sábado, 16 de abril de 2022

Presupuesto para educación y equiparación salarial

 El rol del docente se define en la lucha cotidiana en contra de las políticas oficiales que encierran al docente en su aula y en su escuela negándole el derecho a la protesta. Su rol académico de apropiación del conocimiento y de guía en el proceso de enseñanza y aprendizaje, propiciando el pensamiento crítico; etc., se mantiene firme. Pero, además, los docentes tienen un rol primordial en la lucha por una educación emancipadora, en la defensa de la escuela pública y la integración de la comunidad en todas sus luchas por mejorar las condiciones de vida.

La crisis social también irrumpe en la escuela, con una problemática que es ocultada, negada, naturalizada y minimizada por los poderes públicos, como la falta de trabajo y pobreza de los padres de familia, estudiantes víctimas del narcotráfico, violencia familiar y social, etc. Así, el docente se encuentra desprotegido y sin herramientas para cumplir con su trabajo en beneficio de la sociedad. A esto, hay que agregar, el discurso mediático del Presidente Lasso desacreditando la legitimidad de las luchas por la Reforma a la Ley Orgánica de Educación Intercultural, concretamente, la equiparación salarial, cuyo derecho, fue negado precisamente el 13 de abril.

El magisterio nacional reclama la equiparación salarial aprobada por el Ministerio de Trabajo en el año 2015 y vigente para los servidores públicos desde el año 2016, excepto para los docentes, lo que constituye un acto de discriminación por parte de los gobiernos de Correa, Moreno y Lasso, cuya práctica de desatención parece seguir la misma norma impuesta por el Fondo Monetario Internacional. El Presidente Lasso dilata el reconocimiento a un salario digno que permanece congelado por 11 años. Manifiesta él, que no hay dinero para cumplir con la educación. Sin embargo, para aumentar los sueldos en la Policía y el Ejército, para pagar la deuda externa y para el hombre del maletín comprador de votos en la Asamblea Nacional, si hay dinero suficiente.

El anuncio de pagar el bono de pandemia por 200 dólares a los docentes fiscales de los planteles fiscomisionales, no es ningún reconocimiento, puesto que a todo el magisterio entre los meses de junio a noviembre del 2021 se le descontó del sueldo una cantidad superior a la que demagógicamente llama bono de pandemia.

El magisterio alrededor de la Unión Nacional de Educadores, en el terreno organizativo recobra legitimación en el resto de la sociedad civil y en la opinión pública, la comunidad educativa se involucra y pasa a ser protagonista en la lucha contra el abandono de la escuela pública, por el mejoramiento de la infraestructura escolar, por el reintegro de los docentes despedidos durante la pandemia, por nuevas partidas docentes y de servicio, por la reapertura de las escuelas cerradas. En fin, la lucha continúa y los maestros y maestras de todo el país retomarán la movilización.

 

domingo, 10 de abril de 2022

En el Día del Maestro, los y las Docentes de mi Patria en pié de lucha

El 13 de abril se cumplen 190 años del natalicio de Juan Montalvo, Maestro que con su pluma dedicó su vida entera a combatir la corrupción y las dictaduras. Es en su homenaje, que el Presidente Alfredo Baquerizo Moreno en 1920 decretara la conmemoración de esta fecha. Los gobiernos de turno, repiten “frasecitas” resaltando la labor del maestro ecuatoriano. Sin embargo, para ellos, la instauración de la histórica fecha, no ha servido para reconocer e impulsar el compromiso social y el rol del profesorado.

El Día del Maestro Ecuatoriano, esta vez, estuvo precedido de movilizaciones, huelga de hambre, vigilias, marchas nacionales por la
aprobación de las Reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural, lográndose la ratificación de la misma por parte de la Asamblea Nacional y la Corte Constitucional. Pero el Presidente Guillermo Lasso, hasta la presente fecha, lejos de disponer a los ministerios de Educación, Trabajo y de Finanzas la vigencia de la LOEI, insiste en que no cuenta con los recursos para la aplicación de la misma.

El viernes 8 de abril, una marea de docentes se movilizaron en Quito, por Loja asistió una nutrida y entusiasta delegación que se sumó a la Marcha Nacional por el presupuesto para una educación, por el reintegro de maestros, por nuevas partidas, en contra de la reducción de la malla curricular; y, reclamando una explicación respecto del astuto y malicioso anuncio de “pago progresivo” de la equiparación salarial. Esta ha sido la constante de unidad y lucha en medio de la cual transitan los docentes en exigencia del respeto a sus derechos.

