sábado, 14 de enero de 2023

Recuperar Gobiernos Seccionales y empezar a solucionar la problemática social

Una vez iniciada la campaña electoral, he vuelto a escuchar de boca de dirigentes políticos y candidatos que las “ideologías no existen, que ya no tienen validez”. Alguien incluso dijo, que sus “principios ideológicos se adaptan a cada realidad”, supongo quiso decir, se adaptan a cada público. ¡Bonita conjugación entre la hipocresía ajena y la flojera propia!

Esta desvergüenza, solamente nos muestra que la democracia burguesa no hace mención de sus principios ideológicos y los candidatos que defienden su “vientre de alquiler” y sus propios intereses tampoco hacen referencia a sus convicciones políticas con los votantes, primero, porque no las tienen claras y, segundo, prefieren generar una especie de empatía proselitista entre las necesidades básicas de los ciudadanos y las esperanzas insatisfechas; así, a pura demagogia han logrado apoyo en cada elección.

Ciertos candidatos hacen énfasis en “mirar la paja del ojo ajeno y no la viga que llevan en el suyo”. No exponen con claridad su propuesta y se niegan a explicarnos cuáles son las líneas políticas con las que pretenden solucionar nuestras reivindicaciones en materia de fiscalización, educación, salud, sanidad, cultura, empleo, combate a la corrupción, y lo exigimos porque entendemos que en la heterogeneidad ideológica y en la pluralidad de ideas que nos ofrece el sistema, reside la posibilidad de un cambio. ¿qué miedo tienen de decir a quiénes representan y a quiénes defienden?

Sin embargo, más allá de las propuestas y de los nombres, la mayoría de los ecuatorianos, dudamos de la capacidad de los asambleístas para organizar y defender los servicios públicos para beneficio de todos, pues guardan silencio ante la posición del presidente Lasso y su equipo familiar de asesores, que primero disminuyen el presupuesto de las empresas públicas, luego mediante spots publicitarios desprestigian la calidad de los servicios que ofrecen, esto con la intención de feriarlas a precio de gallina robada; es decir privatizarlas a favor de sus grupos de poder.

Para ello, pese a que la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional ha convocado a varios funcionarios del Gobierno a dar explicaciones sobre una presunta red de corrupción en las empresas públicas, sostiene al Econ. Danilo Carrera Drouet -cuñado suyo- para que prepare la rifa de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones, del Banco del Pacífico, las hidroeléctricas, la seguridad social y los campos petroleros.

Nos canturrean que la privatización es fundamental para el desarrollo del país, que la privatización tiene como objetivo reducir el tamaño del Estado, que los recursos se destinarán a políticas sociales, etc., etc., puro cuento chulquero.

Queda claro que la privatización de las empresas públicas, es una decisión ideológica de la derecha para adueñarse del Estado. Por lo que, es necesaria la unidad popular para respaldar cualquier iniciativa que pueda provenir de la academia progresista y de los sectores populares, a fin de recuperar los gobiernos seccionales y empezar a solucionar los graves problemas que aquejan al país.

viernes, 6 de enero de 2023

El Gobierno de Lasso se deshilacha produciendo más desigualdad

El año 2023 inicia con una proforma presupuestaria recetada por el FMI y una consulta que no resolverá nada, solamente son artilugios renovados de la arremetida neoliberal del gobierno del desencuentro. Mientras tanto los sectores populares todavía siguen molestos por las mentiras del presidente Lasso, y el incumplimiento de los acuerdos posteriores al dialogo con las organizaciones sociales encabezadas por la CONAIE.

El pasado 3 de enero, inició el proceso electoral para la designación de autoridades seccionales y un sesgado referéndum, que de acuerdo a los balances y presupuesto son injustos para los movimientos sociales y políticos que realizan sus campañas por carriles distintos, pero indefectiblemente por un verdadero cambio y un rotundo NO a la engañosa consulta. Desde luego, la derecha junto al gobierno, aspira una ganancia a río revuelto, promoviendo el que hay que enseñar a pescar y no dar el pescado, pero no dice nada de la destrucción y contaminación de los ríos y mares donde crecen los peces.

