viernes, 3 de septiembre de 2021

Si se apadrina una escuela, por qué no se apadrina la pobreza

    
 
   Que el retorno “controlado, progresivo y voluntario a las aulas,” que el COE, que el Plan Institucional de Continuidad Educativa, que la empresa privada se hará cargo de las responsabilidades del gobierno para garantizar la educación, etc., etc.; en medio de esa incertidumbre se inició el año lectivo. Las clases, que presenciales, que semipresenciales, que virtuales, que como quieran. Al gobierno del encontronazo no le importa la infraestructura de las escuelas ni el distanciamiento social, no le importan los pobres.

  La Ministra de Educación se jacta de que más de 500 escuelas y más de 100 000 estudiantes del régimen Sierra y Amazonia, retornaron a clases presenciales; se jacta de inaugurar una escuela fiscal de educación a virtual en todo el país, lease bien, una escuela en todo el país; se jacta del programa “Apadrina una escuela”, en el que, supuestamente las empresas privadas invertirán 600 millones para repotenciar 10.000 escuelas. ¿Repotenciar? ¡Acaso ya están potenciadas! Tecnocracia ciega, o mejor dicho insensible. Aún buena parte de plantes no tienen acceso a agua potable, otras están semidestruidas, no hay equipos tecnológicos y peor conectividad. Pese a esta cruda realidad, el gobierno no destina el presupuesto constitucional, al contrario, se empeña en el apadrinamiento de escuelas, programa que ya fracaso durante la etapa del correato. En otras palabras, “disimuladamente” abre las puertas a la privatización de la educación.

   Si se apadrina una escuela, por qué no se apadrina la pobreza. La ONU, al declarar el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, proponía como lema: “no dejar a nadie atrás, pensar, decidir y actuar juntos contra la pobreza extrema en todo el mundo.” El gobierno del encontronazo, parece desconocer esta declaratoria, por eso, pone especial atención en la venta de empresas públicas, en la explotación petrolera y minera que genera ganancias a la burguesía, pero no hace nada por visibilizar la pobreza y a los pobres del Ecuador. En suma, no hay iniciativas que favorezcan al objetivo de generar fuentes de trabajo y una renta básica que contribuya a acabar con la creciente indigencia en el país.

   Las organizaciones sociales y de trabajadores, exigen del Presidente Lasso y su gabinete que sitúen la erradicación de la pobreza y la exclusión social en lo más alto de las prioridades Eso implica crear políticas de gobierno que replanteen el reparto de la riqueza a través de la acción de los poderes públicos. Por otro lado, está en manos de la Asamblea Nacional acabar de un plumazo con la pobreza extrema y la creciente exclusión social, es decir, elaborar las leyes respectivas que fortalezcan la institucionalidad y el desarrollo del país, y a la vez, garanticen la estabilidad de los trabajadores, la seguridad y un salario básico que dignifique la vida humana.

   Tal parece que la historia se repite cada cuatro años como una liturgia todos nos dicen que las cosas van cambiar. Nada más lejos de la realidad. Ahora mientras el presidente Lasso está entretenido en culpar al gobierno anterior y a la pandemia, los salarios se deterioran, aumenta la pobreza y crece la corrupción.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Liberar a las masas del control ideológico de la burguesía


Solo liberando a las masas del control ideológico que la burguesía y el imperialismo ejercen sobre ellas, estarán en capacidad de cumplir el papel de sujetos revolucionarios.

Tomado de En Marcha, edición 1969
 
   Una serie de elementos que se expresan en el comportamiento político de las masas, nos permiten concluir que en estas existe una nueva y positiva situación ideológico-política, que genera mejores condiciones para el desarrollo de la actividad de las organizaciones de izquierda.
   Desde hace varios meses, importantes sectores de los trabajadores y el pueblo apelan a la lucha como el medio para hacer escuchar sus necesidades y demandar solución. Octubre de 2019, con el levantamiento indígena popular, marcó el punto más alto y combativo de la lucha de las masas en el país; de allí para acá, las protestas han continuado y son diversos sectores sociales los que participan en estas. Durante los cien primeros días del gobierno de Guillermo Lasso, de manera inusual cuando recién se posesiona un gobierno, miramos que varios sectores han tomado las calles para demandar atención: los agricultores, productores de maíz y arroz; los pequeños y medianos productores de leche; el magisterio y los estudiantes por la aprobación de la LOEI, que llegaron a declarar una huelga de hambre; diversos sectores en contra de la elevación del precio de los combustibles, y así hay otros casos.

