viernes, 17 de febrero de 2023

La derrota de Lasso no es triunfo del correato

Las huecas declaraciones desde Carondelet reconociendo la derrota en las seccionales y en la consulta del 5 de febrero, ha resultado algo así como una tragedia nacional para la derecha criolla e internacional; que como lo dije en un comentario anterior, solicitan a un CNE corrupto un recuento de la humillación que le propinara los sectores populares. Esto confirma la aseveración de Antonio Machado, quien decía que “los señoritos y la derecha representan un señoritismo de la peor especie que invocan la patria para venderla”.
 Este gobierno es como Judas, –presuntamente recibió un millón y medio de “denarios” provenientes del narcotráfico y la banca– para financiar candidaturas y la campaña del SI, con el propósito de hacerse los ciegos y sordos, como en efecto está sucediendo, ante una trama de corrupción en las entidades públicas “encabezada” por Danilo Carrera, cuñado del presidente; Rubén Cherres y Aparicio Caicedo –asesores de Carrera–; Hernán Luque y Juan Carlos Reina –funcionarios del Banco de Guayaquil–; y otros que son investigados por la Fiscalía General del Estado, casos que Lasso pretende ocultarlos, llegando a aseverar que confía plenamente en los narco generales de la Policía y las Fuerzas Armadas a quienes el gobierno norteamericano les retiró la visa.

De los resultados de las pasadas elecciones, la derecha acusa a Lasso de ser el culpable del supuesto repunte del correato, incluso el propio Rafael Correa se siente como el “dios Zelensky” atribuyéndose el triunfo del NO. Cierto es, que ganaron prefecturas y alcaldías en provincias y ciudades grandes. Sin embargo, Pachakutik y Unidad Popular también alcanzaron importantes triunfos en otras provincias y ciudades pequeñas, pero no menos importantes. Lo que es innegable, es que el triunfo del NO, les corresponde a los sectores populares, en rechazo a la política miserable del gobierno del encuentro, que ha conducido a la pauperización de las condiciones de vida de las grandes mayorías. Así que la derrota de Lasso, no es triunfo del correato.

Lasso y la derecha están aterrados ante el despertar de la conciencia popular. Los correistas también lo están, saben que el pueblo no olvida las sabatinas y la judicialización de la protesta social, instrumentos que sirvieron para atemorizar, cancelar, perseguir, encarcelar y asesinar a quienes se opusieron al correato, instrumentos que también fueron utilizados por Lenin Moreno y por Guillermo Lasso. Tal es la verdadera fisonomía social de la camarilla que gobierna desde el 2007.

El presidente Lasso pretende llevar adelante una dictadura blanda, cuya esencia reside en un intento constitucional de disolver la Asamblea Nacional y convocar a una muerte cruzada. Artificio que lo convierte en dictador por un año. Algunos sectores políticos caducos y corrompidos respaldan esa patraña.

Serán los trabajadores, campesinos y estudiantes, así como los profesionales progresistas y los sectores de izquierda, quienes opongan resistencia a esta orgía politiquera que como monstruosos pulpos se engordan a expensas de la inmensa mayoría de los ecuatorianos esquilmados por la corrupción.

 

viernes, 10 de febrero de 2023

La Consulta Popular, “un tiro por la culata”

La Consulta Popular tuvo el propósito de catapultar más allá de la realidad al desprestigiado y débil gobierno del encuentro. Para la derecha y para quienes apoyaron el sí, la consulta no fue más que una cortina de humo para esconderle al país la desastrosa gestión y los escándalos de corrupción que salpican al propio presidente Guillermo Lasso.

La consulta popular pretendió valerse de la desesperación ciudadana, solamente le interesaban los resultados de la consulta y no resolver los graves problemas que afectan al país. Lasso rehuyó a los debates públicos, pero aprovechó todos los medios de comunicación para confundir al pueblo; y, sin embargo, en especial los sectores populares le dijeron NO al presidente Lasso, al gobierno y la derecha.

Las preguntas fueron tramposas porque: Se dijo de extraditar a narcotraficantes, pero no a los corruptos por peculado. No se quería dar autonomía a la fiscalía sino controlarla. Se pretendió reducir asambleístas a las provincias pequeñas. Sobre los movimientos políticos, si algo falta en el Código de la Democracia corresponden reformas vía Asamblea Nacional. En cuanto al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, suponía el reparto de la designación de las 77 autoridades y los miembros del mismo entre los asambleístas y el gobierno. La Constitución con claridad dispone la protección de las áreas hídricas y el agua como un derecho humano superior a la explotación minera. Y sobre la compensación ambiental solamente se requiere de voluntad política y presupuesto.

