sábado, 17 de septiembre de 2022

La incapacidad no se resuelve con consultas

El presidente Guillermo Lasso, anuncia una consulta popular de ocho preguntas de temáticas englobadas en seguridad ciudadana, protección del medio ambiente y reforma institucional, las mismas que de acuerdo a varios analistas constitucionales y al sentir de los sectores sociales populares, lejos de contribuir a mejorar la nefasta administración, a la par con la propaganda para el mundial de fútbol, pretende entretener a la población y mantenerla alejada de los grandes problemas que afectan al país., como la carestía de la vida, el creciente desempleo, la desatención a la educación general y a la universidad ecuatoriana, la falta de medicinas y médicos especialistas en los hospitales, la terrible inseguridad que campea en todo el Ecuador.

“El gobierno nacional no tiene legitimidad de preguntar nada…, que es un acto irresponsable”, ha adelantado el movimiento indígena que se encuentra en mesas de diálogo sin hasta el momento concretar ningún acuerdo que beneficie a la población.

El presidente Lasso, con el pretexto de combatir el crimen organizado, aspira que las Fuerzas Armadas apoyen a la Policía Nacional, cuando el verdadero problema radica en la falta de trabajo y en la corrupción del sistema judicial.

La extradición más que un tema judicial es un tema de soberanía nacional. Para ello, precisamente hace falta un nuevo orden jurídico para que criminales y corruptos se sujeten a las leyes del Ecuador.

Reducir el número de asambleístas no soluciona la crisis, pues no se trata de cantidad, sino de calidad, deberían elevarse los requisitos de inscripción para evitar que faranduleros de baja monta pretendan fiscalizar y legislar. Los periodistas y/o comunicadores sociales, -aunque tienen el derecho constitucional para hacerlo-, por ética propia deberían excusarse de ser candidatos, porque deben tener claro a quien responder, si al cacique del partido que los auspicia o al dueño del medio de comunicación.

Que los movimientos políticos lleven un registro de sus miembros, esa tarea ya existe y es responsabilidad del organismo electoral vigilar su cumplimiento. En cuanto a eliminar facultades al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, este debería desaparecer y tales facultades regresar a la Asamblea Nacional.

Que desea proteger las fuentes hídricas y las áreas protegidas para beneficiar a quienes cuiden y conserven la naturaleza, el presidente Lasso olvida que para eso precisamente lo eligieron. Sin embargo, guarda silencio ante la apertura de nuevos bloques petroleros y concesiones mineras contraviniendo “la consulta previa, libre e informada” que manda la Constitución del Ecuador.

En la anunciada consulta, no se averiguan los temas que son de interés nacional. El gobierno del desencuentro no entiende que la incapacidad no se resuelve con consultas inoficiosas, sino con políticas públicas y reformas al sistema de gobierno.

Como están las cosas, se avizora un rotundo pronunciamiento por el NO a la consulta, que es lo mismo a decir No al gobierno de Lasso.

jueves, 8 de septiembre de 2022

Con Lasso, la educación al despeñadero

                                                                                                                 Tomado del semanario En Marcha, edición 2016, del 7 al 13 de septiembre de 2022

 El inicio de un nuevo año lectivo en las regiones Sierra y Oriente, se convirtió, otra vez, en el espacio para sacar a luz las falencias de la educación ecuatoriana, profundizadas por la no solución a otros problemas, como los generados por la pandemia.

La ministra, María Brown, llegó a su cargo con el aura de técnica a nivel internacional, supuestamente con las capacidades para resolver los problemas de la educación, pero, a lo largo de su gestión, lo cierto es que esos problemas se han profundizado, porque ella se ha dedicado a dar sustento y concretar en las políticas de gobierno a una visión neoliberal de la educación, que es totalmente opuesta a las necesidades del país, pues, el derecho se limita a lo que la reducción del tamaño del Estado permita, en momentos en que es indispensable ampliarlo para garantizar el acceso a la educación.

