sábado, 6 de marzo de 2021

La mujer, más allá de su sonrisa angelical

   La mujer, es ante todo un ser humano y social comprometida con el desarrollo de los pueblos. Si bien la historia del Día Internacional de la Mujer, nos trae a la memoria, la masacre perpetrada por los dueños de la fábrica Cotton Textil de Nueva York contra un centenar de mujeres costureras, en marzo de 1908 por el hecho de exigir la reducción de la jornada laboral y la erradicación del trabajo infantil, en esta fecha, es tarea de todos resaltar su lucha por la auténtica liberación.

   El 8 de Marzo, es una fecha para recordar a la mujer ecuatoriana y de todo el mundo, ratificando junto a ellas, nuestro compromiso de romper las cadenas de la explotación y derrotar el abuso y la postergación de derechos. “Independientemente de todas las leyes que emancipan a la mujer, si no se gobierna por su verdadera incorporación al desarrollo socio económico, ella seguirá esclavizada al sistema”, palabras de Lenin, que hacen vigente la necesidad de conquistar para hombres y mujeres condiciones de vida más humanas.

   Federico Engels recuerda que “no hay transformación social sin la participación de las mujeres”, es decir, la historia es inconclusa sin la intervención de las mujeres en los procesos organizativos sociales y políticos. Las mujeres son parte de ese acumulado histórico por sus propias reclamaciones, pero también por las reivindicaciones a favor de los sectores populares del Ecuador y el mundo.

   El sistema capitalista ha convertido el 8 de Marzo, en una fecha comercial para rendir homenaje a la mujer con una avalancha de ofertas de regalos, chocolates y flores. Pretendiendo que olvidemos la rica historia de hazañas de mujeres como Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo, Manuela Sáenz, Matilde Hidalgo, Dolores Cacuango, Transito Amaguaña, Rosita Paredes y cientos de heroínas anónimas para las cuales me es difícil encontrar las palabras que describan esa conjunción de inteligencia, ternura, sonrisa angelical, comprensión, compromiso y dedicación por la emancipadora y la construcción de ese “otro mundo posible”.

   El gobierno ansioso y servil a la derecha, puso recién un supuesto plan contra la pandemia de la COVID-19, solo cuando esta se constituyó en un peligro para los intereses de los grandes empresarios, las medidas como en toda crisis, apuntaron más a salvar sus capitales, poniendo en peligro la salud y vida de millones de personas, dejaron en la indefensión sanitaria a las clases populares, causando la muerte de cientos de miles de personas, especialmente de mujeres y adultos mayores. Hay que agregar, que durante el confinamiento buena parte de mujeres quedaron atrapadas en un infierno de violencia.

   El 8 de Marzo, las mujeres quieren menos discursos, aspiran un reconocimiento por medio de más acciones para eliminar las miseras condiciones de explotación, subordinación, injusticia y pobreza que padecen miles de mujeres al año.

   A la Mujer Madre, Esposa, Hermana, Hija, Amiga, Compañera de trabajo, en especial saludo a la Mujer Maestra, a la Mujer Unionista, Cooperativista y participe del FCME, que siempre firmes en sus principios y convicciones luchan por la dignidad y la vida. A todas ellas mi admiración, cariño y respeto, junto a mi saludo solidario.