domingo, 28 de enero de 2024

Martí, de fuego y guía al Sol

Vino del sol y al sol iba… sigue yendo, consagrado como en un acto de amor, a empujarnos a amar y a ser buenos

Autor: Yeilén Delgado Calvo  (tomado del Granma Cuba 27 / 01 / 2024

¿Qué escribir de Martí? La duda muerde y acelera el pulso, ronda y ataca en los momentos más insospechados. Y no porque se haya dicho todo, sino justo, por lo contrario. Martí es una inmensidad insondable, que en su misterio nos acompaña, así como nos reta.

De frente estamos a su ética y su virtud, conminados a volver de hacer el bien, como de un baño de luz. Frente al ejemplo de la vida martiana, y de las letras salidas de ese intenso bregar, sentimos el estremecimiento que nace de la comunión con lo sublime, con la Poesía en estado puro.

Pensando en qué escribir se llega a leer: dice el estudioso del Apóstol, Luis Toledo Sande, que en la obra de José Martí es una característica sostenida la presencia de «un entendimiento amoroso del mundo, lo que en él no supuso apego acomodaticio a las realidades existentes, sino asunción entrañable del afán de transformarse y hacer de ellas fuentes verdaderas del bienestar humano».

Quizá, más importante que poner en letras nuestras impresiones sobre ese hombre mayúsculo que encarna en sí lo mejor y más limpio de la Isla, sea primero aprehender de él esa manera de ver a través del amor, y hacer lo justo pertrechados de la espiritualidad sin la cual somos seres secos, inertes ramas.

En la lidia humana: la tremenda / Batalla de los cascos y los lirios, la prédica martiana nos invita a trascender a la bestia y a las fieras, y situarnos de parte de los lirios; y a decir: el bochorno / Del hombre es mi bochorno: mis mejillas / Sufren de la maldad del Universo.

Cuando nació José Julián, un 28 de enero, hace 171 años, en la casa breve, y en una Habana asfixiada por las inequidades del colonialismo, nadie –ni su madre transida de dolores– podía suponer que la criatura salida de entrañas de humana mujer vendría a enseñarle a sus contemporáneos, y a cada gente de bien del futuro, que solo el amor engendra melodías.

Dijo tan sincero y tan preclaro que, aun cuando le leemos cosas que nos duelen, la belleza arrasa, y con el atisbo de una lágrima va la gratitud. Quien ha sido alguna vez como la mora, cuida más sus perlas.

Vino del sol y al sol iba… sigue yendo, consagrado como en un acto de amor, a empujarnos a amar y a ser buenos.

Nos despierta y nos eleva: A trabajar! A iluminar! Piqueta / Y pilón, astro y llama, y obelisco / De fuego y guía al Sol, el verso sea!

Mejor que escribir a Martí, ¡a hacerlo torrente nuestro, argumento veraz para sostener lo grande Cuando, como culebras, las pasiones / Del hombre envuelven tercas mis rodillas!

Y luego, sí, escribirlo, y volverlo a leer, y comulgar con su sencillez de carne y hueso, e interrogarlo siempre, seguros de que lo sagrado de su nombre está en la cercanía vital con nuestros sueños y honduras.

sábado, 27 de enero de 2024

Gobierno dispone semaforización del toque de queda ¿cuándo se semaforizará la pobreza?

    El presidente Daniel Noboa, dijo que luego de decretar el estado de excepción, y que, por la presencia de las fuerzas de seguridad en las calles, las muertes violentas han disminuido a seis diarias. Frente a este pírrico éxito, pírrico porque solo caen los peones del narcotráfico y no los capos y financistas enquistados en las altas esferas del gobierno encargados de lavar el dinero sucio y corromper la justicia, es decir, al final las consecuencias las paga el pueblo. Ante esto, se anunció una semaforización del toque de queda, supuestamente para que los sectores productivos puedan empezar a recuperarse.

