La pobreza es una condición socioeconómica relacionada con factores estructurales y la falta de políticas públicas para contrarrestar las desigualdades sociales, la exclusión y la carencia de recursos mínimos vitales como alimentación adecuada, vivienda digna, acceso a servicios de salud, educación, agua potable y saneamiento, entre otros para poder vivir el día a día. En nuestro país, en palabras del propio presidente Noboa siete de cada diez ecuatorianos subsisten en el subempleo.
La burguesía neoliberal arrendataria de Carondelet, -que ha propósito desde el año 1830 no paga el arriendo-, de manera generalizada y simplista afirman erróneamente que la pobreza se debe a la falta de voluntad o esfuerzo personal. Recordemos algunas de sus manifestaciones:
Lenin Moreno, dijo que un “monito” de 5 años ya tiene su propio emprendimiento, que vende gaseosas en alguna esquina guayaquileña, subrayó que la pobreza está en la esencia misma de los ecuatorianos. No se preguntó por qué ese “monito” estaba en las calles y no en la escuela.
Guillermo Lasso, recordó que su amiga Lorenza vino del campo a Guayaquil en busca de su gran sueño, que ahora vive en una casa de caña, que cuando tiene trabajo gana 20 dólares al mes y que cualquier valor adicional ya es bastante. Eso para él, es lograr el sueño. El sueño de la miseria quizá.
Daniel Noboa, dijo que tenemos que trabajar duro como lo hace él para que podamos comer varios platos de comida y hasta postre. Lo que no explico es dónde están las fuentes de trabajo, porque precisamente ahora, cerca de siete millones de ciudadanos viven con menos de tres dólares al día. Lo cierto es que, las indebidas estructuras sociales y políticas junto a la corrupción gubernamental propias de la sociedad capitalista, son las verdaderas causas de la pobreza.
Sectores de derecha justifican la existencia de un ordenamiento jerárquico donde unos son ricos y otros son pobres, pero no dicen que los ricos son ricos porque continuamente empobrecen a los demás, que los empresarios y banqueros agrandan riquezas a costa de la explotación a los trabajadores y del chulco. Ahora mismo se pretende por medio del trabajo a plazo fijo y por horas precarizar aún más las condiciones de vida y de trabajo de los nuevos obreros. En suma, Moreno, Lasso y Noboa reafirman que los pobres son pobres porque quieren, porque no se esfuerzan lo suficiente.
Desde el sector de los trabajadores y de izquierda, convencidos de que el ser social determina la conciencia social, y que la ideología de las clases dominantes en el poder ha servido para someter a la clase social pobre, hacen un llamado a no aceptar como naturales las condiciones de pobreza y unirse a la defensa de los derechos a través del reclamo popular, la historia nos demuestra que todo lo que se ha logrado ha sido mediante la organización, movilización y unidad popular.