El Presidente Lasso, como no logró el apoyo en la Asamblea Nacional para la aprobación de proyectos que le permitan privatizar las empresas públicas y entregar a las transnacionales la explotación petrolera y minera, intentó a través de la consulta ganar el apoyo de los ecuatorianos y así demostrar que tiene liderazgo y hacer realidad el proyecto neoliberal. Un banquero, solo sabe de estrategias para acumular más riqueza. Lasso no conoce que el liderazgo político –que le hace falta– se gana dialogando con todos los sectores, con alianzas políticas transparentes, con políticas públicas que resuelvan los problemas más profundos del país.

El CNE ha hecho público el triunfo del NO, hay que estar atentos porque el gobierno y la derecha ya muestran su alevosa intensión de manipular los resultados a su favor. He escuchado a ciertos actores políticos heridos por la bala de los resultados, exigir el recuento de votos de la consulta y que se acogerán al derecho a la resistencia. Estos señoritos ignoran que este derecho constitucional concede a los sectores populares la posibilidad de oponerse a los abusos del poder y no a la defensa de los patrimonios y capitales mal habidos.

Al Presidente Lasso le salió el tiro por la culata, el pueblo votó NO, porque todas las preguntas apuntaban a concentrar mayor poder en la presidencia y a convertir la Asamblea Nacional en un botín político para repartirse la administración pública, dejando de lado problemas como la corrupción, delincuencia, narcotráfico, pobreza y desempleo del país.

miércoles, 8 de febrero de 2023

Consejos del Ministro de Educación de Chile para los docentes

                                                   Tomado de: https://otrasvoceseneducacion.org/archivos/401621 

Marco Antonio Ávila, Ministro de Educación, con 23 años de ejercicio docente, durante su carrera aprendió tres valiosos consejos que quiso transmitir a los jóvenes futuros estudiantes de una carrera de Educación.

1.        Nunca perder de vista que, desde el ejercicio de la Profesión Docente, transformamos la vida de las personas y la sociedad, y somos guardianes de la utopía del mundo que queremos.

2.        Elevar nuestra capacidad de creación de conocimiento, siendo autores de las visiones y teorías educativas que nos permiten avanzar. Sin competir con otras profesiones, pero sabiendo que nosotros somos primordiales en Educación.

3.        Entender que esta profesión no puede ser en solitario, sino que acompañada de otros. Hay que abrir las puertas de la sala a quienes están partiendo la Pedagogía y valorar a nuestros colegas siempre.

En el encuentro, el Ministro Ávila compartió su primera experiencia como docente recién egresado que se integraba a un proyecto educativo nuevo, llevado adelante junto a un equipo de docentes jóvenes como él. Aquello fue enriquecedor para su carrera porque lo formó profesionalmente y le permitió entender que los profesores transforman vidas. A continuación, sus palabras:

Transformadores de vidas

Para muchas personas a veces el único referente adulto que tienen son los docentes, porque pasamos con los estudiantes ocho horas diarias durante cinco días. Somos fundamentales en su proceso formativo para la vida.

Cuando un niño llega a primero básico, es un diamante en bruto. Entonces, el mundo se vuelve a crear con ese niño, es como si partiéramos de cero y qué más grande que un profesor para mantener esa utopía.

Con los niños, con la educación, inauguramos el mundo nuevamente. La posibilidad de entrenar y comenzar a desarrollar las habilidades de comunicación es fantástica y realmente la utopía se recrea cada vez que uno parte con una nueva generación. Eso ninguna otra profesión lo tiene.

Es en la escuela donde aprendemos no solo la socialización más básica, sino también la democracia, la diversidad, el valor del otro… en ese espacio podemos pensar en ese mundo distinto. La educación es perseguir la utopía de un mundo mejor.

Ese componente, que tiene relación con el sueño, es muy concreto: tiene que ver con la posibilidad de que estos niños, futuros adultos, contribuyan a esa sociedad justa, equitativa, distinta y mejor. Nuestro papel es fundamental para lograr esa sociedad del futuro.

El oficio

Nuestra profesión tiene un componente importante de oficio. No solo aprendemos los contenidos que enseñamos o los lineamientos de la Pedagogía, sino que nos desarrollamos en el hacer.

Te vas formando continuamente de acuerdo a las urgencias: la Ley de Inclusión, la diversidad, la tecnología, el cambio climático, las democracias…  Lo mismo sucede con el currículum que va variando con el tiempo. La escuela es reflejo de lo que sucede en la sociedad y nos va poniendo desafíos nuevos.

En Educación no tenemos certeza. Llegamos en la mañana y no sabemos lo que va a pasar. Desde que puede temblar y hay que asumir el control y la regulación de los niños en sus emociones, hasta entender las situaciones con las que llegan los niños desde sus casas. Esos elementos nos hacen pensar nuestra profesión con un componente de oficio.

Construcción de conocimiento

Ese oficio que nos permite innovar y experimentar, ayuda a construir conocimientos. La Educación no debería estar necesariamente centrada en la visión que nos entregan otras profesiones, y ahí hay que defender la Profesión Docente.

