viernes, 6 de enero de 2023

El Gobierno de Lasso se deshilacha produciendo más desigualdad

El año 2023 inicia con una proforma presupuestaria recetada por el FMI y una consulta que no resolverá nada, solamente son artilugios renovados de la arremetida neoliberal del gobierno del desencuentro. Mientras tanto los sectores populares todavía siguen molestos por las mentiras del presidente Lasso, y el incumplimiento de los acuerdos posteriores al dialogo con las organizaciones sociales encabezadas por la CONAIE.

El pasado 3 de enero, inició el proceso electoral para la designación de autoridades seccionales y un sesgado referéndum, que de acuerdo a los balances y presupuesto son injustos para los movimientos sociales y políticos que realizan sus campañas por carriles distintos, pero indefectiblemente por un verdadero cambio y un rotundo NO a la engañosa consulta. Desde luego, la derecha junto al gobierno, aspira una ganancia a río revuelto, promoviendo el que hay que enseñar a pescar y no dar el pescado, pero no dice nada de la destrucción y contaminación de los ríos y mares donde crecen los peces.

En materia comunicacional el gobierno ha sido sobresaliente para sus intereses. Con la mayoría de los medios promueve un presidente con liderazgo y que “se hace cargo de los problemas del país”. Al estilo hitleriano y de la CIA resalta en sus mensajes un reproche el gobierno de Rafael Correa acusándole de haberle dejado una pesada herencia y un país en ruinas, (situación no muy lejos de ser real), sin embargo, no dice nada del gobierno de Lenin Moreno, puesto que cogobernó con él. También arremetió contra la UNE, los trabajadores y el indigenado, con fraseología exabrupta y deleznable, manifestando que querían dar un “Golpe de Estado”.

La consulta no coloca sobre la mesa y de manera ineludible la solución de los grandes y graves problemas que aquejan a los ciudadanos. En el país es evidente que la crisis por la corrupción y la creciente pobreza se deben a problemas estructurales que se acarrean desde décadas atrás, por lo que el tratamiento no debe quedarse en una especie de discusión con simples tonos domésticos para entretener al pueblo. 

El gobierno neoliberal no ha podido brindar soluciones para las grandes mayorías. Eso no significa que las élites empresariales y los grandes capitales, sobre todo de la banca financiera, especuladora y chulquera no estén cómodas con este sistema capitalista que se sigue deshilachando y produciendo una desigualdad que afecta al mar de trabajadores formales e informales, a los jubilados y a los pensionistas, a los desempleados, mientras el descontento social va precipitando el panorama político. 

El año 2023 presenta los mismos desafíos, subida de precios, desempleo, pobreza, desatención a la educación y salud, inflación, privatizaciones, represión, etc., etc. Tenemos la tarea de exigir al gobierno que eche al tacho de basura sus planes de ajuste. Para ello, es necesario forjar la unidad popular y así poder asegurar la victoria el próximo 5 de febrero.