Los gobiernos de turno junto a la oligarquía, lograron que los pobres valoren más el pan que la libertad, en cambio a los docentes nos han obligado a reclamar los derechos mediante la lucha. La negativa a pagar la equiparación salarial al magisterio activo y el del estímulo de jubilación a los maestros jubilados que se adeuda desde el 2012, es una clara muestra de la falta de voluntad política para reconocer la labor docente en favor de la niñez y juventud, cuya responsabilidad le corresponde exclusivamente al gobierno nacional. Ante esto, luego de la marcha, la UNE Nacional anunció que seguirá movilizada; mientras que la Coordinadora de Maestros Jubilados Alfonso Yánez Montero prepara una movilización nacional para los próximos días.

Gilbert Granda, Presidente de UNE-Loja ratifica el llamado a los compañeros para no dejar de reivindicar sus derechos y a fortalecer la capacidad de guiar y de empujar el cambio, y a tener presente que todas las conquistas han sido gracias a la lucha organizada.

Este 13 de abril, día dedicado a las Maestras y Maestros de mi Patria, encuentra al magisterio nacional en plena lucha por la dignidad humana, que la mediocridad, la insensatez y el neoliberalismo del gobierno del desencanto impunemente pisotean a diario.

¡Salud y loor compañeras y compañeros del magisterio lojano y nacional!

viernes, 1 de abril de 2022

Monseñor Oscar Arnulfo Romero

Creo en vos, arquitecto, ingeniero, artesano, carpintero, albañil y armador. Creo en vos, constructor de pensamiento, de la música y el viento, de la paz y del amor…, son algunos de los versos del coro de la canción popular “misa campesina” de Carlos Mejía Godoy, la que se popularizó luego del asesinato de Monseñor Oscar Romero. La canción se convirtió en símbolo de la resistencia popular, razón por la cual, la Jerarquía Católica salvadoreña la prohibió por considerarla un peligro y parte de la teología de la liberación.

Del asesinato de Monseñor Oscar Romero se cumplieron 42 años. El Capitán Álvaro Saravia, el único condenado por el crimen, en el 2010 confesó que recibió la orden del líder anticomunista Roberto Aubuisson, del ultraderechista partido ARENA que gobernó El Salvador desde 1989 hasta el 2009. El homicidio, aunque no se conoce al ejecutor material, se cometió mientras Monseñor Romero oficiaba la misa en la iglesia de la Divina Providencia de San Salvador. Hasta la presente fecha, el caso sigue abierto sin sentenciarse a los verdaderos responsables. Por el contrario, los presidentes de turno, se han limitado a pedir perdón en nombre del Estado.

En la biografía Monseñor Romero, se destacan dos fechas que marcan su apego a los sectores populares. En 1975, la Guardia Nacional asesinó a varios campesinos acusados de guerrilleros, él se limitó a consolar tibiamente a los familiares, lo que hizo creer al Gobierno y a la oligarquía que Monseñor Romero podría ser el arzobispo capaz de contrarrestar el espíritu subversivo de los sectores populares. Sin embargo, en marzo de 1977 tras el asesinato del sacerdote jesuita Rutilio Grande, se apega a la teología de la liberación y al servicio de los pobres.

En 1979, Monseñor Oscar Romero se entrevista con el Papa Juan Pablo II, allí denuncia las atrocidades del gobierno salvadoreño; cuenta su biógrafo que el Papa, le recomienda que olvide las denuncias y que mejor le convenía ir de acuerdo con el Gobierno”, que por la época se debatía en una larga y sangrienta guerra civil. Se sabe que monseñor Romero salió llorando de esa audiencia, diciendo “El Papa no me ha entendido, no puede entender porque El Salvador no es Polonia”. Luego, en enero de 1980, el mismo Papa Juan Pablo II lo felicitaba por defender la justicia social, pero también le advertía de los riesgos que enfrentaba.

Dos meses después, en marzo de 1980, Monseñor Romero, segundos antes de su asesinato expresaba: “Que este cuerpo inmolado y esta sangre sacrificada por los hombres nos alimente también para dar nuestro cuerpo y nuestra sangre al sufrimiento y al dolor, como Cristo, no para sí, sino para la justicia y la paz de nuestro pueblo”.

La memoria no puede estar enajenada de la historia, hoy la figura religiosa y social de Monseñor Romero, sigue del lado de los pobres exigiendo un sistema político, económico, cultural y social más justo, digno, igualitario y equitativo.