sábado, 6 de marzo de 2004

“Saludo a la Maestra Educadora por el Día Internacional de la Mujer”

Queridas y apreciadas maestras y compañeras, este 8 de Marzo que recordamos pletóricamente un nuevo aniversario del “Día Internacional de la Mujer”, en este día en que las mujeres del mundo celebran y recuerdan las heroicas jornadas de lucha que plasmaron y dieron origen a esta importante y necesaria conmemoración, reciban nuestros más sinceros y fraternales saludos de parte de sus compañeros y en particular de la niñez y juventud a quienes ustedes diariamente entregan junto con sus sabias enseñanzas afecto y comprensión; y junto a ustedes, reafirmar nuestro compromiso de aunar esfuerzos por conseguir una sociedad más equitativa que nos permita vivir con dignidad al pueblo ecuatoriano.

Recordemos que a mediados del siglo XIX cada vez más mujeres se incorporaban al trabajo, especialmente en la rama textil, donde eran mayoría absoluta. Las extenuantes jornadas laborales de más de 12 y hasta 20 horas diarias a cambio de salarios miserables, sublevaron a las obreras de una fábrica textil neoyorquina que salieron a reclamar por sus legítimos derechos, como respuesta a sus aspiraciones las manifestantes fueron brutalmente reprimidas por la policía. Era el 8 de marzo de 1857.

Al rememorar hoy esta fecha, se entremezclan variadas sensaciones en donde, sin duda, recordamos las infatigables e históricas jornadas de lucha de las valientes maestras del mundo, del Ecuador y de Loja, mujeres que nos han legado el compromiso por las luchas emancipadoras de la mujer y de la sociedad en su conjunto, valientes mujeres como Rosita Paredes que en las filas del magisterio ecuatoriano enarbolan la bandera por las justas reivindicaciones de nuestros derechos gremiales, por la unidad del magisterio y por una educación laica y gratuita.

Recordamos esta trascendental fecha junto al compromiso de maestras y maestros que anhelosos de contribuir al mejoramiento de la educación de nuestro pueblo, asistimos a los seminarios de capacitación masiva en cuatro importantes áreas, capacitación que hemos conseguido junto a otras conquistas. En estos días nos debatimos en un ambiente enrarecido por la crisis social, por la corrupción de la oligarquía que saquea nuestros recursos, por el reparto de los más altos tribunales de justicia y control, por el injusto TLC, por el peligro inminente del Plan Colombia que nos involucra en una invasión al hermano pueblo colombiano. Los poderosos, los dueños del Ecuador quieren perpetuar sus dominios vendiendo a más de nuestros recursos naturales nuestra soberanía nacional, y lo hacen siguiendo el ejemplo de los dueños del mundo, el imperialismo norteamericano, que con detestables mecanismos de opresión y sangre someten a los pueblos iraquí, afgano, haitiano entre otros.

El pueblo esperanzado en lograr las condiciones para una vida con dignidad está seguro que junto a los hombres progresistas del Ecuador y del mundo, ustedes como mujeres profesoras desde vuestras voces y manos creadoras no dudarán un instante en transmitir a vuestros estudiantes la necesidad de una nación equitativa, solidaria y soberana, de transmitir la riqueza de un mundo sin guerras. Que nuestras aulas sean un territorio de paz, que nuestro gremio la gloriosa UNE sea un punto de encuentro y de emancipación, que nuestras sonrisas y convicciones sean el derrotero de una educación digna y justa para todo el pueblo ecuatoriano en particular para la clase marginada de siempre.

miércoles, 28 de enero de 2004

Forjemos una “voluntad inquebrantable e insobornable”

