viernes, 19 de agosto de 2022

Una salida política por la paz en Ucrania

El conflicto entre el pueblo ucraniano comenzó a finales de 2013 cuando el gobierno de Yanukovich dijo no a las posibilidades de pertenecer a la Unión Europea y prefirió tomar posiciones cercanas a Rusia, lo cual terminó con su destitución y en la formación de un nuevo gobierno “proeuropeo”. 

No se puede entender la importancia geopolítica de la región para la Unión Europea y Estados Unidos sin antes entender las relaciones políticas y comerciales de Ucrania con Rusia, esta relación es uno de los pilares para entender la historia desde que Ucrania formaba parte del Imperio Ruso, luego de la URSS, la independencia en 1991 tras la disolución de la Unión Soviética, y finalmente la “Revolución Naranja”, fenómeno político impulsado por Washington en diciembre de 2004 que la postre colocaron un presidente títere que facilite una reestructuración económica a instancias de las corporaciones transnacionales.

En noviembre de 2013, el gobierno de Ucrania cree necesario desarrollar y profundizar sus relaciones económicas con Rusia y la comunidad postsoviética, esto enardece a la derecha pro imperialista que organiza en Kiev grandes manifestaciones bajo la consigna “Ucrania es Europa”, con una brutal escalada de violencia. El protagonismo de la extrema derecha neonazi junto a las medidas anticomunistas del gobierno fueron indicadores de que no se trataba de una revolución democrática sino de un golpe de Estado fascista para derrotar a las milicias del Donbass que se levantaron en armas y declararon su autodeterminación como Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, lo cual fue visto por el imperialismo norteamericano como un resurgimiento del socialismo en Europa.

La extrema derecha y los sectores nacionalistas formados por organizaciones neonazis y fascistas promovieron la “rusofofia” en los ucranianos y la creación de batallones “voluntarios” disque para defender Ucrania frente al alzamiento de los separatistas de la provincia del Donbass, donde la mayoría de ciudadanos son rusos.

Lo fundamental del conflicto es el tema geopolítico, en Ucrania no está en juego solo las reservas de gas y la independencia de dos regiones, sino que forma parte de un tablero mundial donde las potencias tienen sus intereses propios. Estados Unidos quiere ampliar su influencia en un espacio históricamente ligado a Rusia y posicionarse en la zona europea. Además, si Ucrania logrará entrar a la OTAN supondría un duro golpe para Rusia, por eso Putin no dudó en entregar suministros económicos y militares a las repúblicas separatistas y luego en utilizar tropas para defender sus intereses y anexarse Crimea.

Los cierto es que la guerra ruso-ucraniana no avizora una salida sencilla, puesto que las repúblicas del este ucraniano han declarado su autodeterminación como repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Por su parte el gobierno ucraniano no está dispuesto a terminar con la guerra a base de ceder territorio o incluso soberanía ante una Rusia que no va a permitirse perder su espacio de influencia “histórico”. Tras seis meses de guerra se hace necesaria una salida política por la paz en Ucrania.

sábado, 6 de agosto de 2022

Ineptocracia, derecha y pobreza

La derecha no solo se ha turnado para habitar Carondelet, también lo ha hecho para distribuir la miseria. A nombre de la democracia burguesa y mediante la propaganda masiva se hacen elegir, pero jamás cumplen las ofertas de campaña y las aspiraciones políticas, sociales y económicas de las grandes mayorías.

El tema es si aún podemos recuperar la confianza en la “democracia” o quizá ésta sea la causante de los grandes problemas del país. Es cierto que no contamos con partidos políticos ni un sistema electoral claro, peor con una división efectiva de los poderes del Estado, ni se diga de la justicia y las fuerzas de seguridad ahora bajo el control de las narco mafias; por ello, es necesario la Unidad Popular para construir una sociedad civil que demande del presidente Lasso, el cumplimiento del mandato constitucional, transparencia, lucha contra la corrupción y rendición de cuentas.

El pueblo vive la democracia cuando los valores democráticos y la participación ciudadana son la base tanto de las relaciones de poder estatal como del acceso a los recursos que son de todos, pero precisamente este es el mal de los ecuatorianos. El aumento de la desigualdad social visibilizada en el subempleo, empleo informal y desempleo que el Estado burgués muestra inoperancia para crear condiciones y diseñar políticas sociales que distribuyan la riqueza con equidad a todos los sectores de la sociedad.

