viernes, 11 de septiembre de 2020

Podrá prescindirse de la educación presencial

 
"La escuela y el aula son el espacio privilegiado, donde el aprendiz adquiere ese valor dialógico base de su propio crecimiento intelectual y humano"    
Paulo Freire
 
El asunto de la educación virtual nos obliga a considerar el tema Covid-19 de manera diferente, quizá de manera amistosa entre comillas, puesto que aún nos tocará vivir un buen tramo junto al malicioso virus. La crisis sanitaria exigió de las autoridades educativas poner en vigor una serie de estrategias para una formación no presencial, que al final no han dado resultado porque de manera improvisada se recurrió a recursos inexistentes, principalmente la falta de conectividad.

Salvo buena parte de establecimientos particulares, en la mayoría de los fiscales las actividades de enseñanza y aprendizaje sucedieron con distintas complicaciones, no sólo por la falta de disponibilidad de los recursos tecnológicos, sino en razón de las deficiencias en las habilidades y competencias técnicas de la mayoría de estudiantes, también de los docentes, no todos por supuesto. La tecnocracia del Ministerio de Educación no quiere darse por enterada, que la pedagogía presencial y virtual son distintas; tampoco entienden que el tratamiento de los contenidos es diametralmente diferente.

El haber transitado junto a la niñez y adolescencia por más de treinta años en las aulas, me permite opinar que la educación presencial por largo tiempo será irremplazable en la educación general básica, -no niego la validez de la educación virtual-, puesto que el vínculo impresionable en esta etapa, es el diálogo, el contraste de ideas y opiniones, en lo cual intervienen la razón y la pasión de estudiantes y docentes, eso es la “didáctica activa” que permite el aprendizaje significativo y el desarrollo del pensamiento crítico.

Paulo Freire caracterizó que la "escuela y el aula son el espacio privilegiado, donde el aprendiz adquiere ese valor dialógico base de su propio crecimiento intelectual y humano". Sin embargo, no solo eso hace valiosa a la educación presencial, son los logros obtenidos, durante su recorrido histórico, quizá no sea suficiente para que el Ministerio de Educación que tras bastidores y escudándose en la pandemia, esté analizando la descabellada posibilidad de un regreso presencial a clases sin las garantías sanitarias para la comunidad educativa.

Sin temor a equivocaciones, no todos los estudiantes tienen las posibilidades de aprovechar los recursos tecnológicos y las redes sociales. Sin embargo, es oportuno analizar las experiencias previas y posteriores a la crisis sanitaria, y reconocer que hay ámbitos educativos en los cuales lo virtual puede aprovecharse para la educación presencial. Es prudente que sopesemos con honestidad los pros y contras de la educación presencial y virtual.

La propia Ministra de Educación ha manifestado la intención del regreso presencial a las aulas; por tanto no se trata de elegir entre lo uno y lo otro. Lo importante es reconocer que la pandemia nos ha permitido implementar ciertas estrategias educativas de carácter virtual que deberían ser consideradas a la hora de realizar los ajustes entre la educación presencial y los apoyos virtuales, sin perder de vista la educación como derecho e interés superior de la niñez.

viernes, 4 de septiembre de 2020

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”

"La confianza de las masas en el liderazgo, implica la 

confianza que éstas tengan en ellas..."  Paulo Freire

Los docentes nos situamos según la realidad histórica que nos toca vivir, de acuerdo a nuestras experiencias sociales más que profesionales, eso es lo que define la ideología. Por eso, los docentes para defender la educación pública y reclamar sus derechos y los del pueblo, seguirán actuando en sus escenarios naturales, las calles y plazas.

Cuando un profesor decide serlo, lo hace con una profunda vocación de solidaridad con la niñez y la sociedad. Siempre convencido de que la patria nueva, esa patria equitativa y solidaria, se construirá solamente con hombres y mujeres libres, pensantes y profundamente críticos de la realidad. Los maestros que llenos de valor ante las injusticias sociales “les hierve la sangre de indignación”, exigen un trato digno de las autoridades, porque la sociedad sabe que la tarea docente aunque a veces pase desapercibida, la ejercemos recreando en la niñez y adolescencia: dignidad, conocimiento, reflexión y crítica para la emancipación de las personas y contribuir al desarrollo socio económico de la provincia y la región.

