miércoles, 10 de febrero de 2021

Oportunidad de vencer el caudillismo y la corrupción

El pasado domingo 7 de febrero se desarrollaron las elecciones presidenciales en Ecuador, los resultados eran previsibles. Andrés Arauz de la “revolución correísta” pasó cómodamente a segunda vuelta, para disputar el sillón de Carondelet con Yaku Pérez, candidato de Pachakutik apoyado por Unidad Popular y varias organizaciones sindicales y populares.

El pueblo ecuatoriano dejó por un momento el miedo a la pandemia COVID-19, y en más del 80% acudió a las urnas a depositar su voto, quizá fincando su esperanza en salir de la crisis ética, política, social y económica; dijeron basta a la corrupción institucionalizada por los gobiernos de Correa y Moreno, que durante 14 años aumentaron la pobreza empeorando las condiciones de vida.

Desde la conformación del Consejo Nacional Electoral-CNE y del Tribunal Contencioso Electoral-TCE se evidencio contradicciones e inoperancia entre estos organismos, que hasta pocos días antes de las elecciones no ratificaban oficialmente la inscripción de candidatos. También fue pública la parcialización en favor del correísmo y la derecha oligárquica, sospecha que se concretó cuando el consejero Enrique Pita contradijo los resultados del “conteo rápido” anunciados por Diana Atamaint presidenta del CNE.

El movimiento Pachakutik ha pedido un nuevo recuento de votos, Yaku Pérez dice “hemos participado en este proceso electoral exigiendo transparencia, pero a pesar de que el conteo rápido del CNE nos daba para segundo lugar, parece que la intención es rebasarnos y dejarnos en tercer lugar”. Es obvio que la tardanza al subir los datos de las actas, tiene la pretensión de favorecer a Rafael Correa, porque Andrés Arauz no podría ganarle a Yaku Pérez en la segunda vuelta, mientras que a Guillermo Lasso sí.

En un supuesto triunfo de Andrés Arauz, los ecuatorianos tendríamos que afrontar la penosa realidad de la ineptitud de este personaje mediocre, quien ahora dice que los 1000 dólares de la campaña se entregaran financiados solamente a quienes califiquen, una mentira ideada por el dictadorcillo de las sabatinas, además se afirmaría el caudillismo y la corrupción.

Pese a la campaña sucia que se montó contra Yaku Pérez y las maniobras del CNE contra la lista de Pachakutik, los resultados los ubican como la segunda bancada parlamentaria. Por eso el temor del correísmo, si la segunda vuelta fuera entre Arauz y Lasso, es remota la ganancia de Arauz debido a un posible apoyo de quienes votaron por otros candidatos.

Mientras que, si el balotaje fuera entre Arauz y Yaku Pérez, las oportunidades del correísmo son mínimas; primero porque el pueblo tiene fresco todas las fechorías del gobierno pseudo revolucionario; segundo, porque el propio Guillermo Lasso, Xavier Hervas y varios de los otros candidatos ya anunciaron que apoyarían a Yaku Pérez; y tercero, porque Yaku Pérez ha mostrado su compromiso de dialogo nacional para impulsar un modelo de desarrollo económico que genere fuentes de trabajo y recupere la dignidad del pueblo ecuatoriano.