, esclavista y servil al imperio español.

A través de sus obras, podemos observar, cómo este caraqueño realizó un cambio con las formas y sentidos de observar, captar y expresar la realidad de su tiempo; sus escritos increpan y obligan a realizar un ejercicio creativo en la comprensión lectora y una confrontación con la realidad del entorno. Esto lo eleva como un sabio de tiempo, su vehemencia, sentido crítico, honestidad de sus palabras y la manera gráfica de expresarlas constituyen un legado que se caracteriza por su originalidad. Fue coherente, lo que escribía lo defendió en su accionar cotidiano. Él escribió como pensaba.

El maestro estaba convencido al observar la realidad americana, al padecer las angustias que originaba su progreso y avance, y entonces entra en la plasmación de planes concretos y objetivos tal cual como los recoge la UNE en “educación para la emancipación”. Sin embargo, fracasa porque la aristocracia refería a sus escuelas como lupanares, centros de perdición, eso en respuesta a que el maestro Rodríguez partía de una idea de igualdad, no como un objetivo sino como un principio del cual se parte, él dice en este espacio todos son iguales, no para alcanzar igualdad sino para demostrarlo en los actos.

Ya en su vejez, lo encuentra un viajero europeo en el alto Perú, “primero le pregunta si es francés porque hablaba el francés a la perfección, luego de momentos de conversación lo descubre y le dice, pero usted es Simón Rodríguez el maestro del Libertador, como una persona de su importancia está en estas condiciones de miseria. A lo que el maestro responde; "Mire: yo quise hacer del mundo un lugar digno para que todos puedan vivir, y en ese intento lo terminé convirtiendo en un infierno para mí"”. Esto define al maestro del Libertador.