El 31 de agosto, para un grupo de docentes ha concluido un largo trajinar por las aulas, han pasado más de treinta años de enseñanza y aprendizajes, de experiencias y experticias, de lucha y unidad en las filas del magisterio, junto a la Gloriosa UNE. Hemos sido notificados con la jubilación, culmina otra etapa. ¿Cómo encontrar las palabras justas que expresen nuestro cariño y reconocimiento a estudiantes, padres de familia y compañeros? Es difícil…, no se puede ocultar la nostalgia que se experimenta, nostalgia propia de la separación de los seres por los cuales se siente sincero afecto, pero a la vez corre una indecible sensación de complacencia por las muestras de aprecio y amistad que durante ese trajinar fuimos recibiendo de buena parte de la sociedad.

Paulo Freire expresó que las principales obligaciones de los docentes son “el compromiso ético y político, solo así es posible potenciar conocimientos, actitudes y valores que permitan el desarrollo de los estudiantes como sujetos políticos con posibilidades de pensar, actuar e incidir en la transformación de su realidad a través de la participación activa en sus contextos”. De allí que a los docentes activos y jubilados, corresponda mantenerse movilizados alrededor de su gremio, la UNE, solo así se conseguirán nuevas victorias y que se haga justicia, en especial los derechos de los jubilados han estado una y otra vez postergados socialmente. Hay compañeros que desde el 2008 aún no reciben el incentivo de jubilación, muchos de ellos fallecieron sin haber recibido lo que pudo salvarles la vida o ayudarles a morir con dignidad.

Nos vamos convencidos de que nuestros compañeros y compañeras tienen la capacidad y la decisión para continuar engrandeciendo al magisterio lojano y ecuatoriano, para continuar forjando la unidad en las filas de la Unión Nacional de Educadores, gremio que por más de setenta años acompaña a los docentes y defiende la educación pública, laica y gratuita. Recuerden, “caminante no hay camino, se hace camino al andar…”

martes, 1 de septiembre de 2020

Carta a los compañeros de la escuela Miguel Riofrío

 Los docentes nos situamos según la realidad histórica que nos toca vivir, de acuerdo a nuestras experiencias sociales más que profesionales, eso es lo que define nuestra ideología. Por eso, para reclamar los derechos del magisterio y del pueblo jamás aprendí la “geometría de la rodilla doblada

Estas palabras las pronuncié en diciembre de 2010, cuando desde el Ministerio de Educación se me hacía conocer el cese de mis funciones docentes, la causa, ser presidente de la Gloriosa UNE. Cuando decidí ser profesor, lo hice con una profunda vocación de solidaridad con la niñez y la sociedad. Siempre convencido de que la transformación social para construir una patria nueva, solamente la cumplirían los hombres y mujeres libres, pensantes y profundamente críticos de la realidad.

Si la memoria no me es frágil, en octubre de 2013 con legítimo orgullo llegué a la Escuela Miguel Riofrío, la escuela que me enseñó las primeras letras y oraciones. No fueron solo frases floridas, sino que ejemplarizadas por mis maestros, me dejaron importantes enseñanzas de coraje y unidad para enfrentar las injusticias sociales.

No soy el indicado para juzgar mis tareas, sin embargo, he tratado de cumplirlas con responsabilidad tanto en las aulas como en mi condición de compañero, con la única idea de posibilitarle a la niñez mejores oportunidades y consecuentemente, para contribuir al desarrollo socio económico de la provincia y la región.

Han pasado más de treinta años de ejercicio docente y a la par de lucha magisterial y popular. En la Miguel son 7 años, ha llegado la hora de ponerle fin al periplo por las aulas. He sido notificado con la jubilación, culmina otra etapa. ¿Cómo encontrar las palabras justas que expresen mi cariño y mi reconocimiento a ustedes?, es difícil…

Hago público mi agradecimiento al Lic. Juan Ontaneda Jiménez, directivo me abrió las puertas Miguelinas, a quienes luego de él, pasaron por la dirección del plantel, finalmente al Dr. José Orellana, a la Dra. Marisol Salcedo y Dra. Patricia Chimbo, a quienes les deseo el mejor de los éxitos.

Mi sincero agradecimiento a ustedes compañeras y compañeros, no puedo ocultar la nostalgia que experimento, nostalgia propia de la separación de los seres por los cuales uno siente sincero afecto, pero a la vez me corre una inexpresable sensación de satisfacción por las muestras de cariño que recibí de ustedes.

Compañeras y compañeros, durante el recorrido Miguelino tuve la oportunidad de compartir grandes experiencias y fraguar amistades que de ninguna manera serán recuerdos ingratos, por el contrario, durante este tiempo entregué mis modestos conocimientos con el presentimiento de ver crecer junto a ustedes a la Escuela Miguel Riofrío, como en efecto creció y seguirá creciendo. Me voy convencido de que ustedes tienen la capacidad y la decisión para continuar engrandeciendo la Escuela. No desmayen en ese ideal y el de abrasar la unidad.