La realidad que hoy vive nuestra nación ecuatoriana quedó bien estructurada a partir de la última dictadura, en la que se instauraron las bases materiales del actual poder especulativo financiero, allí se establecieron las políticas económicas de los social cristianos, democratacristianos y socialdemócratas que se oponen a la convocatoria a la asamblea Constituyente e incluso a la Consulta Popular impulsada por los sectores sociales y populares con la finalidad de cambiar las actuales estructuras del Estado que es en realidad el obstáculo para que los ecuatorianos/as no podamos explotar los recursos naturales con soberanía y contar con un ordenamiento jurídico y económico que permita mejorar las condiciones de vida de los sectores tradicionalmente olvidados.
El Ministro Castillo realmente ha demostrado una posición soberana y patriótica al manifestarse abiertamente en contra de un TLC con USA en desigualdad de condiciones y más bien se ha pronunciado por el fortalecimiento de las relaciones con la CAN y el MERCOSUR.
Por eso no nos debe extrañar que los partidos políticos PSC, DP, ID y otros camuflados de “centristas e independientes” se asusten con la presencia del Ministro Alfredo Castillo, de quien ahora piden su renuncia por el solo hecho de decirles que son un grupo político “estéril” que en estos 25 años de “democracia” lo único que han hecho es defender sus intereses de grupo, al punto de contribuir a la pérdida de nuestra soberanía. Sino preguntémonos que es de nuestra Moneda Nacional, La base militar norteamericana en Manta, el involucramiento en el Plan Colombia, etc. La denominada “deuda social” a favor de la cual el congreso pretende legislar ahora, tiene un solo nombre a dicho Alfredo Castillo: “impotencia social” de este sector político que ha endeudado geométricamente al país. Ante ello, con valentía, altivez patriótica y “una voluntad inquebrantable e insobornable” impulsa una “auditoría de la deuda externa”, Por ello es lógico que este sector político vocero del FMI, “no quiera conversar con el Ministro, exijan su salida y lloriqueen desconsoladamente”.Lo que si debe extrañarnos, es que algunos sectores de “centro izquierda” e “izquierda” que dicen representar a los sectores populares se hayan prestado para apoyar la destrucción del Estado.
El establecimiento de una democracia a favor de nuestro pueblo y no en contra de él, debe ser un asunto de capital interés para los sectores sociales comprometidos con el país. Sus líderes deben tener presente que históricamente han sido los sectores populares quienes de manera incorruptible e insubordinada en los momentos de crisis, han devuelto a la nación la “tranquilidad” al pueblo Ecuatoriano.
Se avecinan eventos político-sociales muy difíciles que requerirán imperiosamente la participación responsable del pueblo para garantizar la “construcción de un Estado soberano, basado en la igualdad de oportunidades para los ecuatorianos” y el fortalecimiento de la democracia, haciendo respetar los derechos de todos y todas a ejercer los diferentes caminos constitucionales reconocidos y aceptados nacional e internacionalmente, que permitan preservar nuestra soberanía, entre ellos la convocatoria a la Asamblea Constituyente o a la Consulta Popular.
El pueblo no se debe dejar engañar por criterios interesados de ciertos sectores, por el contrario hay que respaldar a quienes por su posición patriótica defienden nuestra soberanía como es el caso del Ministro Castillo quien mantiene y ha asumido el compromiso y la responsabilidad histórica de hacer cumplir la Constitución Ecuatoriana.

sábado, 15 de marzo de 2003

“Mi profesor de matemática no nos toma exámenes, nos hace jugar”

