domingo, 20 de enero de 2019

Volver a verte


Cuando llego a aquella casa,
cualquer día, y no te veo;
aún te busco desde patio,
a la cocina para darte un beso.
Aún percibo tu presencia
en cada mueble, y en cada cosa;
y te siento canturreando
entre jazmines, geranio y rosa.
¡Cómo añoro tu sonrisa
cariñosa a cada paso!
Y concervo con amor cada recuerdo
de aquellos años, aquellos años;
que ya se fueron,
¡ay quién pudiera parar el tiempo!
Parar el tiempo,
y sentirme de repente,
como un niño nuevamente,
entre tus brazos;
parar el tiempo,
y escuchar por un momento,
tus palabras del consuelo,
para mi llanto.

Volver a verte,
que otra vez me regañaras,
si a la vuelta del colegio,
yo no estudiaba;
¡que mala suerte,
que ya no pueda volver a verte!...
El vacío que dejaste con tu marcha,
dejó mi alma,
tan oscura

martes, 1 de enero de 2019

Educación para el Desarrollo de los Pueblos: Una Mirada Emancipadora

Introducción

En el actual contexto de crisis estructurales–ambientales, sociales, económicas y culturales–, la noción de “Educación para el Desarrollo” exige una revisión profunda desde perspectivas críticas. Lejos de ser un concepto neutral, el desarrollo ha sido instrumentalizado para legitimar relaciones de dominación. Desde una mirada emancipadora y marxista, la Educación para el Desarrollo no debe ser entendida como un dispositivo técnico-administrativo ni como un mecanismo de adaptación al mercado, sino como una praxis liberadora, enraizada en la historia de lucha de los pueblos por su autodeterminación y dignidad.

La educación como terreno de disputa ideológica

La educación no es un espacio neutral; es un campo de lucha en el que se disputan sentidos, valores y proyectos de sociedad. En el marco del capitalismo, ha sido capturada por una lógica funcionalista que exalta la eficiencia, la competitividad y el emprendimiento, despojándola de su dimensión ética y política. No obstante, desde diversas resistencias –sindicatos docentes, movimientos indígenas y pedagogías críticas–, se ha venido gestando una alternativa: una educación popular que concibe el desarrollo como proceso colectivo de liberación, y no como simple modernización económica.

Desarrollo y dominación: crítica a la narrativa hegemónica

El discurso dominante presenta el desarrollo como un proceso lineal, deseable y medible, al que todos los países deben aspirar siguiendo un modelo único: capitalista, eurocéntrico y extractivista. Esta visión ha servido históricamente para justificar la explotación del Sur Global y la imposición de políticas neoliberales a través de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Desde el enfoque marxista, el desarrollo capitalista no es incluyente ni armónico, sino profundamente desigual, basado en la acumulación por despojo y en la subordinación de las clases trabajadoras. La verdadera pregunta no es si los países están avanzando, sino quién se beneficia de ese avance y a qué costo humano y ecológico. En este sentido, la Educación para el Desarrollo debe contribuir a la comprensión crítica de estas desigualdades y a la organización colectiva para superarlas.

Más allá de la Agenda 2030: sostenibilidad y justicia social

La Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible proponen erradicar la pobreza, garantizar la educación de calidad y frenar el cambio climático. Sin embargo, estos objetivos corren el riesgo de convertirse en meras declaraciones si no se confrontan las raíces estructurales del capitalismo global, responsable de las crisis que se pretenden resolver.

Desde una perspectiva marxista, el desarrollo sostenible solo es posible mediante la transformación radical de las relaciones sociales de producción y propiedad. Esto incluye democratizar el acceso a recursos esenciales –tierra, agua, energía, conocimiento–, y erradicar las opresiones estructurales como el colonialismo, el patriarcado, el racismo y el clasismo. La educación, por tanto, debe ser un instrumento de concientización, de articulación de luchas y de construcción de alternativas desde abajo.

Voces silenciadas: pueblos originarios y saberes emancipadores

Los pueblos indígenas y campesinos han sido históricamente excluidos de los modelos de desarrollo impuestos desde el poder. En nombre del progreso, han sido objeto de despojo, desplazamiento y violencia. Sin embargo, también han resistido, preservando prácticas comunitarias, conocimientos ancestrales y formas de vida alternativas al modelo capitalista.