Para comenzar, ni Guillermo Lasso, peor Brown, hicieron absolutamente nada para concretar la disposición constitucional de entregar el 6% del PIB que se debe destinar a la educación. Al contrario, justifica al ministerio de Finanzas por la falta de entrega de recursos para inversión, lo que se traduce en apenas 135 millones dólares entregados, de los 495 previstos y que, para colmo, todavía no son gastados, porque se han depositado tarde. Por tanto, las escuelas todavía no se reparan, ni hablar de nuevas infraestructuras, laboratorios o espacios deportivos.

La pandemia expuso con más claridad para las autoridades, la necesidad de preservar la salud de estudiantes y docentes, mediante la contratación de más profesores para que haya más distanciamiento social. Han pasado casi dos años y nunca lo hicieron, la falta de docentes a todo nivel es evidente.

Lasso ofrece el ingreso de unos once mil, cuando ya debieron ser contratados y, si en verdad los contratan, esa cantidad tan solo compensará los más de diez mil docentes que salieron del sistema, por tanto, el déficit de docentes no está superado. Falacia tras falacia.

Siempre aplicando el concepto neoliberal de gastar lo menos posible en lo social, Brown y los funcionarios del ministerio de Educación, han decidido una reducción de la carga horaria para el estudiante, eliminando entre 270 y 360 horas pedagógicas al año en materias importantes como matemáticas, inglés, educación física y otras, en vez de contratar más docentes, que es lo que corresponde.

La consecuencia de estas medidas es fácil de anticipar: la calidad de la educación ecuatoriana se pauperizará aún más, los estudiantes que salgan del bachillerato estarán cada vez más lejos de las exigencias mínimas de conocimientos para cursar los estudios superiores y, por lo tanto, el propio desarrollo del país se verá afectado. Todo esto con el trasfondo de un acuerdo con el FMI que Lasso y sus ministros se empeñan en cumplir a toda costa.

La equiparación salarial es un derecho de los docentes que las propias leyes lo contemplan desde hace años, que desde el correísmo hasta la presente se conculcó, lo que motivó la lucha de la UNE y su reciente victoria. Conlleva mayores egresos en salarios, en oposición a los acuerdos con el FMI, por ello Lasso no está dispuesto a egresar más recursos contratando más docentes, ni construyendo nuevas escuelas, tan solo reparando mínimamente algunas escuelas y colegios, para pasar el susto. 

miércoles, 7 de septiembre de 2022

7 de septiembre, bicentenario del nacimiento del Dr. Miguel Riofrío

Dos siglos después del nacimiento del Dr. Miguel Riofrío, la conmemoración de esa fecha ha llegado de forma casi desapercibida. Al parecer, ningún acto de relevancia significativa a la altura del accionar polifacético de uno de los pensadores más influyentes en el ámbito del periodismo, de la cultura, de la diplomacia, de la política, del liberalismo; y autor de la primera novela ecuatoriana, “La Emancipada”.

El Dr. Miguel Riofrío, fue un hombre de una gran sensibilidad humana y alma inquebrantable, poseedor de un espíritu libertario inmejorable en su época. Él, se hubiese sentido complacido de que las instituciones lojanas recuerden el bicentenario de su nacimiento, sobre todo, la escuela que lleva su nombre y a la que tanto dio y quiso. Fue un personaje fiel a la vida y a sus principios, su bandera de lucha y denuncia fue la dedicación y el amor, tuvo una gran conciencia de sí mismo y de su obra literaria y política, lo cual se refleja precisamente en “La emancipada”.

El compromiso social de Miguel Riofrío y su apego a los sectores populares, lo llevó con frecuencia a la polémica, fruto de ello, sufrió la persecución, el encarcelamiento y el destierro, y a pesar de ello, por su pensamiento y su recia personalidad, jamás dejó de combatir la corrupción, la tiranía, la prepotencia y las acciones dictatoriales del gobierno de García Moreno.

Las circunstancias no han variado mucho, las mayorías populares y la realidad de nuestro querido y doloroso terruño desde la época republicana no ha dejado de sangrar y lamerse sus heridas provocadas por el abandono de los gobiernos de turno, por la inacción de las propias autoridades lojanas y por la corrupción institucionalizada en la esfera pública y privada.

