sábado, 15 de octubre de 2022

Rechazar atropellos y defender derechos es responsabilidad de todos los y las docentes

Son diversos los aspectos que hacen a nuestra organización sindical un gremio excepcional. Sin duda, la razón principal de esta irrebatible verdad surge de los principios de unidad y lucha por los que hemos apostado hace ya más de siete décadas, cuando emprendimos el camino de defensa de la educación pública y los derechos del magisterio ecuatoriano.

Esquivar las dificultades y el oportunismo ha sido un aprendizaje constante con el que, lejos de debilitarnos o asumir una postura conformista y peor entreguista, nos hemos fortalecido, bajo la premisa de la unidad como bandera de lucha y punto de partida ante los más duros obstáculos impuestos por las dictaduras, la derecha y el populismo.

Pero, ¿qué hay detrás de nuestra unidad que, pese a todo, se mantiene férrea? Es nuestra cultura unionista y la voluntad política que nos otorga confianza en el logro de mejores días para toda la sociedad, aunque no siempre sean oídas por los gobiernos, proponemos alternativas a la problemática educativa y social, respondiendo al sentir de las maestras y maestros y del pueblo.

Si bien es cierto que la disposición de nuestros dirigentes al hacer desde la solidaridad, transparencia y, sobre todo, desde la unidad y lucha en pos del bien colectivo, es decisiva para el logro de nuevas conquistas, sin embargo, aún más decisiva es la participación de las bases, es la hora de dejar la comodidad y conformarse con la lucha de los demás, si fuera solo eso, hace ya mucho tiempo que el gobierno habría echado al traste la LOEI y la equiparación salarial.

En la UNE, la política de unidad es entendida como una herramienta para una educación emancipadora y de justicia social que defendemos, y no a una artimaña demagógica que contribuya al engaño de las bases ni que permita camuflar el oportunismo y entreguismo a los gobiernos de turno como estrategia servil para ocupar cargos directivos.  

La semana pasada se realizó en todo el país movilizaciones y plantones en defensa de la equiparación salarial que constitucionalmente rige a partir del 28 de octubre próximo. Sin embargo, el gobierno de manera antojadiza e inconsulta emite un Reglamente que inadmisiblemente reforma la LOEI y la Constitución. Dicho reglamento, en el Art. 118 irrespeta los 25 periodos de la jornada escolar. En la Transitoria Tercera, niega la entrega de nombramientos a los ganadores de concursos. Mientras que en las Transitorias 8, 9 y 10 exige requisitos que están contemplados para los procesos de ingreso, recategorización y ascenso de categoría, pero no para la equiparación salarial perjudicando a miles de maestros y maestras. 

Al respecto, nuevamente la UNE vence al gobierno del presidente Lasso y a la ministra Brown, que ahora públicamente reconoce y ratifica que la EQUIPARACIÓN SALARIAL se pagará desde el 28 de octubre, "porque es una disposición de la LOEI, de aplicación directa, QUE NO REQUIERE DE UN REGLAMENTO PARA SER IMPLEMENTADA"

Si bien hemos priorizado el dialogo, lo cual no nos quita el derecho a la resistencia contemplado en la Constitución por la vulneración de derechos, el rechazo de los atropellos no es solo voluntad de los unionistas, es responsabilidad de todos. Se trata de reconocernos como un magisterio con voluntad unitaria y política, hecho para vencer obstáculos.