Los ecuatorianos sembramos las esperanzas en que, con la Constitución de Montecristi se impulsaría una economía social que desarrolle el “buen vivir”; sin embargo, pronto se privilegió e incluso se potenció los intereses de la derecha empresarial y banquera, se favoreció de manera descomunal los intereses grupales de la oligarquía del siglo veintiuno, que resultó ser la más corrupta de la historia.
Con cada nuevo gobernante renacen las expectativas, sin embargo, ha faltado la unidad de los sectores populares con las organizaciones progresistas y de izquierda, quizá la principal causa sea que las élites económicas ofrecen dádivas para paliar momentáneamente la pobreza e impedir la afectación a sus intereses.
Guillermo Lasso accedió a la presidencia a causa de un fraude electoral consumado por la derecha, es decir desde el inicio llegó deslegitimado socialmente, pronto entró en confrontaciones con su antiguo aliado el partido social cristiano. Guillermo Lasso, poco o nada de lo ofrecido en campaña ha podido cumplir; pero lo más grave, ha sido el aumento sin precedentes de la delincuencia y el crimen organizado.
La gran mayoría del pueblo rechaza la gestión del gobierno, rechazo que se evidenció en la consulta del 5 de febrero. Los ecuatorianos siguen esperando la creación de fuentes de trabajo, mejor educación, atención médica, especial y urgentemente desean se garantice la seguridad ciudadana.
Los actos de corrupción también han sido parte cotidiana de este gobierno. Por ello. la Asamblea Nacional, sometió al presidente Guillermo Lasso a juicio político por peculado y corrupción. Así, acorralado por el rechazo popular y la incapacidad para seguir comprando las conciencias de algunos asambleístas, y para evitar la destitución, el pasado miércoles decretó la disolución de la Asamblea Nacional “por grave crisis política y conmoción interna” en el país. Además, pidió al CNE que en siete días fije la fecha para nuevas elecciones.
Que el decreto de “muerte cruzada” conste en la Constitución, no es discutible. Quizá el Presidente Lasso se refiera a la conmoción interna que se vive en Ucrania o Palestina, porque en nuestro país, la única conmoción que se vive, es la corrupción en el entorno familiar del presidente Lasso, y la inseguridad que el propio gobierno ha reconocido ser incompetente para combatirla.
Mientras tanto, la antojadiza muerte cruzada permitirá al presidente Lasso afianzar el modelo neoliberal y gobernar mediante decretos de “urgencia económica”, previos al dictamen favorable de la Corte Constitucional. Un primer decreto ha sido el de la publicitada Reforma Tributaria. Se conoce que están listos dos decretos: uno de reformas laborales con la consecuente disminución de derechos a los trabajadores; y, otro para favorecer la contratación pública a dedo.
Al final, corresponde a las organizaciones sociales, progresistas, democráticas y de izquierda, forjar la unidad para superar el estancamiento al desarrollo nacional, condenar los privilegios de las élites financieras y fraguar una democracia participativa que construya un Ecuador más equitativo.