El pueblo ecuatoriano en su gran mayoría apoya que se controle y combata con mano firme a la delincuencia en las calles y negocios, pero también exige seguridad en escuelas, colegios, universidades, hospitales, y esa seguridad solamente puede llevarnos a la tranquilidad con políticas públicas de inversión social para garantizar educación, salud y empleo, y no para agrandar las ganancias de los “inversionistas” criollos y extranjeros. Para ello, se pretende una agenda económica neoliberal que privilegia el perdón de impuestos y exenciones tributarias a las empresas grandes y a la banca beneficiadas durante la crisis por el terremoto de 2016 y la pandemia del 2020.

El gobierno insiste que, para financiar la guerra, es necesaria una tripleta de medidas que afectarán el precio de la canasta básica familiar, como son la elevación del IVA, elevación del precio de la gasolina y diésel y los despidos de trabajadores en el sector público y de yapa en la empresa privada. La memoria y la lucha popular sabe que si sube el IVA al 15% suben los precios y no vuelven a bajar, que si sube la gasolina suben los precios de los productos y no vuelven a bajar, que si crecen los despidos de trabajadores aumentan los males sociales.

La inseguridad, la falta de empleo e inequidad son los enemigos comunes de la sociedad. Sin embargo, nos preguntamos ¿algún día se semaforizarán e identificarán los grupos humanos en condiciones socioeconómicas más desfavorables con respecto al resto de la población? Así la semaforización de la pobreza permitiría el impulso y diseño de políticas sociales y la canalización de los recursos para contribuir a la estabilidad social de estos grupos, pero estas políticas deben estar liberadas del oportunismo y clientelismo partidista, ese es el reto del presidente Noboa.

El canta autor argentino Luis Aguilé dice “Que se imponga la Ley, no queremos perder nuestra forma de ser, somos gente de paz, que no tenga ocasión, de ganar el ladrón, porque usted señor presidente nos juró. ¡Proteger la Nación!” El tema de la inseguridad, es un conflicto social cuyo combate no es de corto plazo, pero es apremiante, por eso, insistimos en la unidad popular y la organización en el barrio para promover la solidaridad, alertar cualquier problema y exigir a la fuerza pública brinde la seguridad necesaria, y así defender la vida.

sábado, 20 de enero de 2024

Combate a la violencia, demanda la unidad popular

Ayer el malvado neoliberalismo nos encerró con el pretexto del Covid19, periodo en que los grandes empresarios y banqueros se enfundaron miles de millones de dólares a causa del dolor y el miedo. Ahora ordenaron un nuevo encierro para protegernos de la violencia delincuencial y oficial. Es preciso tener claro que la relación entre la pobreza, la delincuencia y la violencia es compleja y multifacética.

Es obvio que la pobreza aumenta las probabilidades de que la juventud busque medios ilegales e involucrarse en actividades delictivas para satisfacer sus necesidades básicas. Sin embargo, no todas las personas que viven en medio de la pobreza se envuelven en la delincuencia, y no todos los delincuentes provienen de entornos empobrecidos, lamentablemente sobre ellos cae el peso de la injusta justicia, y no sobre la delincuencia de cuello blanco como banqueros chulqueros y empresarios evasores de impuestos.

La violencia delincuencial es causa de la falta de empleo, de la corrupción y la institucionalización de la narcopolítica, la politización de la justicia, del descuido a la salud y la educación pública, la falta de cupos para ingresar a las universidades, la desigualdad social, la debilidad e incapacidad de los gobiernos locales, la explotación e inestabilidad laboral; sobre todo por el sometimiento de los gobiernos a los consorcios monopólicos y por los pactos con los capos de la narcodelincuecia para entregarles el control de las cárceles, donde operan los mandos de los grupos criminales organizados, entre otras, son las causas de la actual situación de anarquía.

Debido al estallido de la violencia, el presidente Daniel Noboa acudió primero al Estado de Excepción y, luego ante la incursión de un grupo de jóvenes delincuentes al canal de televisión TC, reconoció la existencia de un "conflicto armado interno", entre el crimen organizado y el Estado, declarando que pasan a ser objetivos militares de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional. El gobierno sabedor que los ecuatorianos exigen se combata de raíz a una delincuencia que ha sembrado el miedo y el terror ciudadano; ante esto invocó la necesidad de “unidad nacional”, ganándose el respaldo de las diversas funciones del Estado, de las fuerzas políticas y las organizaciones sociales.

