Con ésta frase
el Presidente Moreno aseguró combatir la corrupción al mismo tiempo y a
propósito del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, pidió disculpas por la
década de equivocaciones al construir escuelas del milenio sin tomar en cuenta
el contexto comunitario. Dijo que van a corregir ese error.
El propio
mandatario durante la campaña las calificó de elefantes blancos, que se ven muy
bonitas, pero que con el dinero que cuesta una unidad del milenio se habrían
hecho diez escuelas. También los padres de familia opinaron que eran bonitas,
pero que si cierran sus escuelas, no podrían enviar a sus hijos a las unidades
del milenio, por las largas distancias entre los poblados y la falta de
transporte. Lo que en efecto sucedió.
Para algunos
docentes estos edificios en el sector rural son un insulto a la realidad local
y un obelisco al fracaso. Aún hoy, el ex ministro de educación y actual
asambleísta Augusto Espinosa, contradice al Presidente Moreno y afirma que
dichos monumentos, -que a propósito contrastan con la pobreza rural-, representa
la política emblemática del gobierno. Bueno, lo importante es que se corregirán
los errores.
Respecto del
combate a la corrupción principalmente al caso Glass-Odebrecht, más allá de que
el pueblo ecuatoriano siga esperando que los organismos judiciales y de control,
recobren su independencia del poder ejecutivo para que puedan llegar al fondo
de las investigaciones; también espera que la clase política cumpla con su
papel de fiscalización a tiempo. Claro está que la única y mejor sanción, será
cambiar las reglas electorales para no reelegir a los mismos y castigar en las
urnas a los responsables de la corrupción y del modelo político y económico que
lo sostiene.
La opinión
pública y los medios de comunicación deben enfatizar que la corrupción es la
causa principal de la humillante pobreza, desempleo y subempleo de casi la
mitad de ecuatorianos, así como de las condiciones denigrantes con que son
tratados los compatriotas migrantes en el exterior.
Finalmente es
necesario, que desde la ciudadanía se concreten acciones que vayan en contra de
la voracidad económica de los grupos de poder, y para no permitir que solamente
se recuerden casos como la sucretización o el feriado bancario, que si bien son
actos de corrupción, ahora no son más que mañosas justificaciones para
desvirtuar la atención de la verdadera lucha, del combate a la pobreza.