“Mi profesor de matemática no nos toma exámenes, nos hace jugar”
A pocos días de finalizar el segundo trimestre se me acercaron un padre y una madre de familia, se veían muy preocupados. “… ¿Licenciado es cierto que usted no les manda nada para estudiar... mi hijo nos ha dicho que en vez de exámenes usted les hace jugar,... no entendemos cómo puede ponerle la nota a nuestro hijo?” Casi alterada la madre me cuestionó “… ¿Es cierto eso? ¿Qué pueden enseñarles a través de los juegos?
Mayor fue su sorpresa cuando contesté que lo manifestado por ellos era verdad. Aseguré que en nuestra institución incluso se habían eliminado las semanas de exámenes trimestrales y que personalmente desde el año de 1997 no tomo “exámenes”. A quienes se interesan por los “exámenes”, en broma y en serio les recomiendo vayan a los laboratorios clínicos.
Oportunidad es esta para ratificar que en efecto no tomo “exámenes” y que éstos han de dejado de ser parte de la evaluación que realizo conjuntamente con l@s estudiantes. Debo aclarar que no persigo polemizar sobre la evaluación formativa; sino compartir experiencias y cuestiones de orden práctico con el propósito de mejorar y elevar el desempeño escolar.
Recurro a Pérez Fernández (1995): “Calificar no es lo mismo que evaluar. El cajero de la tienda lee en su sumadora registradora el importe total de las ventas del día, está haciendo una medición. Sin embargo cuando el rostro del comerciante se alegra o contraría tras la lectura efectuada, él está evaluando puesto que ha considerado satisfactorios o no los datos leídos y empezará a tomar acciones al respecto”.
Amigablemente a l@s profesor@s nos proponen preguntarnos: “¿Al servicio de quién debe estar la evaluación? ¿Al servicio de un sistema educativo discriminatorio en beneficio de determinadas clases sociales? ¿A la senda del profesor mediocre que exige más de lo que da? ¿O al servicio del alumno, del que aprende, detectando sus fallos para ayudarle a que aprenda más y mejor?” M. Burgo (2002): Estos cuestionamientos me han hecho tomar conciencia sobre las fallas durante el proceso de aprendizaje-enseñanza, ayudándome a la estructuración de un diagnóstico básico de la situación y al propio tiempo a lograr de l@s estudiantes” la in¬tegración social en el grupo (relación consigo mismo y con sus compañeros), el desarrollo de las actitudes y los conocimientos o destrezas específicas del área”.
Muy oportuno es Chadwick (1990), al señalar que la evaluación formativa debe reunir ciertas características especiales a los efectos de su aplicación. Que el aprendizaje se base en objetivos específicos expresados en términos de conductas observables, es decir, “que la evaluación ofrezca las mejores condiciones posibles para que el alumno muestre la conducta requerida cualquiera que sea el dominio (destrezas y habilidades motrices, información verbal, estrategias cognitivas o actitudes)… para que una evaluación sea apropiada es necesario presentar una situación congruente con las condiciones planteadas por el objetivo y el tiempo necesario, dentro de los límites de la clase”.
Importante es aclarar aquello de “que en vez de exámenes usted les hace jugar”. En verdad digo a l@s estudiantes, que las matemáticas son un juego, que no tengo que hacerlas fáciles, que son fáciles y divertidas, que al igual que cualquier deporte hay que entrenar bastante, que yo soy sólo su entrenador, claro también su amigo. Y claro que para que los chicos y las chicas practiquen un juego hay, este juego tiene que gustarles, por lo que yo hago mis mejores en tratar los contenidos a manera de juego pero de un juego divertido, como si fuera un pasatiempo. .
Si, apreciados lectores los juegos tienen un carácter fundamental de pasatiempo y diversión. Para eso se han hecho y ese es el cometido básico que desempeñan. Por eso, es natural que muchos docentes, padres y madres de familia piensen que su empleo en el proceso de aprendizaje-enseñanza sea “una miserable pérdida de tiempo".
También y a mi parecer, en cambio, ese mismo elemento de pasatiempo y diversión que el juego tiene, es un motivo más para utilizarlo generosamente. ¿Por qué no cambiar la mortal seriedad de muchas de nuestras clases con una sonrisa? Si durante el proceso de aprendizaje-enseñanza ofreciésemos a nuestr@s estudiantes, junto con los contenidos programáticos, un elemento de diversión, incluso aunque no tuviese nada que ver con el contenido de nuestra enseñanza, el conjunto de nuestra clase y de nuestras mismas relaciones personales con nuestr@s estudiantes variarían a nuestro favor.
Además sucede que, por algunas de las razones relativas a la semejanza de estructura del juego mismo y de la matemática, el juego bien escogido y bien explotado es un elemento auxiliar de gran eficacia para lograr algunos de los objetivos de nuestra enseñanza De hecho yo he tengo logrado éxitos que se visualizan en el desempeño escolar; y particularmente en los rostros de l@s educandos, pues, el juego les ayuda a potenciar su autoestima y con ello a afrontar el estudio con más confianza y posibilidades de éxito y superación.
Debo decir en mi opinión que, el objetivo primordial de la enseñanza básica y media no consiste en llenar en la mente de l@s estudiantes un cúmulo de información que, pensamos, le va a ser muy necesaria como ciudadano en nuestra sociedad. El objetivo fundamental consiste en ayudarle a desarrollar su mente y sus potencialidades intelectuales, sensitivas, afectivas, físicas, de modo armonioso. Y para ello nuestro instrumento principal debe consistir en el estímulo de su propia acción, colocándole en situaciones que fomenten el ejercicio de aquellas actividades que mejor pueden conducir a la adquisición de las actitudes básicas más características que se pretende transmitir con el cultivo de cada materia.
Finalmente, por la semejanza de estructura entre el juego y la matemática, es claro que existen muchos tipos de actividad y muchas actitudes fundamentales comunes que pueden ejercitarse escogiendo juegos adecuados tan bien o mejor que escogiendo contenidos matemáticos de apariencia más seria, en muchos casos con claras ventajas de tipo psicológico y motivacional para el juego sobre los contenidos propiamente matemáticos.
Es lógico que debamos proporcionar a nuestr@s estudiantes a través de las matemáticas la posibilidad de hacerse con hábitos de pensamiento adecuados para la resolución de problemas, matemáticos y no matemáticos. ¿De qué les puede servir hacer un hueco en su mente en el que quepan unos cuantos teoremas y propiedades relativas a entes con poco significado si luego van a dejarlos allí herméticamente empaquetados? A la resolución de problemas se le ha llamado, con razón el corazón de las matemáticas. Del enfrentamiento con problemas adecuados es de donde pueden resultar motivaciones, actitudes, hábitos, ideas para el desarrollo de herramientas apropiadas, en una palabra, la vida propia de las matemáticas.

