viernes, 1 de mayo de 2015

Día del Trabajo: Día de rememoración de episodios dolorosos y de hondo significado histórico.

Buena parte de la opinión pública destaca que este 1 de Mayo, el Día del Trabajo tendrá una connotación diferente. Quizá histórica por la trascendencia del llamado a la “unidad” que realizan oficialismo y organizaciones de trabajadores.
El oficialismo a través de la Central Unitaria de Trabajadores, creada recientemente “casi por decreto”, anuncia la denominada contramarcha “de la alegría” y llama a defender su gestión, convocando “obligatoriamente” a los trabajadores y empleados públicos, especialmente a los contratados, a quienes ha convertido en una especie divisionistas de los sectores organizados.
Por otro lado, el Frente Unitario de los Trabajadores junto a los jubilados, campesinos, indígenas, artesanos, maestros, estudiantes, y amplios sectores populares, marcharán por las calles y avenidas defendiendo sus derechos laborales y humanos; su dignidad y honra; sus libertades de organización y expresión; en fin, marcharán frente al caudillismo, la prepotencia y el autoritarismo.
Lo cierto es que, con visiones diferentes, vivimos un “cambio de época” en la que cobra vigencia la lucha de clases. Se enarbolarán banderas y cartelones verdeagüitas con lisonjas al Gobierno de la misma manera que se enarbolarán las banderas rojas y cartelones exigiendo las justas reivindicaciones de la clase obrera y el pueblo. Por ejemplo, los jubilados, reclamarán el pago del aporte estatal del 40% a las pensiones jubilares.
Por otro lado, no hay que perder de vista, a los voceros de la oligarquía y la reacción que levantarán sus voces altisonantes camuflándose en las consignas populares en su afán de recuperar sus posiciones y usurpar el poder para satisfacer sus apetitos personales y de grupo para seguirse rifando la patria y el erario nacional.
Este 1 de Mayo, no es un “día de alegría”. Es un día de rememoración de episodios dolorosos. Es un día de hondo significado histórico, en el que repudiamos al neoliberalismo y a la oligarquía por el asesinato de los Mártires de Chicago en 1886, por la masacre de los obreros el 15 de Noviembre de 1922, por la masacre de los trabajadores del Ingenio Aztra en octubre de 1977. En los tres casos, al igual que hoy, los trabajadores lucharon reivindicando el derecho al trabajo, a la vida y por conquistar la auténtica libertad.