En materia comunicacional el gobierno ha sido sobresaliente para sus intereses. Con la mayoría de los medios promueve un presidente con liderazgo y que “se hace cargo de los problemas del país”. Al estilo hitleriano y de la CIA resalta en sus mensajes un reproche el gobierno de Rafael Correa acusándole de haberle dejado una pesada herencia y un país en ruinas, (situación no muy lejos de ser real), sin embargo, no dice nada del gobierno de Lenin Moreno, puesto que cogobernó con él. También arremetió contra la UNE, los trabajadores y el indigenado, con fraseología exabrupta y deleznable, manifestando que querían dar un “Golpe de Estado”.

La consulta no coloca sobre la mesa y de manera ineludible la solución de los grandes y graves problemas que aquejan a los ciudadanos. En el país es evidente que la crisis por la corrupción y la creciente pobreza se deben a problemas estructurales que se acarrean desde décadas atrás, por lo que el tratamiento no debe quedarse en una especie de discusión con simples tonos domésticos para entretener al pueblo. 

El gobierno neoliberal no ha podido brindar soluciones para las grandes mayorías. Eso no significa que las élites empresariales y los grandes capitales, sobre todo de la banca financiera, especuladora y chulquera no estén cómodas con este sistema capitalista que se sigue deshilachando y produciendo una desigualdad que afecta al mar de trabajadores formales e informales, a los jubilados y a los pensionistas, a los desempleados, mientras el descontento social va precipitando el panorama político. 

El año 2023 presenta los mismos desafíos, subida de precios, desempleo, pobreza, desatención a la educación y salud, inflación, privatizaciones, represión, etc., etc. Tenemos la tarea de exigir al gobierno que eche al tacho de basura sus planes de ajuste. Para ello, es necesario forjar la unidad popular y así poder asegurar la victoria el próximo 5 de febrero.

La lógica perversa

Por José Luis Callaci

Cuando se pretende ignorar los hechos o se omite referirse a ellos, como es el caso del genocidio contra la población rusa que durante estos ocho años ha cobrado la vida de miles de ruso parlantes en el sudeste de Ucrania en manos de neonazis, brazos armados de los gobiernos que sucedieron al golpe de Estado del 2014 apoyado por la OTAN y en separado por líderes de países que integran esta alianza militar; cuando deliberadamente se ignora o se hace caso omiso a las acciones que ponen en serio riesgo la seguridad de un país en sus propias fronteras, hay una lógica perversa.

Un país que ha venido insistiendo en resolver este conflicto por la vía del diálogo y la negociación, entonces solo queda calificar estas actitudes como peligrosas necedades que ponen en riesgo la propia paz mundial. Rusia no comenzó esta guerra, que lleva ya ocho años, sino que se vio obligada a intentar terminarla con esta operación militar para proteger a su pueblo y la seguridad en sus fronteras, como lo hubiera hecho cualquier otro país en las mismas condiciones, si se le intentara rodear con bases militares y misiles que apunten a sus ciudades.

Pero de nada sirve señalar los hechos ni las poderosas razones que impulsaron, no solo al Presidente ruso en solitario como algunos intentan hacer ver, mientras Washington por supuesto aplaude, y de paso esputarle insidiosos y ofensivos epítetos, o para favorecer propósitos desestabilizadores del gobierno ruso.

Rusia ha tomado esta decisión de intervenir para acabar con la amenaza y con el genocidio de la población ruso parlante en Ucrania, una vez fracasadas las negociaciones durante estos ocho años de guerra, debido a las constantes interferencias de terceros. No le quedó otra opción.

Pero qué interesante. A través de la alianza militar de la OTAN, con sus socios mayoritarios y minoritarios, se pueden destrozar otros países que no se subordinan, instalar cientos de bases militares en todo el mundo, asesinar líderes, realizar bloqueos económicos, y no hay escándalo ni fuertes repudios, ni nadie pone el grito en el cielo porque sencillamente ellos son los “buenos”. Pero cuando Rusia sale a hacer valer su seguridad y a proteger a millones de rusos, hoy víctimas de matanzas, que siempre han vivido por generaciones en lo que antes era parte de su país, revive la pandemia de la rusofobia y no hay razones ni sentido común ni conocimientos o información fidedigna sobre los hechos que sirvan para desvirtuar las mentiras, debido a una razón también muy simple: los rusos serán siempre los “malos”. Como en las películas o en las series, incluso para niños, producidas al norte del Río Bravo o Grande.

Esa es la lógica perversa que impera en estos días, unos la arman y programan y otros, sin sonrojos, la difunden.

Fuente: https://surcosdigital.com/la-logica-perversa/