“Nunca perseguí la gloria… Caminante, no hay camino, se hace camino al andar…”  Siempre les llevaré en el corazón.

 

viernes, 28 de agosto de 2020

Inicio de clases y la antesala de las elecciones

    La ciudadanía debe valorar la lealtad, la ética y el compromiso social y popular del candidato.

La mayoría de empleados y trabajadores públicos no han cobrado sus sueldos julio y agosto. Mientras los maestros del régimen costa continúan con el teletrabajo y las amenazas del “regreso presencial progresivo”, a los maestros de los regímenes sierra y amazonía les sucede lo mismo; sueldos disminuidos e impagos, y con un sinnúmero de disposiciones redundantes que, descuidan lo fundamental para el inicio del año lectivo como es, la poca y/o la falta de conectividad especialmente en los sectores suburbanos y rural.

El Mineduc y el propio Gobierno deben saber, que los maestros preferimos asistir de lunes a viernes a nuestras escuelas y colegios, para enseñar cara a cara, que estar con horarios excesivos y con media clase de estudiantes que no se conectan. Cabe preguntarnos, cuál es el interés del regreso presencial. Las respuestas son innumerables y resultan hasta prejuiciosas por la cantidad de actos de corrupción que cada día se denuncian. Deben saber también, que el retraso en el pago de sueldos a empleados, trabajadores y docentes está llevando el malestar a sus familias, puesto que ya no tienen para cancelar los servicios básicos y la alimentación.

A mediados de septiembre culmina el Estado de Excepción en el país, las autoridades han manifestado que se pasará del “quédate en casa, al yo me cuido”. En nuestra ciudad, el impacto de la pandemia de coronavirus no disminuye, la situación sigue siendo delicada. El llamado a la “corresponsabilidad ciudadana”, no dará resultado. No es que al siguiente día la pandemia habrá quedado atrás, por el contrario, especialistas señalan que se darán rebrotes graves. El gobierno a más de indolente se muestra inoperante, porque a sabiendas de que no podrá alargarse la medida de excepción, no ha diseñado las líneas de acción económicas y sociales prioritarias para salir de la crisis causada por el confinamiento.

Por otro lado, se avecina un proceso electoral, por el momento aparecen 19 candidatos presidenciales, algunos participan creyendo que se trata de un evento folclórico, otros lo hacen por simple protagonismo, unos terceros simbolizan a la decadencia y corrupción, mientras que dos o tres representan tendencias definidas con principios e ideología; ya sea para defender beneficios de la banca y los grupos económicos poderosos del país; uno está en función de los soberanos intereses de los sectores populares y campesinos bajo la idea válida de la lucha de clases como medio para convertir el interés común en una fuerza política.

El general no hay un liderazgo real. Los requisitos para optar por cualquier candidatura son vulnerables por no decir inexistentes. El Código de la Democracia debe contemplar al menos tercer nivel de estudios académicos incluyendo formación política-ideológica del candidato, lo cual no significa exclusión. La ciudadanía en cambio debe valorar lealtad, ética, compromiso social y popular. En fin, la antesala de las elecciones debe abrir un debate serio sobre el tipo de sociedad que somos y la que queremos. Y no se crea que es tarea fácil.

jueves, 27 de agosto de 2020

Monseñor Leonidas Proaño… para principiantes

Por Pedro Pierren[1]

Tuve la dicha de conocer a monseñor Leonidas Proaño durante más de 10 años en Reuniones nacionales, Encuentros latinoamericanos de formación y en momentos de simple amistad. No hace falta insistir en que fue y sigue siendo un gran personaje tanto en Ecuador como en nuestro continente y al nivel internacional. Los homenajes anuales -ni hablar de los libros y artículos sobre él- lo demuestran. Estos días sólo hace falta mirar su imagen en las redes sociales ecuatorianas y latinoamericanas e igualmente de España, Francia, Bélgica…

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Este próximo 31 de agosto se cumple 32 años de su pascua. Falleció en 1988. Ese año estaba estudiando en Roma: por celebrar su pascua hubo una misa de acción de gracias, en español, en una gran, por no decir inmensa, iglesia de Roma llena de gentes, con testimonios sobre él, cantos ecuatorianos, frases de él… una ‘fiesta’ de la vida y del mensaje de monseñor Proaño. Me quedé felizmente sorprendido.

