sábado, 28 de enero de 2006

Forjemos una “voluntad inquebrantable e insobornable”

La realidad que hoy vive nuestra nación ecuatoriana quedó bien estructurada a partir de la última dictadura, en la que se instauraron las bases materiales del actual poder especulativo financiero, allí se establecieron las políticas económicas de los social cristianos, democratacristianos y socialdemócratas que se oponen a la convocatoria a la asamblea Constituyente e incluso a la Consulta Popular impulsada por los sectores sociales y populares con la finalidad de cambiar las actuales estructuras del Estado que es en realidad el obstáculo para que los ecuatorianos/as no podamos explotar los recursos naturales con soberanía y contar con un ordenamiento jurídico y económico que permita mejorar las condiciones de vida de los sectores tradicionalmente olvidados. 

El Ministro Castillo realmente ha demostrado una posición soberana y patriótica al manifestarse abiertamente en contra de un TLC con USA en desigualdad de condiciones y más bien se ha pronunciado por el fortalecimiento de las relaciones con la CAN y el MERCOSUR.
Por eso no nos debe extrañar que los partidos políticos PSC, DP, ID y otros camuflados de “centristas e independientes” se asusten con la presencia del Ministro Alfredo Castillo, de quien ahora piden su renuncia por el solo hecho de decirles que son un grupo político “estéril” que en estos 25 años de “democracia” lo único que han hecho es defender sus intereses de grupo, al punto de contribuir a la pérdida de nuestra soberanía. Sino preguntémonos que es de nuestra Moneda Nacional, La base militar norteamericana en Manta, el involucramiento en el Plan Colombia, etc. La denominada “deuda social” a favor de la cual el congreso pretende legislar ahora, tiene un solo nombre a dicho Alfredo Castillo: “impotencia social” de este sector político que ha endeudado geométricamente al país. Ante ello, con valentía, altivez patriótica y “una voluntad inquebrantable e insobornable”  impulsa una “auditoría de la deuda externa”, Por ello es lógico que este sector político vocero del FMI, “no quiera conversar con el Ministro, exijan su salida y lloriqueen desconsoladamente”.Lo que si debe extrañarnos, es que algunos sectores de “centro izquierda” e “izquierda” que dicen representar a los sectores populares se hayan prestado para apoyar la destrucción del Estado.
El establecimiento de una democracia  a favor de nuestro pueblo y no en contra de él, debe ser un asunto de capital interés para los sectores sociales comprometidos con el país. Sus líderes deben tener presente que históricamente han sido los sectores populares quienes de manera incorruptible e insubordinada en los momentos de crisis, han devuelto a la nación la “tranquilidad” al pueblo Ecuatoriano.
Se avecinan eventos político-sociales muy difíciles que requerirán imperiosamente la participación responsable del pueblo para garantizar la “construcción de un Estado soberano, basado en la igualdad de oportunidades para los ecuatorianos” y el fortalecimiento de la democracia, haciendo respetar los derechos de todos y todas a ejercer los diferentes caminos constitucionales reconocidos y aceptados nacional e internacionalmente, que permitan preservar nuestra soberanía, entre ellos la convocatoria a la Asamblea Constituyente o a la Consulta Popular.
El pueblo no se debe dejar engañar por criterios interesados de ciertos sectores, por el contrario hay que respaldar a quienes por su posición patriótica defienden nuestra soberanía como es el caso del Ministro Castillo quien mantiene y ha asumido el compromiso y la responsabilidad histórica de hacer cumplir la Constitución Ecuatoriana.