domingo, 17 de febrero de 2002

Dialogo con doña Dedicación:

UNA MUJER DE RAZONES

Pasar de la ficción a la realidad no es nada grato, sobre todo cuando en la ficción se vive ese mundo ideal, ajeno al sin sabor y alejado del engaño. Cuando uno tiene que vivir la realidad, liarse con ella, agarrarla... entonces el corazón se acelera, la sangre golpea, los ojos se irritan, las manos se crispan y todo uno se vuelve un... Pasar de Jamil Mahuad (Harvard)... disfrutando nuestra riqueza en Estados Unidos, “o sea fuera de este mundo” a Dedicación, todavía “en este mundo”.

· -No, en este mundo no- me dice Dedicación una vez que le he contado mi conversación con Jamil Mahuad.

Las palabras de Dedicación me dejan quieto: “En este mundo no”. ¿Es que hay más mundos? ¿Es que acaso hay un mundo para unos y otro para otros?

ü Claro, -claro que lo hay- insiste Dedy.

Me ha dicho que la llame así, Dedy, sin más, sin apellido, no porque no lo tenga sino porque no lo necesita ahora, en esta conversación.

ü El apellido es bueno para firmar papeles, pero una no tiene papeles que firmar.

Ella insiste en que no la llame señora, aunque lo es por los cuatro costados de su existencia; ella me dice que no la retrate, aunque en su cara el dolor ha ido envejeciendo los años que todavía no han llegado; aunque sus manos han pasado de la figura cosmética y publicitaria al esfuerzo duro del trabajo cotidiano.

ü Mire amigo, paso arreglando dos y hasta tres casas al día.

Me lo ha dicho así, tajante, sin esfuerzo, porque el esfuerzo lo dejó arrinconado allí, en las dos casas, entre los muebles, vertido en el tobo, pulido en el piso, Esfuerzo pulido. Dedy me ha contado que tiene cuatro hijos.

ü Cuatro demonios –dice-.

Y luego, con una sonrisa más grande que el mundo, afirma:

ü Cuatro estrellas, cuatro corazones.

· Dedy, yo quisiera hablar con usted acerca de las próximas elecciones, hablar de la realidad nacional, de la corrupción. (si es cierto que va a escribir esto le ruego que ponga CORRUPCIÓN con letras grandes creo que me entiende por qué) del petróleo, de nuestros recursos naturales; es decir de la riqueza nacional.

ü ¿De qué ha dicho?

· De nuestros recursos naturales, de nuestra riqueza nacional.

ü ¿Recursos de quién? ¿Riqueza de quién?

· De la riqueza de la nación.

ü De unos cuantos oligarcas y de otros tantos avispados querrá decir usted.

§ Dedy...entiéndame

ü Nada, todo eso es puro bla bla.

§ Algún día sus hijos...

ü Que no. Que mis hijos ya tienen su sino marcado. Mis hijos ya tienen mi apellido, y ya sabe usted para que sirve el apellido.