Monseñor Proaño había nacido en 1910 en San Antonio de Ibarra, un pequeño pueblo de la provincia de Imbabura. Era hijo único; sus padres eran campesinos y tejedores de los sombreros de paja toquilla, mal llamados “de Panamá”… porque era de Panamá que salían para Europa. Él aprendió a tejerlos… y cuenta que, adolescente, se le sangraba los dedos. Sus padres eran de origen indígena y él se sentía orgulloso de ellos. Decía: “Amo lo que tengo de indio”. En 1977 el mismo escribió su autobiografía: “Creo en el hombre y en la comunidad”.

Fue ordenado sacerdote en 1936 y ejerció su ministerio pastoral en la ciudad de Ibarra. Allí apoya el movimiento de la ‘Juventud Obrera Católica’ (JOC); publica la ‘Revista Excelsior’ y funda el periódico ´La Verdad’. Se desempeña también como profesor en el Seminario de Ibarra. En 1954 recibe la ordenación episcopal para la diócesis de Chimborazo. Comienza su labor pastoral visitando las Comunidades indígenas de la provincia; poco después decide entregarles las haciendas que poseía la diócesis.

De 1962 a 1965 participa en el Concilio Vaticano 2°. En esos años crea las ‘Escuelas Radiofónicas Populares’ (ERPE) y abre un ‘Centro de Estudios y Acción Social’ (CEAS). Al final del Concilio firma, con unos 40 obispos mayoritariamente latinoamericanos, el “Pacto de las Catacumbas” donde se comprometían a “vivir pobremente y al servicio de la liberación de los pobres”. En 1968 participa en la 2ª Conferencia Episcopal Latinoamericana en Medellín, Colombia, donde pronuncia una ponencia sobre ‘Pastoral liberadora’. Colabora intensamente para que esta Conferencia, convocada para ‘aplicar las orientaciones del Concilio a la Iglesia Latinoamericana’, sea la “Carta Magna de la Iglesia de los Pobres en América latina”. En 1972 ayuda a la formación de la “Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador” (ECUARUNARI) que en 1986 se une con las Organizaciones Indígenas de la Amazonía y de la Costa, para conformar la “CONAIE” (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador).

Por su opción por los pobres y en particular por los Indígenas que ayudó a despertar en su dignidad, sabiduría y protagonismo, encontró muchas dificultades al nivel local, nacional y de parte del Vaticano donde reinaban el papa Juan Pablo 2° y su brazo derecho el cardenal Josef Ratzinger. Los terratenientes y otros gamonales de Chimborazo le libraron una guerra sin cuartel. La dictadura militar no quedó atrás: en 1976 apresaron unos 17 obispos y más de 35 sacerdotes, religiosas y laicos que monseñor había invitado para compartir experiencias pastorales, en el “Hogar de Santa Cruz”, casa de formación teológico-pastoral-política y social al nivel nacional y continental. Por denuncias y calumnias de otros obispos y del nuncio de Ecuador, el Vaticano mandó, en 1973, un ‘visitador’ para que fiscalizara el trabajo pastoral que se realizaba en la diócesis de Chimborazo. Nunca se publicó las conclusiones, favorables a monseñor Proaño; pero el papa Pablo 6° de aquella época comentó: “No puedo condenar a un obispo tan fiel al Evangelio”.

En 1985, presenta su renuncia por límite de edad (75 años) la cual es inmediatamente aceptada por el papa Juan Pablo 2°. En los 3 años que preceden su pascua (1988), monseñor es la gran figura latinoamericana de la Iglesia de los Pobres. Es llamado en muchos países de Europa y en Estados Unidos para conferencias y reuniones; es postulado como candidato al Premio Nobel de la Paz; recibe varios Doctorados Honoris Causa. Hace unos 10 años sus escritos, entre los cuáles varios libros (El Evangelio subversivo - Concientización, Evangelización y Política - Rupito), han sido reconocidos como “Patrimonio Inmaterial del Ecuador”.

Monseñor Leonidas Proaño es enterrado en San Antonio de Ibarra en una parcela familiar, donde había fundado una Congregación Misionera. Ese lugar ha pasado a ser la memoria viva de monseñor Leonidas Proaño, de su pastoral liberadora, de su valentía tranquila, de su estatura profética y de su teología de la liberación. Su tumba es visitada cada año por numerosos ‘peregrinos’ nacionales y extranjeros, cristianos de a pie, teólogos de renombres, seguidores de decenas de países.

Hagamos memoria de este insigne ecuatoriano en estos tiempos turbados por la voracidad de las oligarquías ecuatorianas y sus cómplices nacionales que despedazan nuestro país. Sigamos animados por el compromiso liberador de monseñor Leonidas Proaño. Pues nos sigue diciendo: “O servimos la vida del Pueblo o somos cómplices de su muerte”.


[1] https://www.alainet.org/es/articulo/208653