   Estas luchas por demandas particulares, se fermentan también porque existe un descontento generalizado con lo que sucede en el país, con las duras condiciones de vida que enfrentan millones de ecuatorianos debido a la falta de empleo, los bajos salarios, el incremento del costo de la vida, las dificultadas para tener acceso a la salud, el abandono forzado de la educación por parte de cientos de miles de niños y jóvenes, la corrupción imparable; todo lo cual pone a los trabajadores, a la juventud y al pueblo en una circunstancia concreta: están luchando en contra de las manifestaciones y formas de la explotación capitalista y, desde ese punto de vista, son combates en contra del sistema imperante. Sin embargo, eso no significa que todos quienes toman las calles para protestar —o lo hacen a través de distintos mecanismos— actúan guiados por una conciencia anticapitalista.
   El descontento con la situación imperante conduce a los sectores explotados y oprimidos, a la búsqueda del cambio, de una situación nueva, pero cualitativamente distinta a la actual. Mas, ese cambio anhelado, en la mayoría de esa gente —debido a su nivel y tipo de conciencia— no se configura la necesidad de echar abajo el sistema actual, para erigir en su lugar uno que, en su esencia o en su naturaleza, sea radicalmente distinto. Esto deja en claro los límites existentes en la conciencia de las masas.
   En el proceso de configuración de un movimiento revolucionario de masas, aspecto sobre el que hemos hablado en varios artículos anteriores, el papel de la conciencia política es fundamental. El dominio que las ideas y las concepciones burguesas tienen en la conciencia de los trabajadores y el pueblo pone límites al comportamiento político de las masas, les hace ver y pensar los fenómenos político-sociales del país y el mundo desde la misma óptica de la burguesía y el imperialismo, es decir, de manera enajenada, y, por lo tanto, se convierten no solo en instrumentos explotación y opresión, sino también de reproducción de los cánones ideológico-políticos de la burguesía. Es bastante conocida esa afirmación de que la burguesía no solo ejerce su dominación a través de la coerción (represión), también lo hace —y de manera principal— por medio de la cohesión ideológica, es decir, logrando que las masas asuman como suya la ideología de la burguesía.
De ahí que la configuración de un movimiento revolucionario de masas se levanta sobre la base de una amplia y sistemática difusión de las concepciones ideológicas del partido marxista-leninista; de la difusión de la política que el Partido define para cada momento y circunstancia, para cada sector (social y geográfico), que siempre debe estar enlazada o en función de los objetivos estratégicos de la revolución ecuatoriana.
   El desarrollo del movimiento popular organizado, la incorporación de más amplios sectores a las luchas por sus reivindicaciones materiales y por sus derechos, la participación de los trabajadores, la juventud, las mujeres y los pueblos en acciones y luchas políticas está en íntima relación con la naturaleza de la conciencia política.
Para nuestro Partido es una necesidad insoslayable desarrollar, de manera constante, una sistemática labor ideológica y política entre los trabajadores y las fuerzas motrices de la revolución, para que estos sectores conozcan nuestra política, se identifiquen con ella y luchen por su materialización, pues, la política revolucionaria no hace otra cosa que representar los intereses económicos y políticos de los trabajadores y el pueblo. Esta ofensiva busca, a la vez, liberar la conciencia del pueblo de las ataduras del pensamiento burgués, que no le permite actuar y luchar en función de sus propios intereses, sino de los intereses de los dueños del capital. Solo liberando a las masas del control ideológico que la burguesía y el imperialismo ejercen sobre ellas, estarán en capacidad de cumplir el papel de sujetos revolucionarios.

viernes, 27 de agosto de 2021

La anarquía del desencuentro

   La corrupción del correato, la crisis pandémica, el gobierno cuántico, el gobierno del desencuentro, la debacle del sistema, el aumento de los precios de los combustibles y sus efectos colaterales, saltaron al tablero sociopolítico y económico, haciendo detonar nuevamente la unidad y lucha de las organizaciones sociales. El dialogo del encuentro, propuesto por el gobierno se bifurcó, por un lado, se da con los empresarios para ratificar la política neoliberal, quienes adelantan que cualquier dialogo tiene que girar alrededor del plan de gobierno de Lasso; y por otro, en el diálogo entre los sectores populares para fortalecer su postura de defensa de los derechos constitucionales, puesto que se ha adelantado que no se acogerá ninguna de sus propuestas para superar las crisis que enajena al país.
   La correlación de fuerzas en el Ecuador ha variado desde la posesión del presidente Guillermo Lasso, esto no se verifica solamente en la Asamblea Nacional, sino, ante todo, en los más amplios sectores de la sociedad: profesionales, estudiantes, trabajadores, campesinos, estudiantes, desempleados y, en particular en quienes lo apoyaron con la esperanza de que cumpla la promesa de erradicar la corrupción. Sin embargo, en la mayoría de puestos de dirección nacional e incluso ministerios, continúan funcionarios serviles al correato. Con este panorama, el gobierno acelera la marcha para cumplir la receta del Fondo Monetario Internacional y su deseo de desmantelamiento del Estado, al dar paso al mercado para que regule la economía nacional e incluso otros aspectos de la vida pública.

