El gobierno y los agoreros de la empresa dicen que, debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, hemos entrado en una etapa de recesión de tal magnitud que las consecuencias aquejan a todos. Efectivamente, las guerras afectan a todos, especialmente a las clases populares que son despedidas de sus trabajos aumentando el desempleo y la carestía de la vida. Lo que no dicen, ni lo dirán jamás, es que la profunda crisis que vive el pueblo ecuatoriano, es parte de la crisis general del sistema capitalista y de la dependencia al imperialismo, que obliga al gobierno a disminuir los presupuestos de inversión social, condiciona los préstamos de la banca internacional a la entrega nuestros recursos naturales, postergando el desarrollo de la industria, la agricultura, la ciencia y la tecnología.
En lo que va del gobierno del desencuentro, el desempleo según fuentes oficiales es del 20% y el subempleo del 60%. El precio de la canasta básica y peor el de la canasta de la pobreza, está por encima del salario básico de 425 dólares. En este gobierno se han restringido los servicios de salud, se han repartido los hospitales favoreciendo a la corrupción, se ha desmantelado la provisión de medicinas; es decir, el gobierno con la ayuda del empresariado desmejora artificiosamente la seguridad social; mientras que la inseguridad ciudadana crece a lo largo y ancho del país. Se ha empezado la venta de varias empresas públicas, hay un malicioso proceso de privatización de la educación fiscal, la juventud no encuentra cupos para acceder a la universidad, etc., etc.
La invitación del gobierno del encuentro fracasó, ninguna de sus propuestas y promesas ha dado resultado ni se ha cumplido. El FMI y el BM exigen gobernabilidad y disminución del riesgo país; condiciones que ellos asumen como la eliminación de subsidios a los precios de los combustibles, consecuentemente el alza de los precios de productos y servicios de consumo básico; y particularmente, la desmovilización de los sectores sociales para poder ejercer su dominación de clase sin la protesta popular, para ello, se ayudan de los grandes medios de comunicación, del Opus Dei y de los enemigos de la izquierda política.
Volviendo al conflicto ruso-ucraniano, está claro que la guerra a Rusia no se le va a ganar, no nos engañemos. También está claro, que quien manda a Zelensky es el imperialismo americano, igual que mandan en Ecuador. Sino preguntémonos, ¿Quién mandó a sacar a Julian Assange de la embajada ecuatoriana en Londres? EEUU, ¡verdad! ¿Quién pretende que el mundo esté bajo su control? EEUU. ¡verdad que sí!
Entonces, ¿Quién es el que puede poner fin a esta historia, a esta guerra? Son los EEUU, ellos decidirán hasta cuando. Porque quién va a pagar las consecuencias de la guerra y de la explotación no son los EEUU, son los pueblos, son los ciudadanos sumidos en la miseria.