En el caso actual de la corrupción en el Ecuador,
de qué serviría destituir o encarcelar a un funcionario corrupto si se lo va a
sustituir por otro igual o peor. De que vale los esfuerzos por el combate a la putrefacción
si la base de la pestilencia sigue intacta.
El Frente de Lucha contra la Corrupción, propuso al
Presidente Moreno, que el Ministro de Educación disponga se impartan en escuelas
y colegios, clases de Ética para combatir la corrupción. Si la intención es prevenir
la corrupción y promover el respeto a la ley y a las instituciones
democráticas, entonces el fortalecimiento de la educación en valores ciudadanos,
será el medio adecuado para que los estudiantes y la ciudadanía conozca las consecuencias
individuales y grupales de un actuar al margen de las leyes. La Comisión cree además,
que es hora de volver a hacer conciencia, en las familias y concentrarse en las
nuevas generaciones, que la parte ética ha sido sacada del pensum académico y tiene
que volverse a retomar con una visión progresista.
Quien podría negar la importancia de educar a los
futuros ciudadanos en valores ciudadanos y prevención de la corrupción, nadie. Es
obvio, en cualquier campo de la vida pública y privada, a mayor educación
cívica y ética, habrá menos posibilidades de delinquir o dejarse arrastrar por prácticas
corruptas, como también una menor propensión a violar las leyes.
Hay quienes en voz alta quieren hacernos creer
que vivimos una crisis de gobernabilidad, considero que no, que ni siquiera hay
una crisis política. Lo que sí es evidente, es el colapso interno del
movimiento alianza país. Donde la fracción correísta resulta la más debilitada,
son ellos los que presuntamente han actuado sin escrúpulos, frenando el
desarrollo de nuestros pueblos y el combate a la pobreza.
Es iluso creer que la modificación del pensum escolar
con la asignatura de ética, vaya ser la solución contra la corrupción. La historia
reciente relata la destitución de funcionarios y gobernantes involucrados en
actos dolosos, sin embargo la historia se repite. Y se repite porque simplemente
reemplazamos a los corruptos con nuevos rostros que siguen los mismos pasos.
Es hora de proponer e impulsar cambios urgentes y
profundos en el país, cambios estructurales que vayan más allá de las buenas
intenciones, que vayan a eliminar el sistema hegemónico que engendra a los corruptos.