Nosotros podemos ser los responsables de los proyectos educativos y ser quienes lideren los cambios en Educación, porque tenemos el conocimiento.

Es fundamental que los profesores tengamos la voz principal respecto de la Educación y para eso tenemos que construir conocimiento. No solo formarnos teóricamente, sino que levantar información desde la experiencia como componente esencial.

Trabajo colaborativo

Muchas profesiones se dan en solitario, pero la nuestra se da en conjunto y por lo tanto nunca tenemos solo en nuestras manos el cambio que queremos provocar, hay otros que nos ayudan.

Tenemos la posibilidad de conformar los equipos de aula y esa experiencia de colaboración la he visto en la sala: cuando un Educador Diferencial trabaja junto a un Profesor, es donde mejor se da esa colaboración radical.

A veces las explicaciones o el modelamiento o el acompañamiento de un aprendizaje, es insuficiente desde nosotros, entonces tenemos que ampliar la capacidad de colaboración y entender que a veces la explicación que damos o los recursos disponibles para el aprendizaje se complementan con los de otro.

Por eso es tan importante la innovación a través, por ejemplo, del ABP, que es una metodología en que nos vinculamos con otras asignaturas y entonces nos acercamos al conocimiento y al desarrollo de habilidades con otros colegas.

Para finalizar, el Ministro Ávila les deseó lo mejor a quienes están por ingresar a una carrera de Pedagogía, a quienes están estudiando una y a aquellos que comienzan su ejercicio laboral. “Esto tiene tropiezos, hay momentos difíciles, desesperación cuando sientes que no logras llegar o motivar a los niños, pero no decaigan porque eso es parte de nuestra profesión”, señaló.

 

sábado, 4 de febrero de 2023

Si al gobierno del encuentro le va bien, le irá muy mal a los sectores populares

   No sorprende escuchar a ciertos políticos que se dicen opositores expresar su voluntad de ayudar para que al gobierno del encuentro le vaya bien. Aseguran que, si al presidente Lasso le va bien, le irá bien al pueblo ecuatoriano. Quizá la gente incauta podría pensar que esos dirigentes imaginan un presidente capaz de rectificar el rumbo actual de sus políticas que, claramente están perjudicando a la mayoría de la población. Sin embargo, a casi dos años de gestión, el presidente no cumple lo que prometió en campaña, por el contrario, sus acciones verifican que la crisis se profundiza.

En medio de la lógica neoliberal surgen algunas preguntas: ¿quiénes son esos supuestos opositores? ¿qué significa que le vaya bien al gobierno? El propio presidente ha manifestado que “la consulta no resuelve la crisis”, que mejorará parte de la serie de penurias que hace rato estamos padeciendo los ecuatorianos, las que se agravan con el aumento de la corrupción e inseguridad. El objetivo de la consulta es buscar respaldo a la desatinada administración y a la impopularidad del banquero de los zapatos rojos.

Los supuestos opositores son los grupos de poder, los banqueros, los exportadores de banano, cacao y camarón, los grandes empresarios, los monopolios del transporte, los importadores de medicinas, en fin, es la propia derecha disfrazada de oposición. Éstos y otros grupos de la burguesía criolla e internacional, quieren que le vaya bien al gobierno, para continuar concentrando la riqueza y aumentar sus ganancias por la vía de elevar las tasas de interés, los impuestos y el encarecimiento de los productos de primera necesidad, de privatizar las empresas públicas a las que ahogan sus presupuestos y las desprestigian.

Quieren ayudar al gobierno neoliberal, para consolidar más endeudamiento y pago de la deuda externa. Por lo pronto, ya se ha nombrado un grupo de “notables” para analizar los problemas de riesgo de quiebra del sistema de seguridad social en el IESS, no han ocultado la posibilidad de ampliar el porcentaje del aporte personal y los años para la jubilación; como tampoco niegan la idea de la desaparición del régimen público, es decir, privatizar todo el sistema de seguridad social, una vieja aspiración burguesa para la especulación financiera a costa de los empleados y trabajadores activos y jubilados.

Lo cierto es que, a los trabajadores, además del creciente desempleo les espera una mayor flexibilización laboral y pérdida de derechos, como la reducción de las indemnizaciones por despido. También es cierto que seguirá aumentando la protesta social y, obviamente la represión policial y ahora más con el aporte de la represión de las Fuerzas Armadas.

En resumen, si al gobierno del encuentro en la consulta le va bien, como desean sus aliados, les irá muy mal –mucho peor que ahora– a los jubilados, a los docentes, a los trabajadores, a los empleados públicos, a los pequeños y medianos empresarios, a los desempleados, en fin, a la inmensa mayoría del pueblo ecuatoriano.