Imposible razonar con Dedy. Es decir, Dedy es la razón pura, la razón hecha pregunta. Ustedes podrán decir que Dedy es conformista. Pues yo les digo que no, que en todos sus interrogantes hay una protesta gritona, desesperada, desafiante.

· Lo que ocurre Dedy es que usted ve el mundo desde su mundo.

ü Si señor porque hay dos visiones del mundo: el mundo desde mi mundo y el mundo desde su mundo, desde el mundo de los tecnócratas y burócratas.

· ¿Por qué desde el mío?

ü Porque su mundo o el de ellos es el mundo de la no necesidad, y el mío es el mundo de la necesidad perpetua.

Me dejó desconcertado. Si me hubiese dicho otra persona diría que me estaba insultando. Pero Dedy no es una mujer de insultos, sino una mujer de razones. ¿Y cómo voy a disuadirla yo de que su mundo y el mío o el de ellos son distintos? Y es evidente: yo trabajo con la pluma, con la cabeza (y no niego que no sea trabajo) y ella trabaja con la fuerza de la mano, haya o no haya razón en la cabeza. ¿Y cómo voy a discutirle yo esta gran verdad a Dedy?

ü ¿Su mujer trabaja?, sé que es médica.

· Si.

ü ¿No lo ve? Dos mundos.

Esta es Dedy: mujer entera, mujer de razón, mujer sin títulos, mujer sin apellidos, mujer con cuatro hijos, mujer por primera vez entrevistada, mujer que nunca saldrá en las páginas de los periódicos a no ser en la sección de sucesos....

ü Tempranito tengo que levantarme, preparar las cosas de los chicos, asearlos un poquito para que en el colegio puedan ser como los otros, acompañarlos hasta donde se coge el autobús, y luego agarrar yo el camino para cruzar la ciudad y usted sabe…, para mantenernos. Un día me dijo Pedrito, el más grande, “mamá, yo te ayudo”; ¿ayudar a qué? chico de un cuerno; “a ganar algunos centavitos”; lo tuyo ahora es estudiar para que cuando seas grande sepas defenderte, que mientras yo esté viva nada les ha de faltar. Y Luis, el que le sigue, por ser tan valiente como su hermano, me dijo: “yo también mami, yo puedo cuidar y lavar carros en el parque”; que no a los dos, que ustedes tienen que ser hombres de valer, hombres de vivir en otro sitio. A veces pienso que ellos ya tienen el destino marcado, que casi es mejor sacarlos del colegio, pero insisto en que no, en que la vida tiene que ser distinta para ellos.

· Pero yo había venido para hablar con usted de la realidad nacional, de la CORRUPCIÓN, del petróleo, Me encargaron que así lo hiciera. Ya ve Dedy ese es mi trabajo, usted no quiere hablar. Y aunque no lo crea es un trabajo duro.

ü Lo creo.

· ¿Me ayuda?

ü Comience pues.

Se le encendieron los ojos. Intentó sentarse, solo por ayudarme a mí, no por descansar ella. Pero antes me dijo:

ü Primero un café.

Se fue y vino como un rayo. Se fue y vino con el café.

ü Un cafecito, sin pan..., usted sabe. No sé dónde vamos a llegar con los precios.

· Muchas gracias Dedy.

ü Pregúnteme pues.

· ¿Qué significa para usted el petróleo?

ü Nada. No significa nada.

· Pero si el petróleo es nuestra riqueza nacional.

ü ¿Y qué? ¿Acaso la disfruto yo? ¿Acaso la disfrutan mis hijos? ¿O la vecindad?

· ¿Quién cree usted que la disfruta?

ü Alguien la disfrutará. Los pobres desde luego que no.

· ¿Ha traído el petróleo algún bien para la provincia, para su comunidad?

ü Claro. Ha traído CORRUPCIÓN. Eso no es una invención mía. Todos los días aparece en el periódico, y me imagino que también usted lo lee y lo sabe. ¡No sé por qué usted se extraña! Lo último es el caso Emanuel el (Ministro) de Finanzas.

· ¿Y qué más ha traído?

ü Ganancia fácil para unos cuantos. Facilismo.

· ¿Qué es eso?

