“Si
ves que tu libertad y liberación están unidas y enredadas con las mías,
entonces construyamos proyectos juntos”
Peter McLaren[i]:
Peter McLaren es
autor de más de 50 libros, traducidos cada uno a varios idiomas, es Profesor
Distinguido en Estudios Críticos, Co-Director The Paulo Freire Democratic
Project y deInternational Ambassador for Global Ethics and Social Justice.
Peter McLaren es considerado uno de los
exponentes más renombrados de las pedagogías críticas en el mundo, por ello comparto
textualmente este texto publicado en: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/34751
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La pedagogía
crítica revolucionaria sigue siendo una alternativa viable en la escolarización
de nuestros pueblos, para dar respuesta a la extrema derecha que dicen que la
pedagogía crítica es una forma de adoctrinamiento socialista de la juventud.
Los educadores
críticos no imponemos nuestros puntos de vista e ideologías a los estudiantes,
sino que creamos espacios de respeto y comprensión mutuos en los que debatir y
debatir cuestiones políticas que siguen siendo controvertidas en el ámbito
público más amplio. Tratamos de contribuir a que participemos en definiciones y
acciones para que la sociedad avance en dirección de la libertad.
Guiados por la
colaboración y no por la competencia, entablamos los debates más allá del
conocimiento teórico abstracto, con la intencionalidad de transformar los
elementos opresores de nuestra realidad política para crear acciones y
alternativas significativas para nuestro universo social, dando nueva vida a
nuestra realidad comunitaria a través de una orientación profunda y de praxis
reflexiva que conlleva obligatoriamente a concretar la solidaridad y la unidad.
Los educadores
críticos revolucionarios estamos fuertemente inclinados a valorar la
perspectiva del socialismo en los asuntos del control popular de los recursos y
la producción, para la distribución equitativa de los recursos, para el
multiculturalismo, los derechos de los homosexuales y los derechos de las
mujeres. Consideramos que la sociedad debe garantizar los derechos básicos con
respecto a la alimentación, la vivienda, la atención médica y los ingresos. Estos
derechos básicos deben incorporarse a la constitución.
La educación
debe ser gratuita y todas las deudas de los estudiantes deben cancelarse. La
contaminación por combustibles fósiles debería terminar y deberían adoptarse
sistemas de energía sostenibles. El túnel excluyente de las escuelas de pobres
que conducen de la escuela a la prisión debe terminar y, junto con ella, el
sistema industrial de la prisión que se beneficia financieramente del
encarcelamiento masivo.
La reforma
migratoria debe comenzar con la abolición de ICE (Servicio de Inmigración y
Control de Aduanas) y los campos de internamiento que el gobierno de los
Estados Unidos ha establecido para separar a los niños refugiados de sus
familias. La amnistía y un camino viable para la ciudadanía deberían estar
disponibles para los inmigrantes indocumentados, muchos de los cuales están
actualmente encerrados en estos campos de prisioneros administrados por el
gobierno como ejemplos de “humanidad excedente”.
¡Estos son
problemas sociales que pueden abordarse temáticamente en nuestro sistema
educativo hoy! Los educadores críticos ponemos un fuerte énfasis en desafiar la
política exterior de EE-UU y la forma en que dicha política es impulsada por
los intereses de los bancos y corporaciones transnacionales.
La pedagogía
revolucionaria crítica resuena como una alarma sobre los usos que se le están
dando al aprendizaje automático y la inteligencia artificial, a saber, el
sistema de guerra electrónica actual y las capacidades militares de nueva generación
que están desarrollando los militares estadounidenses.
Los educadores
críticos nos preocupamos de que los avances en la detección acústica y
electromagnética de infrarrojos, electroópticos y de radar estén llevando el
desarrollo de la inteligencia artificial a las manos hambrientas del estado de
vigilancia.
Los educadores
críticos apoyamos la soberanía de los grupos indígenas, luchamos por la
protección de los derechos reproductivos de las mujeres y por poner fin a la
división del trabajo por género. También estamos comprometidos en reconstruir
el movimiento laboral y aumentar la afiliación sindical.
¿Por qué los
estudiantes deben encontrarse con esta cruda realidad una vez que se gradúen?
Estas cuestiones deben abordarse como parte de un plan de estudios socialista.
La pedagogía crítica es una filosofía de praxis cuyos profesionales captan el
proceso de enseñanza y aprendizaje como un medio para promover la agenda
política y moral alternativa dentro del contexto de las poderosas fuerzas
económicas y sociopolíticas que existen en la sociedad en general.
Al hacerlo, los
educadores críticos hemos desenmascarado las relaciones de producción, economía
moral existente y las premisas epistemológicas que han ayudado a dar forma a
los discursos, prácticas y valores educativos dominantes. Hemos logrado esta
tarea al desarrollar y apropiarnos críticamente de varios lenguajes o sistemas
de inteligibilidad (es decir, la escuela de teoría crítica de Frankfurt, la
crítica marxista de la economía política, la teoría feminista, la teoría de la
actividad histórico-cultural, la teoría crítica de la raza) que iluminan las
explicaciones sobre la vida social y muestran cómo se fabrica la opresión a
través de sistemas de mediación (es decir, lenguaje, cultura, discurso,
organización institucional, formaciones sociopolíticas, fuerzas y relaciones de
producción) y cómo la gente común puede alcanzar un nivel extraordinario de
conciencia crítica de su entorno.
Al final se
trata de aprender a tomar medidas para transformar su entorno para que sus
necesidades físicas, existenciales e intelectuales estén más satisfechas. La
pedagogía crítica proporciona diferentes marcos explicativos para explicar las
distorsiones ideológicas que a menudo acompañan el conocimiento oficial que se
enseña en los planes de estudios federales, estatales o locales. Pero lo más
importante, como filosofía de la praxis, es que ayuda a los maestros a
descubrir e interpretar lo que ocurre en la vida cotidiana, especialmente en
sus dimensiones políticas. Pongamos estas ideas al frente y al centro de
nuestros sistemas escolares.
Los educadores críticos somos pocos,
pero a medida que el socialismo logra más legitimidad con las continuas crisis
del capitalismo, se pueden abrir puertas y lograr victorias. Aquí invocaría el
espíritu y la praxis de los zapatistas “preguntando caminamos”, o “caminando,
hacemos preguntas”, el camino del guerrillero / pedagogo. Esto es diferente de
“predicando caminamos”. Buscamos crear una forma de organización horizontal en
lugar de una forma de organización vertical.
Un ingeniero amigo de Eduardo
Galeano dijo: lo “único que se hace desde arriba son los pozos” (lo único
que puedes hacer de arriba a abajo son los agujeros”), los agureros de la pobreza.
Los educadores críticos no podemos ser
doctrinarios en nuestro enfoque, despreciando a otros que tienen opiniones
diferentes. Como socialistas revolucionarios, no iniciamos nuestra lucha
continuamos una senda construida colectivamente. Podemos crear las condiciones
de posibilidad para un futuro socialista. ¡El desafío depende de nosotros!
http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/346751[i]