Las políticas económicas neoliberales no han servido para disminuir los niveles de pobreza. El FMI impone una disciplina presupuestaria, privatización de las empresas públicas y priorización del gasto público, recetas que a lo largo de la historia han mejorado entre comillas la macroeconomía pero no la reducción de la pobreza.

Jean D’Ormesson funcionario a sueldo de la UNESCO, dice que las desigualdades e inequidades se deben a la “ineptocracia”, definida como el “sistema de gobierno en el que los menos preparados para gobernar, –es decir la derecha–son elegidos por los menos preparados para producir –por culpa del sistema–, descargando la culpa a “una izquierda populista y demagoga… y a unas personas que sabe que son idiotas”. El solo hecho de tratar a los sectores populares de idiotas delata que defiende a la burguesía.

¿Pero qué mismo es la ineptocracia?

En la práctica, la ineptocracia es la aristocracia encaramada en el gobierno a través del poder económico y la propaganda.

La ineptocracia representa a los grandes grupos empresariales y banqueros que financian a ineptos como el de los zapatos rojos para que desde el gobierno defiendan sus intereses.

La ineptocracia a nivel local son los movimientos políticos pertenecientes a caciques y/u oportunistas que se dicen independientes y desideologizados que buscan el poder para “gobernar” con personas incondicionales a su alrededor.

En fin, la ineptocracia es la causa de la falta de medicina, de la pobreza, del desempleo, de la exclusión social, de la violencia y otros males que impiden a las personas mejorar las condiciones de vida.

sábado, 30 de julio de 2022

Fuentes de trabajo premisas para superar la injusticia y la pobreza

El gobierno del desencuentro sigue marcando de pretexto que la crisis económica se debe a la pandemia. La esperanza de mejores días no es tal, en particular para los sectores rurales, suburbanos y marginales de las grandes ciudades. Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos, la tasa de desempleo actualmente afecta al 10 % de la población económicamente activa. En Ecuador hay cerca de 5 millones de desempleados y empleados informales, así el creciente desempleo empeora las condiciones de vida generando desesperación, pobreza y hambre en los ciudadanos.

 La semana que concluye, la televisión quiteña informaba que ante un llamado de la empresa EMASEO para 200 vacantes auxiliares de aseo y recolectores de basura, se presentaron alrededor de ocho mil aspirantes. A esto hay que sumar, que a pesar que el salario básico oficialmente es de 425 dólares, buena parte de los empleados informales ganan entre 250 y 300 dólares mensuales, mientras el valor de la canasta básica supera los 750 dólares. Eso evidencia la cruda realidad que por la necesidad de llevar el pan diario a los hogares se vive en todo el país.

Ahora el gobierno nacional mantiene la tesis de que el aumento de la fuerza de trabajo, los ingresos de los hogares y la cohesión social y, posiblemente, la cohesión política, podrían durar años. Esta perspectiva laboral, por cierto, tétrica, delata a la derecha criolla y al neoliberalismo, además representa un deterioro sustancial con respecto a las ofertas de campaña presentadas por el presidente Lasso, tirando por tierra aquello de reducir el desempleo mediante la creación de dos millones de fuentes de trabajo, incluso está en riesgo el cumpliMIENTO del salario básico a 500 dólares.

Corresponde a los partidos políticos de izquierda, un programa de acción no “para volver a la normalidad” sino para lograr un cambio sustancial en el sistema administrativo que esté centrado en el ser humano. Las elecciones seccionales están a la puerta y, los candidatos deben nacer de las entrañas del pueblo para que sean ellos quienes planteen una recuperación inclusiva y sostenible que lleve los servicios básicos a toda la población.

El sistema de gobierno y el aparato productivo público y privado han demostrado su incapacidad para incorporar a una mayor población económicamente activa, lo cual desarticula el tejido social, se evidencia una creciente migración de las familias de las comunidades rurales, en especial de mujeres, niños y jóvenes.

Unidad Popular junto a las organizaciones populares para superar la injusticia y la pobreza aspiran llegar a los gobiernos seccionales para reconstruir el régimen público de tal forma que se aborden las desigualdades sistémicas y estructurales y otros problemas sociales y económicos, como el cuidado del medio ambiente, la minería responsable; y la elaboración de políticas para hacer frente a las lacras de la injusticia, la miseria y el desempleo.