ü Mire amigo, aquí todo el mundo (los del otro mundo) cree que tienen derecho a todo. La gente se ha acostumbrado a gastar, a mal gastar, a emborracharse de lujo, a despilfarrar. Dígame usted los carros, los viajes. ¡Ni en los Estados Unidos, pues! Aquí la gente presume más que el Bill Clinton. Hoy sacan billete para Miami, mañana se van a Europa, pasado mañana a... ¿Quiere que le diga una cosa? Aquí se han acostumbrado a no trabajar, a que todo les den hecho, a que todo nos lo regale el Estado... Aquí se condecora cada día un funcionario público y se hacen comilonas mientras en las calles la gente se muere de hambre, los niños comen miseria. Votamos por un partido sin razonar, para ver si sacamos algún puestito en el que no haya que trabajar y así cobrar (como los pipones de Abdala y Alarcón) para eso sirven las elecciones aunque no me ha preguntado. Y eso no puede ser. Como el Estado tiene dinero petrolero, que pague el Estado. Y quién produce, ¿eh?, quién produce? Aquí esta el mal.

Si este discurso me lo hubiese dicho otra persona no le haría demasiado caso, pero tratándose de Dedy... ¡caramba, que verdad más fuerte sale de su boca! Dedy, una mujer con la responsabilidad para ella sola con cuatro hijos encima y de cómo echarlos para adelante, para que el día de mañana... “ayuden a su gente, a la patria”.

ü Pero no se asuste mi amigo,- me dice Dedy -. No se asuste, por que al fin y al cabo mi palabra no tiene valor, nadie la escucha.

· ¿Cómo que no tiene valor su palabra, Dedy? Su palabra es más verdadera, más pura, más incontaminada que toda nuestra palabrería junta. Yo creo, Dedy, que es necesario que llegue el día en que comencemos a hacer caso a las palabras de ustedes, por que en ellas no hay intereses, por que en ellas no hay proyecciones de acaparamiento. Yo creo de verdad, amiga Dedy, que usted, y muchas como usted son las auténticas consejeras, por que son las autenticas sufrientes. Cuando nos olvidamos del sufrimiento Dedy, del propio y del ajeno, nos olvidamos del hombre; y entonces todo lo demás se vuelve pura fantasía, pura especulación. Que si esta forma de gobierno, que si aquella; que si esta ideología, que si la otra; que si este sistema, que si el otro. Nosotros, los “intelectuales” nos llenamos la boca con palabras técnicas. Pero son palabras frías, sin vida, sin calor. Son palabras de libro de texto. Y eso no sirve.

ü ¿Usted me está apoyando?

· ¡Cómo no voy a apoyarla, Dedy, si su vida me golpea más que todas las teorías y que todas las doctrinas! Y este café que ahora estoy tomando con usted, Dedy, mientras espera la llegada de los chicos, tiene más sabor que todos los güisquis juntos que se toman fiesta tras fiesta “los del otro mundo”.

ü Yo..., mientras haya trabajo... Es importante que haya trabajo. Pero es quizá más importante que el trabajo esté mejor repartido, y por supuesto, que esté mucho mejor repartida la remuneración en base al esfuerzo realizado. Hay una cosa que no entiendo: la sociedad no valora el esfuerzo, sino el status del trabajo. Yo puedo trabajar ocho y más horas, como usted. Pero puesto que su trabajo amerita un esfuerzo intelectual tiene más valor para la sociedad que el mío, que exige un alto esfuerzo corporal. Y también hay personas que no se esfuerzan ni corporal ni intelectualmente, y no obstante son valoradas en precio más que nosotros, como los... Esos son parte de la corrupción, los que disfrutan la riqueza nacional.

· Eso es verdad.

ü Claro que lo es. Sino dígame… Mire, ahí vienen los chicos. Es bueno que los conozca. Vénganse para acá, chicos. Voy a presentarles a un periodista de “Mujer Imágenes y Testimonio”

· Los chicos saludaron y se metieron dentro. Dedy me miraba, ya sin pregunta, ya sin respuesta. Sorbió el cafecito frío. Y casi para despedirme me dijo:

ü ¿Le ha servido para algo la entrevista?

Yo me quedé muy pensativo. Miré fijamente a Dedy. Le agradecí todo. Y mientras me alejaba de su casa, dejando atrás a una mujer de cuerpo entero y de alma inmensa, pensé: ¡Me ha servido la entrevista! ¡Le servirá a alguien!