viernes, 14 de enero de 2022

La corrupción prolonga sufrimiento de las clases populares

Las respuestas del Gobierno y la Asamblea Nacional a las necesidades más imperiosas de la sociedad resultan inconcebibles. Solamente son “pan y circo”. Impuestos que caen sobre los hombros de los sectores menos favorecidos. No hay verdaderas alternativas para superar las raíces de la corrupción que finalmente es la que origina más pobreza. Parece que para ellos nada hay que cambiar, o quizás sí, ahora quieren una Constitución a su medida, la del 98 que fue redactada en los cuarteles por intocables personajes que aún siguen pululando por el Palacio Legislativo, forjando leyes para que los ricos se sigan haciendo más ricos.

Ante la crisis los sectores populares y los trabajadores han anunciado movilizaciones para exigir el combate a la corrupción y el cumplimiento de derechos; la respuesta de siempre es acusarlos de disociadores, anarquistas, comunistas, anti patria, etc., etc. Incluso los grandes medios de comunicación se ensañan con los pobres, callan o distorsionan que desde las organizaciones populares y de izquierda, no se pretende quitar nada a los ricos, lo que exigen fundamentalmente es que la riqueza nacional, no la de ellos, sea distribuida en función de lo que la sociedad necesita, para que atienda y resuelva los más apremiantes problemas que soporta el Ecuador.

A diario nos enteramos que la corrupción apareada al narcotráfico ha “hecho metástasis” en los organismos de todos los poderes del Estado. En realidad, pienso que lo que realmente pasa es que la corrupción se ha convertido en una política de Estado, la que cada nuevo gobernante la conoce y sin embargo no hace nada por extirparla. Hay que agregar, que desde hace varios años la agudización de las leyes y de la represión sobre el narcotráfico en Colombia, nuestro país dio cabida a narcotraficantes de varias nacionalidades, al principio como país de paso y luego para la refinación y la producción de cocaína, que posteriormente es trasladada a los centros de consumo en Estados Unidos y Europa.

La pregunta es: ¿a dónde van los capitales provenientes del narcotráfico? Las leyes ecuatorianas se ajustaron para que estos capitales provenientes de la mafia sean invertidos con ciertas características de operación de una empresa capitalista normal, cuya inversión se realiza en actividades económicas más rentables como bancos, financieras, seguros, agroindustria, etc. Por lo tanto, la distribución de los narcodólares es sumamente diversificada dentro de la economía formal y para ello utiliza a los funcionarios públicos, a los que a pesar de habérseles comprobado desde el SRI y en sus cuentas inexplicables ingresos monetarios no se hace nada, o se hace muy poco, se castiga a los pequeños distribuidores y consumidores que finalmente terminan masacrándose entre ellos dentro de las cárceles.

Lo que a todas luces sabemos es que, con esos dineros sucios, los gobiernos de turno han financiado a las fuerzas represivas y mediáticas con el afán de perpetuar el modelo neoliberal en el poder, prolongando el sufrimiento de las clases populares. Por eso, la tarea es, la unidad y la lucha organizada, lo demás vendrá por añadidura…

 

viernes, 7 de enero de 2022

Ayer he pedido a la Virgen María,

a la Virgen del Rocío, a la Virgen de Fátima

e incluso a la Virgen del Carmen, porque si

naciste en julio debiste llamarte Carmen…

Les he pedido que no, que ¡no quiero!

descubrir el misterio que esconden tus ojos,

ni el misterio  de tu dulce sonrisa,

ni el misterio de tus sutiles caricias,

ni el misterio de tu sensualidad,

ni el misterio del sabor de tus labios,

porque prefiero el encanto del misterio

a la nostalgia del descubrimiento...

Nota:

Míriam, llamada María

por la cristiandad, era el nombre

original hebreo, que significa

Doncella o Princesa

Gobierno hipoteca nuestras vidas por treinta años

Pasamos la página del 2021, empezamos un año más que agranda la historia de los movimientos sociales, de las organizaciones populares, de la Gloriosa UNE. Este año hemos tenido satisfacciones y sinsabores para el magisterio activo y jubilado, para el pueblo. Sin embargo, ni por un instante hemos perdido nuestro optimismo, porque gracias a nuestra firme percepción política, tenemos claro que la lucha continúa.

Durante lo que va de la pandemia, no quiso “el Dios del cielo, que la tortilla se vuelva, que los pobres coman pan y los ricos…” compartan un poquito más. La incompleta frase, desnuda nuevamente la realidad de las inequidades sociales en el Ecuador. Si Lenin Moreno nos dejó una bitácora llena de penurias; el presidente Lasso, evidenció la incapacidad del sistema y de su gobierno para dar solución a los problemas más apremiantes que agobian al país. Los discursos oficiales revelaron que, a la derecha criolla e internacional fiel al neoliberalismo, le interesa muy poco o casi nada la vida y el bienestar de los pobres, los obreros, los campesinos, los maestros, los jubilados, las mujeres y los jóvenes.

Siento la obligación de rechazar las declaraciones del gobierno nacional, en el sentido de que lideran el proceso de vacunación en Latinoamérica, tamaña mentira. Liderar no es solamente vacunar, aunque ni eso lideran. Liderar, en el caso de la salud, implica, asignar el presupuesto constitucional para las universidades públicas, consecuentemente apoyar la investigación científica en el tema sanitario. Me pregunto, qué vacuna hemos desarrollado los ecuatorianos, ninguna; la capacidad la tenemos, el problema es la reducción del presupuesto para la educación y salud, fundamentalmente para la investigación científica.

El tema sanitario como el económico y político, están al servicio del gran capital, esto impide enfrentar de forma adecuada la pandemia, por lo que, la contaminación aumenta y cientos de personas siguen perdiendo la vida a causa de COVID-19 y sus variantes. El sistema sanitario no ha podido y no puede con el virus, no porque la enfermedad sea invencible sino porque la corrupción campea beneficiando a los grupos de poder político y económico. El COE y el MSP para ocultar sus propias responsabilidades, intentan hábilmente dividirnos entre vacunados y no vacunados, exigiendo a los ciudadanos el carnet de vacunación y la validación de certificados médicos. Pero lo que no se exigen estos organismos ni el gobierno, es administrar para todo el pueblo y no solo para las élites.

El drama de la migración, principalmente de hermanos venezolanos, las penurias y enfermedades de ellos y sus tiernos hijos poco importa al gobierno. El aumento en el precio de los combustibles se detuvo en $ 2,55 dólares gracias a la resistencia social del pueblo indígena y del Frente Unitario de Trabajadores. Mientras tanto, los empresaurios rechazan el nuevo salario básico de 425 dólares. Ahora se muestran asustados, si ellos nunca pierden, saben muy bien que el precio de la crisis económica siempre la pagan los pueblos. 

Finalmente, han decidido hipotecar nuestras vidas por treinta años disque al uno por ciento. 

¡Que generosos!