   El mes de agosto ha tenido un alto nivel de conflictividad con marchas, protestas y concentraciones ante la Presidencia y otras entidades del Estado, demandando el mejoramiento de las condiciones de vida de todo el pueblo. El movimiento indígena junto al Frente Popular y al Frente Unitario de Trabajadores reclaman la derogatoria del decreto que incrementa cada mes el precio de los combustibles. Estudiantes universitarios exigen mayor presupuesto para las universidades. Trabajadores de la salud que estuvieron en primera fila durante la pandemia, exigen el reintegro a sus trabajos. La Coordinadora Nacional de Jubilados Alfonso Yanes Montero, viene solicitando desde el 2010 el pago del estimulo de jubilación. La Unión Nacional de Educadores, logró luego de 32 días de huelga de hambre, que la Corte Constitucional declare la vigencia de la Ley Reformatoria a la Ley Orgánica de Educación Superior, que fuera publicada en el Registro Oficial en abril del 2021.

   La política en materia económica y de control expuestas por el candidato Lasso, parecían bastante alentadoras, ofrecían mucha esperanza de un futuro mejor. No obstante, ya en el gobierno, no se puede decir lo mismo, tal como revelan las cifras de desempleo y aumento de la pobreza. Lo cierto es que, ante la anarquía del desencuentro, con dialogo o sin él, el pueblo a través de la movilización en plazas y calles hará escuchar sus demandas en busca de soluciones, y al grito del pueblo unido jamás será vencido, se opondrá al encuentro de empresarios y gobierno hoy hermanados para mandar y someter.

viernes, 20 de agosto de 2021

Maestros presentan propuesta que viabilice cumplimiento de la sentencia de la Corte Constitucional

La improvisación política causante de la mala calidad educación y la búsqueda de mejores condiciones de trabajo, mantiene de pie a los maestros que junto a la Gloriosa UNE levantan la bandera roja de la unidad y lucha.

El “prófugo del ático”, caudillo y creador de gremios paralelos que hoy son serviles a la derecha lassista, siempre han infamado a los maestros unionistas que con una posición política reclaman una educación de calidad y por mejores condiciones laborales.

Los ciudadanos y en especial, los maestros para involucrarse en el desarrollo de su colectividad, deben pensar políticamente en el contexto de la realidad, solo así podrán reconocer los problemas más apremiantes que afrontan estudiantes y padres de familia. Tienen que ser sujetos políticos, que sin perder su identidad individual ni colectiva, puedan organizar a sus compañeros y a la comunidad a potenciar el desarrollo de la capacidad de acción y defensa política de los derechos constitucionales de todo el pueblo.

Todos tenemos la obligación ética de expresar un agradecimiento público a la fortaleza y valentía de 154 hombres y mujeres entre maestros y estudiantes que permanecieron 32 días en la valerosa huelga de hambre defendiendo las reformas a la LOEI, reformas que promueven cambios en la educación y recuperan derechos a favor de maestros, padres de familia y estudiantes. Hoy, ellos merecen nuestra condecoración por moldear la fibra y el temple a las nuevas generaciones de estudiantes y maestros.

La prensa burguesa y la presunta red de pedófilos tratan de descalificar la exitosa huelga de hambre diciendo que no se ha conseguido el alza salarial ni la jubilación. Por lo general esa ha sido la actitud del oportunismo que repite las mismas acusaciones que provienen del gobierno de turno. Hipócritas, olvidan que el propio presidente Lasso pidió se declare la total inconstitucionalidad de la Ley. Los maestros y el pueblo, saben que se triunfó, que se logró la constitucionalidad de toda la ley. El tema salarial y la jubilación, no se negaron, se postergaron su vigencia hasta que la Asamblea Nacional determine las fuentes de financiamiento observadas por la Corte Constitucional.

El mezquino comportamiento no ha sido exclusivo de estos grupos y del actual gobierno. Basta con recordar los 77 años de la histórica lucha de la UNE y del magisterio ecuatoriano, basta revisar los registros de la prensa y la UNE para constatar cómo los últimos gobiernos, se ensañaron con los maestros descalificándolos con todo tipo de epítetos por su firmeza en la defensa de la educación pública y sus reclamos laborales, en especial el gobierno del correato que institucionalizó la destitución, la persecución, la represión y la judicialización de la protesta popular.   

La improvisación política causante de la mala calidad educación, la búsqueda de mejores condiciones de trabajo, y más recientemente el respeto a la Ley Reformatoria a la LOEI publicada en el Registro Oficial No. 434 del 19 de abril de 2021, motiva a los maestros junto a la Gloriosa UNE a movilizarse, y eso hicieron el miércoles 18 de agosto, para presentarle al Presidente Guillermo Lasso, una propuesta que viabilice el cumplimiento de la sentencia de la Corte Constitucional y la participación del gremio en la elaboración del reglamento a la ley reformatoria a la LOEI.