viernes, 27 de noviembre de 2020

Maradona: defiendo mi fútbol como él defiende a su pueblo

El fallecimiento de Diego Maradona ha conmovido al mundo entero. En la retina de quienes lo vieron jugar no solamente están sus goles, sino ante todo su posición patriótica y soberana. La prensa burguesa poco a aludido la frase que con claro sentido político escribió en su autobiografía, refiriéndose al partido que ganaron en 1986 a Inglaterra cuatro años después de la guerra por la Malvinas: “Fue nuestra forma de recuperar Las Malvinas”.

Se fue Diego, pero quedan sus memorias y recuerdos imperecederos, posiblemente únicos, como el mítico gol con la “mano de Dios”, la visita al Comandante Fidel Castro en 1987 o la creación de la “iglesia maradoniana”, lo cual a la final y al cabo resultó ser el símbolo de la amistad y el amor que durante más de cuarenta años la fanaticada dedicó a su ídolo, a su “Dios”, al Pibe de Oro.

No contaré sus hazañas deportivas, ni sus declives emocionales porque eso lo saben de sobra, además con seguridad la prensa aprovechará para sus titulares durante mucho tiempo. Por ahora sus familiares, sus amigos más cercanos, sus excompañeros de equipo, políticos de todo color han manifestado su tristeza debido al fallecimiento de la estrella del fútbol mundial. Nery Pumpido arquero de la selección argentina campeona mundial de 1986, ha manifestado: “y un día ocurrió, un día lo inevitable sucedió, es un cachetazo emocional y nacional, es un golpe que retumba en todas las latitudes, la muerte había sido gambeteada varias veces, el destino del Pelusa ahora es parte de la triste realidad”.

Diego Maradona visitó varias veces Cuba y en cada una de ellas saludó con el Comandante Fidel Castro. No se piense que los diálogos con él marcarían su posición política, quizá si la definieron. Los ganadores del “Mundial de México 86” invitados a la Casa Rosada para celebrar el triunfo junto al Presidente Raúl Alfonsín, luego del festejo, Maradona le dejó en claro a la prensa cuál era su postura política. "Soy de izquierda, todo de izquierda, de pies, de fe, de cabeza. Pero no en el sentido que ustedes le dan al término político. Soy de izquierda en el sentido de que soy para Alfonsín, para el progreso de mi país, para mejorar el tenor de la vida de la gente pobre, para que todos tengamos paz y libertad".

En algún momento, un periodista cuestionó su amistad con Fidel Castro y ciertas declaraciones respecto de la vida en Cuba. A lo cual contestó, que no ha buscado la amistad de él por su condición de líder revolucionario ni por su por su marcada connotación política a nivel mundial. “Se equivoca quien lo piense así”, añadiendo que su amistad se fortaleció porque el pueblo cubano le tendió la mano cuando gran parte del mundo lo rechazaba en aquellos tiempos en que cayó en la droga, “es por eso que yo defiendo mi fútbol como Fidel defiende a su pueblo”.