Sobre la novela La Emancipada, hay que resaltar ligeramente, que es una novela costumbrista, llena de características emotivas y apasionadas, su propio título se describe porque Rosaura, personaje central de la novela es obligada a aceptar un matrimonio sin amor, para luego en medio del ambiente puritano de la época tomar la decisión de emanciparse, de liberarse del yugo que su padre y esposo le impusieron. Los problemas morales hacen que Rosaura tome esa decisión, presionada por sus propias limitaciones y circunstancias, desafía todas las costumbres religiosas y políticas de la época, viviendo una vida libertina y escandalosa.

Miguel Riofrío, nace el 7 de septiembre de 1822 en el barrio el Landangui de la parroquia Malacatos, cantón Loja, fue hijo de José María Riofrío y Custodia Pedreros. (Según la investigadora guayaquileña Marcia Stacey Chiriboga, es el propio Miguel Riofrío, quien manifiesta ser hijo ilegitimo de Joaquín Riofrío y de Custodia Sánchez). Muere en la ciudad de Lima el 11 de octubre de 1879, hecho luctuoso que priva a los lojanos y a ecuatorianos, de uno de los hombres más valiosos de la historia nacional.

sábado, 3 de septiembre de 2022

Por qué los pobres eligen a sus propios opresores

La tarea incesante del capitalismo es ocultar su esencia, es decir, la situación oprobiosa de falta de fuentes de trabajo, de desatención presupuestaria para salud y educación, encubrir el hambre, la miseria, la explotación y la opresión a las clases sociales populares, y para eso cuenta con sus propios medios de comunicación y otros con los que la burguesía defiende sus propios intereses.

El gobierno actual es ultraliberal en lo económico y neofascista en lo político, entre otras medidas asombrosamente retrógradas, propone derogar varios derechos laborales y privatizar las empresas públicas más rentables. Si nos quejábamos de las sabatinas, Lasso es más audaz, todo lo hace entre gallos y medianoche. Él y los medios de comunicación a su servicio apelan todos los días a la demagogia barata buscando popularidad a través de opiniones que tergiversan la crítica realidad.

Todos los poderes del Estado en la práctica, con escazas excepciones de sus integrantes son de la misma ideología burguesa. Utilizan el bochinche como método de propaganda y un día tras otro, sueltan una serie de disparates y atrocidades, que, si no fueran porque atentan contra los derechos de los trabajadores y las clases populares, resultarían cómicas, incluso tienen asesores para ganar popularidad haciendo el ridículo con absoluto desparpajo.

José Luis Sampedro, escritor liberal español abogaba por una economía “más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos”, decía que “el sistema no permite a los profesores educar para pensar, sino que obliga a educar para ser súbditos”. Por lo tanto, si las clases populares no tienen la capacidad de pensar, si no tienen una conciencia política necesaria para analizar la realidad de los problemas cotidianos, quedan a expensas de las élites dominantes. Esa tarea tan importante de ayudar a pensar a partir del pensamiento crítico, a partir de los problemas cotidianos para tener una visión propia de la realidad y no la que nos imponen los que dominan, nos corresponde a los profesores de avanzada.

Una humilde mujer insistió en fotografiarse con el presidente Lasso, luego le preguntaron por qué lo hizo, contestó que como todos los días lo ve en televisión: “nuestro presidente debe ser famoso”. Eso es penoso, pero mucho peor, es que también eso es uno de los argumentos que decide el voto de muchísima gente. Y es una de las razones, quizá no la única pero tal vez la más importante, por las cuales los pobres eligen a sus propios presores, sin saber que lo son.

Los políticos sin ideología o independientes, los progresistas, los neo-revolucionarios, aceptan las imposiciones básicas del poder, sus reglas de juego y peor, no cuestionan la esencia del capitalismo: es decir la explotación de los trabajadores. Se esfuerzan entre comillas a aliviar un poco la crítica situación, pero con los mismos argumentos que la derecha, ofrecen un “capitalismo más humano” y gobernar para las clases populares, pero nunca gobiernan con las clases populares.