Organizaciones como la CONAIE y la UNE han impulsado una pedagogía crítica, territorial y política, que revaloriza los saberes propios y la lucha social. Esta educación no concibe el aprendizaje como mera transmisión de contenidos, sino como proceso político de recuperación de la memoria, afirmación cultural y construcción de autonomía. En este marco, el kichwa, el shuar o el awapit no son lenguas folklóricas, sino vehículos de pensamiento, resistencia y creación.

La escuela pública como espacio de resistencia

En contextos empobrecidos, la escuela pública no solo cumple funciones educativas, sino que se convierte en refugio y en trinchera de resistencia. Docentes de zonas rurales y periféricas enfrentan día a día múltiples formas de injusticia –hambre, violencia, discriminación–, y lo hacen desde una ética pedagógica profundamente comprometida con la transformación social.

Inspirados en Paulo Freire, estos educadores no buscan domesticar conciencias, sino acompañar procesos de liberación. Frente a la educación bancaria, que cosifica al estudiante, se plantea una educación dialógica, en la que el conocimiento se construye colectivamente. Desde esta perspectiva, el maestro no puede ser neutral: debe tomar partido por los oprimidos y actuar como militante de la conciencia y del saber popular.

Tecnología, inteligencia artificial y nuevas formas de enajenación

El avance de la inteligencia artificial en la educación plantea desafíos que deben analizarse críticamente. Aunque estas tecnologías pueden tener un potencial democratizador, actualmente están al servicio del capital transnacional. Plataformas, algoritmos y sistemas de vigilancia digital son diseñados por corporaciones que responden a la lógica del lucro.

La educación no puede reducirse a procesamientos automáticos ni a indicadores cuantitativos. Aprender implica construir sentido, establecer vínculos y desarrollar pensamiento crítico. La tecnología debe estar al servicio de la emancipación, y no de la enajenación. Para ello, los pueblos deben recuperar el control sobre el desarrollo científico-tecnológico y orientarlo hacia las necesidades colectivas, no hacia la acumulación privada.

Contra la educación neoliberal: por una escuela del pueblo

El modelo neoliberal ha transformado la escuela en empresa, a los estudiantes en consumidores y a los docentes en operadores. Se ha reemplazado la solidaridad por la competencia, el pensamiento crítico por resultados estandarizados. Ante este panorama, urge reivindicar una escuela del pueblo: pública, gratuita, intercultural y liberadora.

Esta escuela no debe formar “capital humano”, sino sujetos históricos, conscientes de su realidad y capaces de organizarse. Su currículo debe construirse desde las comunidades, incorporando sus saberes, lenguas, luchas y memorias. Solo así será una herramienta para la transformación social y no para la reproducción de la dominación.

El rol del Estado y la centralidad del poder popular

La educación como derecho no puede depender del mercado; requiere del Estado como garante del bien común. Exigir un presupuesto digno para la educación –como el 6 % del PIB– no es una demanda corporativa, sino una lucha por la soberanía y la justicia social.

No obstante, el Estado por sí solo no es suficiente. Es imprescindible construir poder popular desde abajo: articulando movimientos sociales, comunidades educativas y organizaciones campesinas e indígenas. La Educación para el Desarrollo debe ser democrática, popular y transformadora, capaz de formar sujetos que no solo comprendan el mundo, sino que lo transformen con conciencia y acción colectiva.

Conclusión

Educar no es preparar para un futuro abstracto, sino sembrar en el presente las semillas de una sociedad distinta. Desde una perspectiva emancipadora y marxista, la Educación para el Desarrollo de los pueblos es una práctica de libertad, una estrategia de lucha, un compromiso con la vida.

En un mundo marcado por la crisis civilizatoria y la desesperanza inducida, la pedagogía crítica se convierte en una necesidad urgente. Como afirmaba Paulo Freire, “la educación no transforma el mundo, transforma a las personas que van a transformar el mundo”. En esa transformación radica el verdadero desarrollo: no un camino impuesto desde arriba, sino un proceso construido desde abajo, con conciencia, lucha y esperanza

jueves, 27 de diciembre de 2018

FELIZ AÑO NUEVO.


Mario Benedetti 
 
No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.