viernes, 3 de junio de 2022

A quién beneficia la destitución de Guadalupe Llori

La memoria histórica de nuestros pueblos y de sus organizaciones sociales, mucha de las veces es frágil, quizá la crisis general del país, hace que pronto olvidemos a los gobiernos neoliberales que cada cuatro años ofrecen cambiar las condiciones de pobreza en que viven la mayoría de las familias ecuatorianas, hace también que estas familias se preocupen más por el pan diario para sus hijos y menos por los verdaderos problemas que entorpecen el desarrollo de la nación; y menos todavía, en integrarse a la protesta social y a la lucha para derrotar a la burguesía y los gobiernos fantoches serviles al imperialismo.

Las dificultades al interior de la Asamblea Nacional afectada por una serie de conflictos que expresan las contradicciones de la propia clase burguesa que se aferra a defender sus intereses personales y ambiciones grupales. Lasso ha demostrado que se sostiene y gobierna para las elites empresariales, las clases privilegiadas y la derecha política del país, con ellos y con la metida de mano desde Carondelet y el Poder Judicial, al estilo del correato pretendió sostener a Guadalupe Llori en la presidencia de la Asamblea Nacional, por un lado, para evitar la fiscalización y; por otro, para tener a su favor todas las instituciones de control.

El circo en la Asamblea Nacional hizo pausa el pasado martes 31 de mayo, cuando el pleno destituyó a Guadalupe Llori con 81 votos de una mayoría conformada por UNES, PSC y la disidencia de Pachakutik e Izquierda Democrática, partidos políticos que de paso resultaron fraccionados producto de la comedia burguesa. La presidencia pasó a ejercerla Virgilio Saquicela, quien luego de la posesión dijo que “extenderán las dos manos al presidente Lasso para buscar consensos a favor de la gobernabilidad”, además se comprometió a dialogar con los jefes de las distintas bancadas legislativas para el tratamiento urgente del proyecto de “Ley de uso progresivo de la fuerza”, ley de la cual, el pueblo espera que no se afecten las libertades básicas de las personas, en especial el derecho a la protesta social, reprimida por Correa y Moreno con el uso excesivo de la fuerza por parte del Estado.

Lo cierto es, que los hechos están consumados, cabe preguntarse a quién beneficia esta destitución, obviamente al pueblo de a pie NO. Los grandes beneficiarios, aunque digan lo contrario, son los banqueros, los grandes empresarios, los exportadores, la banda de corruptos del correato que ahora con el evidente pacto con el partido social cristiano, busca la impunidad a los delitos cometidos contra el erario nacional durante la “década robada”. Ahora irán a tomarse todos los organismos de control, no cabe duda que ellos pactaron para eso, para institucionalizar las arbitrariedades.

Mientras tanto, la tarea de las agrupaciones sociales y populares, es fortalecer la organización unidad y lucha contra el neoliberalismo y oponerse a este gobierno que ha demostrado incapacidad para solucionar los grandes problemas que afronta el país.

sábado, 28 de mayo de 2022

Un año de sufrimientos e incertidumbres

 El discurso del presidente Guillermo Lasso pronunciado ante la Asamblea Nacional, evidenció dos aspectos: uno, por su condición neoliberal, el fiel cumplimiento y sometimiento al recetario del Fondo Monetario Internacional y; segundo, se trató de un discurso selectivo y clasista dirigido a la burguesía, al empresariado, a la banca y a las transnacionales. Al resto de los extractos sociales, le envió un mensaje casi casi como creyendo que aún está en cruzada electoral, prometió que el próximo año trabajará las ofertas de campaña. En definitiva, indicó que la culpa de la ineptitud de su administración la tiene el expresidente Rafael Correa.

El presidente Guillermo Lasso debe entender que hay que dejar de seguir culpando a terceros, él sabía las condiciones del país. Ahora, debe ejercer el poder y la administración de forma eficiente si quiere un “gobierno del encuentro”, sigue soñando en el éxito de la vacunación, lo cual no es tan cierto, las cifras expuestas no tienen respaldo y conllevan duda, pero si lo fuera, debe conducir por la misma senda las políticas públicas para sacar de la pobreza al pueblo ecuatoriano. Por el contrario, dejó de lado temas como la crisis carcelaria, la inseguridad ciudadana, alto costo de la vida, los femicidios, el descuido de los servicios públicos, los problemas escolares, el desempleo, la falta de medicinas y médicos, la venta de las empresas públicas rentables, etc. De manera subliminal se pronunció contra el aborto por violación a menores, a las cuales en general dijo, que otorgaría un bono de mil dólares, no logra entender que más bonos es sinónimo de mayor pobreza.

En fin, se refirió a la Batalla del Pichincha como una fecha histórica pasada de moda. No mencionó que Simón Bolívar nos previno de las amenazas de los EEUU a los pueblos de nuestra América para someternos y saquear los recursos naturales. Tampoco se refirió a los antecesores y sucesores de la gesta heroica como Espejo, Bolívar, Sucre, Montalvo, Alfaro y cientos de mujeres y hombres anónimos que entregaron su vida para rescatar la patria de la bribona oligarquía que durante 200 años ha controlado los poderes del Estado para beneficio de los grandes grupos económicos.

No puedo dejar de refutar la vocinglería del presidente Guillermo Lasso, respecto del reconocimiento a la labor y profesión docente. No hizo referencia a la sentencia de la Corte Constitucional, que rechazó el veto presidencial a la Ley Reformatoria a la LOEI, ratificando la equiparación salarial, lo cual demostró que los derechos del magisterio no se imploran y menos de rodillas. Los derechos se arrancan a los tiranos con organización, unidad y lucha. El triunfo del Magisterio, es una derrota política a la arrogancia neoliberal de Lasso, a la correísta Brown y a la banda de serviles y comensales que se opusieron a la lucha del único gremio de los maestros y maestras, la Unión Nacional de Educadores.