La estrategia del gobierno de Noboa, la de “conflicto armado interno” es la de considerarse casi casi un Bukele ecuatoriano, para promocionar su imagen, pero la experiencia en la propia República del Salvador da cuenta de que eso no basta. El Ecuador requiere identificar las líneas maestras de la crisis, ya que las condiciones materiales de la sociedad son las que determinan el sentido de la vida de las personas; y luego se tiene que planificar la obra pública y social capaz de disminuir la brecha entre ricos y pobres, de garantizar trabajo digno, seguridad social, educación y salud de calidad y de oponerse al intento de privatizar las empresas del Estado.

El combate a la violencia no puede reducirse a la declaratoria de guerra. Demanda de la unidad popular para exigir al gobierno neoliberal de Noboa y compañía, la atención priorizada a las familias más vulnerables.

viernes, 12 de enero de 2024

Gritos del pueblo claman por paz y trabajo

     Luego de que la Fiscal Diana Salazar denunciara un presunto atentado contra su vida por parte de Colón Pico, líder del narcotráfico y del crimen organizado. El presidente Noboa llamó a la unidad de los ciudadanos, llamado que los medios de comunicación se hicieron eco. Que el país nos necesita es cierto, en estos precisos momentos el Ecuador es una penumbra de terror, pero los ecuatorianos también necesitamos que el gobierno atienda las apremiantes necesidades en los sectores suburbanos, rurales y campesinos.

El martes 9 de enero el presidente Noboa decretó Estado de Excepción, el mismo que fue reformado al siguiente día, reconociendo la existencia de un conflicto armado interno. Ante ese hecho dispuso la intervención inmediata de las Fuerzas Armadas y la Policía en el territorio nacional para combatir el “terrorismo” y recapturar a José Macías, alias Fito, líder de la banda Los Choneros; y a Colón Pico, alias el Salvaje fugados “misteriosamente” de la cárcel. El decreto ordena además utilizar la fuerza letal para "neutralizar" a las organizaciones delictivas.

Ecuador enfrenta desde hace décadas el terror de las bandas criminales y el narcotráfico, en ese tiempo han dejado miles de muertos entre civiles y policías, entre políticos y periodistas. Ahora mismo hay 178 guías penitenciarios retenidos por los presos en las cárceles. Particularmente los pequeños comercios y los vendedores informales son presa fácil de los vacunadores que cobran mensualidades a cambio de “brindarles seguridad”, caso contrario atentan contra sus locales y su propia vida. Eso y mucho más se vive en el Ecuador oligárquico servil de la CIA y el FMI.

Luego de que un grupo de jóvenes entre 16 y 25 años se tomaran TC televisión, es necesario reflexionar ¿de dónde provienen estos jóvenes? y ¿cómo se involucraron en estas bandas? Acaso la mayoría de ellos no son parte de los grupos marginados, de los excluidos del sistema educativo, salud y falta de trabajo, acaso no son hijos de familias desorganizadas e inmersas en la miseria, ¡acaso no son nuestros hermanos! Ahora nos piden que ayudemos a matarlos. Está bien que el presidente Noboa haya declarado la guerra a las bandas delincuenciales que operan en el país. Pero ¿cuándo declarará la guerra a la corrupción que brota de las más altas esferas del gobierno?

Que el presidente Noboa haya declarado la guerra al “terrorismo” es correcto. Pero ¿cuándo declarará la guerra para que el SRI pueda cobrar las deudas a los evasores de impuestos, que en su mayoría son los grandes empresarios e incluso las empresas de su familia? ¿cuándo declarará la guerra para que los empleadores garanticen la estabilidad laboral y paguen los aportes de sus trabajadores al IEES? La educación, la vivienda, la salud y otros derechos, son tratados como mercancías en la lógica perversa del capitalismo.

El pueblo al ver teñidas las calles de dolor y sangre, grita y levanta las banderas de la unidad popular contra los causantes de la pobreza y cómplices de la inseguridad, las levanta junto a los maestros y maestras con el anhelo de cincelar la paz, educar para la emancipación y construir el nuevo país.